Cortes de Valladolid (1307) para niños
Las Cortes de Valladolid de 1307 fueron reuniones importantes que se llevaron a cabo en la ciudad de Valladolid en el año 1307. Estas reuniones ocurrieron durante el reinado de Fernando IV de Castilla, un rey joven que buscaba mejorar la situación de su reino.
En estas Cortes, Fernando IV quería detener los problemas causados por algunos nobles, mejorar cómo se administraba la justicia y reducir los impuestos que pagaban los habitantes de Castilla. En aquella época, la tierra estaba muy afectada y la gente se sentía agobiada por las dificultades.
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¿Qué fueron las Cortes de Valladolid de 1307?
Las Cortes de Valladolid de 1307 fueron una gran asamblea. A ella fueron invitados los nobles más importantes (llamados "ricoshombres"), los líderes de las órdenes militares, los obispos y los representantes de las ciudades y pueblos de los reinos de Castilla, León, las Extremaduras y Andalucía.
Entre las personas importantes que asistieron estaban el rey Fernando IV, su madre la reina María de Molina, y varios miembros de la familia real como los infantes Juan, Pedro y Felipe. También estuvieron presentes nobles influyentes como Don Juan Manuel y Diego López V de Haro.
¿Quiénes participaron en estas Cortes?
Además de los mencionados, asistieron varios obispos, como Gonzalo Díaz Palomeque, el arzobispo de Toledo, y los obispos de Burgos, León, Segovia, Cuenca, Sigüenza, Ávila, Salamanca y Orense.
También estuvieron presentes muchos nobles y los representantes de los ayuntamientos de Castilla, León, las Extremaduras y Andalucía. Por ejemplo, de Sevilla asistieron Arias Yáñez de Carranza y Juan Arias, y de Plasencia fueron Fernán Pérez del Bote y Fernán Pérez de Monroy.
La influencia de la reina María de Molina
Tanto los representantes de los ayuntamientos como los nobles no estaban contentos con algunas decisiones de Fernando IV, especialmente con las acciones de sus consejeros. Sin embargo, la reina María de Molina tuvo una gran influencia. Ella era muy hábil en política y logró que los representantes de las ciudades, que eran leales a ella, presentaran peticiones que no fueran en contra de los intereses de su hijo, el rey Fernando IV.
La reina también convenció a su cuñado, el infante Juan de Castilla, de que si dejaba de oponerse al rey, podría obtener el señorío de Vizcaya.
Los representantes de los ayuntamientos presentaron sus solicitudes al rey. Después de reunirse con su familia y los nobles y obispos, el rey aprobó estas peticiones. Se conservan varias copias de las decisiones de estas Cortes, con fechas que van desde el 26 hasta el 30 de junio de 1307.
Los historiadores actuales creen que la posición de Fernando IV era un poco débil en ese momento. Estaba influenciado por sus consejeros y por los nobles. La falta de firmeza del rey hacía que la justicia no se aplicara bien en el reino, algo de lo que se quejaron los representantes de las ciudades. Fernando IV siempre mostraba buena voluntad para resolver los problemas, pero a menudo los acuerdos de las Cortes no se cumplían.
Los representantes de las ciudades concedieron tres "servicios" (impuestos especiales) al rey. Sin embargo, el 4 de julio de 1307, el rey cedió una parte de estos impuestos al arzobispo de Toledo.
Después de las Cortes, hubo un conflicto entre Fernando IV y el noble Juan Núñez II de Lara. El rey le ordenó que se fuera del reino, pero Juan Núñez se negó y se preparó para resistir en Tordehumos. Fernando IV asedió el lugar, pero en febrero de 1308 tuvo que levantar el asedio y negociar con el noble.
¿Qué decisiones importantes se tomaron?

- Fernando IV confirmó los derechos, costumbres y leyes especiales (fueros) de las ciudades y pueblos, que habían sido dados por reyes anteriores o por él mismo.
- Los campesinos, que vivían en condiciones difíciles bajo el sistema de tierras de los nobles, pidieron al rey poder volver a las tierras que dependían directamente del rey. Fernando IV perdonó a quienes habían abandonado estas tierras si regresaban.
- Se decidió que algunos jueces (alcaldes) de las ciudades acompañarían al rey para ayudarle a impartir justicia en la Corte, recibiendo un buen salario, como ya había establecido Alfonso X de Castilla, abuelo de Fernando IV.
