La Sabana (Argentina) para niños
Datos para niños La Sabana |
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Localidad y delegación municipal | ||
Localización de La Sabana en Provincia del Chaco
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Coordenadas | 27°52′00″S 59°57′00″O / -27.86666667, -59.95 | |
Entidad | Localidad y delegación municipal | |
• País | ![]() |
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• Provincia | ![]() |
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• Departamento | Tapenagá | |
• Municipio | Charadai | |
Altitud | ||
• Media | 61 m s. n. m. | |
Población (2010) | Puesto 81.º | |
• Total | 242 hab. | |
Gentilicio | sabanense | |
Código postal | 3513 | |
Variación intercensal | -9,4 % (2001 - 2010) | |
La Sabana es una pequeña localidad argentina ubicada al sur del departamento Tapenagá, en la provincia del Chaco. Aunque en el pasado tuvo su propia municipalidad, hoy funciona como una Delegación municipal que depende del municipio de Charadai.
La historia de La Sabana está muy ligada a la actividad de una empresa llamada La Forestal a principios del siglo XX en los bosques de Chaco. El pueblo creció rápidamente gracias a la llegada del ferrocarril y a los trabajos de extracción de madera. Incluso llegó a ser tan importante que se pensó en ella como posible capital provincial, compitiendo con Resistencia. Sin embargo, a medida que los recursos naturales se agotaron por la tala masiva de árboles, el pueblo fue perdiendo importancia hasta casi desaparecer.
Contenido
La Sabana: Un Pueblo con Historia en Chaco
Orígenes y el Ferrocarril
A finales del siglo XIX, la empresa La Forestal obtuvo un permiso para usar una gran extensión de bosques nativos en el norte de Santa Fe, el sudeste de Santiago del Estero y el sur del Chaco. A cambio, la empresa debía construir líneas de ferrocarril, lo que se esperaba que trajera desarrollo a la región.
La línea de ferrocarril llegó al Chaco en 1892 y se construyó una estación llamada La Sabana. Esta estación fue el punto final de las vías durante muchos años. En ese tiempo, gran parte del Chaco era un territorio poco explorado, lo que muestra la importancia de esta nueva estación.
Al principio, la empresa aprovechaba los árboles más grandes cerca de las vías. Por eso, los primeros trabajadores forestales, llamados obrajeros, construyeron sus casas cerca de la estación. El terreno de La Sabana era a menudo pantanoso, lo que obligó a los obrajeros a construir sus viviendas sobre los terraplenes del ferrocarril. La madera que se extraía se usaba para hacer los durmientes de las vías del tren que se construían rápidamente por todo el país. Pronto, la actividad fue tan grande que muchas personas se mudaron allí para trabajar en actividades relacionadas con la extracción de madera.
El crecimiento del pueblo fue desordenado al principio. Se formaron tres filas de manzanas que se extendían entre dos pasos a nivel, separados por un kilómetro. Además, se construyeron muchas casas sencillas de madera y chapa de zinc a lo largo de los caminos que llevaban a los lugares de trabajo.
El Ataque de 1899: Un Evento Importante
En la Buenos Aires de finales del siglo XIX, el Chaco era visto como una tierra lejana y salvaje, donde la ley no siempre llegaba y había conflictos con los pueblos originarios. Esta idea se reforzó con un suceso conocido como "El Ataque de La Sabana", que apareció en los periódicos de la capital.
Aunque los primeros años fueron tranquilos, con las primeras dificultades en el trabajo forestal, comenzaron los ataques de grupos armados. Se decía que algunos líderes tobas estaban detrás de estos ataques, pero también se mencionaba a "caciques blancos", es decir, criollos que se unían a los pueblos originarios y los animaban a atacar los poblados. Un ataque ocurrido en 1898 cerca de Florencia alertó a las autoridades, quienes decidieron poner una guardia permanente en los pueblos, incluyendo La Sabana. Sin embargo, el gobernador del Chaco no estaba de acuerdo, diciendo que los propios líderes de los pueblos originarios habían prometido proteger las poblaciones.
Las tropas fueron bien recibidas por la gente, que se sentía más segura. Los comerciantes también estaban contentos, ya que esperaban tener más clientes. A pesar de esto, la vida se volvió un poco más tensa. Algunos decían que la vida tan aislada afectaba el ánimo de los soldados, y muchos de ellos abandonaban sus puestos, aumentando el número de personas sin hogar que los mismos soldados debían controlar.
El 26 de junio de 1899, ocurrió el famoso ataque. Unos 300 jinetes, algunos con uniformes militares, se lanzaron contra La Sabana al sonido de un clarín. Las pocas personas que escucharon el clarín pensaron que era un cambio de guardia, por eso el primer aviso llegó desde las afueras del pueblo por dos peones, Agüero y Villanueva. Ellos corrieron a dar la alarma después de ser amenazados por un hombre al frente del grupo. Los ataques comenzaron en el sur del caserío, donde atacaron al dueño de un aserradero, a su hija de 6 años y a dos peones.
