Convento de los Agustinos Filipinos (Valladolid) para niños
Datos para niños Convento de los Agustinos Filipinos |
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Real Colegio de los Padres Agustinos Filipinos | ||
Fachada de la iglesia
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Localización | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Localidad | ![]() |
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Coordenadas | 41°38′38″N 4°43′47″O / 41.64388889, -4.72972222 | |
Información religiosa | ||
Culto | Iglesia Católica | |
Diócesis | Valladolid | |
Orden | Agustinos | |
Advocación | San Agustín de Hipona | |
Historia del edificio | ||
Construcción |
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Arquitecto | Ventura Rodríguez, Jerónimo Ortiz de Urbina y José María Basterra | |
Otro artista | Decoración interior: Mariano L. García | |
Datos arquitectónicos | ||
Tipo | Planta central | |
Estilo | Barroco | |
Planta del edificio | ||
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Sitio web oficial | ||
El Convento de los Agustinos Filipinos es un edificio histórico en Valladolid, España. Fue diseñado por el famoso arquitecto Ventura Rodríguez entre 1759 y 1760. La construcción de este gran complejo duró muchos años, desde 1759 hasta 1930.
Hoy en día, el convento es la sede del Museo Oriental de Valladolid. Este museo es muy importante porque guarda una de las mejores colecciones de arte de Extremo Oriente en toda España.
Contenido
¿Por qué se construyó el Convento de los Agustinos Filipinos?
La idea de un seminario para las Filipinas
La historia de este convento comenzó en 1732 en Manila, la capital de las Filipinas. En ese momento, las Filipinas eran parte de España. Surgió la idea de formar a jóvenes en España para que se convirtieran en sacerdotes y luego viajaran a las islas.
La Orden de San Agustín fue la encargada de llevar a cabo este plan. En 1735, recibieron permiso para fundar un seminario en España. Este seminario se dedicaría a preparar a los futuros sacerdotes que irían a las Filipinas.
La elección de Valladolid como sede
El Papa Clemente XII también apoyó la creación de este seminario. En 1743, el Rey Felipe V de España decidió proteger y apoyar el proyecto. Era un plan muy importante para el Estado español.
El rey eligió Valladolid como el lugar ideal para el seminario. En esa ciudad había muchos estudiantes, lo que facilitaría encontrar a los jóvenes adecuados. Después de algunos preparativos, la Orden de San Agustín se estableció en el terreno actual en 1758. Fue entonces cuando el arquitecto Ventura Rodríguez llegó a Valladolid para diseñar el edificio.
El diseño arquitectónico de Ventura Rodríguez
Un estilo único y complejo
Ventura Rodríguez fue un arquitecto muy importante de su época. Sus diseños combinaban elementos del estilo Barroco romano con ideas más modernas. En el Convento de los Agustinos Filipinos, se puede ver cómo resolvió un proyecto grande y complicado de una manera muy organizada.
Rodríguez se inspiró en otros grandes arquitectos y edificios famosos. Por ejemplo, tomó ideas de Juan de Herrera en el Monasterio de El Escorial y de Filippo Juvara en la Basílica de Superga en Turín.
La organización de los espacios
El arquitecto demostró su gran habilidad al diseñar la planta del edificio. Todo el convento se organiza dentro de un rectángulo perfecto. Este rectángulo se divide en un cuadrado y otro rectángulo más pequeño.
Los dos elementos principales del convento, el claustro y la iglesia, tienen formas geométricas puras. El claustro es un cuadrado, que representa el mundo terrenal. La iglesia es circular, simbolizando la perfección. El diseño es un equilibrio cuidadoso de espacios llenos y vacíos, usando círculos, cuadrados y rectángulos.
El claustro: un patio central
El claustro es un gran patio cuadrado, de unos 30 metros por cada lado. Ventura Rodríguez lo diseñó de forma muy parecida al famoso Patio de los Evangelistas en El Escorial.
