Batalla de Millarapue para niños
Datos para niños Batalla de Millarapue |
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Parte de Guerra de Arauco | ||||
Fecha | 27 de noviembre o 30 de noviembre de 1557 | |||
Lugar | Millarapue, cerca de la actual Arauco, Chile | |||
Resultado | Victoria española | |||
Combatientes | ||||
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Comandantes | ||||
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Unidades militares | ||||
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La Batalla de Millarapue fue un importante enfrentamiento militar que ocurrió el 27 o 30 de noviembre de 1557. En esta batalla, las fuerzas mapuches, lideradas por el toqui Caupolicán, se enfrentaron al Imperio español, comandado por el gobernador García Hurtado de Mendoza. La victoria fue para los españoles.
Contenido
Antecedentes del Conflicto
La Llegada del Gobernador
El 24 de abril de 1557, el nuevo gobernador, García Hurtado de Mendoza, llegó a La Serena con cinco barcos. Poco después, se le unió el capitán Luis de Toledo con más refuerzos. En total, trajo 500 soldados españoles, la fuerza más grande enviada a Chile hasta ese momento.
El 26 de abril, Hurtado de Mendoza partió hacia Santiago, llegando el 5 de mayo para asumir su cargo. Era un joven con mucha energía, pero poca experiencia. El 28 de junio, se trasladó por mar desde Valparaíso a la isla Quiriquina con parte de sus tropas. Su caballería y los yanaconas (indígenas aliados) viajaron por tierra bajo el mando del capitán Toledo.
Enfrentamientos Previos
Los soldados españoles construyeron el fuerte San Luis, cerca de la actual Talcahuano. El 25 de agosto, los mapuches atacaron el fuerte por sorpresa. La batalla fue muy difícil para los españoles, pero la tripulación de los barcos los ayudó a tiempo.
Más tarde, el 29 de octubre, el gobernador salió de donde estaba Concepción. Cinco días después, cruzó el río Biobío hacia el sur. Cerca de la desembocadura del río, en Lagunillas, derrotó a los mapuches el 8 de noviembre.
Después de esta victoria, el gobernador aplicó castigos severos a los indígenas. Uno de los casos más conocidos fue el de Galvarino, a quien se le causaron graves daños. Más tarde, Hurtado de Mendoza intentó negociar, pero las tribus de la zona ya estaban decididas a luchar de nuevo.
Los españoles buscaron un fuerte mapuche en la sierra de Andalicán. Allí se encontraba Caupolicán con otros líderes. Galvarino apareció y mostró sus heridas, animando a su gente a buscar venganza. Les dijo que, después de ese trato, no era posible ninguna negociación.
Fuerzas en Combate
El Ejército Español
Según el cronista Mariño de Lobera, los españoles eran unos 600. Al inicio de la campaña, contaban con 1000 caballos y más de 4000 yanaconas. Estos eran indígenas aliados, la mayoría de la zona de Concepción.
Otros historiadores dan cifras diferentes. Quiroga menciona un ejército de 8000 a 9000 hombres, incluyendo 4000 arqueros aliados. Molina habla de 2000 indígenas auxiliares y más de 1000 jinetes de Perú.
Basándose en estos datos, Tomás Bonilla calcula que el ejército español que cruzó el Biobío tenía más de 4500 hombres. De ellos, entre 500 y 700 eran españoles, y el resto eran auxiliares.
Los Guerreros Mapuches
Las fuerzas mapuches también eran numerosas. Vivar estima que tenían 15 000 guerreros. Góngora de Marmolejo dice que eran 10 000, aunque no todos participaron en la batalla. Mariño de Lobera los cuenta en más de 20 000, divididos en tres grupos.
Quiroga afirma que Caupolicán había reunido 78 000 guerreros antes de cruzar el Biobío. Sin embargo, muchos murieron en Lagunillas. Historiadores modernos como Barros Arana creen que no eran más de 8000 a 10 000 guerreros. Bonilla reduce la cifra a unos 5000 antes de Lagunillas, y quizás 6000 para Millarapue.
