Cristianismo celta para niños
El cristianismo celta o cristianismo insular se refiere a las formas de practicar el cristianismo que surgieron en las islas británicas durante la Edad Media. Esto ocurrió cuando el Imperio romano empezó a retirarse de Gran Bretaña.
Cuando las legiones romanas se fueron y llegaron las invasiones anglosajonas, el contacto entre los cristianos de las islas (celtas y britanos) y los del continente europeo disminuyó mucho. Este aislamiento hizo que aparecieran prácticas religiosas diferentes, especialmente en Irlanda. Desde allí, estas ideas se extendieron a Gran Bretaña gracias a misioneros como Columba de Iona y Aidan.

A veces, el término "cristianismo celta" se usa para describir prácticas cristianas posteriores en estas zonas. Sin embargo, los historiadores prefieren no usarlo así, porque las iglesias de Irlanda, Gales, Escocia, Cornualles y la Isla de Man se desarrollaron de forma muy diferente después del VIII. Además, los historiadores no usan el término "Iglesia celta" porque no fue una entidad unida y separada del resto del cristianismo occidental.
Contenido
¿Qué es el cristianismo insular?
Es importante entender que no había una única "Iglesia celta" unida. Los expertos saben que usar ese término puede dar una idea equivocada de que existía una gran unidad entre los pueblos que hablaban lenguas celtas. En realidad, las zonas celtas eran parte del cristianismo en general, y tenían algunas diferencias en sus ceremonias y organización.
Sin embargo, sí podemos hablar de ciertas tradiciones especiales que se desarrollaron y extendieron en estas áreas, sobre todo entre los siglos VI y VIII. Algunos expertos usan el término cristianismo insular para describir estas prácticas que surgieron alrededor del mar de Irlanda. Durante este tiempo, el mar de Irlanda funcionó como un "Mediterráneo Celta", uniendo a estos pueblos.
Historia del cristianismo en las islas

El cristianismo llegó a la Britania romana (la parte de Gran Bretaña controlada por Roma) en los primeros siglos. El primer mártir conocido fue San Albano, quien sufrió por su fe. El cristianismo se hizo más fuerte cuando el emperador Constantino lo hizo legal y luego se convirtió en la religión oficial del imperio.
En el año 407, las legiones romanas regresaron al continente para defender Roma de los visigodos. Roma fue atacada en el 410, y las legiones nunca volvieron a Bretaña. La influencia romana desapareció de la isla, y Gran Bretaña se desarrolló de una manera diferente al resto de Europa occidental. El mar de Irlanda se convirtió en una vía para la comunicación y la cultura entre los pueblos celtas, y el cristianismo jugó un papel muy importante en esto.
Lo que surgió fue una forma de cristianismo insular, con tradiciones y prácticas distintas a las del continente. En estos años, el cristianismo se extendió por Irlanda, aunque la isla nunca fue parte del Imperio romano. Allí se estableció una organización única basada en abadías y monasterios, en lugar de diócesis dirigidas por obispos. Al principio, misioneros como San Patricio intentaron establecer una organización similar a la del continente, pero los monasterios se hicieron muy importantes.
Desde finales del V y durante todo el VI, los monasterios se convirtieron en los centros principales del cristianismo. En Armagh, por ejemplo, el obispo ya era también abad antes de finales del V. En Gran Bretaña, aunque tenemos menos información, parece que ocurrió algo similar. Figuras clave de esta época fueron Illtud y sus alumnos como San David, Gildas, y Deiniol. En Irlanda, Finnian de Clonard fue maestro de los famosos Doce Apóstoles de Irlanda. Mientras tanto, la parte este de Gran Bretaña estaba siendo invadida por los anglosajones, que aún no eran cristianos, lo que causó cierta tensión entre las culturas.
Durante los siglos VI y VII, monjes irlandeses fundaron muchos monasterios en la actual Escocia, como el de Columba en Iona, y también en la Europa Continental, donde destacó Columbano. Desde la Abadía de Iona, un grupo de monjes liderados por San Aidan fundó la sede de Lindisfarne en el reino anglosajón de Northumbria en el año 635. Esto llevó la influencia celta al norte de Inglaterra y, al mismo tiempo, puso en contacto a los pueblos celtas con otros grupos cristianos.
Esto causó algunas discusiones sobre ciertas costumbres del cristianismo insular, especialmente sobre cómo calcular la fecha de la Pascua. Se realizaron reuniones (llamadas sínodos) en Irlanda, Galia e Inglaterra para debatir este tema. Por otro lado, la iglesia "romana" adoptó el sistema de penitencia irlandés de forma universal en el Cuarto Concilio de Letrán en 1215.
En Irlanda, a partir del VIII, el sistema monástico se volvió más "secular", es decir, más conectado con la vida normal, debido a los lazos entre las familias poderosas y los monasterios. Las grandes abadías se convirtieron en lugares ricos y con influencia política, que incluso participaban en conflictos y guerras entre sí.
Costumbres especiales
Como el término "cristianismo celta" es muy amplio, solo podemos señalar algunas prácticas que eran diferentes a las del continente de forma general.
Organización de la Iglesia
Alrededor del VII, la Iglesia católica en el continente europeo estaba organizada en diócesis, cada una con un obispo a cargo. El obispo vivía en una "sede episcopal" que tenía una catedral. Esta estructura se basaba en la forma en que el Imperio romano organizaba sus provincias.
