Convento de Santa Cruz (Córdoba) para niños
Datos para niños Convento de Santa Cruz |
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Localización | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Provincia | ![]() |
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Localidad | Córdoba | |
Dirección | Calle Agustín Moreno (6) | |
Datos generales | ||
Categoría | Monumento | |
Declaración | 2011 | |
El convento de Santa Cruz es un convento histórico ubicado en el centro histórico de Córdoba, en el conocido barrio de San Pedro. Fue fundado alrededor del siglo XV por Pedro de los Ríos y su esposa, Teresa Zurita.
Este edificio ha estado siempre muy conectado con la familia de los Ríos. Ellos fueron añadiendo nuevas partes al proyecto original. Esto creó un lugar interesante con varias casas organizadas alrededor de patios. El conjunto ha permanecido cerrado a la ciudad durante muchos siglos.
Algunos de sus espacios más destacados son el claustro principal, la iglesia y la casa de las novicias del siglo XVIII. También sobresalen la casa barroca del siglo XVIII, el patio del torno, la casa mudéjar y la casa del patio de Triana.
A pesar de que algunas partes están un poco deterioradas, el convento muestra elementos arquitectónicos de diferentes épocas. Se pueden ver estilos romano, musulmán, mudéjar y barroco. Estos elementos son testigos del desarrollo histórico y artístico de Córdoba.
El convento también tiene una decoración muy valiosa. Destacan los retablos dentro de la iglesia y la azulejería en sus patios. Además, cuenta con una colección de obras de arte, principalmente pinturas.
Contenido
Historia del Convento de Santa Cruz
Pedro de los Ríos, un importante señor de Fernán Nuñez y de Córdoba, expresó en su testamento su deseo de fundar un convento. Después de su fallecimiento, su viuda, Teresa Zurita, cumplió su voluntad. Así, en 1464, se fundó el convento de Santa Cruz en la capital cordobesa.
El nuevo convento fue ocupado por religiosas de la orden de Santa Clara, que siguen las reglas de San Francisco. Fue inaugurado bajo la dirección de fray Francisco de Miranda. Al principio, llegaron monjas del monasterio de Santa Clara de Córdoba. Cuando ese monasterio cerró definitivamente en 1868, sus religiosas se unieron a la comunidad de Santa Cruz.
¿Cómo es el Convento de Santa Cruz?
El convento de Santa Cruz de Córdoba es un conjunto de edificios con una forma irregular. El edificio principal, organizado alrededor del claustro, y la iglesia son muy importantes. También tiene un gran espacio que era un huerto.
Se entra al convento por la calle Agustín Moreno. Allí hay una entrada pequeña de estilo clasicista, del siglo XVII. Tiene un arco central rodeado de columnas y un frontón triangular. Desde aquí se llega a un primer patio. En este patio está el pórtico de la iglesia, con arcos sobre columnas.
La Iglesia del Convento
La iglesia tiene una forma rectangular con una sola nave y un coro al fondo. La nave se divide en tres partes, cada una con bóvedas de crucería del siglo XVII. Es posible que estas bóvedas oculten un antiguo techo de madera.
Dentro de la iglesia, hay un zócalo de azulejos con dibujos de plantas en azul y blanco, del siglo XVIII. El suelo, del siglo XVII, tiene piezas de cerámica con diseños de plantas y figuras geométricas en verde, blanco y amarillo.
La capilla mayor tiene una bóveda de arista y está separada de la nave por un arco. En la cabecera se encuentra el retablo mayor. Este retablo se construyó en dos etapas: la parte de abajo es de 1755 y la de arriba, de 1781, fue hecha por Alonso Gómez de Sandoval.
El retablo está dedicado a la Santa Cruz. En el centro hay una talla del Resucitado. A los lados, se ven imágenes de San Antonio, San Buenaventura, Santo Domingo, San Francisco, Santa Clara y Santa Elena. En la parte superior, hay una imagen de la Inmaculada del siglo XVIII.
Al final de la nave, hay dos coros, uno alto y otro bajo. El coro bajo tiene un techo de madera con casetones. El coro alto también tiene un techo de madera con escudos tallados.
En el lado izquierdo de la nave, hay un retablo con la imagen de San Francisco. Enfrente, en el lado derecho, hay otro retablo similar, de 1730. Este alberga una imagen de un Niño Jesús vestido.
Frente a la entrada, en el lado derecho, está el retablo más interesante: el retablo de Belén. Tiene once cuadros flamencos de cobre, inspirados en Rubens. Representan escenas de la vida de Jesús: la Adoración de los pastores, la Epifanía, la Presentación en el Templo, el Bautismo, la Multiplicación de panes y peces, las Bodas de Caná, el Camino del Calvario y la Cena en casa de Lázaro. En la parte superior, se ven la Crucifixión, el Descendimiento y el Santo Entierro.