- Los representantes se quejaron de que cuando los nobles hacían disturbios, tomaban alimentos y bienes sin pagar, dejando la tierra en mal estado.
- Fernando IV prometió luchar contra las injusticias de los nobles y asegurar que los oficiales del rey se comportaran correctamente.
- El rey volvió a prometer que se sentaría todos los viernes para escuchar las quejas y problemas de las ciudades y de las personas, una medida que ya se había aprobado antes.
- El rey también dijo que, al pasar por un lugar, comprobaría cómo los jueces y alguaciles impartían justicia, ya que la falta de justicia era una de las razones por las que Castilla estaba empobreciéndose. Además, los escribanos públicos debían registrar los hechos para que el rey supiera cómo actuaban sus oficiales.
- Los adelantados y merinos (oficiales reales) debían rendir cuentas al rey cada año, acompañados por personas honestas y jueces del rey.
- Los representantes pidieron que la justicia se basara en las leyes locales (fueros) y que el rey recompensara a quienes las cumplieran y castigara a los infractores.
- El rey se comprometió a que la cancillería (oficina real) no emitiría documentos que fueran en contra de los fueros y derechos de las ciudades.
- Fernando IV dispuso que los oficiales reales debían pagar por los alimentos y provisiones que tomaran en sus viajes.
- El rey prometió viajar con menos gente y acabar con los abusos de quienes lo acompañaban, que a menudo saqueaban los campos.
- Fernando IV se comprometió a devolver a los ayuntamientos las aldeas y tierras de las que se había apoderado.
- El rey prometió devolver a los ayuntamientos los impuestos y derechos que tenían en algunas aldeas y que el rey había concedido a nobles y órdenes militares.
- Fernando IV se comprometió a quitar a los jueces y alguaciles que hubieran sido nombrados sin que los ayuntamientos lo pidieran. También prometió que los futuros nombramientos serían solicitados por los municipios y que las personas designadas serían del lugar para evitar abusos.
- Los ayuntamientos, si tenían el derecho en sus fueros, serían los encargados de nombrar a sus propios notarios y escribanos entre las personas honestas y respetadas del lugar.
- Las propiedades de los nobles en las ciudades y aldeas estarían bajo la autoridad del lugar donde se encontraran.
- Los representantes de Extremadura pidieron tener un notario y porteros propios en la Casa del rey, pero su petición fue denegada.
- Si los vasallos de los nobles eran asesinados en una villa, y los nobles reclamaban una multa por homicidio, Fernando IV dispuso que solo se le podría exigir el pago al responsable del crimen.
- Los representantes también se quejaron de los soldados y sirvientes que extorsionaban y a veces mataban a los campesinos si no accedían a sus demandas. El rey ordenó a sus oficiales que los persiguieran.
- Los representantes pidieron que los encargados de los castillos del rey fueran personas honestas del lugar. El rey dijo que se le mostraran los daños causados por ellos y que él los corregiría.
- Además, los representantes pidieron que, en los lugares donde no estuviera establecido por ley, no se pusieran guardias a ningún noble, a menos que ellos mismos lo solicitaran.
- El rey se comprometió a garantizar la seguridad de las personas y a que los comerciantes no fueran extorsionados en sus viajes por nobles u otros individuos.
- El rey manifestó su intención de respetar y cumplir todo lo acordado en estas Cortes. Por ello, ordenó que una copia de las decisiones estuviera siempre en su cámara y que los notarios reales tuvieran otra copia para que ningún documento fuera en contra de lo establecido.
- Además, el rey ordenó que quienes incumplieran lo acordado en estas Cortes deberían pagar una multa y compensar el doble del daño causado al ayuntamiento afectado.
¿Qué se decidió sobre los impuestos?
- El rey reconoció que la calidad de las monedas acuñadas durante su reinado era inferior a la de las monedas de su padre, Sancho IV.
- Fernando IV dispuso que en el futuro no cobraría impuestos extraordinarios sin la aprobación de las Cortes. Con esto, el rey atendía las demandas de los representantes de las ciudades, quienes pedían que se evaluaran todos los ingresos y derechos reales para distribuir mejor lo que correspondía al rey y a los nobles, y evitar nuevos impuestos no establecidos por ley. Sin embargo, el rey señaló que, si fuera necesario, impondría impuestos extraordinarios.
