Guerra gótica (535-554) para niños
Datos para niños Guerra gótica (535-554) |
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Parte del intento de Justiniano I en reconquistar el Imperio romano de Occidente Parte de Justiniano |
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Fecha | 535-554 | |||
Lugar | Italia y Dalmacia | |||
Resultado | Victoria bizantina | |||
Consecuencias | Conquista bizantina a corto plazo; devastación a largo plazo de Italia | |||
Cambios territoriales | El Imperio romano de Oriente ocupa Sicilia, la península itálica y Dalmacia | |||
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La guerra gótica entre el Imperio de Oriente (bizantino) durante el reinado del emperador Justiniano I y el reino ostrogodo de Italia tuvo lugar desde el 535 hasta el 554 en la península itálica, Dalmacia, Cerdeña, Sicilia y Córcega. Fue una de las últimas muchas guerras góticas con el Imperio romano. La guerra tuvo sus raíces en la ambición del emperador oriental Justiniano I en recuperar las provincias perdidas del antiguo Imperio romano de Occidente, que los romanos habían perdido el siglo anterior a causa de las invasiones bárbaras (Período de las grandes migraciones).
La guerra continuó con la reconquista oriental de la provincia de África de los vándalos. Los historiadores comúnmente dividen la guerra en dos fases:
- Del 535 al 540: termina con la caída de la capital ostrogoda Ravena y con la aparente reconquista de Italia por parte de los bizantinos.
- Del 540/541 al 553: un resurgimiento gótico bajo Totila, suprimido solo después de una larga lucha por el general bizantino Narsés, quien también repelió una invasión franca y alamana en 554.
En el 554, Justiniano promulgó la Pragmática sanción que prescribía el nuevo gobierno de Italia. Varias ciudades en el norte de Italia resistieron contra los bizantinos hasta el año 562. Al final de la guerra, como consecuencia, Italia terminó devastada y despoblada. Los bizantinos se encontraron incapaces de resistir una invasión lombarda en el 568, que supuso que Constantinopla perdiera permanentemente el control de gran parte de la península italiana.
Contenido
Desarrollo
Primera campaña
La excusa de Justiniano para la guerra fue el exilio y el asesinato en 535 de Amalasunta, heredera de Teodorico, cuyos representantes habían firmado un pacto con Justiniano para permitir que las fuerzas imperiales utilizaran las bases sicilianas en su campaña contra los vándalos en África.
El general empleado para esta empresa fue Belisario, recientemente vencedor de los vándalos, quien ahora sería comisionado para atacar a los ostrogodos. Belisario capturó rápidamente Sicilia y cruzó hacia Italia, donde tomó Rhegium y Nápoles en noviembre y Roma el 9 de diciembre del 536, forzando al rey godo Vitiges a evacuarla.
Al año siguiente Belisario, con tropas demasiado escasas para encarar a los godos en campo abierto (apenas cinco mil hombres), defendió Roma exitosamente contra un sitio godo (enero del 537 a marzo del 538), interrumpido ocasionalmente por alguna pequeña correría fuera de la ciudad amurallada, tal como la «Batalla de la Puerta de Pinciana». Entonces, finalmente llegaron refuerzos de Constantinopla, tomando la ofensiva. Narsés tomó Ariminum (la actual Rímini) y el teniente de Belisario, Mundilas se desplazó hacia el norte para tomar Mediolanum (Milán).
En el 540, los francos entraron en el conflicto y saquearon Milán con un ejército formado por diez mil burgundios al mando de Teodeberto I. Narsés fue relevado, pero Belisario sitió Rávena, la capital ostrogoda, donde Vitiges fue capturado. Los godos ofrecieron a Belisario hacerle emperador occidental, pero él se negó. La oferta de los godos levantó quizás sospechas en la mente de Justiniano, y Belisario fue llevado de vuelta al Oriente para luchar contra los persas en Siria.
Segunda campaña
En 541 los ostrogodos aclamaron a Totila como su nuevo líder, habiendo asesinado a su antecesor que había abierto negociaciones con el Imperio. Cuando la Peste de Justiniano devastó el Imperio romano de Oriente, Totila montó una vigorosa y exitosa campaña contra los romanos orientales, recuperando toda Italia septentrional e incluso llevando a los bizantinos fuera de Roma, después de un segundo largo sitio a la ciudad (547-549).
Belisario volvió a Italia en 544, donde encontró que la situación había cambiado mucho. Logró recuperar Roma brevemente, pero su campaña italiana fracasó rotundamente, debido en buena medida a su falta de suministros y refuerzos por parte de un celoso Justiniano, si adoptamos el punto de vista de Procopio (secretario personal de Belisario). En 548, Justiniano lo relevó de nuevo a favor de Narsés, quien pudo llevar la campaña a una conclusión exitosa. Por su parte, Belisario se retiró.
Tercera campaña
En la tercera campaña, Roma fue sitiada una tercera vez y capturada por Totila, cuyas ofertas de paz fueron rechazadas por Justiniano. Una nueva campaña italiana fue organizada bajo las órdenes del sobrino de Justiniano, Germano Justino, mientras Liberio atacó a los visigodos en Hispania. Con la muerte de Germano en el 551, Narsés fue sobre Totila, derrotándole y acabando con él en la batalla de Tagina. Los godos mantenían capitulada Roma y en la batalla de Mons Lactarius, en octubre del 553, Narses derrotó a Teya y los últimos restos del ejército godo en Italia.
Resultado general
La pírrica victoria de la guerra gótica absorbió los recursos del Imperio bizantino, que habrían sido mucho más necesarios para emplearse en contra de amenazas más inmediatas en el Este. En Italia, la guerra devastó la sociedad urbana, que era sostenida por las tierras interiores rurales. Grandes ciudades romanas y aliadas serían abandonadas, e Italia caería en un largo período de estancamiento. El empobrecimiento de Italia y la escasez de recursos en el Imperio hizo imposible para los romanos orientales conservar Italia. La destrucción económica de Italia fue tan completa, que tomó varios siglos para que las comunas pudieran recuperarse. Los triunfos imperiales fueron fugaces: solo tres años después de la muerte de Justiniano, los territorios italianos continentales cayeron en manos de un pueblo germánico menos civilizado, los lombardos, quedando del exarcado de Rávena una banda de territorio que se extendía a través de Italia central hasta el mar Tirreno y al sur hasta Nápoles, junto con la Italia meridional, como único bastión imperial. Justiniano logró también conservar fuera de Italia un dominio imperial sobre la España meridional, pero también sería conquistado por tribus germánicas unas pocas décadas más tarde. Después de la guerra gótica, el Imperio no albergaría expectativas más serias en el Oeste. Roma en sí misma quedaría bajo control imperial hasta que el exarcado de Rávena finalmente fuera abolido por los lombardos en el 751. Italia meridional quedaría bajo el control del Imperio romano de Oriente (administrada directamente por Constantinopla) hasta el tardío siglo XI.
Véase también
En inglés: Gothic War (535–554) Facts for Kids