Los mapuches habían aprendido a usar espadas y lanzas de acero capturadas a los españoles. Esto les ayudaba a compensar la diferencia en armas. Sin embargo, la mayoría solo tenía palos con piedras afiladas o huesos pulidos, y lanzas de madera. Aunque no tenían las mejores armas, estaban muy decididos a luchar.
Desarrollo de la Batalla
Movimientos Previos al Combate
Después de la batalla anterior, Hurtado de Mendoza pasó dos días en la zona de Arauco. Allí encontró las ruinas de un fuerte que había construido Valdivia. Una parte de su ejército, al mando de Arnao Segarra, se encontró con muchos indígenas. Los mapuches se retiraron a unos pantanos para refugiarse.
Un español, Juan Ralón, entró en el pantano y su caballo quedó atrapado. Fue atacado y perdió la vida. El gobernador envió jinetes a perseguir a los enemigos, pero no los encontraron. El ejército español siguió avanzando, con la caballería al frente y la infantería aliada cubriendo los lados.
El ejército pasó cerca de donde ocurrió la batalla de Marihueñu. Allí encontraron piezas de bronce capturadas en ese combate, incluyendo un cañón que los indígenas usaban como trofeo. Al saber que había un fuerte mapuche cerca, el gobernador envió al capitán Quiroga. Quiroga encontró el camino bloqueado por árboles cortados y regresó a informar.
El Combate Principal
Después de unos días de descanso, el gobernador entró en el valle de Millarapue. Era un lugar rodeado de quebradas profundas. Los españoles se colocaron en una colina alta, al saber que el ejército mapuche estaba en un fuerte cercano.
Según Quiroga, un mensajero indígena llegó al campamento español. Ofreció un duelo entre el gobernador y el toqui. Hurtado de Mendoza aceptó, pero sus oficiales le dijeron que era una trampa para espiar sus defensas. Los españoles mejoraron sus fortificaciones y aumentaron la vigilancia.
Caupolicán, por su parte, reunió a sus líderes. Los animó a luchar y les dijo que un espíritu le había mostrado una visión de la victoria. En esta reunión, Caupolicán discutió con el líder local Turcupichun. Turcupichun lo convenció de cambiar sus planes. Se decidió que Turcupichun atacaría por el frente, y Caupolicán lo haría después por la retaguardia.
Al amanecer siguiente, los mapuches comenzaron a acercarse. Algunos cronistas dicen que lo hicieron en silencio para sorprender, pero fueron detectados por los centinelas españoles. Al ser descubiertos, los mapuches empezaron a gritar y tocar sus trompetas. Esto fue un error, ya que perdieron el factor sorpresa.
Los mapuches se organizaron en tres grupos. El primero atacó por la derecha española. El segundo, un poco más atrás, atacó el lado izquierdo español. El tercer grupo, la reserva, estaba en un cerro pequeño. Caupolicán estaba con este último grupo, montado en un caballo blanco.
Hurtado de Mendoza ordenó a sus soldados formar en la plaza del campamento. Dividió sus fuerzas. Una compañía, con 20 arcabuceros y 20 soldados con escudos, fue enviada a enfrentar al grupo mapuche más cercano. Cuatro cañones, ubicados en una altura, estaban protegidos por una compañía de infantería.
Mientras tanto, el gobernador lideró dos compañías de jinetes y una de infantes. Les ordenó esperar el momento para atacar al grupo mapuche más lejano. Sin embargo, estas tropas no obedecieron y atacaron, perdiendo dos jinetes. Los indígenas tenían ventaja en el terreno, con laderas y llanos estrechos.
La caballería española atacó dos veces, pero no pudo romper las líneas mapuches. Los mapuches estaban bien organizados, con lanzas y escudos, y lanzaban proyectiles. También golpeaban a los caballos con palos, asustándolos.
El gobernador tuvo que ayudar a sus tropas. La artillería española atacó al ala derecha mapuche, que resistía fuertemente. Caupolicán adelantó su reserva para apoyar a su ala derecha.
En ese momento, los españoles capturaron a un prisionero. El gobernador le hizo sufrir daños y lo envió a los líderes mapuches con un mensaje: si se rendían, los dejaría en paz, pero si seguían luchando, les haría lo mismo. Sin embargo, el prisionero animó a sus compañeros a luchar hasta el final.