- Debido a la pobreza general del reino y a la ausencia de guerras, el rey prometió no exigir impuestos especiales a sus súbditos, aunque dijo que los impondría si fuera necesario.
- Los representantes de las ciudades pidieron que las clases altas también pagaran impuestos, y el rey aprobó su petición.
- Se decidió que los impuestos serían recaudados por caballeros y personas honestas de las ciudades y pueblos, y que en ningún caso serían recaudados o administrados por personas de origen judío.
- Los representantes pidieron que las deudas de las ciudades se pagaran según sus propias leyes y derechos. El rey dispuso que se cumpliera lo establecido por los reyes Alfonso X y Sancho IV al respecto.
- Los representantes también pidieron que los problemas relacionados con los pastos fueran resueltos por los jueces locales. El rey dispuso que se cumpliera lo establecido por su padre, Sancho IV.
- Fernando IV dispuso que quienes hubieran pagado el impuesto para el ejército (fonsadera) desde la época de Alfonso X y Sancho IV seguirían pagándolo, y quienes estuvieran exentos debían demostrarlo.
- Se intentó frenar los abusos de los nobles y oficiales, que a menudo tomaban más comida y provisiones de las que les correspondían. Se decidió que solo se podrían pedir provisiones en un lugar si la familia real estaba presente, aunque en tiempos de guerra podrían pedirlas sin su presencia.
- Los representantes pidieron al rey que pagara por los alimentos que tomara en sus viajes y protestaron por los gastos que el alojamiento del rey y su séquito causaban a los municipios. Consiguieron que Fernando IV dispusiera que estos gastos se reducirían a lo establecido en las leyes locales. Sin embargo, el rey aumentó las cantidades, aunque de forma provisional y solo por diez años, debido a la situación económica del reino.
- Respecto a la exportación de "cosas prohibidas" a otros países, como metales preciosos y caballos, el rey dispuso que castigaría severamente a quienes exportaran estas mercancías, como ya se había establecido en Cortes anteriores.
- El rey se comprometió a respetar en el futuro la exención del pago de un impuesto sobre el dinero que tenían las villas y lugares situados al norte del río Ebro.
¿Qué se decidió sobre el clero?

- Los representantes pidieron al rey que las tierras que dependían directamente del rey no pasaran a la autoridad de la Iglesia. Fernando IV no dio una respuesta definitiva, argumentando los derechos que los reyes anteriores habían dado a la Iglesia. Dio un plazo a los religiosos para que presentaran sus argumentos y él tomaría una decisión. Los historiadores señalan que la indecisión del rey en este asunto era extraña, pero que prefirió no enfrentarse al poder de la Iglesia. Este tema se volvió a discutir en las Cortes de Valladolid de 1312.
- El rey ordenó a sus jueces que ayudaran a Fernando Sarracín, obispo de Segovia, a mantener su autoridad y los derechos de los que disfrutaba.
- El arzobispo de Toledo pidió al rey que no impusiera impuestos especiales a los habitantes de su arzobispado. El rey aceptó y confirmó que no impondría tales impuestos sin que el arzobispo fuera convocado a Cortes y diera su consentimiento. Esto muestra que los obispos defendían sus derechos y que era necesario definir los límites de la autoridad del rey, de los ayuntamientos y del arzobispo.
- En un documento del rey emitido durante estas Cortes, el monarca ordenó que no se tomaran animales de carga de los habitantes del arzobispado de Toledo, a menos que el rey y su ejército fueran a la guerra contra los musulmanes.
- Fernando IV confirmó a Pedro González de Luján, obispo de Ávila, todos sus derechos y libertades, y se comprometió a no imponer ningún impuesto a los habitantes de su diócesis sin que dicho obispo hubiera sido convocado a una reunión de Cortes y hubiera dado su consentimiento.
¿Qué se decidió sobre las personas de origen judío?
- Los representantes de las ciudades se quejaron al rey de los préstamos con intereses muy altos que practicaban algunos prestamistas de origen judío, y pidieron al rey que solucionara el problema.
- Se mantuvieron las decisiones de los reyes Alfonso X y Sancho IV sobre las deudas entre personas cristianas y judías, y también sobre los intereses de los préstamos.
- Los jueces designados por las leyes locales (fueros) serían los encargados de resolver los problemas entre personas cristianas y judías, y no otros jueces especiales.