Arturo Campión para niños
Datos para niños Arturo Campión |
||
---|---|---|
![]() Retrato de Arturo Campión tomado de
La tradició catalana, n.º 1, abril 1893. |
||
Información personal | ||
Apodo | Mendaurreko Urtxintxa | |
Nacimiento | 7 de mayo de 1854 Pamplona, España |
|
Fallecimiento | 18 de agosto de 1937 San Sebastián, España |
|
Nacionalidad | española | |
Educación | ||
Educado en | Universidad De Sancti Spiritus | |
Información profesional | ||
Ocupación | Filólogo, político y escritor | |
Cargos ocupados | Senador de España | |
Movimiento | Euskal Pizkundea | |
Miembro de |
|
|
Distinciones |
|
|
Arturo Campión Jaimebon (nacido en Pamplona el 7 de mayo de 1854 y fallecido en San Sebastián el 18 de agosto de 1937) fue un importante escritor, lingüista y figura pública española. Su forma de pensar sobre la región de Navarra y el País Vasco evolucionó a lo largo de su vida.
Fue uno de los fundadores de la Real Academia de la Lengua Vasca y ayudó a diseñar la actual bandera de Navarra. Como experto en idiomas, fue miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca y también de la Real Academia Española, representando al euskera. En su papel público, fue concejal en el Ayuntamiento de Pamplona y también diputado en las Cortes Generales. Como escritor, exploró muchos tipos de textos, como discursos, artículos, novelas, cuentos y libros sobre historia y lenguas. Dedicó su vida a la frase "Euskalerriaren alde" (que significa "a favor del País Vasco") y a recuperar las leyes y costumbres propias de Navarra.
Contenido
Los primeros años de Arturo Campión y su educación
Arturo Campión nació en la calle Chapitela de Pamplona, la capital de Navarra. Su abuelo venía del norte de Italia. Su padre tenía ideas progresistas y era el presidente del Orfeón Pamplonés, un famoso coro.
Estudió en el Instituto de Pamplona, donde conoció a Estanislao de Aranzadi. Desde joven mostró su interés por la literatura, escribiendo artículos para periódicos como La Menestra y La Montaña. A los dieciocho años, participó en un conflicto de la época.
Estudió la carrera de Derecho en la Universidad de Oñate. Tuvo que terminar sus estudios en Madrid en 1876 porque el título de Oñate dejó de ser válido. En Madrid, colaboró con el periódico La Paz y escribió un artículo llamado "El Euskara", donde pedía que se creara un grupo para estudiar el idioma euskera.
Las obras más importantes de Arturo Campión
En 1876, Arturo Campión publicó su primer libro, Consideraciones acerca de la cuestión foral y los carlistas en Navarra. En este libro, defendía las leyes y costumbres propias de la región vasca, que estaban a punto de ser eliminadas. Creía que la cultura vasca estaba llegando a su fin.
En 1877, fue clave en la fundación de la Asociación Euskara de Navarra. Al principio, se llamó "Academia Etnográfica de Navarra". Campión la fundó junto a otras personas importantes de Navarra, como Esteban Obanos y Juan Iturralde y Suit. El objetivo de esta asociación era claro:
«Si el pueblo euskara cuya raza, cuyo genio peculiar, cuyas costumbres son tan esencialmente distintas de las de los otros pueblos, ha podido conservar su personalidad, y se ha mantenido con su genuino carácter y sus varoniles virtudes a través de los siglos, es indudablemente porque supo guardar, como en depósito sagrado, esa antiquísima lengua vascongada.»
En diciembre de 1877, después de estudiar euskera durante ocho meses, escribió la balada Orreaga. La escribió en varios dialectos del euskera, incluyendo el guipuzcoano, vizcaíno, labortano, suletino y 18 variedades del euskera de Navarra.
En 1879, con la leyenda Gastón de Belzunce, comenzó una serie de cuentos y leyendas cortas. Siguió escribiendo y publicando estas obras hasta los 70 años. El último título de esta serie fue El rosario de las lavanderas.
En 1882, dirigió el periódico LAU BURU, que se centraba en las leyes y costumbres de la región. Este periódico, que también contó con la colaboración de Hermilio de Olóriz, tenía un enfoque más religioso que político.
