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Callos a la madrileña para niños

Enciclopedia para niños

Los callos a la madrileña son un plato muy conocido y tradicional de la ciudad de Madrid, en España, especialmente popular durante los meses fríos de invierno. Se preparan principalmente con partes del estómago de la vaca, que se consiguen en tiendas especializadas en este tipo de productos, llamadas casquerías.

Este guiso se sirve siempre muy caliente en una olla o cazuela de barro. Suele llevar trozos de chorizo y morcilla, además de jamón. Es un plato que no es muy caro de preparar, ya que sus ingredientes son económicos. Junto con el famoso cocido madrileño, los callos son uno de los platos más representativos de la gastronomía de Madrid.

Archivo:Callos cociendose
Callos cociéndose en una olla
Archivo:La callera (costumbres madrileñas), de Ortego
«La callera (costumbres madrileñas)», de Francisco Ortego, en El Museo Universal, 1869.
Archivo:Callos a la Madrilleña-2009
Gelatina de callos a la madrileña.
Archivo:Callos de ternera- crudos
Callos crudos y preparados antes de ser guisados (vista de casquería).
Archivo:BarroCallos-Cascorro
Callos en cazuela de barro a la manera tradicional.
Archivo:Ración de callos de ternera (España)
Ración de callos cocidos de ternera

Un Plato con Historia

No se sabe con exactitud cuándo se empezó a preparar este plato en Madrid. Sin embargo, hay registros muy antiguos que lo mencionan. Por ejemplo, en un libro de 1599 llamado Guzmán de Alfarache, se habla de "revoltillos hechos de las tripas, con algo de los callos del vientre". Esto demuestra que ya se comían en esa época.

Más tarde, en 1607, un cocinero llamado Domingo Hernández de Maceras incluyó una receta de callos en su libro de cocina. Al principio, los callos eran un plato que se servía en las tabernas más sencillas. Con el tiempo, se hicieron tan populares que llegaron a los restaurantes más elegantes de Madrid, como Casa Ricardo, fundado en 1935, o Lhardy, que ya los ofrecía en el siglo XIX.

¿Cómo se Preparan los Callos?

Este plato tan característico se puede encontrar en muchos bares y restaurantes de Madrid. Los callos suelen incluir diferentes partes de la vaca, como el estómago, el morro (la parte del hocico) y las patas. Se recomienda que sean de ternera, que es la carne de vaca joven.

Ingredientes Principales

Además de los callos, el plato lleva chorizo cortado en rodajas y morcilla. Antiguamente, las partes de la vaca se lavaban durante casi un día entero para limpiarlas bien. Hoy en día, esto es más fácil porque se venden ya limpias en las casquerías.

El Secreto de la Cocción Lenta

Los ingredientes se cocinan a fuego muy lento en un caldo de carne. Se les añade pimentón, que les da su color rojo tan especial, y también salsa de tomate. Para darle mucho sabor, se usan varias especias como clavo de olor, hoja de laurel, nuez moscada, tomillo, romero y ajo.

La cocción lenta es clave para que la gelatina de la carne se suelte y se mezcle con todos los ingredientes, creando una salsa espesa y deliciosa. Algunos cocineros debaten si se debe incluir el morro de la vaca o no.

Como tardan mucho tiempo en cocinarse, los callos son un plato que requiere mucha dedicación. Por eso, a veces es más fácil comprarlos ya preparados en los supermercados. Suelen tener un toque ligeramente picante, gracias a las guindillas que se añaden durante la preparación. Es un plato con un sabor muy particular, que a veces a los extranjeros les sorprende. Es muy común pedirlo como una tapa en los bares. Se sirve muy caliente para que la salsa no se endurezca y mantenga una textura suave. Esta característica lo hace perfecto para los días fríos de invierno. Además, se dice que los callos están aún más ricos al día siguiente de prepararlos.

¿Con Qué se Acompañan?

Como los callos nacieron en las tabernas, muchos expertos sugieren acompañarlos con vino tinto. Algunos prefieren un vino joven, mientras que otros eligen uno con más cuerpo. También hay quienes piensan que un vino blanco puede ser una buena opción. Tradicionalmente, se recomienda maridarlos con vinos de Madrid.

Callos en Otros Lugares del Mundo

Aunque los callos a la madrileña son muy famosos, este tipo de plato se come en muchas otras partes de España y del mundo, con algunas diferencias:

  • En el sur de España, los callos suelen ser más aromáticos, a veces con hierbabuena, y no llevan morcilla.
  • En Asturias, se les añade morcilla asturiana, que les da un sabor ahumado.
  • En Cataluña y Murcia, se preparan con garbanzos.
  • En Francia, se comen "al estilo de Caen".
  • En Portugal, son famosas las "tripas à moda do Porto".
  • En Italia, se conoce la "tripa a la florentina", con muchas variaciones regionales.
  • En Turquía y los Balcanes, es muy popular una sopa de callos.
  • En Chile, existe un plato llamado "Guatitas a la jardinera", que lleva verduras, salsa de tomate y se sirve con arroz. A veces se les llama "callos a la madrileña" o "guatitas a la española", y en lugar de chorizo, usan longaniza y patas de ternera.
  • En Perú, el Cau cau es una versión que se acompaña con arroz.
  • En México, las tripas se usan en los famosos tacos de tripa o en un guiso picante llamado "Pancita" o "Menudo", que a veces lleva garbanzos.

Cada lugar tiene su propia forma especial de preparar este plato, lo que lo hace único.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Callos a la Madrileña Facts for Kids

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Callos a la madrileña para Niños. Enciclopedia Kiddle.