Alhóndiga (edificio) para niños
Una alhóndiga es un lugar especial donde se compran y venden productos agrícolas, como frutas y verduras. Imagina un gran mercado donde los agricultores llevan lo que han cosechado y los compradores, que suelen ser comerciantes, vienen a adquirirlo. La venta se hace a menudo mediante un tipo de subasta donde el precio va bajando hasta que alguien lo acepta.
La palabra "alhóndiga" viene del árabe al-fondaq, que significa un lugar donde se recibe a todos, y este a su vez del griego.
Contenido
Historia de las Alhóndigas
¿Cómo eran las alhóndigas en la Edad Media?
En la Edad Media, especialmente en las ciudades de la España musulmana que tenían mucho comercio, las alhóndigas eran lugares muy importantes. Funcionaban como almacenes donde se guardaban las mercancías. Pero no solo eso, también eran como hoteles o posadas para los viajeros y comerciantes que venían de fuera. A veces, una misma ciudad tenía varias alhóndigas para guardar diferentes tipos de productos y alojar a los comerciantes.
En las zonas rurales, las alhóndigas eran puntos donde se organizaban mercados. En las ciudades, los mercados eran más permanentes y se llamaban zocos, que solían estar cerca de la mezquita principal.
También existían los almudíes o almudines, que eran como mercados de barrio. Estos lugares, a menudo propiedad del rey, servían para vender, comprar y guardar cereales como el trigo. Su objetivo principal era mantener los precios estables y ayudar a los habitantes, sobre todo a los agricultores, en tiempos de escasez.
En el antiguo reino de Navarra, a estos edificios se les llamaba chapiteles. Allí se vendían los cereales que sobraban del rey y también los de los particulares.
¿Qué cambios hubo en la Edad Moderna?
En la Edad Moderna, un escritor llamado Sebastián de Covarrubias explicó la diferencia entre varios términos. Decía que los alholíes o pósitos eran solo graneros públicos para guardar trigo y cebada. En cambio, la alhóndiga era el lugar donde los comerciantes de otras zonas venían a vender su trigo a la ciudad, y también otras mercancías.
Aunque en teoría eran diferentes, en la práctica, muchas veces un mismo edificio cumplía las dos funciones: almacenar y vender.
Los alholíes o pósitos comenzaron a aparecer en España desde el siglo XVI. Su tarea principal era asegurar que las poblaciones tuvieran suficiente comida, especialmente trigo. Las alhóndigas, que ya existían desde antes en el mundo musulmán, se convirtieron en lugares que complementaban a los pósitos en sus funciones.
Los almudíes públicos eran gestionados por los ayuntamientos. Todos los que traían granos para vender tenían que llevarlos a estos almacenes. Los almudíes tenían grandes espacios donde se guardaban cómodamente todo tipo de cereales. Estaban abiertos durante el día, y muchas personas y grupos iban allí a comprar los cereales que necesitaban. Por guardar sus productos, los vendedores pagaban una pequeña cantidad por cada tipo de grano que almacenaban, como trigo, centeno, maíz, judías, habas, cebada y avena.
Las Alhóndigas en la Actualidad
Hoy en día, muchas empresas y cooperativas que trabajan con productos del campo usan la palabra "alhóndiga" en sus nombres, sobre todo en Andalucía y la Región de Murcia.
La función de estas alhóndigas modernas es juntar la oferta y la demanda de frutas y verduras. Los agricultores llevan sus productos a la alhóndiga, y esta se encarga de venderlos en una subasta donde el precio va bajando. A cambio de este servicio, la alhóndiga recibe una pequeña comisión.
Galería de imágenes
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La Alhóndiga de Ávila (demolida).
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Centro Cultural Alhóndiga Municipal de Bilbao. Antigua vinoteca Municipal reconvertida en "Centro Cultural Azkuna Zentroa".
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Corral del Carbón, antigua alhóndiga de Granada.
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La Casa de Diezmo (barrio de la Merced, Ciudad de México, México).
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Antigua Alhóndiga de Segovia, hoy Archivo Municipal.
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Antiguo La Alhóndiga de Cuenca.
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La antigua Alhóndiga del Pan de Zamora.
Véase también
En inglés: Alhóndiga (building) Facts for Kids