La artillería española fue clave. Disparó contra las filas densas de guerreros, desorganizándolas. Luego, el gobernador ordenó a dos compañías de arcabuceros disparar. Después, tres unidades de caballería cargaron contra el segundo grupo mapuche, logrando dispersarlos.
Esto dejó expuestos a los españoles en la derecha, quienes pidieron ayuda. Una compañía de arcabuceros y la caballería del capitán Alonso de Ercilla intervinieron para contener a los mapuches. Los españoles se habían confiado, pero el tercer grupo de reserva mapuche estaba llegando. Finalmente, los arcabuceros de Pacheco dispararon y lograron que el resto huyera.
Muchos indígenas perdieron la vida o se rindieron. La división mapuche de la derecha se retiró con pocas bajas. La persecución de los vencidos duró media legua. Quiroga y Ulloa empujaron a los mapuches a una quebrada, donde un gran número de ellos perdió la vida. La batalla duró desde el amanecer hasta las 2 de la tarde.
La versión de Molina es un poco diferente. Dice que la caballería española atacó la primera línea mapuche, liderada por Caupolicán. Los mapuches resistieron y lograron hacer retroceder a los jinetes. Un líder mapuche llamado Tucapel se destacó, causando muchas bajas a los españoles.
La victoria parecía ser para los mapuches. Pero Hurtado de Mendoza envió su reserva contra otro grupo mapuche. Esta unidad fue desorganizada y huyó, causando caos. Caupolicán intentó reorganizar a sus hombres, pero fue inútil y tuvo que retirarse.
Resultados y Consecuencias
Bajas y Prisioneros
Según Jerónimo de Vivar, las fuerzas españolas causaron la muerte de 120 enemigos, incluyendo siete líderes y el hermano de Caupolicán. Los soldados de Hurtado de Mendoza acabaron con 300 guerreros y capturaron a otros 500. Entre los prisioneros estaba Galvarino, quien había animado a los suyos a luchar. Él fue uno de los veinte líderes mapuches que perdieron la vida.
Alonso de Góngora Marmolejo dice que se capturaron 600 indígenas y un número similar perdió la vida. También se ejecutó a 10 líderes mapuches. Diego de Rosales afirma que murieron 400 mapuches y se capturaron 1000, siendo ejecutados 80 líderes poco después. Juan Ignacio Molina solo menciona que doce líderes y Galvarino fueron ejecutados.
Jerónimo de Quiroga relata una gran cantidad de mapuches que perdieron la vida y la captura de 12 líderes. Se creyó que el toqui había muerto, pero no se encontró su cuerpo. Pedro Mariño de Lobera habla de 3000 indígenas muertos y 800 capturados. Bonilla estima 1200 muertos y 600 prisioneros.
Vivar y Góngora Marmolejo mencionan que muchos soldados y caballos españoles resultaron heridos, pero no hubo muertos graves. Mariño de Lobero también dice que hubo un número considerable de heridos.
Continuación de la Campaña
Inmediatamente después de la batalla, los españoles avanzaron hasta Lebu. Al día siguiente, llegaron a las ruinas del fuerte de Tucapel. El gobernador ordenó saquear las aldeas cercanas durante cuatro días para conseguir alimentos. Luego, mandó reconstruir la fortaleza.
El 11 de diciembre, el capitán Quiroga y 35 soldados salieron a buscar provisiones. Se encontraron con 3000 mapuches en un llano. Los españoles atacaron y dispersaron a sus enemigos, sufriendo 15 heridos, pero causando la muerte de 100 indígenas. El 6 de enero de 1558, llegaron nuevos colonos y se reconstruyó Concepción por tercera vez.
Según Bonilla, la ausencia de caballería mapuche fue clave para la victoria española. Las unidades montadas se movían más rápido, permitiendo a los españoles reforzar sus líneas. También fue importante que los indígenas no atacaran los cañones, lo que permitió su uso para desorganizar a los grupos mapuches.
La batalla no fue totalmente decisiva, ya que el ejército mapuche se retiró en orden. Sin embargo, su valentía no fue suficiente para superar el armamento español. Los mapuches demostraron que podían resistir los ataques de la caballería y luchar de forma organizada durante muchas horas.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Battle of Millarapue Facts for Kids