Guerras anglo-neerlandesas para niños
Datos para niños Guerras anglo-neerlandesas |
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![]() Ataque neerlandés en el Medway durante la segunda guerra anglo-neerlandesa por Pieter Cornelisz van Soest c. 1667. El navío inglés capturado Royal Charles se encuentra justo en el centro.
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Fecha |
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Lugar | Mar del Norte, Canal de la Mancha, Noruega, Italia, Provincias Unidas | |||
Resultado | Dominación neerlandesa del comercio mundial hasta 1713 | |||
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Las guerras anglo-neerlandesas fueron una serie de conflictos navales que ocurrieron entre los siglos XVII y XVIII. Enfrentaron al Reino de Inglaterra (más tarde Reino de Gran Bretaña) contra las Provincias Unidas de los Países Bajos. El principal motivo de estas guerras fue el control de las importantes rutas comerciales marítimas. En Inglaterra se les conoce como las "guerras neerlandesas", y en los Países Bajos como las "guerras marítimas inglesas".
Durante el XVII, Inglaterra y las Provincias Unidas tuvieron tres grandes conflictos:
- La primera guerra anglo-neerlandesa (1652-1654).
- La segunda guerra anglo-neerlandesa (1665-1667).
- La tercera guerra anglo-neerlandesa (1672-1674).
Más tarde, en el XVIII, hubo otro enfrentamiento:
- La cuarta guerra anglo-neerlandesa (1780-1784).
También hubo un conflicto menor en el XIX:
- La guerra anglo-neerlandesa de Java, que se libró en la isla de Java entre 1810 y 1811, durante las Guerras napoleónicas.
Contenido
¿Por qué lucharon Inglaterra y los Países Bajos?
Antes de estas guerras, tanto británicos como neerlandeses buscaban expandir su influencia y riqueza en el mundo. Esto ocurrió durante la Era de los Descubrimientos, cuando muchas naciones europeas exploraban y establecían colonias en tierras lejanas.
El poder de las Provincias Unidas
A principios del XVII, los neerlandeses eran muy buenos en el comercio marítimo. Inventaron una forma de financiar expediciones usando acciones en empresas, lo que les permitió explorar y fundar colonias en lugares como Norteamérica, India e Indonesia.
Su flota mercante creció mucho gracias a barcos más baratos y eficientes. Pronto, los neerlandeses tenían más barcos de comercio que todas las demás naciones europeas juntas. Dominaban el comercio en el Mar Báltico y eran líderes en el comercio con Asia.
En 1648, las Provincias Unidas firmaron la paz con España. Esto llevó a que se redujera el tamaño de su ejército y marina. Esta decisión causó tensiones internas, pero la muerte de su líder en 1650 aumentó aún más los problemas políticos.
El ascenso de Inglaterra
Los Tudor y los Estuardo
En el XVI, la reina Isabel I de Inglaterra fortaleció la marina inglesa. Sus barcos a menudo atacaban los intereses comerciales de España. Inglaterra también apoyó a los neerlandeses en su lucha contra España.
Después de Isabel, el rey Jacobo I mejoró las relaciones con España. Esto hizo que la marina inglesa fuera un poco descuidada. Más tarde, el rey Carlos I de Inglaterra intentó reconstruir la flota, pero sus acciones no siempre fueron exitosas. Por ejemplo, en 1639, no protegió a una flota española de un ataque neerlandés, lo que afectó la reputación de Inglaterra.
La era de Cromwell
La guerra civil inglesa (1642) debilitó la marina de Inglaterra. Sin embargo, después de la ejecución del rey Carlos I en 1649, Oliver Cromwell unió el país. Él renovó la marina, construyendo más barcos y mejorando la forma en que se elegían a los oficiales. Esto preparó a Inglaterra para competir con el dominio comercial neerlandés.
Inglaterra empezó a ver a los neerlandeses como rivales. Sentían que los neerlandeses no habían sido agradecidos por la ayuda pasada. Además, los neerlandeses controlaban gran parte de la pesca y el comercio en las Indias Orientales. Con el declive de España, las colonias de Portugal y España también estaban en juego, lo que aumentaba la competencia.
Cromwell también estaba preocupado por la influencia de los partidarios de la familia real neerlandesa en la República. En 1651, Cromwell propuso que las Provincias Unidas se unieran a Inglaterra para conquistar territorios en América. Esta propuesta, que parecía una forma de controlar a los neerlandeses, no fue bien recibida y llevó a un aumento de las tensiones.
Las guerras principales
Primera guerra: 1652-1654
Inglaterra tenía más barcos de guerra grandes y modernos que los neerlandeses. Sin embargo, los neerlandeses tenían muchos más barcos de carga y mejores sistemas de financiación para el comercio.
Para proteger su comercio, Inglaterra aprobó las Leyes de Navegación en 1651. Estas leyes decían que todas las mercancías importadas a Inglaterra debían ser transportadas por barcos ingleses o del país de origen. Esto perjudicaba a los neerlandeses, que eran los principales intermediarios comerciales. Además, estas leyes daban una excusa a los piratas británicos para capturar barcos neerlandeses.
Las tensiones aumentaron. En mayo de 1652, el almirante neerlandés Maarten Tromp se negó a bajar su bandera en señal de saludo a una flota inglesa. Esto provocó una pequeña batalla, la Batalla de Dover, y el 10 de julio, Inglaterra declaró la guerra.
Al principio, los ingleses ganaron la Batalla de Kentish Knock en octubre de 1652. Pero luego, en diciembre, los neerlandeses, liderados por Tromp, los derrotaron en la Batalla de Dungeness.
