Fuego griego para niños
El fuego griego era el nombre de dos tipos de armas que usaban fuego. Una se usó en la Antigüedad y la otra en la Edad Media.
La primera aprovechaba el reflejo de la luz del sol. Se utilizó en el siglo II a. C. durante el asedio de la ciudad griega de Siracusa.
La segunda era una sustancia que ardía y fue usada por el Imperio bizantino. Se creó en el siglo VI. Su mayor uso fue después de las primeras cruzadas (en el siglo XIII), especialmente como arma en el mar.
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¿Quién inventó el fuego griego bizantino?
Se cree que la mezcla fue inventada por un refugiado cristiano sirio llamado Calínico. Él era de Heliópolis. Algunos historiadores piensan que Calínico aprendió el secreto de alquimistas de Alejandría. Esta sustancia lanzaba un chorro de líquido ardiente. Podía usarse tanto en tierra como en el mar, aunque era más útil en el mar.
Los bizantinos del siglo VI usaban esta sustancia en batallas navales. Era muy efectiva porque seguía ardiendo incluso en el agua. Esto les dio una gran ventaja tecnológica. Fue clave en importantes victorias militares bizantinas. Por ejemplo, ayudó a salvar Constantinopla en dos asedios. Así, el Imperio pudo continuar.
La gente de las cruzadas quedó muy impresionada con el fuego griego. Por eso, el nombre se usó para cualquier arma que lanzara fuego. Esto incluía las usadas por árabes, chinos y mongoles. Sin embargo, sus fórmulas eran diferentes a la bizantina. La composición del fuego griego bizantino era un secreto de Estado muy bien guardado. Hoy en día, no se sabe con exactitud qué ingredientes tenía. Se cree que pudo contener petróleo crudo, cal viva, azufre y salitre. Lo que hacía especial a los bizantinos era que usaban sifones a presión para lanzar el líquido.
En las fuentes bizantinas originales, el fuego griego tenía otros nombres. Lo llamaban "fuego marino", "fuego romano", "fuego de guerra", "fuego líquido" o "fuego procesado". En Aragón, después de las primeras cruzadas, se guardaba en recipientes de cerámica. Se usaba como proyectiles de artillería y se le llamaba "magranas compuestas".
¿Cómo funcionaba el fuego griego?
El poder de esta arma no solo venía de que ardía en el agua. También ardía debajo del agua. En las batallas navales, era muy eficaz. Causaba muchos daños y extendía el pánico entre los enemigos. El miedo a morir quemado se unía al temor de que una llama que se hacía más fuerte en el agua fuera producto de magia.
La razón por la que no se sabe su composición es simple. La marina bizantina era la dueña del Mediterráneo oriental en la Alta Edad Media. Tener el fuego griego era una de las claves de su superioridad. Por eso, esta arma se mantuvo en secreto.
El fuego griego se lanzaba principalmente a través de un tubo llamado siphōn. Se usaba en barcos o en asedios. También se inventaron lanzadores portátiles llamados cheirosiphōnes. Se dice que el emperador León VI los inventó. Los manuales militares bizantinos también mencionan que se lanzaban frascos (chytrai o tzykalia) llenos de fuego griego. También se usaban abrojos envueltos en estopa y empapados en la sustancia. Estos se lanzaban con catapultas. Las grúas (gerania) se usaban para derramar el fuego sobre los barcos enemigos. Los cheirosiphōnes se usaban en tierra y en asedios. Servían contra máquinas de asedio y defensores en las murallas. Su uso se muestra en el libro Poliorcetica de Herón de Bizancio. Los dromon bizantinos (barcos de guerra) solían tener un siphōn en la proa. A veces, se ponían dispositivos adicionales en otras partes del barco. Por ejemplo, en el año 941, cuando los bizantinos se enfrentaron a una flota rusa mucho más grande, se colocaron "sifones" en el centro y la popa de los barcos.
Lanzadores de fuego
Las fuentes de la época confirman el uso de lanzadores tubulares (σίφων, siphōn). Ana Comnena describe cómo se veían estos lanzadores en los barcos de guerra:
El Emperador Alejo I sabía que los pisanos eran hábiles en la guerra naval. Por eso, en la proa de cada barco se fijaba una cabeza de león u otro animal de bronce o hierro. Tenía la boca abierta y estaba dorada, para que asustara. El fuego que se lanzaba al enemigo pasaba por la boca de estas bestias. Parecía que los leones y otros monstruos vomitaban fuego.
Algunas fuentes dan más detalles sobre cómo funcionaba el mecanismo. Un manuscrito de Wolfenbüttel describe:
...habiendo construido un horno justo en la proa de la nave, pusieron sobre ella una vasija de cobre llena de estas cosas, poniendo fuego debajo. Y uno de ellos, habiendo hecho un tubo de bronce semejante al que los rústicos llaman squitiatoria, "chorro," con los que juegan los muchachos, [lo] rocían al enemigo.
Otro relato, posiblemente de primera mano, viene del siglo XI. En la saga Yngvars saga víðförla, el Vikingo Ingvar el Viajero se enfrenta a barcos con lanzadores de fuego griego:
[Ellos] comenzaron a soplar con fuelles de herreros en un horno en el que había fuego y de él salió un gran estruendo. Allí estaba también un tubo de latón [o bronce] y de él salió mucho fuego contra un barco, y se quemó en poco tiempo de modo que todo se convirtió en cenizas blancas....
Este relato, aunque un poco adornado, coincide con otras características del fuego griego. Por ejemplo, el fuerte ruido al lanzarlo. Estos dos textos son las únicas fuentes que dicen que la sustancia se calentaba en un horno antes de ser lanzada. Aunque no se sabe si esto es del todo cierto, las reconstrucciones modernas se han basado en ellos.
