José María Gutiérrez de Estrada para niños
Datos para niños José María Gutiérrez de Estrada |
||
---|---|---|
![]() José María Gutiérrez
|
||
|
||
![]() Ministro de Relaciones Exteriores |
||
27 de enero de 1835-31 de mayo de 1836 | ||
Presidente | Miguel Barragán | |
Predecesor | Francisco María Lombardo 1834 - 1835 | |
Sucesor | Manuel Díez de Bonilla 1836 - 1837 | |
|
||
Información personal | ||
Nacimiento | 17 de octubre de 1800 (San Francisco de Campeche, Capitanía General de Yucatán |
|
Fallecimiento | 1867 París, Francia |
|
Nacionalidad | Mexicana | |
Familia | ||
Cónyuge | Loreto Gómez de la Cortina | |
Hijos | Loreto, Fernando y Encarnación | |
Información profesional | ||
Ocupación | Diplomático | |
Movimiento | Conservadurismo | |
Partido político | Conservador | |
Distinciones |
|
|
José María Gutiérrez de Estrada (17 de octubre de 1800 - 1867) fue un importante diplomático y político mexicano. Nació en San Francisco de Campeche, que en ese tiempo era parte de la Capitanía General de Yucatán. Falleció en París, Francia.
Fue uno de los primeros representantes de México en otros países después de que México se independizara de España. El presidente Guadalupe Victoria lo envió a Europa para establecer relaciones con las naciones de ese continente. También fue Secretario de Relaciones Interiores y Exteriores en 1835, durante la presidencia de Antonio López de Santa Anna. Además, fue Senador por Yucatán.
En 1863, José María Gutiérrez de Estrada lideró la comisión que ofreció el trono de México a Maximiliano de Habsburgo en el Castillo de Miramare. Su hermano, Joaquín Gutiérrez de Estrada, también fue un político importante y gobernador de Yucatán.
Contenido
Los primeros años de José María Gutiérrez de Estrada
José María Gutiérrez de Estrada nació en una familia adinerada de Yucatán. Esto le permitió estudiar en la Ciudad de México. Cuando tenía solo 28 años, el presidente Guadalupe Victoria lo eligió para una misión diplomática en Europa.
En ese momento, trabajaba en el Ministerio de Relaciones Exteriores, dirigido por Lucas Alamán. Su tarea era entregar documentos importantes para un Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre México y los Países Bajos. Durante su viaje, tuvo problemas de salud que lo afectaron toda su vida. Al regresar, tuvo que quedarse en Yucatán para recuperarse. Un año después, en 1829, pudo viajar a la capital y entregar su informe al ministro José María Bocanegra.
En esa época, se casó con la hermana del conde de la Cortina. Esta unión familiar juntó dos grandes fortunas. Este matrimonio también reforzó sus ideas a favor de la monarquía, un sistema de gobierno con un rey o emperador. Más tarde, debido a la evolución de México hacia una república, se exilió en Europa.
En 1831, fue elegido senador por Yucatán. Su candidatura, apoyada por el Partido Centralista Yucateco, fue muy debatida en el Congreso. En 1833, fue afectado por una ley que ordenaba el destierro de los opositores al gobierno de Valentín Gómez Farías.
También fue conocido por su talento para escribir. Sus amigos y su relación con el conde de la Cortina, quien era importante en la cultura mexicana del siglo XIX, lo ayudaron a ganar fama. Gracias a estas conexiones, en 1835, el presidente Antonio López de Santa Anna lo nombró Secretario de Relaciones Interiores y Exteriores. Este fue el punto más alto de su carrera política.
Su trabajo como diplomático
Cuando México logró su independencia en 1821, los primeros líderes tuvieron que organizar el país y, de forma urgente, establecer relaciones con otras naciones. Se iniciaron negociaciones para que México fuera reconocido por la mayor cantidad posible de países en Europa y América.
Al principio, España no reconocía los Tratados de Córdoba y quería reconquistar su antigua colonia. Países como Inglaterra y Francia usaron la diplomacia para evitar que España lograra su objetivo. En 1822, se creó el Ministerio del Interior y del Exterior. Lo más importante era que México fuera reconocido por las principales potencias europeas y fortalecer lazos con las naciones de América Latina. Esto también buscaba limitar el crecimiento de los Estados Unidos. Antes de 1850, México fue reconocido por la mayoría de los países europeos.
