Emú negro para niños
Datos para niños
Emú negro |
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![]() Ilustración de John Gerrard Keulemans en 1907 basados en las pieles disecadas del Museo Nacional de Historia Natural de Francia
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Estado de conservación | ||
![]() Extinto desde 1822 (UICN 3.1) |
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Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Clase: | Aves | |
Orden: | Struthioniformes | |
Familia: | Dromaiidae | |
Género: | Dromaius | |
Especie: | D. novaehollandiae | |
Subespecie: | † D. n. minor (Spencer, 1906) |
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Distribución | ||
![]() Distribución geográfica e histórica de diferentes taxones de emúes. En rojo, el emú de la isla King. |
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Sinonimia | ||
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El emú negro o emú de la isla King (Dromaius novaehollandiae minor) fue una subespecie de emú que ya no existe. Era un ave grande que no podía volar, similar a un avestruz pequeño. Vivía solamente en la isla King, ubicada en el estrecho de Bass, entre Australia y Tasmania.
Se cree que el emú de la isla King y el emú de Tasmania (otra subespecie extinta) eran parientes cercanos. Hace unos 14 000 años, estas islas estaban conectadas por tierra. El tamaño pequeño del emú de la isla King pudo deberse al enanismo insular, un fenómeno donde los animales en islas aisladas se vuelven más pequeños con el tiempo.
Este emú era el más pequeño de todos los emúes y tenía un plumaje más oscuro que el emú común de Australia. Los adultos eran de color negro y marrón, con el cuello sin plumas que mostraba su piel azul. Las crías tenían rayas, como las del emú continental. Se diferenciaba del emú de la isla Canguro por algunas características de sus huesos.
Su comportamiento era similar al del emú común. Se reunían en grupos para buscar comida y durante la época de reproducción. Comían bayas, hierbas y algas. Eran rápidos y se defendían con patadas si se sentían en peligro. Sus nidos eran poco profundos, hechos de hojas secas y musgo. Ponían entre siete y nueve huevos, que probablemente eran incubados por ambos padres.
Los europeos descubrieron esta ave en 1802. Gran parte de lo que sabemos sobre ella proviene de una entrevista que el naturalista francés François Péron hizo a un cazador de focas. También hay dibujos del artista Charles-Alexandre Lesueur. En 1804, se enviaron varios emúes vivos y disecados a Francia. Los últimos ejemplares vivos en cautiverio murieron en 1822 en París. La caza excesiva y los incendios forestales probablemente causaron la desaparición de los emúes salvajes alrededor de 1805.
Contenido
¿Cómo se clasificó el emú de la isla King?
La clasificación del emú de la isla King ha sido un poco confusa. Esto se debe a que los emúes de la isla King y de la isla Canguro fueron llevados a Francia en la misma Expedición Baudin a principios del siglo XIX. Los registros de la expedición no siempre indicaban claramente de dónde venía cada ave.
En 1817, Louis Jean Pierre Vieillot le dio el nombre de Dromaius ater. Más tarde, en 1906, Walter Baldwin Spencer usó el nombre Dromaius minor basándose en huesos y cáscaras de huevos antiguos encontrados en la isla King. En 1907, Walter Rothschild pensó que las pieles conservadas en el Museo Nacional de Historia Natural de Francia venían de la isla Canguro y las llamó Dromaius peroni.
Con el tiempo, se descubrió que los restos de emúes de ambas islas no eran muy diferentes entre sí. En 1959, el ornitólogo francés Christian Jouanin sugirió que ninguna de las pieles recogidas en la expedición Baudin venía de la isla Canguro. En 1990, Jouanin y Jean-Christophe Balouet confirmaron que la piel conservada en París era de la isla King.
Gracias a nuevos hallazgos de huesos y estudios, se pudo diferenciar mejor a los emúes de cada isla. Shane A. Parker nombró al ave de la isla Canguro como D. baudinianus y mantuvo el nombre D. ater para el de la isla King.
En 2011, un estudio genético de los huesos del emú de la isla King concluyó que era una subespecie del emú común. Por eso, su nombre científico cambió a Dromaius novaehollandiae ater. En 2013, se ajustó a D. n. minor, ya que el nombre D. ater se había usado originalmente para un emú del continente.
¿Cómo evolucionó el emú de la isla King?

Hace mucho tiempo, durante el Cuaternario tardío, pequeños emúes vivían en varias islas cercanas a Australia. Además del emú de la isla King, estaban el emú de la isla Canguro (D. baudinianus) y el de Tasmania (D. n. diemenensis), todos extintos. El emú de la isla King era el más pequeño.
La isla King solía ser parte de un puente de tierra que unía Tasmania con el continente. Cuando el nivel del mar subió después de la última glaciación, la isla quedó aislada. Los emúes que vivían allí se hicieron más pequeños con el tiempo, un proceso llamado enanismo insular.
Un estudio genético de 2011 mostró que el emú de la isla King estaba muy relacionado con el emú del continente. Esto indica que se separaron hace relativamente poco tiempo debido a los cambios en el nivel del mar en el estrecho de Bass. La isla King se separó de Tasmania hace miles de años, después de que Tasmania y la isla King se separaran del continente hace unos 14 000 años. Esto sugiere que los emúes de la isla King y de Tasmania eran una sola población antes de diferenciarse.