Sin embargo, la mayor parte del mundo celta nunca fue parte del imperio. Incluso zonas que sí fueron romanizadas, como Gales y Cornualles, no tenían muchas ciudades.
Por eso, en estas zonas surgió una estructura basada en redes de monasterios, dirigidas por abades. Estos abades solían ser miembros de familias reales. Los obispos eran necesarios para ciertos sacramentos, pero a diferencia del continente, tenían poca autoridad en la estructura de la iglesia celta. En el XII, el sistema monacal irlandés fue reorganizado con la creación de cuatro arzobispados por parte del Papa.
Regla de los monjes
Los monasterios de las misiones irlandesas adoptaron la Regla de san Columbano, que era más estricta que la Regla de San Benito, la más común en occidente. Esta regla ponía más énfasis en el ayuno y la disciplina física. Aunque muchos monjes irlandeses siguieron esta regla por varias generaciones, la mayoría de los monasterios finalmente adoptaron la Regla de San Benito entre los siglos VIII y IX.
Ceremonias y rituales
Cómo calcular la Pascua
Una característica del cristianismo celta era que mantenía algunas costumbres antiguas. Calcular la fecha exacta de la Pascua era (y sigue siendo) un proceso complicado que usa un calendario lunisolar. Los cristianos insulares usaban una tabla de cálculo (llamada Celtic-84) que era similar a una aprobada por San Jerónimo. Sin embargo, esta tabla ya estaba desactualizada en los siglos VI y VII.
Cuando el mundo celta volvió a tener contacto con el continente, las diferencias salieron a la luz. La primera discusión sobre este tema ocurrió en el año 602 en la Galia. La mayoría de los grupos, como los del sur de Irlanda, aceptaron rápidamente las tablas actualizadas. Sin embargo, algunas comunidades, como la Abadía de Iona, mantuvieron las tablas antiguas hasta el año 716.
El corte de pelo de los monjes (Tonsura)
Todos los monjes y gran parte del clero de la época llevaban un corte de pelo especial llamado tonsura para mostrar su identidad religiosa. La tonsura celta, o al menos la irlandesa, era diferente a la que usaban los monjes del continente. Los documentos de la época no describen su forma exacta, pero dicen que se cortaba el pelo de alguna manera sobre la cabeza de oreja a oreja.
La costumbre "romana" consistía en afeitar un círculo en la parte superior de la cabeza, dejando una especie de "corona". Los que defendían la tonsura romana consideraban la costumbre celta muy diferente y la relacionaban con un personaje considerado hereje.
La confesión privada
En Irlanda se originó el sacramento de la penitencia tal como lo conocemos hoy. A diferencia de otras zonas cristianas, la confesión se hacía en privado a un sacerdote, en secreto. La penitencia (lo que se hacía para reparar el pecado) también se asignaba y se realizaba en privado. Se crearon manuales, llamados "penitenciales", para guiar a los sacerdotes en la confesión y para establecer penitencias según el pecado.
Antiguamente, la penitencia era un rito público. Los penitentes eran separados del resto de los fieles y asistían a las misas cubiertos con sacos y cenizas. Sin embargo, la práctica irlandesa de la penitencia privada se extendió por la Europa continental, donde la forma pública había caído en desuso. Se cree que Columbano introdujo estas "medicinas de la penitencia" en la Galia. Aunque al principio hubo algo de resistencia, para el año 1215, la práctica irlandesa de la penitencia se había convertido en la norma, y así lo confirmó el Cuarto Concilio de Letrán, que exigía la confesión al menos una vez al año.
Legado del cristianismo celta
Los logros del cristianismo en el mundo celta fueron muy grandes. En pocas generaciones, los líderes de la iglesia habían aprendido la cultura latina. Además, los clérigos irlandeses desarrollaron un sistema de escritura para el irlandés antiguo. También adaptaron la organización de la iglesia a un entorno muy diferente al de la Europa post-romana.
Los monjes irlandeses crearon redes de monasterios por toda la Galia, llegando hasta el oeste de la actual Alemania y a Northumbria. Tuvieron una influencia mucho mayor que muchos centros continentales más antiguos. Pero, sin duda, la gran contribución del cristianismo celta a la iglesia continental fue el desarrollo del sacramento de la penitencia.
Entre las obras de arte más importantes de este período, conocidas como arte insular, destacan los manuscritos ilustrados como el Libro de Kells, las cruces talladas (como las de Clonmacnoise) y la orfebrería (trabajos en metal), como el cáliz de Ardagh. Estas obras, especialmente los manuscritos, tuvieron una gran influencia en el arte medieval occidental.
Mitos y creencias populares
La tradición popular medieval decía que el cristianismo llegó a Gran Bretaña gracias a José de Arimatea en Glastonbury. La leyenda también cuenta que el Rey Arturo está enterrado en las ruinas de esa abadía. Según la leyenda, José era un comerciante de estaño que viajaba a menudo a las minas de la Britania romana y pudo haber llevado a Jesús en uno de esos viajes.
La idea de una "Iglesia Celta" como tal ha sido un tema de debate, especialmente desde la Reforma Protestante. Algunos protestantes británicos afirmaban que la iglesia británica fue fundada en tiempos de los apóstoles y, por lo tanto, era anterior a la Iglesia Romana. Por otro lado, algunos católicos dicen que esta idea de una tradición insular distinta a la romana es un mito, sugiriendo que algunos autores inventaron la idea de una iglesia nacional "celta" opuesta a la "romana" para sus propios fines.
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Véase también
En inglés: Celtic Christianity Facts for Kids