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Palacio Real de Caserta para niños

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El Palacio Real de Caserta (conocido en italiano como Reggia di Caserta) es un impresionante palacio de estilo barroco que se encuentra en Caserta, en la región de Campania, Italia. Fue construido por encargo del rey Carlos VII para que fuera el centro de gobierno y la residencia principal de su nuevo Reino de Nápoles. El rey quería que su dinastía, los Borbones, tuviera una residencia tan grandiosa como el famoso Palacio de Versalles en Francia.

El arquitecto encargado de este enorme proyecto fue Luigi Vanvitelli. Él no solo diseñó el palacio, sino también la ciudad y los jardines que lo rodean. Su estilo era una mezcla de Barroco y Neoclasicismo temprano. Sin embargo, el rey Carlos nunca vio el palacio terminado, ya que en 1759 tuvo que irse de Nápoles para convertirse en rey de España.

A partir de 1780, su hijo Fernando IV comenzó a usar el palacio como residencia de campo. Otros reyes del Reino de las Dos Sicilias también lo usaron hasta que pasó a manos de la Casa de Saboya en 1860, cuando Italia se unificó.

En 1919, el rey Víctor Manuel III donó el palacio al Estado italiano. Desde 1926, una parte del edificio es la sede de la Academia Aeronáutica. En 1997, el palacio, sus jardines y el complejo de San Leucio fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Hoy en día, es un museo abierto al público y ha sido usado como escenario en varias películas.

El Palacio Real de Caserta es la residencia real más grande del mundo en cuanto a volumen, con más de dos millones de metros cúbicos.

Datos para niños
Palacio barroco de Caserta y jardines, acueducto de Vanvitelli y complejo arquitectónico de San Leucio
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Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
Reggia di Caserta vista estesa.jpg
Fachada del Palacio de Caserta.
Italy location map.svg
Palacio Real de Caserta
Localización
País ItaliaFlag of Italy.svg Italia
Coordenadas 41°04′12″N 14°19′33″E / 41.07, 14.325833333333
Datos generales
Tipo Cultural
Criterios i, ii, iii, iv
Identificación 549
Región Europa y América del Norte
Inscripción 1997 (XXI sesión)
Sitio web oficial

Historia del Palacio Real de Caserta

El Palacio Real de Caserta tiene una historia fascinante que se remonta al siglo XVIII. Fue un proyecto muy ambicioso que buscaba mostrar el poder y la importancia de un nuevo reino.

¿Por qué se construyó el Palacio de Caserta?

En 1734, Carlos de Borbón conquistó los reinos de Nápoles y Sicilia. Estos reinos habían estado bajo el control de Austria. Un tratado posterior estableció que Nápoles y Sicilia debían ser un estado independiente, no parte de España.

Carlos de Borbón quería modernizar su reino. Uno de sus grandes planes fue construir una residencia real que fuera el centro de la corte y del gobierno, similar al Palacio de Versalles en Francia. La idea surgió en 1742, pero se retomó en 1747, cuando el nacimiento de un príncipe aseguró la continuidad de la familia real.

El lugar elegido fue la llanura de Caserta, al norte de Nápoles. Esta tierra fue comprada en 1750. Mientras se construía el nuevo palacio, la familia real vivió en una antigua residencia cercana, el Palazzo Vecchio, durante los meses de invierno.

El gran diseño de Vanvitelli

El rey no solo quería un palacio, sino una ciudad completamente nueva con los avances urbanísticos de la época. Se consideraron varios arquitectos, pero finalmente se eligió a Luigi Vanvitelli.

Vanvitelli era un arquitecto muy respetado. En 1751, presentó su diseño al rey Carlos, quien quedó muy contento. El proyecto incluía un edificio enorme, de forma rectangular, con 47.000 metros cuadrados de superficie, 1.200 habitaciones y cinco pisos. Su diseño permitía ver la estructura interior desde fuera. El palacio tendría un pabellón central con cuatro alas que formarían cuatro patios interiores.

Alrededor del palacio, Vanvitelli imaginó una ciudad con una gran plaza ovalada y un jardín con cascadas. La plaza y el jardín estarían conectados visualmente a través de un gran pórtico en la planta baja del palacio. Vanvitelli logró su objetivo de crear un palacio que rivalizara con Versalles y La Granja de San Ildefonso.

