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Distopía para niños

Enciclopedia para niños

Una distopía es la descripción de una sociedad imaginaria que es muy desagradable o indeseable. Es lo contrario de una utopía, que es una sociedad ideal y perfecta.

El término "distopía" fue usado por primera vez por John Stuart Mill a finales del siglo XIX. La palabra "utopía" fue creada por Tomás Moro en 1516, cuando escribió su famoso libro Utopía, donde imaginaba una sociedad ideal con muy poca delincuencia, violencia o pobreza.

Archivo:Dystopia
Una gran ciudad distópica, inspirada en la película Metrópolis (1927).

Las distopías suelen mostrar sociedades donde las personas pierden su individualidad, hay gobiernos que controlan todo de forma estricta, o el mundo ha sufrido grandes desastres, como guerras o problemas ambientales. Estas sociedades aparecen mucho en libros y películas, especialmente en historias ambientadas en el futuro.

Algunos ejemplos famosos de distopías son las novelas 1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Los autores usan las distopías para hacernos pensar sobre nuestra propia sociedad, el medio ambiente, la forma de gobernar, la economía, la ciencia o la tecnología. A veces, el término se usa para describir sociedades reales que han sido muy controladoras o que han tenido grandes problemas.

¿De dónde viene la palabra?

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La contaminación y las malas condiciones de vida son un tema común en las distopías.

La palabra "distopía" viene del griego antiguo. "Dys-" significa "mal" o "difícil", y "topía" viene de "tópos", que significa "lugar". Así que, una distopía es un "mal lugar".

Como ya dijimos, la palabra "utopía" fue creada por Tomás Moro para describir una sociedad ideal que no existe. Viene de "ou" (no) y "tópos" (lugar), significando "no-lugar". También existe el término "eutopía", que viene de "eu" (bueno) y "tópos" (lugar), significando "buen lugar".

Entonces, distopía es lo contrario de eutopía, es un "lugar negativo" o una sociedad hipotética que nadie querría.

Un poco de historia

Se cree que John Stuart Mill usó la palabra "distopía" por primera vez en un discurso en el parlamento en 1868.

Las novelas Un mundo feliz de Aldous Huxley, 1984 de George Orwell y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury son consideradas las obras más importantes que definieron el género distópico. Sin embargo, antes de ellas, hubo otras obras con ideas similares, como Nosotros del escritor ruso Zamiatin (1924), que pudo haber inspirado a estos autores. También, la novela La máquina se para de E. M. Forster, publicada en 1909, es una distopía temprana que habla de una sociedad muy dependiente de la tecnología.

La película Metrópolis (1927), basada en una novela de Thea von Harbou, también es un ejemplo temprano e importante de este género en el cine.

La idea de separar la utopía de la distopía se hizo más clara entre los siglos XVIII y XX, cuando las distopías empezaron a criticar los problemas de la sociedad. Por ejemplo, en 1726, Jonathan Swift escribió Los viajes de Gulliver, que usaba la aventura para criticar la sociedad.

Temas y usos de las distopías

Archivo:Kowloon Walled City
La vida en la ciudad amurallada de Kowloon ha inspirado a menudo la imagen distópica en obras modernas.
Archivo:1984-Big-Brother
El Gran Hermano te vigila, de la novela 1984.

Para mostrar los problemas de una sociedad imaginaria, las distopías suelen tener dos características:

  1. Son realistas: se basan en problemas o situaciones que podrían ocurrir en la vida real.
  2. Son imaginarias: describen estados sociales o políticos que son ilusorios y creados en la mente.

La mayoría de las distopías describen sociedades que son el resultado de llevar al extremo las tendencias actuales de nuestra propia sociedad, lo que lleva a situaciones muy malas. Sirven como advertencias o como sátiras, mostrando lo que podría pasar si ciertas tendencias continúan.

Las distopías están muy relacionadas con la época en que fueron escritas. Por ejemplo, muchas distopías de la primera mitad del siglo XX advertían sobre los peligros de los gobiernos muy controladores, la falta de libertad, el consumismo excesivo y el aislamiento. Ejemplos de esto son Nosotros, 1984, Un mundo feliz y Fahrenheit 451.

Otras distopías más recientes, especialmente en el género ciberpunk, muestran mundos dominados por grandes empresas con tecnología avanzada, pero que también son muy represivas. Un ejemplo es Snow Crash (1992) de Neal Stephenson.

