Batalla de Winchelsea para niños
Datos para niños Batalla de Winchelsea |
||||
---|---|---|---|---|
la Guerra de los Cien Años Parte de guerra de los Cien Años |
||||
![]() Representación medieval de un combate naval recogida en las Crónicas de Jean Froissart.
|
||||
Fecha | 29 de agosto de 1350 | |||
Lugar | Winchelsea, (![]() |
|||
Coordenadas | 50°53′N 0°49′E / 50.88, 0.81 | |||
Resultado | Victoria pírrica inglesa | |||
Beligerantes | ||||
|
||||
Comandantes | ||||
|
||||
Fuerzas en combate | ||||
|
||||
Bajas | ||||
|
||||
La Batalla de Winchelsea, también conocida como la batalla de Les Espagnols sur Mer, fue un importante enfrentamiento naval. Ocurrió el 29 de agosto de 1350, cerca de la costa de Winchelsea, Inglaterra. En esta batalla, la flota inglesa, liderada por el rey Eduardo III y su hijo, el Príncipe Negro, atacó a una flota de barcos de Castilla que regresaba de Brujas.
Esta batalla fue parte de la Guerra de los Cien Años, un largo conflicto entre Inglaterra y Francia. El rey Eduardo III quería detener la ayuda que los marinos de Vascos y Cántabros daban a Francia. También buscaba vengarse de ataques previos de barcos corsarios (barcos privados autorizados a atacar naves enemigas). Sin embargo, un año después, Inglaterra y la Hermandad de las Marismas (una unión de ciudades costeras castellanas) firmaron un acuerdo de paz. Este acuerdo garantizaba el comercio seguro en aguas inglesas.
Desde el punto de vista francés, el rey Eduardo estaba preparando su flota para cruzar el canal y ser coronado rey de Francia. Pero fue sorprendido por la flota castellana, comandada por Carlos de la Cerda. Carlos de la Cerda era de la realeza castellana, pero vivía en Francia y poco después de la batalla fue nombrado un alto oficial militar por el rey Juan II de Francia.
Contenido
¿Por qué ocurrió la Batalla de Winchelsea?
La neutralidad de Castilla en la Guerra de los Cien Años
Cuando comenzó la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, el reino de Castilla intentó mantenerse neutral. El rey Alfonso XI de Castilla buscaba acuerdos con ambos lados para mantener abiertas las rutas comerciales hacia Brujas. Estas rutas eran muy importantes para el comercio de lana de Castilla.
Sin embargo, mantener la neutralidad se volvió difícil, especialmente después de la muerte de Alfonso XI. El nuevo rey, Pedro I, comenzó a buscar una alianza matrimonial con la familia real francesa. Esto permitió a los marinos de la costa cantábrica (del norte de España) actuar como mercenarios (soldados que luchan por dinero) para Francia o como corsarios. A cambio, entregaban una parte de sus ganancias al rey. Así, comenzaron a atacar barcos ingleses.
La respuesta de Inglaterra a los ataques corsarios
El 10 de agosto de 1350, el rey Eduardo III de Inglaterra anunció que enfrentaría el problema de los corsarios castellanos. Envió mensajes a los obispos de Canterbury y York pidiéndoles que rezaran por ayuda divina en esta situación peligrosa.
En una carta a la ciudad de Bayona, Eduardo III explicó que "gente de las tierras de España" había atacado sus barcos y tratado mal a sus hombres, sin respetar los acuerdos de neutralidad. También dijo que estaban reuniendo una gran flota en Flandes para invadir Inglaterra y "dominar el mar". Por eso, justificó la captura de barcos y marineros.
La flota inglesa se prepara
Para resolver el problema de los ataques en el mar, el propio rey Eduardo III viajó a Winchelsea. Lo acompañaban sus hijos, el Príncipe Negro y el conde de Richmond, que solo tenía diez años. Las damas de la corte se quedaron en un convento cercano.
Allí se reunió una flota inglesa de unas 54 naves. Estas incluían cinco urcas (barcos de carga), treinta kogges (barcos mercantes) y diecinueve pinazas (barcos más pequeños y rápidos).
La flota castellana se refuerza
En Flandes, donde estaban los barcos castellanos por razones de comercio, llegaron noticias de los preparativos ingleses. Por eso, los capitanes castellanos decidieron reforzar sus naves. Embarcaron mercenarios y pusieron a Carlos de la Cerda al mando.