En 1756, Vanvitelli publicó un libro con grabados y explicaciones detalladas de su proyecto, llamado Dichiarazione dei disegno del reale palazzo di Caserta. Este libro es muy importante para entender sus ambiciosas ideas, aunque muchas de ellas no se llegaron a construir.

La construcción del palacio

La primera piedra del Palacio de Caserta se colocó el 20 de enero de 1752, el día del cumpleaños del rey. La ceremonia fue muy importante, con la presencia del rey, la reina, ministros y embajadores. Se enterraron medallones de oro con inscripciones para celebrar el inicio de la obra.

El rey quería que todo el complejo estuviera listo en diez años, por lo que los trabajos avanzaron rápidamente con mucho dinero. Sin embargo, en 1759, el rey Carlos tuvo que irse a España para ser rey, lo que detuvo las obras. El nuevo rey, Fernando IV, era muy joven, y el regente no tenía mucho interés en el proyecto, reduciendo a la mitad el número de trabajadores.

Vanvitelli se lamentaba de la situación, pero seguía ilusionado. En 1766, a pesar de que las obras no habían terminado, el palacio ya era considerado más hermoso que Versalles. En 1767, las obras se retomaron con más fuerza. En 1769, Fernando IV y su esposa María Carolina inauguraron el primer espacio terminado del palacio: el Teatro de Corte. Vanvitelli falleció en 1773, y su hijo Carlo continuó la construcción.

El 7 de octubre de 1780, la familia real se mudó al nuevo palacio, aunque aún no estaba terminado. La Capilla Regia se inauguró en la Navidad de 1784.

El Palacio Real de Caserta se convirtió en una residencia habitual de los reyes de las Dos Sicilias. Sin embargo, nunca llegó a ser la nueva capital que el rey Carlos había soñado. Muchas partes del palacio quedaron incompletas, y el gran proyecto urbanístico fue abandonado. Cuando las obras terminaron oficialmente en 1847, se habían invertido grandes sumas de dinero y se habían usado materiales lujosos como mármol de Carrara.

El palacio a través de los siglos

El palacio de Caserta fue una de las residencias principales de Fernando IV. Su esposa María Carolina se encargó de la decoración, mostrando un gusto exquisito y reuniendo una importante colección de arte.

Durante las Guerras Napoleónicas, el palacio fue confiscado y saqueado, aunque las piezas más importantes se habían guardado a salvo. Cuando José Bonaparte y luego Murat gobernaron Nápoles, se hicieron nuevas decoraciones neoclásicas en algunas salas.

Después de 1815, la monarquía borbónica regresó. Los reyes continuaron embelleciendo el palacio. El Salón del Trono se terminó entre 1843 y 1845, siendo una de las últimas grandes obras del palacio. El 22 de mayo de 1859, el rey Fernando II falleció en el palacio de Caserta, siendo el único monarca en morir allí. Poco después, el reino de las Dos Sicilias fue conquistado, y el palacio pasó a ser propiedad de la Casa de Saboya en 1860, con la creación del Reino de Italia.

Desde 1869, el palacio estuvo abierto regularmente a los visitantes. En 1888, algunas partes del palacio se usaron para escuelas militares. Finalmente, en 1919, el rey Víctor Manuel III donó el palacio al Estado italiano.

Caserta en la actualidad

Los apartamentos reales del palacio se abrieron como museo en 1919. Entre 1926 y 1943, el edificio fue la sede de la Academia de la Aeronáutica Militar.

Durante la Segunda Guerra Mundial, en 1943, el palacio se convirtió en el cuartel general de los aliados en Italia. Allí se firmó la rendición de las tropas alemanas en Italia en 1945. El palacio sufrió grandes daños durante el conflicto.

Después de la guerra, se realizaron largos trabajos de restauración en el palacio y en el jardín, que había quedado muy dañado. Se recuperaron los diseños originales de Vanvitelli para los jardines. Las obras terminaron alrededor de 1958, y se abrió un museo que incluía los apartamentos reales, el teatro de la corte y los jardines.

En 1994, el presidente de Italia ofreció una cena a los líderes del G7 en el palacio. Tres años después, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El Palacio: Un Gigante Arquitectónico

El Palacio de Caserta es enorme. Tiene 1.200 habitaciones, 1.742 ventanas, 34 escaleras y 1.026 chimeneas. Ocupa una superficie de unos 47.000 metros cuadrados. Tiene dos fachadas principales idénticas: una que da a la plaza de armas y otra al majestuoso parque. Sin embargo, el edificio no se construyó exactamente como se planeó al principio; por ejemplo, no se hicieron la cúpula central ni los torreones de las esquinas.