¿Cómo era el emú de la isla King?
El emú de la isla King era el más pequeño de todos los emúes, midiendo aproximadamente la mitad del tamaño del emú común. Podía alcanzar unos 87 cm de altura. Según una entrevista a un cazador de focas, los ejemplares más grandes medían hasta 137 cm de largo y pesaban entre 20 y 23 kg.
Su plumaje era más oscuro que el de sus parientes. Tenía el cuello y la cabeza negros, y el resto del cuerpo era negruzco mezclado con marrón. Su pico y patas eran oscuros, y la piel sin plumas de su cuello era azul. Un estudio genético de 2011 no encontró genes relacionados con el color oscuro, por lo que su coloración pudo deberse a otros factores.
Se cree que había poca diferencia entre machos y hembras, aunque el macho podría haber sido un poco más grande y con colores más brillantes. Los emúes jóvenes eran grises, y las crías tenían rayas, como las de los emúes continentales. Su plumaje no cambiaba con las estaciones.
Los huesos antiguos muestran que su tibia medía unos 330 mm de largo y su fémur unos 180 mm. Su pelvis medía alrededor de 280 mm de largo. En promedio, el metatarso medía 232 mm y el tibiotarso 261 mm en machos y 301 mm en hembras.
Aparte del tamaño, el emú de la isla King y el emú común tenían pocas diferencias en su forma. Se decía que el emú de la isla King tenía patas y pico más cortos, pero sus dedos eran proporcionalmente más largos. Algunas características de los huesos del cráneo también eran similares a las de los emúes comunes jóvenes, por lo que no eran únicas de esta subespecie.
¿Cómo vivía el emú de la isla King?
Gracias a la entrevista de Péron, sabemos algunos detalles sobre el comportamiento del emú de la isla King. Eran principalmente solitarios, excepto durante la época de reproducción, cuando formaban parejas. Se alimentaban de bayas, hierbas y algas, sobre todo por la mañana y por la tarde.
Aunque eran corredores rápidos, eran más lentos que sus parientes del continente debido a la grasa corporal. Eran buenos nadadores, pero solo lo hacían si era necesario. Preferían vivir en zonas con sombra cerca de lagunas y costas, en lugar de espacios abiertos. Si no podían escapar de los perros de los cazadores, se defendían con patadas que podían causar mucho daño.
Cuando el capitán Matthew Flinders llegó a la isla en 1802, no vio emúes, pero su naturalista, Robert Brown, examinó sus restos de comida y determinó que se alimentaban principalmente de bayas de la especie Leptecophylla juniperina. Una descripción de un ornitólogo inglés podría referirse al emú de la isla King por su pequeño tamaño. Se decía que se reunían en grupos grandes para comer, lo que los hacía fáciles de cazar.
Según Péron, el nido estaba cerca del agua, bajo la sombra de un arbusto. Era un hueco ovalado poco profundo, hecho con palos y forrado con hojas secas y musgo. Ponían entre siete y nueve huevos, siempre el 25 y 26 de julio. La hembra se encargaba de la incubación, aunque los machos también podrían haber ayudado. Las crías dejaban el nido a los dos o tres días de nacer. Los huevos eran alimento para serpientes y ratas. Aunque Péron mencionó que la incubación duraba de cinco a seis semanas, esto es más corto que los 50 a 56 días del emú común. También dijo que las madres protegían a sus crías de los cuervos con el pico, pero ahora se sabe que este comportamiento es típico de los machos.
¿Cómo se relacionó con los humanos?
¿Cuándo se descubrió?

Los europeos descubrieron el emú de la isla King en enero de 1802, cuando la tripulación del barco Lady Nelson visitó la isla. Poco después, ese mismo año, la isla fue visitada por el capitán Nicolas Baudin durante la expedición francesa de 1800-04. Esta expedición tenía como objetivo principal hacer mapas de la costa de Australia y llevaba naturalistas para estudiar la fauna y flora.
Uno de estos naturalistas era François Péron, quien fue la última persona en describir esta ave en su hábitat natural. Péron y sus compañeros tuvieron que quedarse en la isla debido a tormentas y se refugiaron con cazadores de focas. De ellos obtuvo información sobre el emú. Los cazadores comían su carne, que Péron describió como un sabor "a medio camino entre la del pavo y la de cerdos jóvenes".
Péron no vio emúes directamente en la isla, lo que podría explicar por qué los describió del mismo tamaño que los del continente. Sin embargo, gran parte de lo que se sabe de esta ave proviene de un cuestionario de 33 preguntas que Péron usó para entrevistar a Daniel Cooper, un cazador local de focas. Péron preguntó si era posible criar y engordar estas aves en cautiverio y obtuvo varias recetas. El cuestionario de Péron no se publicó hasta 1899, por lo que durante mucho tiempo se supo poco sobre esta ave.
