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Claude-Adrien Helvétius para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Claude-Adrien Helvétius
Portrait de Claude Adrien Helvetius, Collection des Grands Hommes, G.4189(3).jpg
Información personal
Nacimiento 26 de enero de 1715
rue Sainte-Anne (Francia)
Fallecimiento 26 de diciembre de 1771
París (Reino de Francia)
Sepultura Iglesia de San Roque
Nacionalidad Francesa
Religión Ateísmo
Lengua materna Francés
Familia
Padre Jean-Claude-Adrien Helvétius
Cónyuge Anne-Catherine Helvétius
Información profesional
Ocupación Filósofo, escritor, moralista, poeta y enciclopedista
Área Filosofía
Cargos ocupados Fermier général (1738-1751)
Movimiento Ateísmo
Miembro de

Claude-Adrien Helvétius (nacido en París, Francia, el 26 de enero de 1715 y fallecido en la misma ciudad el 26 de diciembre de 1771), a veces llamado Claudio Adrián Helvecio en español, fue un importante filósofo francés. Su nombre real era Claude-Adrien Schweitzer. Compartía el apodo Helvétius (que significa 'Helvético' o 'Suizo') con su abuelo, un conocido alquimista llamado Johann Friedrich Schweitzer.

Biografía de un pensador francés

Archivo:Helvétius
Retrato de Helvétius, realizado por Augustin de Saint-Aubin.

Claude-Adrien Helvétius venía de una familia de médicos. Su abuelo, Johann Friedrich Schweitzer, fue quien introdujo el uso medicinal de una planta llamada ipecacuana. Su padre fue el médico principal de la reina María Leszczynska de Francia.

Helvétius estudió con los jesuitas y se preparó para una carrera en finanzas. Sin embargo, le gustaba mucho escribir poesía. Cuando tenía poco más de veinte años, consiguió un puesto muy bien pagado como fermier général, que era un tipo de recaudador de impuestos en la Francia de esa época.

Se casó con Anne-Catherine de Ligniville. Juntos, tuvieron un famoso salón literario en su casa, conocido como la Sociedad de Auteuil. A este lugar asistían muchas de las personas más importantes en el arte, la ciencia y la cultura de la Ilustración francesa. La Ilustración fue un movimiento intelectual que promovía la razón y el conocimiento.

En 1751, a los 33 años, Helvétius obtuvo otro puesto importante como mayordomo de la reina, lo que le daba un ingreso muy alto.

Helvétius se interesó por la filosofía del materialismo, que sugiere que todo lo que existe es materia y energía. Leyó con entusiasmo el libro Ensayo sobre el intelecto humano del filósofo John Locke, quien creía en el Empirismo (la idea de que todo nuestro conocimiento viene de la experiencia y los sentidos). Helvétius pensaba que todas nuestras ideas provienen de las sensaciones. Quería aplicar estas ideas al estudio de la ética (lo que está bien y mal) y la política.

También colaboró en la Enciclopedia, una obra muy importante de la época, dirigida por Denis Diderot y D'Alembert.

Ideas sobre el interés y la felicidad

Helvétius creía que el interés es muy importante. Para él, el interés es el deseo de sentir placer y evitar el dolor, buscando la mayor felicidad posible. Pensaba que este interés es tan fuerte en cada persona que explica todas sus acciones. Además, creía que este interés no es algo espiritual, sino que viene de nuestros sentidos.

Según Helvétius, las personas buscan satisfacer sus propios intereses. Lo "bueno" es aquello que nos es útil para lograrlo. Sin embargo, surge un problema: ¿cómo equilibrar los intereses de cada persona con el interés de toda la sociedad? Él pensaba que las leyes defectuosas a menudo causan conflictos.

Su objetivo era lograr el mayor bien para la mayor cantidad de personas. Creía que esto se consigue con leyes adecuadas, ya que decía que "los problemas de un pueblo siempre están escondidos en el fondo de su legislación". Para él, el interés individual puede y debe ser guiado para beneficiar el interés general de la sociedad.

El papel del legislador

Helvétius pensaba que los legisladores (quienes crean las leyes) son los encargados de decidir qué es bueno para todos. Su tarea es usar el deseo de las personas de buscar su propio beneficio (su egoísmo) para que sean justas con los demás. Así se lograría un equilibrio perfecto en la sociedad. Esto se consigue con leyes que hagan felices a los ciudadanos, dándoles la mayor cantidad de placeres que sean compatibles con el bien público. Por eso, se le considera uno de los primeros pensadores del utilitarismo, una filosofía que busca la mayor felicidad para el mayor número de personas.

Archivo:Le Château de Voré
Castillo de Voré, cerca de Rémalard, donde Helvétius pasaba tiempo.

Sus obras más conocidas son De l'Esprit (Del espíritu, 1758), que fue criticada por las autoridades de la época y quemada en público. Otra obra importante es De l'Homme, de ses facultades et de son éducation (Del hombre, de sus facultades y de su educación), publicada después de su muerte en 1772.