La estructura del palacio sigue los planos de Vanvitelli: un área rectangular con dos cuerpos que se cruzan en forma de cruz, creando cuatro patios interiores. La colocación de las ventanas y columnas es muy precisa, dando una sensación teatral.

Vestíbulos y Escalera Principal

En el centro del edificio, rodeado por los cuatro patios, hay dos vestíbulos octogonales que muestran el estilo barroco equilibrado del palacio, cercano al Neoclasicismo. El vestíbulo inferior tiene ocho columnas dóricas y nichos con esculturas romanas.

A la derecha del vestíbulo, para no interrumpir la vista del parque, se encuentra la impresionante escalera de honor. Comienza con un solo tramo y se divide en dos, permitiendo admirar toda la estructura. Sus 117 escalones y decoraciones están hechos de mármoles de diferentes colores.

El vestíbulo superior es más grande y está cubierto por una gran bóveda. Vanvitelli logró una gran armonía entre el Barroco y el Clasicismo, evitando la decoración excesiva del primero y la repetición del segundo.

Capilla Palatina

La capilla está en una de las alas del palacio, con una estructura similar a la de Versalles. Tiene forma de galería, con un ábside semicircular y columnas de mármol.

Está dedicada a la Inmaculada Concepción, y el único cuadro que adorna su sencillo altar es obra de Francesco Solimena. Fue inaugurada en la misa de Nochebuena de 1784, con la presencia del rey y toda la corte.

Apartamentos Reales

Los apartamentos reales eran las habitaciones de la Familia Real y ocupaban la mitad sur del piso principal del palacio. La otra mitad nunca se terminó. Estas salas destacan por su decoración y muebles, que se conservan como cuando los reyes vivían allí. La mayoría de las estancias tienen un estilo imperio, pero algunas conservan un aspecto rococó.

Los aposentos reales se dividen en tres áreas: las salas de guardias, el Appartamento Vecchio y el Appartamento Nuovo.

Salas de Guardias

Estas salas, como la de los Alabarderos o la de Alejandro, son muy grandes y rectangulares. Sus paredes están cubiertas con paneles decorativos de minerales, molduras doradas y pocas pinturas, lo que resalta su tamaño imponente.

Appartamento Vecchio o del Siglo XVIII

Este conjunto de habitaciones rococó fue el primero en ser habitado por el rey Fernando de Borbón y su esposa María Carolina. Son más pequeñas, con techos pintados al fresco y muchas pinturas, espejos y paneles de madera, creando un ambiente diferente al resto del palacio. También tienen una importante colección de porcelana del siglo XVIII. Destacan las salas de la primavera, el otoño, el invierno y el verano, el despacho y el dormitorio del Rey, y el apartamento de la Reina.

La biblioteca Palatina, que forma parte de este aposento, tiene dos salas de lectura y tres de biblioteca que guardan un importante archivo de documentos del Reino de las Dos Sicilias. Además de sus colecciones, es notable por la belleza de sus muebles y un enorme pesebre napolitano.

Appartamento Nuovo o del Siglo XIX

Estos aposentos se terminaron en la primera mitad del siglo XIX. La Sala de Marte y la Sala de Astrea destacan por su arquitectura neoclásica y la abundancia de minerales. Sin embargo, la sala más hermosa es el Salón del Trono, inaugurado en 1845. Esta sala debía mostrar la riqueza de la Casa de Borbón, con estucos dorados, mármoles y molduras que representan los símbolos del Reino de Nápoles y las virtudes del monarca.

Siguiendo este estilo, hay una serie de estancias para la Familia Real. Aunque se diseñaron en la época de Murat, solo se terminaron durante el breve reinado de Francisco II. Son más pequeñas y están decoradas con frescos de estilo pompeyano. Están amuebladas en estilo Imperio. Entre estas salas se encuentran el Salón del Consejo, el dormitorio y el baño de Francisco II, y el despacho y el dormitorio de Murat.

Teatro de la Corte

El teatro del palacio también fue diseñado por Vanvitelli y es muy parecido al Teatro de San Carlos de Nápoles, pero su tamaño más pequeño le da una gran armonía. Tiene cinco niveles de palcos, un palco real y una platea.