La situación pudo haber sido mucho peor si no fuera por la iniciativa de Jacobo Luis Lutringer, el capataz del ferrocarril. Él, protegido por una empalizada en la caseta del ferrocarril y ayudado por un peón y un niño, comenzó la defensa. Desde otro lugar, los mismos peones que dieron el aviso empezaron a disparar armas largas. Un sargento del Regimiento que estaba a 500 metros de los ataques se negó a actuar, mientras que algunos vecinos con experiencia en la Guardia Nacional ayudaron a la milicia improvisada, poniéndose a las órdenes del juez de paz Román Bustos.
Al ver la decidida defensa de los propios habitantes, el grupo atacante se retiró, llevándose el ganado y saqueando las casas a su paso. Atacaron a las personas que no lograron escapar, incluyendo varios niños. Los milicianos, animados, comenzaron la persecución, y solo dos o tres horas después el grupo militar los siguió. El pánico de la población solo se calmó cuando al anochecer regresaron los civiles y soldados, después de un enfrentamiento a 10 kilómetros, y habiendo recuperado algunos bueyes y caballos.
Después del ataque, los trabajadores se quedaron temporalmente en la zona del ferrocarril. Llegaron varios trenes con autoridades, y muchas familias aprovecharon esos trenes para irse y no regresar. Aunque no se sabe con certeza cómo se organizó el ataque, varias fuentes dicen que fue obra de un hombre paraguayo llamado Juan Saavedra, un peón de La Sabana, quien habría huido después de un problema personal y se convirtió en un forajido. Se cuenta que este hombre salvó a una señora Camors de ser atacada.
El Declive del Pueblo
Con la construcción de la línea de tren a Resistencia en 1905, La Sabana dejó de ser el final de las vías para convertirse en un cruce de caminos. El 5 de marzo de 1906, el gobernador Goitía autorizó la creación de la municipalidad, aunque La Sabana no tenía un área urbana definida. Es interesante que el pueblo llegara a tener 2.000 personas sin un territorio municipal que las incluyera. Las tierras pertenecían al gobierno o a dueños privados, lo que no impidió el desarrollo de negocios, tiendas y lugares de entretenimiento.
A finales de los años 1900, el pueblo estaba en su mejor momento: funcionaban 24 grúas para cargar troncos durante todo el año. La inauguración en 1907 del tren a Barranqueras y Resistencia conectó a La Sabana con la principal zona agrícola. Esta conexión permitió que muchos habitantes compraran tierras en las nuevas colonias, y otros fueron contratados para trabajar en el ferrocarril de Barranqueras a Metán. Así, este pueblo, hoy casi desaparecido, se convirtió en un lugar de origen para otras localidades. La gente que se iba de La Sabana se establecía en nuevos lugares que se iban creando, siendo el caso más conocido Villa Ángela, cuyos primeros habitantes fueron varias familias de La Sabana.
En 1912, comenzaron los primeros conflictos entre el municipio y la poderosa compañía La Forestal. Algunos creen que por esta razón la construcción del ferrocarril hacia el oeste se inició desde Charadai, lo cual era extraño, ya que La Sabana era el único lugar importante en la línea del ferrocarril. De todas formas, la compañía había comprado muchas tierras en el departamento Tapenagá, y construir el ferrocarril más al norte, que luego llegaría a Villa Ángela, era más conveniente para sus intereses.
En 1922, varias crisis económicas redujeron el pueblo a un lugar casi abandonado. Los habitantes, al irse, se llevaban todo el material que podían usar, dejando un paisaje desolador. Los pocos que decidieron quedarse comenzaron a dedicarse a la cría de ganado en tierras que no eran suyas, por lo que su forma de vida era muy incierta. La extracción de madera ya no era posible porque los bosques habían sido talados por completo en todas direcciones.
¿Cómo Llegar a La Sabana?
La ruta provincial N.º 7 conecta La Sabana al sur con los pueblos de La Vicuña, Los Amores y Vera, estas dos últimas en la provincia de Santa Fe (donde la ruta es la provincial N.º 3). Hacia el norte, la ruta lleva a Charadai y Presidencia de la Plaza. La ruta provincial N.º 13, que pasa por Charadai, la conecta con Resistencia y Villa Ángela. Ninguna de estas rutas está pavimentada.
La Sabana cuenta con la estación La Sabana. Las vías del Ferrocarril General Belgrano son usadas por un servicio de trenes diario de Trenes Argentinos Operaciones, que va desde la ciudad de Resistencia hasta la localidad santafesina de Los Amores.
¿Cuánta Gente Vive en La Sabana?
Según el censo de 2010, La Sabana tiene 242 habitantes (Indec, 2010) habitantes. Esto significa que la población disminuyó un 9,4% en comparación con los 267 habitantes (Indec, 2001) habitantes del censo de 2001. Con esta cifra, La Sabana es la tercera localidad más poblada del departamento.
Gráfica de evolución demográfica de La Sabana entre 1991 y 2010 |
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Fuente: Censos nacionales del INDEC |
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: La Sabana Facts for Kids