El euskera captó su atención en 1883 y 1884. Primero publicó el Ensayo acerca de las leyes fonéticas de la lengua vasca. Poco después, apareció su gran obra Gramática de los cuatro dialectos literarios de la lengua éuskara, que había publicado por partes desde 1881 en la Revista Euskara. Entre 1884 y 1888, creó su importante obra "El genio de Nabarra", que no llegó a terminar y donde resumió sus ideas.
En 1885, a los 35 años, escribió su primera novela, D. García Almorabid, después de escribir sobre Víctor Hugo.
Siempre defendió las fiestas y tradiciones vascas. En 1891, fue invitado a los Juegos Florales en Barcelona, donde aprovechó para elogiar la cultura catalana.
A partir de 1896, publicó las Euskarianas, una colección de sus escritos sobre temas vascos que antes habían aparecido en periódicos y revistas.
En 1898, publicó Blancos y negros, una novela que impresionó a Miguel de Unamuno. También escribió La bella Easo (1909), que era la favorita del autor.
Sus discursos y conferencias entre 1891 y 1906 se publicaron juntos en 1907 bajo el título Discursos políticos y literarios.
En 1910, cerca de la celebración del aniversario de la Batalla de las Navas de Tolosa, Campión, junto con Julio Altadill y Hermilio de Oloriz, diseñó el escudo y la actual bandera de Navarra. La Diputación de Navarra los aprobó ese mismo año.
En 1918, ya en la última etapa de su vida, asistió al Congreso de Oñate. Apoyó las ideas de las nuevas generaciones, donde ya era muy respetado. El Congreso de Oñate fue muy importante porque lo impulsaron instituciones públicas y participaron obispos y el rey Alfonso XIII. Una de sus metas era crear una universidad vasca para organizar la actividad cultural y científica del País Vasco. También se fundó la Sociedad de Estudios Vascos, una institución académica permanente.
El 22 de diciembre de 1918, se reunieron en San Sebastián los líderes de las secciones académicas elegidos en el Congreso de Oñate. Nombraron al rey Alfonso XIII como presidente de honor, a Arturo Campión como presidente honorario, a Julián Elorza como presidente efectivo y a Ángel de Apraiz y Buesa como secretario general. Así, Campión, ya mayor, se convirtió en un símbolo de esta nueva institución. La academia se reunía a menudo en San Sebastián, una vez al año en Pamplona en casa de Campión, y otras veces en Bilbao.
En San Sebastián también dio un discurso sobre el árbol de Guernica.
En 1925, fue elegido miembro del jurado para unos premios de teatro. Sin embargo, su vista comenzó a fallar y se quedó ciego en sus últimos años.
En 1930, la Sociedad de Estudios Vascos decidió rendirle un homenaje durante los cursos de verano, a petición de Resurrección María de Azkue, un poeta y el primer director de la Academia de la Lengua Vasca. Le entregaron una escultura de bronce y se convirtió en un símbolo de la institución. Arturo Campión trabajó por la organización académica de la lengua y cultura vascas hasta el final de su vida.
Falleció en San Sebastián, su segunda casa después de Pamplona, en 1937 a los 83 años.
El estilo literario de Campión
Arturo Campión fue una persona muy activa y con muchas facetas. Además de escritor, fue un jurista destacado, crítico de literatura y música, conferenciante y una figura pública que escribió muchísimos artículos en más de 40 periódicos y revistas diferentes, como El Arga, Lau Buru, Irurac bat, La Avalancha, El Noticiero Bilbaíno, Hermes, El Vasco, Euskal-Erría y El Eco de Navarra.
Sus investigaciones en historia y lingüística aún son notables por lo detalladas y precisas que eran. Pero donde realmente destacó fue en su faceta de narrador, con tres novelas y unas treinta narraciones cortas. El realismo de sus libros se parece al estilo de Emilia Pardo Bazán, y su enfoque regionalista lo conecta con José María Pereda.
Sus obras a menudo tienen un mensaje claro, a veces exagerando sus puntos de vista. El hecho de que sus obras se centraran en las leyes y costumbres de la región, y que no frecuentara los círculos literarios de Madrid, hizo que su literatura fuera poco conocida fuera del País Vasco-Navarra. A veces, usaba los datos de sus investigaciones históricas sobre Navarra para crear sus obras literarias.