Basándose en estas descripciones, John Haldon y Maurice Byrne diseñaron un aparato. Tenía tres partes principales: una bomba de bronce para presurizar el líquido, un brasero para calentarlo (πρόπυρον, propyron, "precalentador") y una boquilla de bronce que giraba (στρεπτόν, strepton). El brasero, que quemaba una mecha de lino, producía mucho calor y humo denso. Se usaba para calentar el líquido y otros ingredientes en un tanque sellado. Este proceso también ayudaba a disolver las resinas. La sustancia se presurizaba por el calor y una bomba. Cuando la presión era suficiente, se abría una válvula que conectaba el tanque con la boquilla. La mezcla se descargaba y se encendía al salir. El calor intenso de la llama hacía necesarias pantallas de hierro (βουκόλια, boukolia).
Manejar el diseño de Haldon y Byrne era peligroso. La presión creciente podía hacer explotar el tanque de líquido caliente. Sin embargo, no hay registros de que esto fuera un problema con el arma histórica. En experimentos de Haldon en 2002, incluso con técnicas modernas, no se logró sellar bien el tanque de bronce bajo presión. Esto llevó a mover la bomba de presión entre el tanque y la boquilla. El aparato a gran escala construido con esta base demostró que el diseño funcionaba. Esto fue posible incluso con los materiales y técnicas simples de los bizantinos. El experimento usó petróleo crudo mezclado con resinas de madera. Alcanzó una temperatura de llama de más de 1000 °C y un alcance de hasta 15 metros.
Lanzadores portátiles
El cheirosiphōn ("siphōn de mano") era un lanzallamas portátil. Es el antecesor más antiguo de los lanzallamas modernos. Se menciona mucho en documentos militares del siglo X. Se recomendaba su uso tanto en el mar como en tierra. Aparecen por primera vez en las tácticas del emperador León VI el Sabio, quien dice haberlos inventado. Autores posteriores siguieron hablando de los cheirosiphōnes. Se usaban especialmente contra torres de asedio. Aunque León VI y Nicéforo II decían que la sustancia era la misma que en los dispositivos grandes de los barcos, Haldon y Byrne creen que eran diferentes. Piensan que el dispositivo era una "jeringa simple" que lanzaba líquido (quizás sin encender) y jugos para repeler tropas enemigas. Las ilustraciones de Herón en Poliorcetica muestran el cheirosiphōn lanzando la sustancia encendida.
Granadas de fuego

Al principio, el fuego griego se lanzaba a los enemigos disparando una bola envuelta en tela en llamas. Quizás contenía un frasco. Se usaba una catapulta ligera, probablemente una versión naval de la catapulta romana o onagro. Estas podían lanzar cargas ligeras, de unos 6 a 9 kg, a una distancia de 350–450 metros.
¿Qué tan efectivo era el fuego griego?
Aunque el fuego griego era muy destructivo, no hizo que la armada bizantina fuera invencible. No era un "destructor de barcos" como el ariete naval, que ya no se usaba. El fuego griego era un arma poderosa, pero tenía limitaciones. En su versión de sifón, tenía un alcance limitado. Solo podía usarse de forma segura en un mar tranquilo y con viento favorable.
Las armadas musulmanas aprendieron a adaptarse. Se mantenían fuera del alcance efectivo del fuego griego. También idearon formas de protegerse, como usar fieltro o pieles empapadas en vinagre.
Aun así, fue un arma decisiva en muchas batallas. John Julius Norwich escribió: "Es imposible exagerar la importancia del fuego griego en la historia bizantina".
El fuego griego en la cultura popular
El fuego griego ha aparecido en varias obras de ficción:
- En la novela histórica "Sevilla antes de la Giralda" de Paloma Recaséns, el ejército castellano lo fabrica.
- En la novela El último Catón de Matilde Asensi, los personajes lo usan en una prueba.
- En la serie de novelas Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin, aparece un fuego similar, de color verdoso, llamado fuego valyrio. Se usa en la defensa de Desembarco del Rey.
- En la película Timeline, basada en la novela Rescate en el tiempo de Michael Crichton, los protagonistas lo preparan.
- En las sagas de libros de Percy Jackson y los dioses del Olimpo y Los héroes del Olimpo de Rick Riordan, los personajes lo usan contra monstruos.
- En la novela Superpoción de amor de José Luis Vázquez, los protagonistas lo usan para iniciar un incendio.
- También aparece en la novela "El León de San Marcos" (2005) de Thomas Quinn.
- En la serie de novelas El ejército negro de Santiago García-Clairac, los hechiceros lo usan.
- En la novela Bajo el fuego y la sal, de Jose Soto Chica, el fuego griego es un elemento central.
Varios videojuegos de estrategia también lo incluyen:
- En Assassin's Creed: Revelations, el protagonista Ezio Auditore lo usa.
- En Age of Empires II: The Age of Kings e Ikariam, varias flotas lo utilizan.
- En Medieval II: Total War, hay unidades y barcos que usan fuego griego.
- En Total Conquest, se puede adquirir una poción llamada fuego griego.
- En Age of Empires: Castle Siege, las torres flamígeras disparan fuego griego.
- En Age of Mythology: The Titans, los Atlantes pueden usar la unidad "Sifón de fuego" o "Brulotes".
- En el videojuego Rise of the Tomb Raider, Lara Croft puede disparar flechas de fuego griego de color azul-verdoso.
- En Vampire: The Masquerade - Redemption, aparecen botellas de fuego griego como armas.
Véase también
En inglés: Greek fire Facts for Kids