Algunas distopías parecen utopías al principio, pero a medida que los personajes exploran, descubren que ese mundo aparentemente perfecto esconde características distópicas que son esenciales para su funcionamiento. Estas historias suelen advertir sobre los riesgos de la manipulación de la información o de la política.

Distopías políticas

Las distopías políticas, como 1984 de George Orwell, publicada en 1949, tratan sobre los peligros de los gobiernos que controlan todo (el totalitarismo). Esta novela, en particular, se inspiró en el régimen de Stalin, mostrando un "Gran Hermano" que todo lo ve. Otra novela importante es Nosotros de Yevgueni Zamiatin (1921), que critica el régimen soviético.

En estas sociedades, el gobierno controla la información y la vida de las personas. En 1984, hay "telepantallas" que transmiten mensajes y también vigilan cada detalle de los hogares. En Nosotros, los edificios son transparentes y la vida de las personas está totalmente organizada, incluso sus horarios.

Distopías tecnológicas o científicas

Un mundo feliz de Aldous Huxley, publicado en 1932, describe un mundo donde las personas son clasificadas desde su nacimiento según su genética. Trata temas como la manipulación de embriones para crear una sociedad que se conforma con su destino.

La pianola de Kurt Vonnegut (1952) habla de una sociedad donde las máquinas hacen casi todo el trabajo, y los ingenieros son la clase más alta, mientras que muchas personas se quedan sin un propósito.

La serie de televisión británica Black Mirror es un buen ejemplo de distopías tecnológicas. Cada episodio muestra cómo la tecnología, si se usa de forma equivocada, puede tener efectos negativos en la vida de las personas en un futuro cercano.

Distopías ecológicas

Las catástrofes ambientales son un tema común en las distopías. Pueden ser parte de la historia o el centro de la trama. Por ejemplo, en Todos sobre Zanzibar de John Brunner (1968), la contaminación y la superpoblación son tan grandes que la gente paga por tener un momento a solas.

J. G. Ballard escribió una trilogía de libros (El mundo sumergido, La sequía, El mundo de cristal) que exploran los desastres causados por el abuso de la tecnología y la falta de cuidado del medio ambiente, como la contaminación del agua o la desaparición de plantas y animales.

Distopías espaciales o con civilizaciones de otros planetas

Existe un tipo de distopía más reciente que se centra en la lucha entre civilizaciones. El autor Cixin Liu ha popularizado una trilogía que comienza con El problema de los tres cuerpos, donde la humanidad se enfrenta a una sociedad distópica y a la posibilidad de conflictos con civilizaciones extraterrestres. Esto expande la visión pesimista del ser humano a nuevas dimensiones psicológicas y sociales.

Tipos de distopías en la literatura y el cine

Podemos clasificar las historias distópicas según el papel que juega la sociedad en la trama:

  • Puras: En estas historias, el protagonista lucha directamente contra un sistema social, legal, económico o político muy complejo y opresivo. Ejemplos son Nosotros, 1984, Un mundo feliz o V de Vendetta.
  • Indirectas: Aquí, la sociedad distópica es solo el fondo donde ocurre la historia. La trama principal no es la lucha del protagonista contra el sistema. Por ejemplo, en la película Blade Runner, la historia se centra en un conflicto personal de identidad. En Ensayo sobre la ceguera de José Saramago, se muestran los aspectos negativos de las personas en una situación de crisis. En este grupo también entran muchas historias que ocurren después de un gran desastre (historias postapocalípticas).

También se pueden clasificar según el tipo de control político:

  • Sociedades polares: Hay una élite que tiene todo el poder y los recursos, y una gran mayoría de personas que no tienen nada y solo pueden ofrecer su trabajo. Un ejemplo es Neuromante de William Gibson.
  • Sociedades religiosas: El poder lo tiene una persona muy carismática que controla todo en la sociedad. Por ejemplo, Nosotros de Yevgueni Zamiatin.
  • Sociedades aparentemente dominadas por la ciencia: Estas sociedades buscan la estabilidad eliminando los conflictos, ya sea ofreciendo un bienestar total o manipulando la mente de sus habitantes. Ejemplos: Un mundo feliz de Aldous Huxley y la trilogía Matrix.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Dystopia Facts for Kids

  • Anexo:Distopías
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Distopía para Niños. Enciclopedia Kiddle.