Los neerlandeses también ganaron la Batalla de Leghorn en Italia en marzo de 1653, tomando el control del Mar Mediterráneo y el Canal de la Mancha. Los almirantes ingleses Robert Blake y George Monck cambiaron sus tácticas navales. Usaron la "línea de batalla" para expulsar a la marina neerlandesa del Canal de la Mancha en la Batalla de Portland y luego del Mar del Norte en la Batalla del Gabbard.
La guerra terminó el 5 de abril de 1654 con el Tratado de Westminster. Aunque la guerra terminó, la competencia comercial entre ambos países continuó. El tratado incluía una cláusula secreta que prohibía al joven Príncipe Guillermo III de Orange ser líder de la provincia de Holanda, lo que causaría problemas en el futuro.
Segunda guerra: 1665-1667
Después de que la monarquía regresara a Inglaterra en 1660, el rey Carlos II intentó que su sobrino, el Príncipe Guillermo III de Orange, se convirtiera en líder de la República Neerlandesa. Al mismo tiempo, Carlos promovió políticas que buscaban dañar el comercio neerlandés. Esto hizo que muchos en Inglaterra quisieran la guerra.
Comerciantes y compañías inglesas creían que podían quitarle a los neerlandeses su liderazgo económico mundial. Pensaban que atacando sus barcos y puertos, las Provincias Unidas se verían obligadas a aceptar una paz favorable.
En 1665, Inglaterra capturó muchos barcos neerlandeses, afectando su comercio. Los ingleses lograron algunas victorias, como la toma de la colonia neerlandesa de Nueva Holanda (hoy Nueva York). Pero los neerlandeses también tuvieron éxitos, como la captura del barco inglés Prince Royal en la Batalla de los Cuatro Días.
El comercio neerlandés se recuperó en 1666. Mientras tanto, Inglaterra sufrió mucho por la Gran Peste de Londres y el Gran Incendio de Londres, que destruyó gran parte de la capital.
Un ataque sorpresa en junio de 1667, conocido como el Asalto al Medway, fue decisivo. Una flota neerlandesa, liderada por el almirante Michiel de Ruyter, navegó por el río Támesis. Rompieron las defensas del puerto de Chatham, quemaron barcos ingleses y se llevaron el HMS Unity y el Royal Charles, el orgullo de la flota inglesa. Este evento fue una de las derrotas más humillantes para Inglaterra.
El ataque en Chatham tuvo un gran impacto en Inglaterra. Junto con el alto costo de la guerra, esto causó mucho descontento. Carlos II ordenó a sus enviados que firmaran la paz rápidamente, temiendo una revuelta.
Tercera guerra: 1672-1674
La marina inglesa fue reconstruida rápidamente. Sin embargo, la gente en Inglaterra no quería otra guerra. A pesar de esto, el rey Carlos II se vio obligado a ayudar al rey Luis XIV de Francia en su ataque a la República Neerlandesa.
Cuando el ejército francés fue detenido por las defensas neerlandesas (un sistema de inundaciones estratégicas), se intentó una invasión por mar. El almirante De Ruyter logró cuatro victorias importantes contra la flota anglo-francesa, impidiendo la invasión.
Después de estos fracasos, el Parlamento inglés obligó a Carlos II a firmar la paz.
Cuarta guerra: 1780-1784
La Revolución Gloriosa de 1688 puso fin a los conflictos del XVII. Guillermo III de Orange-Nassau se convirtió en rey de Inglaterra junto con su esposa María II. Esto fue una victoria para los neerlandeses, ya que Guillermo quería que Inglaterra y los Países Bajos se unieran contra Francia.
Como rey de Inglaterra, Guillermo dio muchos privilegios a la Marina Real británica. Ordenó que cualquier flota conjunta anglo-neerlandesa estuviera bajo mando inglés.
En 1707, Inglaterra y Escocia se unieron para formar el Reino de Gran Bretaña. Este nuevo estado se hizo cada vez más poderoso militar y económicamente. La riqueza neerlandesa dejó de crecer, y para 1780, Gran Bretaña superó a los neerlandeses en riqueza por persona.
Cuando las Provincias Unidas comenzaron a apoyar a los americanos que se rebelaron contra Gran Bretaña, esto llevó a la cuarta guerra. La marina neerlandesa estaba muy debilitada, con solo unos veinte barcos de guerra. Por eso, no hubo grandes batallas navales. Los británicos intentaron controlar las colonias neerlandesas, aunque devolvieron algunas al final de la guerra.
La guerra impulsó a los neerlandeses a construir más barcos, pero los británicos también duplicaron su flota, manteniendo su superioridad.
Conflictos posteriores
Durante las Guerras Revolucionarias Francesas y las Guerras napoleónicas (1793-1815), Francia convirtió a los Países Bajos en un estado bajo su control y finalmente lo anexó en 1810. En 1797, la flota neerlandesa fue derrotada por los británicos en la Batalla de Camperdown.
Después de la batalla de Trafalgar, Francia dejó de intentar igualar la flota británica. Cuando los Países Bajos se unieron al Primer Imperio Francés, Gran Bretaña tomó el control de todas las colonias neerlandesas. Sin embargo, con el Tratado anglo-neerlandés de 1814, Gran Bretaña devolvió la mayoría de estas colonias al nuevo Reino de los Países Bajos, excepto el Cabo, Ceilán y parte de la Guayana Neerlandesa.
Algunos historiadores consideran los conflictos entre Gran Bretaña y los Países Bajos durante la época de Napoleón Bonaparte como la Quinta y Sexta guerras anglo-neerlandesas.