Un último retablo, en el lado derecho, tiene una imagen de la Virgen del Mayor Dolor. Esta obra fue realizada por José de los Ríos Serrano en 1837. Todos estos retablos, junto con otras pinturas e imágenes, forman la rica decoración de la iglesia.
Capilla del Sacramento
Junto a la iglesia, a la derecha, se encuentra la capilla del Sacramento. Es una sala pequeña con un techo de madera. Desde aquí, las monjas podían participar en la misa sin salir de la clausura.
En el frente, hay un retablo del siglo XVII dedicado a Jesús Nazareno. También hay pinturas que muestran escenas como un Ecce Homo, una Piedad y el Camino del Calvario. En esta misma capilla, hay otro retablo de Cristo Resucitado (1750-1845) y el retablo de la Dolorosa, con imágenes de la Virgen Dolorosa y la Inmaculada del siglo XVII.
Casas de Triana y Mudéjar
Se accede al convento por una entrada con un arco conopial de estilo mudéjar. Esta entrada lleva a un patio de dos pisos con una galería abierta arriba. En el centro del patio, hay un pozo con azulejos decorados.
Más hacia el oeste, se añade una casa llamada "patio de Triana". Tiene dos pisos y una galería con vigas de madera. En el centro de este patio también hay un pozo.
Hacia el sur, está el patio del torno, con una forma irregular. Detrás, se encuentra el patio de los purificadores, con galerías de arcos de ladrillo. Alrededor de este patio, se levanta la casa mudéjar, un gran ejemplo de la arquitectura de esa época. Su techo de madera tiene decoraciones pintadas del gótico final.
El Claustro Principal
El claustro y la parte central del convento tienen forma cuadrada. Sus galerías están en los cuatro lados y tienen dos pisos. El primer piso tiene arcos sobre columnas, algunas de las cuales son de épocas romana y mudéjar.
Alrededor del claustro se encuentran las diferentes áreas del convento. La galería norte tiene la iglesia, la escalera principal y la capilla del Sacramento. La galería este, que da al huerto, tiene una sala de trabajo y un dormitorio. En la galería sur, está el comedor, desde donde se accede a una capilla barroca dedicada a Nuestra Señora de Belén. Cerca de aquí, están la cocina y otras áreas de servicio. La galería oeste conecta con las otras casas del conjunto. Los techos de las galerías son de madera pintada del siglo XV. En el centro del claustro, hay una fuente de mármol rojo de Cabra.
Capilla de Belén
La capilla de Nuestra Señora de Belén es pequeña. Tiene una sola nave con un crucero y una sacristía. Su techo tiene bóveda de arista decorada con pinturas y yeserías. Las paredes tienen un zócalo de mármol.
En el frente, hay un retablo con pinturas del siglo XVIII. Estas pinturas muestran a San Pedro, Santa Susana, María Magdalena, la Adoración de los Pastores, un monje, una samaritana, San Isidro, la Negación de San Pedro y San José. En la parte superior, la imagen de Jesucristo preside, rodeado por San Francisco y San Antonio.
El Campanario
El mirador de la torre campanario es cuadrado y tiene siete ventanas. Encima del mirador, se levanta la espadaña, que tiene una sola campana.
Casas Adicionales: Novicias y Barroca
Además de lo descrito, el convento incluye otras casas, como la "casa de novicias" y la "casa barroca", y otras dos más pequeñas.
La casa de novicias es del siglo XVIII, de estilo barroco. Fue construida alrededor de 1726 para doña Petronila y doña María José Gutiérrez de los Ríos. Ellas eran hijas de los Marqueses de las Escalonias, quienes apoyaban el convento. Tiene dos plantas alrededor de un patio y una torre mirador. Destaca su decoración con placas de relieves que aún conservan parte de su color original.
La casa barroca, también del siglo XVIII, tiene dos plantas y una fachada con balcones y ventanas que dan al huerto. Esta casa conserva una interesante decoración pintada en la fachada exterior de la segunda planta. Con colores como blanco, ocre, verde y granate, se representan pilas, escudos y marcos de ventanas. Estas pinturas crean un efecto visual llamado trampantojo, típico del estilo barroco. Es uno de los pocos ejemplos de pintura aplicada a la arquitectura que se conservan en Córdoba.
Las otras dos casas tienen una estructura similar, con galerías alrededor de un patio central. Sin embargo, se encuentran en un estado de conservación menos bueno. En una de ellas, todavía se puede ver un pozo central con azulejos.