Tiene nueve secciones en dos niveles, con arcos y columnas. El nivel de abajo tiene columnas de estilo toscano, y el de arriba, de estilo jónico. Este diseño es sencillo pero muy elegante. Alrededor del claustro se organizan las demás partes del convento, como los comedores, las cocinas, las habitaciones y las aulas.
La iglesia: una forma circular especial
La iglesia tiene una planta circular. Este diseño era muy popular en el estilo Barroco. Lo especial de esta iglesia es que combina la forma circular con la necesidad de tener un altar principal.
La solución fue superponer una planta centralizada a una planta de cruz griega. Esto significa que el espacio principal es circular, pero también tiene una forma de cruz. La luz entra de forma indirecta, creando un ambiente especial para las ceremonias.
Detrás del altar mayor, hay un espacio doble llamado retrocoro, dividido en dos alturas. Este recurso era común en la arquitectura de Italia y era bastante nuevo en España. La luz que entra por aquí y la ubicación del coro y el órgano detrás del altar, hacen que las ceremonias sean más impresionantes.
Alrededor del espacio central de la iglesia, cubierto por una gran cúpula, hay cuatro grandes arcos. También hay cuatro capillas más pequeñas. La luz llega a la iglesia a través de cuatro patios interiores. La cúpula tiene cuatro aberturas circulares, un detalle que Ventura Rodríguez usaba a menudo.
Las fachadas: sencillez y elegancia
Las fachadas del convento muestran la influencia del estilo de Juan de Herrera. Rodríguez quiso que la arquitectura fuera sencilla, sin demasiados adornos. Las fachadas laterales solo tienen ventanas en fila y cornisas (molduras que sobresalen).
La fachada principal, donde está la entrada de la iglesia, es más elaborada. Tiene un pórtico con cuatro columnas grandes. A los lados de la fachada, hay dos torres con campanas. El diseño de las torres se integra con el resto de la fachada, dándole un aspecto organizado y valioso.
Este edificio es muy importante en la historia de la arquitectura española del siglo XVIII.
La larga construcción del convento
La construcción del Convento de los Agustinos Filipinos comenzó en 1759. Sin embargo, hubo una pausa entre 1762 y 1778 por falta de dinero. A finales del siglo XVIII, ya estaban terminados el piso bajo del claustro, parte del segundo piso y la escalera principal.
Durante la Guerra de la Independencia Española, el edificio sufrió daños porque fue ocupado por el ejército francés. Después de la guerra, se repararon los daños.
En 1853, se retomaron los trabajos de construcción, y se empezó la iglesia, aunque las obras avanzaron muy lentamente. A finales del siglo XIX, bajo la dirección del arquitecto Jerónimo Ortiz de Urbina, se construyó la iglesia hasta el inicio de la cúpula y el tercer piso del edificio.
Finalmente, en 1924 se cerró la cúpula, y en 1927 se terminaron las torres. El arquitecto José María Basterra dirigió estas últimas etapas y también diseñó el retablo mayor. En 1930, se terminó la decoración interior, y la iglesia fue inaugurada el 4 de mayo de ese año. La construcción de todo el convento duró casi 171 años.
Obras de arte en el interior
Dentro de la iglesia, hay varias esculturas y pinturas de diferentes siglos. Aunque no todas son obras maestras, tienen su propio interés. En el coro, hay una gran sillería de madera traída de Filipinas, que es muy especial. También hay un buen órgano construido en 1930.
En el claustro, se pueden ver grandes pinturas al óleo. Destaca una serie de siete cuadros del pintor Pablo Puchol, que muestran momentos importantes de la vida de San Agustín de Hipona.
Parte del edificio sigue funcionando como convento y seminario. También cuenta con una biblioteca interesante, que solo está abierta para investigadores.
Galería de imágenes
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Pinturas de Pablo Puchol en el claustro del convento
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