Ejemplares llevados a Europa
Como parte de la expedición Baudin, se enviaron a Francia varios emúes, tanto vivos como disecados, de diferentes subespecies. Algunos de estos se conservan en museos de Europa. En junio de 1803, un barco llevó a Francia un emú vivo y una piel de Australia. En marzo de 1804, otro barco llevó varios emúes vivos de las islas King y Canguro. Al menos dos de ellos eran de la isla King, un macho y una hembra según algunas fuentes.
Además de los ejemplares vivos, se llevaron varias pieles de emúes jóvenes. Hoy solo se conservan dos, una en París y otra en Turín, pero no se sabe de dónde venían. Durante el viaje, muchos ejemplares murieron por ratas, cucarachas y el mal tiempo. Otros tuvieron que ser alimentados a la fuerza. En total, el barco llegó a Francia con 73 animales vivos de diferentes especies.
Los dos emúes que llegaron vivos a Francia fueron llevados a la colección de animales de la emperatriz Josefina y luego al Jardín de plantas de París. La "hembra" murió en abril de 1822, y su piel se conserva en el Museo Nacional de Historia Natural de Francia. El "macho" murió en mayo del mismo año, y su esqueleto está en el mismo museo. Una pluma de la piel de París es la única pluma de esta subespecie que se conserva en Australia. La piel de París contiene huesos, pero no la pelvis, que indica el sexo, por lo que no se sabe con certeza si era una hembra.
También hay un esqueleto en el Museo de Historia Natural de Florencia, obtenido de Francia en 1833. Al principio se pensó que era un casuario, pero en 1900 fue identificado correctamente como un emú. Este esqueleto tiene algunos huesos reemplazados por madera y un hueso de la pata dañado. Se creía que era un macho, pero ahora se sabe que está hecho con huesos de dos ejemplares. También hay un modelo en el World Museum de Liverpool, pero probablemente es un emú común joven. Se sabe que algunos emúes fueron llevados a Australia en 1803, pero su destino es desconocido.
Dibujos y representaciones
El libro Voyage de découverte aux terres Australes, escrito por Péron en 1807, incluye una ilustración (lámina 360) de Charles-Alexandre Lesueur, artista de la Expedición Baudin. Muestra una familia de "casoars" de la "Ile Decrès" (nombre francés para la isla Canguro), aunque hay debate sobre qué animal representa. La imagen muestra un macho y una hembra de la misma especie rodeados de crías. Sin embargo, esta agrupación familiar es poco probable, ya que las parejas de emúes comunes se separan cuando el macho empieza a incubar los huevos. Además, los bocetos de Lesueur sugieren que los dibujos se hicieron a partir de ejemplares en cautiverio en el Jardín de Plantas de París, no de animales salvajes.
Stephanie Pfennigwerth, del Museo de Australia, cree que los dibujos corresponden a emúes en cautiverio. El "macho" más grande sería un emú de la isla Canguro, y la "hembra" uno de la isla King. El escenario es inventado, y el sexo de los animales no está claro. La pata torcida del "macho" podría ser una señal de su vida en cautiverio y correspondería al esqueleto de París con un dedo deforme. La "hembra" pudo haberse basado en una piel conservada en París, de un emú de la isla King de unos cinco meses que murió durante el viaje. Las crías, en cambio, podrían haberse basado en las del emú común, ya que no hay registro de crías vivas recogidas en la expedición.
¿Por qué se extinguió?
No se sabe con exactitud la causa de su extinción. Poco después de su descubrimiento, cazadores de focas se establecieron en la isla debido a la gran cantidad de elefantes marinos. La entrevista de François Péron a Daniel Cooper sugiere que la caza contribuyó a la desaparición de estas aves. Péron describe cómo los perros eran entrenados para cazar emúes, y Cooper afirmó haber matado a 300 emúes él solo. Si Cooper estuvo en la isla seis meses, pudo haber matado unas 50 aves al mes. Su grupo de cazadores, de once hombres y una mujer, pudo haber matado unos 3600 emúes para cuando Péron los visitó.
Péron explicó que los cazadores de focas comían mucha carne y que sus perros mataban varios animales al día. También mencionó que este tipo de perros fueron liberados en la isla Canguro y pensó que podrían acabar con la población de emúes de esa isla en pocos años. Sin embargo, no expresó la misma preocupación por los de la isla King. Los incendios forestales también pudieron haber sido una causa importante de su extinción.
Es probable que las dos aves en cautiverio en Francia, que murieron en 1822, hayan sobrevivido a sus parientes salvajes en la isla King, siendo así los últimos de su especie. Aunque Péron dijo que la isla King estaba llena de emúes en 1802, es posible que se hayan extinguido en la naturaleza para 1805.
Más tarde, en 1967, cuando el emú de la isla King solo se conocía por restos antiguos, James Greenway pensó que pudieron haber sido exterminados por los habitantes originales de la isla. También especuló que los incendios causados por humanos o por rayos pudieron ser los responsables de su extinción. En ese momento, el emú común estaba en peligro por la caza excesiva, y Greenway advirtió que podría terminar igual que sus parientes isleños si no se tomaban medidas.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: King Island emu Facts for Kids