José María Gutiérrez de Estrada buscó fortalecer las relaciones entre México y los países europeos. En ese momento, México solo tenía relaciones diplomáticas con pocos países: en América, con los Estados Unidos y Perú; en Europa, con Inglaterra, Holanda, Francia y Prusia, además de la Santa Sede (el Vaticano).
Su objetivo principal era establecer relaciones con España para que esta nación reconociera a un México independiente. También quería mejorar las relaciones con los países de Centroamérica, que se habían afectado por el envío de tropas mexicanas a Chiapas. Sin embargo, un cambio en el gobierno de México, de un sistema federal a uno centralista, hizo que fuera reemplazado en su cargo.
Después de esto, viajó a Europa por su cuenta. Estando en Madrid, fue nombrado embajador ante el gobierno británico. Su misión era que Inglaterra se opusiera a la independencia de Texas y frenara el deseo de los Estados Unidos de anexar esa nueva república. Sin embargo, nunca ocupó el cargo debido a los constantes cambios en el gobierno de México. Regresó al país en 1840, pero encontró a la nación en un momento de gran desorden.
Debido a esta situación, rechazó la invitación del presidente Anastasio Bustamante para volver a dirigir el Ministerio de Relaciones Exteriores. Envió una carta explicando sus razones y mostrando su desilusión con el sistema republicano, expresando su preferencia por la monarquía. Este comunicado causó mucha controversia, especialmente entre los defensores del liberalismo y la república. Esta situación lo llevó a dejar el país para siempre.
Su apoyo a la monarquía en México
Tiempo después, mientras vivía en París, el gobierno del general Santa Anna le encargó que investigara si algún príncipe europeo aceptaría ser emperador de México. Para esto, viajó a Madrid, donde encontró mucho apoyo para sus planes. Incluso le otorgaron una importante condecoración, la Gran Cruz de la Orden de Carlos III. Sin embargo, los conflictos internos en España y la caída del gobierno de Santa Anna frustraron sus esfuerzos.
En 1860, José María Gutiérrez de Estrada vivía en Roma. Un grupo de miembros del Partido Conservador Mexicano, liderados por Miguel Miramón y Juan Nepomuceno Almonte, llegaron a Francia. Querían pedir el apoyo del emperador francés, Napoleón III, para que un noble europeo pudiera gobernar México como monarca. También buscaban la intervención de Napoleón III en los asuntos políticos de México. Estos enviados pidieron la ayuda de José María Gutiérrez, quien, aunque con algunas dudas por sus experiencias pasadas, aceptó colaborar.
Cuando los primeros intentos de encontrar un príncipe francés o español no tuvieron éxito, José María Gutiérrez de Estrada se acercó a la Casa de Austria en Viena. Quería saber si ellos estarían interesados en el proyecto. Así surgió el nombre de Maximiliano de Habsburgo, quien obtuvo el consentimiento del emperador francés.
El 3 de octubre de 1863, en el Castillo de Miramar, cerca de la ciudad de Trieste (actualmente en Italia), la delegación mexicana, encabezada por Gutiérrez de Estrada, le pidió a Maximiliano que aceptara la corona de México.
José María Gutiérrez de Estrada apoyó tanto a Maximiliano que escribió textos para justificar su llegada a México. Por ejemplo, en su libro «Méjico y el Archiduque Fernando Maximiliano de Austria», describió a Maximiliano con admiración.
Maximiliano, después de iniciar esta aventura, nombró a José María Gutiérrez como su representante personal ante los países europeos. Él cumplió esta tarea hasta el 7 de mayo de 1867, cuando falleció en París. Esto ocurrió poco antes de que el Segundo Imperio Mexicano cayera y Maximiliano I de México fuera fusilado en Querétaro.
Véase también
En inglés: José María Gutiérrez de Estrada Facts for Kids
- Segundo Imperio Mexicano
- Maximiliano I de México
- Benito Juárez
- Antonio López de Santa Anna
- Lucas Alamán
- Joaquín Gutiérrez de Estrada