No se sabe con exactitud cuántos barcos castellanos había. Algunos cronistas ingleses decían que los castellanos tenían diez veces más barcos. Pero Jean Froissart, un famoso cronista francés, mencionó que eran cuarenta barcos, "grandes y hermosos", con diez mil hombres a bordo.
El rey Eduardo III subió a su barco, el Thomas, el 28 de agosto, esperando la llegada de la flota enemiga. El 29 de agosto, un domingo, la flota castellana llegó a Winchelsea con el viento a favor, justo cuando la escuadra inglesa salía del puerto en formación.
¿Cómo se desarrolló la Batalla de Winchelsea?
Unos veinticuatro barcos castellanos, que navegaban hacia el sur con mercancías de Flandes, fueron interceptados por la flota inglesa. Los ingleses tenían aproximadamente el doble de barcos.
Los barcos castellanos eran más altos, lo que les permitía usar ballestas y catapultas para causar muchos daños a los barcos ingleses, que estaban llenos de soldados. Sin embargo, la mayoría de los barcos castellanos fueron abordados y vencidos en una lucha cuerpo a cuerpo. Se tomaron muy pocos prisioneros, y muchos castellanos perdieron la vida en el mar. A pesar de esto, las pérdidas de vidas en el lado inglés fueron mayores.
El cronista francés Jean Froissart, quien trabajaba para el rey Eduardo III, escribió la descripción más completa de la batalla. Froissart describió la batalla como si fuera un torneo de caballeros. Aunque la marina castellana podría haber evitado el combate, decidió enfrentarse.
El barco principal inglés chocó contra uno castellano. El impacto fue tan fuerte que el barco de Eduardo III quedó muy dañado y tuvo que ser abandonado antes de hundirse. Froissart cuenta que Eduardo dio la orden a sus capitanes: "Dirigíos contra aquella nave que se acerca derecho hacia aquí, pues justar quiero contra ella."
La batalla se libró abordando los barcos y luchando de cerca. Las crónicas hablan de un combate muy intenso, donde los vencidos eran arrojados al mar. El barco del Príncipe Negro también se hundió después de ser abordado por un barco castellano que le hizo un agujero en el casco. Sin embargo, el príncipe logró pasar a la cubierta del barco castellano y capturarlo con la ayuda de otro barco inglés que lo atacó por el otro lado.
La batalla terminó cuando un escudero flamenco llamado Hannequin cortó la cuerda principal de la vela del barco castellano que arrastraba el barco de su señor. Los marinos castellanos, sorprendidos y cubiertos por la vela, fueron fácilmente capturados. Los ingleses lograron apoderarse de entre catorce y veintiséis naves castellanas.
¿Qué pasó después de la Batalla de Winchelsea?
Consecuencias inmediatas y acuerdos de paz
Después de la victoria, Eduardo III mandó grabar monedas con el título de King of the Sea (Rey del Mar). Sin embargo, su triunfo no fue decisivo. El 8 de septiembre, ya estaba advirtiendo a la gente de Bayona sobre nuevos ataques de los españoles, a quienes llamó "enemigos notorios en tierra y en mar".
En noviembre de 1350, Eduardo III envió representantes para negociar la paz con los capitanes y marineros cántabros que estaban en Flandes.
El 1 de agosto de 1351, Eduardo III firmó un tratado en Londres con las ciudades de la Hermandad de las Marismas. Los representantes de la Hermandad eran Juan López de Salcedo de Castro Urdiales, Diego Sánchez de Lupard de Bermeo, y Martín Pérez de Golindano de Guetaria.
Este acuerdo reconocía el derecho de los marinos cántabros a navegar y comerciar libremente en aguas inglesas. También establecía una tregua de veinte años y creaba un tribunal para resolver conflictos entre marinos de ambos reinos. Poco después, el rey de Castilla ratificó este acuerdo en las Cortes de Valladolid.
El dominio del mar y futuros ataques
La batalla de Winchelsea tampoco le dio a Inglaterra un control total del mar. En el Atlántico, no existían barcos de guerra especializados como las galeras de remos del Mediterráneo. Las flotas atlánticas, usadas principalmente para transportar tropas, se formaban en su mayoría con barcos mercantes que eran requisados para la ocasión.
Las costas a ambos lados del canal de la Mancha quedaron sin protección frente a los ataques desde el mar. Durante la Guerra de los Cien Años, barcos castellanos y franceses atacaron y quemaron muchos puertos y ciudades costeras inglesas. Entre ellas se encontraban Plymouth, Southampton y la propia Winchelsea.
Véase también
En inglés: Battle of Winchelsea Facts for Kids