Se ha hablado mucho de sus obras que nunca se publicaron. Él mismo prometió libros que nunca vieron la luz. Se mencionaron obras como una "No euskariana", una "Euskariana" sobre lengua y literatura, y otra sobre historia, además de novelas como "La monja", que nunca se encontraron. Existen pequeñas obras que no se imprimieron, como correspondencia, dramas y comedias de su juventud, discursos tardíos y muchos apuntes sobre temas lingüísticos.
Sus narraciones cortas, algunas escritas en euskera, a veces están llenas de ternura e imaginación. Sin embargo, en otros relatos destacan otros elementos: un fuerte sentimiento por la Naturaleza, la preocupación por la precisión geográfica e histórica, la descripción detallada de los personajes vasconavarros (que representan la forma de ser de la región), los grandes contrastes en las situaciones y el simbolismo de las acciones y personajes con los problemas de Navarra en su tiempo. Algunas de estas obras son "Los hermanos Gamio" (1880), "Una noche en Zugarramurdi" (1881), "Pedro Mari" (1895), "Roedores del mar" (1916) y "El tamborilero de Erraondo" (1917).
Contribuciones a la filología vasca
Arturo Campión es considerado una de las grandes figuras en el estudio de los dialectos del euskera, junto con Luis Lucien Bonaparte y Antoine d'Abbadie.
Campión distinguió entre los dialectos literarios (los usados en la literatura) y los no literarios. Siguiendo el trabajo de L. Bonaparte, señaló que el dialecto altonavarro, a diferencia de lo que decían muchos lingüistas, no era un dialecto literario, sino un lenguaje más de conversación que tenía 18 variantes.
La participación de Campión en la vida pública
Además de ser concejal del Ayuntamiento de Pamplona en 1881, su participación pública se destacó por su elección como diputado en las Cortes en 1893. Fue notable su intervención contra el ministro Germán Gamazo, en un evento conocido como la "Gamazada", donde defendió las leyes y derechos de Navarra:
«Aquí estamos los diputados navarros cumpliendo la misión tradicional de nuestra raza, que tanto en la historia antigua como en la moderna y aún contemporánea, se expresa con el verbo “resistir”. Aquí estamos escribiendo un capítulo nuevo de esa historia sin par que nos muestra a los vascones defendiendo su territorio, su casa, su hogar, sus costumbres, su idioma, sus creencias, contra la bárbara ambición de celtas, romanos, francos, árabes y efectuando el milagro de conseguir por luengos siglos su nacionalidad diminuta a pesar de todos.»
Más tarde, obtuvo un puesto como senador por Vizcaya en el Senado. Fue presidente de varias organizaciones importantes como Euskal Esnalea, Euskal Erría, la Sociedad de Estudios Vascos y el Instituto de Estudios Históricos y Artísticos de Navarra. Como miembro de la Academia de la Lengua Vasca y de otras academias como la de Historia y la Lengua Española, tenía una gran influencia en los círculos intelectuales vascos.
En el ámbito público, fue más un pensador y creador de ideas que una persona de mucha actividad pública. Su trayectoria estuvo marcada por la búsqueda de las ideas que mejor se adaptaran a su defensa de las tradiciones y leyes propias de la región. Pasó por diferentes corrientes de pensamiento, hasta llegar a una visión moderada de la identidad vasca, que él llamó "unionista", dentro de una España organizada de forma federal. Nunca llegó a ser miembro de un partido político específico.
En otro discurso de Campión de 1920, pronunciado después de un éxito de las ideas vascas en las elecciones de 1918, se identificó con la identidad vasca, diferenciándose de la española:
«Vencemos, porque las ideas nacionalistas se fundan en la razón, la verdad... El pueblo basko, expansión étnica de una raza particular, llegó tarde, pero ha llegado al fin, al sentimiento de su unidad nacional, rota y disgregada durante varios siglos en nacionalidades diferentes... El basko-español no es francés, pero es basko; el basko-francés, no es español, pero es basko. Luego el basko no es español, ni francés: es basko. Aquí tenéis, queridos compatriotas, la íntima esencia del nacionalismo. Al basko le hicieron español y francés las constituciones políticas que escriben los hombres; pero le hizo basko la constitución escrita por Dios en el libro de la naturaleza... Mirando a la ideología pura del derecho y de la justicia eternos, es indudable que baskos y españoles estamos separados.»
