Expedición de Juan Ladrillero (1557) para niños
La expedición de Juan Ladrillero en 1557 fue un paso importante en un gran plan. Este plan buscaba controlar el paso entre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico. Así, se protegería toda la costa americana del Pacífico de posibles amenazas para los territorios de España. Mapear el Estrecho de Magallanes era muy importante para la estrategia militar de la época. Fue uno de los primeros informes que hoy llamaríamos de inteligencia militar.
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¿Por qué fue importante la expedición de Juan Ladrillero?
Desde 1520, el gobierno español quería explorar esta región. Se sabía poco de las tierras al sur del Estrecho, y se creía que tenían muchas riquezas. Después del viaje de Fernando de Magallanes, al menos cuatro expediciones intentaron llegar a la zona sin éxito. Entre ellas estuvieron las de García Jofre de Loaysa (1525-1526), Simón de Alcazaba (1535), León Pancaldo (1538) y Alonso de Camargo (1540).
La conquista de Chile y el interés por el Estrecho
La conquista de Chile, que comenzó en 1540, ayudó a que España se interesara más en el Estrecho. El gobernador Pedro de Valdivia quería construir un puerto allí. Su objetivo era controlar las rutas marítimas mundiales y extender el territorio del Reino de Chile hacia el sur. También quería que el Estrecho de Magallanes fuera parte de los dominios españoles como una zona segura. Esto ayudaría a comerciar especias y a asegurar el control de España en la región frente a otros países.
Decisiones clave para asegurar el Estrecho
La anexión del Estrecho de Magallanes se aprobó en 1552. Esto ocurrió cuando los reyes aceptaron la solicitud de Valdivia, que fue llevada a la Corte por Jerónimo de Alderete. La decisión se tomó en un año, justo cuando Valdivia falleció en una batalla con los mapuches en 1553.
Debido a la muerte del gobernador y al interés de otros países por el Estrecho, se tomaron varias decisiones importantes. El objetivo era dar seguridad y asegurar las posesiones de España en la zona. En 1556, se cambiaron los líderes del Virreinato del Perú. Se nombró a Andrés Hurtado de Mendoza como nuevo virrey y a García Hurtado de Mendoza como nuevo gobernador de Chile.
Primeras exploraciones en el Estrecho
A finales de octubre de 1553, zarpó desde Valdivia la expedición de Francisco de Ulloa (1553). Esta expedición fue ordenada por Pedro de Valdivia. Fue la primera en llegar al Estrecho por su entrada occidental en enero de 1554. Las naves navegaron unas 90 millas dentro del Estrecho. Luego regresaron al norte porque los barcos estaban en mal estado y se acercaba el mal tiempo.
Entre 1557 y 1559, España usó una doble estrategia. Por mar, envió una expedición liderada por Juan Ladrillero. Por tierra, otra expedición fue encabezada por García Hurtado de Mendoza. Esta estrategia se explicó en una carta al rey en 1558. El objetivo era controlar la zona y fortalecer la seguridad ante amenazas externas y posibles rebeliones internas.
El viaje de la expedición de Ladrillero
El Virrey del Perú, don Andrés Hurtado de Mendoza, sabía que Juan Ladrillero era un marinero muy hábil. Aunque Ladrillero ya era mayor, lo eligió para que acompañara a su hijo García Hurtado de Mendoza. Este último iba a Chile como gobernador y tenía la tarea de explorar la entrada occidental del Estrecho de Magallanes, según una orden real.
La flota, compuesta por tres naves y un galeón, zarpó de Callao el 2 de febrero de 1557. Llegó a Coquimbo y siguió hacia el sur, buscando la isla Quiriquina. Luego se dirigió a Valdivia para preparar los barcos que explorarían el Estrecho. Se alistaron dos naves de 50 toneladas cada una, con 60 hombres de tripulación. La nave San Luis era comandada por Juan Ladrillero, y la San Sebastián por Francisco Cortés Ojea.
Zarparon de Valdivia el 17 de noviembre de 1557. Después de ocho días, llegaron a una bahía que llamaron Nuestra Señora del Valle, posiblemente en la entrada del canal Fallos. Allí tuvieron su primer contacto con los indígenas kawésqar. Ladrillero llevó a uno de ellos para que le sirviera de intérprete.
Reanudaron el viaje el 6 de diciembre. El 9 de diciembre, después de una fuerte tormenta, las naves se separaron y no volvieron a encontrarse.
El viaje de Francisco Cortés Ojea
Ojea, con la San Sebastián, recorrió los canales e islas de los actuales archipiélagos Madre de Dios, Mornington y Reina Adelaida. Tenía pocas provisiones, ya que la mayoría estaban en la nave de Ladrillero. Llegó cerca de la entrada del Estrecho, pero no la reconoció. El 23 de enero de 1558, después de una reunión con su tripulación, decidió regresar al norte. Habían llegado a una latitud de 52.5° sur y no encontraron la entrada al Estrecho, que estuvo muy cerca. El 27 de enero, zarparon hacia el norte, navegando por el Océano Pacífico cerca de la costa, donde enfrentaron muchos peligros por el mal tiempo.
La San Sebastián estaba en muy malas condiciones. Le entraba agua por todas partes y sus velas estaban casi inservibles. Finalmente, el 15 de febrero, una tormenta la llevó a una caleta protegida, que se cree estaba en una de las islas al oeste de la isla Wellington.
Sin dudarlo, Ojea comenzó a construir un bergantín para seguir su viaje hacia el norte. Desarmaron la San Sebastián para usar sus tablas y clavos. Cortaron árboles del bosque para hacer nuevas tablas, mástiles y otras partes del barco. Otros se dedicaron a pescar para alimentarse. Durante su estancia, fueron atacados por los indígenas kawésqar, a quienes tuvieron que mantener alejados con sus armas. Después de dos meses de trabajo, la nave estuvo lista. Sin embargo, la época no era buena para salir a mar abierto en un barco tan pequeño, así que esperaron hasta finales de julio para lanzarlo al agua el 25 de julio de 1558.
Navegaron a vela y a remos, deteniéndose por la noche para descansar. El 9 de agosto de 1558, Ojea tomó posesión del Estrecho y sus tierras en nombre del Rey de España y del Gobernador de Chile. El lugar fue llamado Posesión.
A finales de septiembre, estaban en la parte norte del archipiélago de Chiloé. Ya no tenían provisiones, pero encontraron indígenas menos hostiles que los del sur. Estos les dieron alimentos, lo que les permitió finalmente llegar a Valdivia.
El regreso de Ojea causó una mala impresión entre los conquistadores. No sabían nada de Ladrillero. Como Ojea había llegado a la latitud donde debía estar la entrada occidental del Estrecho, se llegó a pensar que alguna isla había tapado la entrada debido a un desastre natural. Por un tiempo, esta idea fue muy popular. Incluso el poeta Alonso de Ercilla la menciona en el primer canto de su obra La Araucana. (Ercilla había viajado a Perú antes de que Ladrillero regresara e informara sobre su viaje y la exploración del Estrecho).