Ideas principales de su filosofía

El interés propio como motor

La filosofía de Helvétius se relaciona con la idea del egoísmo psicológico. Sus puntos clave son:

  • Todas las capacidades humanas, como la memoria o el juicio, pueden explicarse a partir de las sensaciones físicas. La única diferencia entre los humanos y los animales es nuestra forma de organizarnos físicamente.
  • El interés propio, basado en el deseo de placer y el miedo al dolor, es la única razón detrás de nuestros juicios, acciones y sentimientos. Él decía que "estos dos son, y siempre serán, los únicos principios de acción en el hombre". Incluso cuando alguien se sacrifica, es porque el placer de esa acción supera el dolor, lo que es resultado de una decisión consciente.
  • No tenemos libertad total para elegir entre el bien y el mal. Las ideas de justicia e injusticia cambian según las costumbres de cada lugar.

Esta forma de ver al ser humano era similar a la de Thomas Hobbes: el hombre es un sistema que puede ser controlado mediante recompensas y castigos, y el objetivo del gobierno es asegurar la mayor cantidad de placer.

La igualdad de las mentes

Helvétius creía que "todos los hombres tienen la misma capacidad para entender". Como muchos seguidores de Locke en la Ilustración francesa, veía la mente humana como una "pizarra en blanco" (conocida como Tabula rasa). Esto significaba que no nacemos con ideas o habilidades innatas. Las diferencias que vemos entre las personas no se deben a su naturaleza, sino a su deseo de aprender. Este deseo nace de las pasiones, que todos los seres humanos bien organizados pueden sentir en el mismo grado. Por lo tanto, Helvétius pensaba que la educación lo es todo.

Esta idea de igualdad se aplicaba a todas las personas en todas las naciones. Las diferencias entre países no eran por diferencias innatas, sino por el sistema de educación y gobierno. Él escribió: "Ninguna nación tiene motivos para considerarse superior a las demás por sus dones innatos".

El poder de la educación

Dado que todos los hombres tienen el mismo potencial natural, Helvétius argumentaba que todos tienen la misma capacidad para aprender. Por lo tanto, la educación es la clave para mejorar la sociedad. Creía que una buena educación podría generar grandes mejoras sociales. Aunque algunas personas parecen tener más cualidades que otras, él decía que esto se debe a la educación, las leyes y el gobierno.

Por ejemplo, si en Londres había más personas sabias que en Francia, era porque en Londres "cada ciudadano participa en la gestión de los asuntos generales". Concluía que "el arte de formar hombres está en todos los países [...] estrechamente relacionado con la forma de gobierno". Así, la educación, con la ayuda del gobierno, es el camino para la reforma.

En resumen, su pensamiento principal era que la ética pública debe basarse en la utilidad (lo que es útil para la mayoría), y que la cultura y la educación son fundamentales para el desarrollo de una nación.

Su influencia en otros pensadores

Las ideas más originales de Helvétius, como la igualdad natural de las mentes y el poder de la educación, no fueron aceptadas por todos, pero sí influyeron en filósofos como John Stuart Mill. Cesare Beccaria dijo que se inspiró mucho en Helvétius para cambiar las leyes penales. También influyó en el utilitarista Jeremy Bentham.

Los aspectos materialistas de Helvétius, junto con los de Paul Henri Thiry d'Holbach, tuvieron un impacto en Karl Marx, el creador del materialismo histórico y el comunismo. Marx estudió las ideas de Helvétius en París y las llamó la "base social materialista del comunismo".

Críticas a su filosofía

La filosofía de Helvétius fue muy criticada por el sacerdote católico Vicente Martínez Colomer en su novela El impío por vanidad (1795), debido a su contenido diferente a las ideas religiosas de la época.

El filósofo alemán Johann Georg Hamann también se opuso fuertemente a las ideas racionalistas de Helvétius.

El filósofo británico Isaiah Berlin incluyó a Helvétius entre los seis "enemigos de la libertad" que, según él, sentaron las bases del autoritarismo moderno.

Poesía de Helvétius

Helvétius también tenía ambiciones como poeta. Escribió un poema llamado Le Bonheur (La Felicidad), publicado después de su muerte en 1773. En este poema, desarrolla la idea de que la verdadera felicidad se encuentra cuando los intereses de una persona coinciden con los intereses de todos.

Obras importantes

Escritas en francés

Sus Obras completas se publicaron en varios volúmenes a lo largo de los años.

  • De l'Esprit (Del espíritu, 1758)
  • De l'Homme, de ses facultés et de son éducation (Del hombre, de sus facultades y de su educación, publicado después de su muerte en 1772)
  • Le vrai sens du système de la Nature (El verdadero sentido del sistema de la naturaleza, 1774)
  • Les progrès de la raison dans la recherche du vrai (Los progresos de la razón en la investigación de lo verdadero, 1775).

Traducciones al español

  • Del espíritu. Madrid: Editora Nacional, 1984.
  • Del espíritu. Pamplona: Laetoli, 2012.

Reconocimientos

El asteroide (6972) Helvetius fue nombrado en su honor.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Claude Adrien Helvétius Facts for Kids

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