La postura de Arturo Campión respecto a los eventos de julio de 1936 ha sido un tema de debate. Existe una carta, fechada el 14 de septiembre de 1936, que recibió el Diario de Navarra firmada por Campión, en la que parecía apoyar el levantamiento y criticar la postura de la identidad vasca que se oponía a él:
San Sebastián, 14 de septiembre de 1936.
«Tengo el gusto de hacer constar que, liberada esta ciudad de la tiranía roja, quiero manifestar, a la vez que mi protesta más enérgica por el incalificable proceder del nacionalismo vasco, mi adhesión inquebrantable a la Junta Nacional de Burgos.»
Arturo Campión.
Sin embargo, el historiador Bernardo Estornés Lasa, quien visitó a Campión en su casa en 1936 antes de que la ciudad fuera tomada, publicó en 1996 una carta defendiendo la actitud de Campión en esos días:
«Tuvo palabras reiteradas y durísimas de condena para la rebelión. Yo escuchaba sobrecogido. El Campión de toda la vida lúcido, enérgico, se debatía en una angustia incontrolable. Porque Campión amaba entrañablemente a sus sobrinos [entre los sublevados rendidos en los cuarteles de Loyola por los republicanos figuraban dos sobrinos de Campión] a quienes dedicó, en su día, algunas de las más sentidas composiciones literarias.
»Don Arturo era viudo hacía muchos años y no tenía hijos. Por eso, sus familiares eran sus parientes más cercanos.
»"Tengo el gusto" de hacer constar. Sí; enorme gusto tuvo don Arturo. "Liberada" la ciudad. "Tiranía roja". "Mi protesta más enérgica". "Incalificable proceder". Y, sobre todo, "Adhesión inquebrantable", a la Junta Nacional de Burgos.»
»Yo no sé lo que habría pasado ese 14 de septiembre de 1936, pero me lo imagino. Era el momento álgido de las violencias y éstas no se iban a parar en las pequeñas minucias. La lucha propagandística tocaba su punto culminante. Yo no prejuzgo nada referente a dicho comunicado. Me permitiré, sin embargo, algunos comentarios.
»En primer lugar, la prisa en escribir dicha cuartilla al día siguiente de la ocupación de la ciudad.
»En segundo lugar, la índole de la misma y su redacción, prosa que no es habitual de don Arturo.
Reconocimientos y legado
El escritor y figura pública navarro, José Aguerre, escribió una biografía de Campión, a quien consideraba su maestro. Este fue el único homenaje que se le hizo después de la guerra civil. Durante la dictadura, su memoria fue olvidada, y solo después de la transición a la democracia fue reconocido de nuevo, publicándose sus obras completas en 1983. Su biógrafo más conocido es José Javier López Antón.
En Pamplona, un euskaltegi (un centro para aprender euskera) lleva su nombre en su honor. También hay calles con su nombre en ciudades como Bilbao, Pamplona, San Sebastián, Irún, Portugalete, Sestao y Ansoáin. Además, hay colegios públicos con su nombre y, desde 2004, una beca de investigación que se otorga cada tres años.
En Laprida (Argentina), se creó el Centro de Estudios de la Cultura y la Identidad Vasca Arturo Campión, con el apoyo del Centro Vasco Lagunen Etxea.
Obras destacadas
En castellano
- "Consideraciones acerca de la cuestión foral y los carlistas en Navarra", 1876
- "Los orígenes del pueblo euskaldun. Iberos, celtas y vascos", 1879
- "Gastón de Belzunce", 1879
- "Ensayo acerca de las leyes fonéticas de la lengua vasca" 1883
- "Gramática de los cuatro dialectos literarios de la lengua euskara" 1884
- "El genio de Navarra" 1884-1888
- "D. García Almorabid", novela histórica, 1889.
- "Pedro Mari", cuento, 1895
- "Blancos y Negros", novela histórica, 1898
- "La bella Easo", novela, 1909
- "El bardo de Itzaltzu", cuento, 1917
- "El último tamborilero de Erraondo", cuento breve, 1918
- "El rosario de las lavanderas", cuento, 1924
- "Navarra en su vida historica", 1929
En euskera
- "Orreaga", balada escrita en varios dialectos 1877
- "Denbora Antxiñakoen Ondo-Esanak" 1881
- "Okendoren Eriotza" 1883