Su interior está decorado con damasco azul y estructuras doradas sencillas. El escenario es pequeño, pero en su época tenía tecnología avanzada, ya que su parte trasera podía abrirse al parque, creando un fondo natural. La primera obra que se representó fue la ópera L'incoronazione di Poppea en 1769, pero el teatro se usó poco después del reinado de Fernando IV.

El Parque: Un Jardín de Ensueño

El parque del Palacio Real de Caserta es uno de los jardines reales más hermosos de Europa, comparable con los de Versalles o Aranjuez. No solo destaca por su diseño paisajístico y sus esculturas, sino por ser el marco perfecto para el palacio. El edificio se ve aún más grande e imponente gracias a este hermoso entorno.

El diseño original de Vanvitelli incluía una "línea de fuga" que conectaba la carretera real de Nápoles, atravesaba el palacio y se perdía en el horizonte. Aunque las vías del tren han afectado la vista frontal, la parte trasera del parque se mantiene intacta, con praderas, lagos artificiales y fuentes.

Vanvitelli decidió incluir dos tipos de jardín: uno italiano alrededor del edificio y un "paseo" monumental con muchas fuentes, al estilo francés. Para usar el agua de las montañas, se diseñó una hilera de fuentes que bajaban hasta el palacio.

Jardín Italiano

El jardín "a la italiana" está justo detrás del palacio. Su diseño es similar al de los Jardines del Bóboli en Florencia, con una estructura geométrica de caminos y diseños de boj. Las plantas son típicas del sur de Italia.

En esta zona, también conocida como "el viejo bosque", hay pequeñas construcciones como pabellones que servían para el entretenimiento de la corte. También tiene un gran estanque donde se criaban peces para el palacio.

El Passeggio o Gran Paseo

El passeggio es un ejemplo perfecto del estilo paisajístico monumental del siglo XVIII. Es un camino de más de 3 kilómetros que recorre la ladera de una montaña cercana, aprovechando su inclinación para crear un complejo sistema de fuentes y cascadas. Aquí, Vanvitelli mostró su habilidad como ingeniero.

Cerca de la cima de la montaña, el agua del Acueducto Carolino comienza su descenso a través de la "gran cascada", que cae con mucha velocidad. A partir de ahí, se suceden muchas fuentes con grandes grupos escultóricos y juegos de agua. Entre ellas destacan:

  • La fuente de los delfines
  • La fuente de Venus y Adonis
  • La fuente de Eolo
  • La fuente de Ceres
  • La fuente de Diana y Acteón

La fachada trasera del palacio mira hacia el passeggio, por lo que la mayoría de las habitaciones tenían vistas a esta hermosa sucesión de fuentes. El agua llega al jardín italiano con menos velocidad, pero sirve para alimentar sus surtidores. Aunque Vanvitelli lo diseñó, su hijo Carlo y muchos escultores participaron en su construcción.

Jardín Inglés

Este jardín no fue diseñado por Vanvitelli, sino por la reina María Carolina poco después de la muerte del arquitecto. Su hijo Carlo se encargó del proyecto, con la ayuda del botánico inglés John Graefer. Se encuentra en la parte oriental del parque y tiene una gran variedad de especies exóticas que se adaptaron muy bien al clima de Nápoles.

Con un estilo diferente al resto, el jardín inglés se integra perfectamente en el parque. Tiene varios lagos artificiales, un riachuelo y plantas que crecen de forma natural entre estatuas, creando un efecto evocador y romántico. Aquí no se busca un decorado artificial, sino un estado más natural, como un bosque con pabellones y estatuas escondidos.

El Palacio de Caserta en el Cine

El Palacio de Caserta se ha vuelto muy popular como escenario para grandes películas de Hollywood. Ofrece facilidades para los rodajes, a diferencia de otros edificios famosos en Italia que son más estrictos por razones de seguridad.

  • Se filmaron muchas escenas de las películas La amenaza fantasma y El ataque de los clones, de George Lucas. En las películas, el palacio representa el Palacio Real de Theed, la capital de Naboo, donde vive la reina Amidala.
  • J. J. Abrams eligió este monumento para su película Misión imposible 3, donde simulaba ser la Ciudad del Vaticano. Se rodaron escenas tanto en el interior como en los patios.
  • La similitud con el Vaticano se usó de nuevo cuando Caserta fue escenario para las películas El código Da Vinci y Ángeles y demonios.

Galería de imágenes

Ver también

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Royal Palace of Caserta Facts for Kids

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Palacio Real de Caserta para Niños. Enciclopedia Kiddle.