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Adicción para niños

Enciclopedia para niños
El alcohol y el tabaco son las adicciones más comunes.

Se llama adicción del latín addictusa una enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa o alivio a través del uso de una sustancia u otras acciones. Esto implica una incapacidad de controlar la conducta, dificultad para la abstinencia permanente, deseo imperioso de consumo, disminución del reconocimiento de los problemas significativos causados por la propia conducta y en las relaciones interpersonales, así como una respuesta emocional disfuncional. El resultado es una disminución en la calidad de vida del afectado, generando problemas en su trabajo, en sus actividades académicas, en sus relaciones sociales o en sus relaciones familiares o de pareja. La neurociencia actualmente considera que la adicción a sustancias y a comportamientos comparten las mismas bases neurobiológicas.

Además del consumo de sustancias psicoactivas, existen adicciones a procesos, la adicción al juego (ludopatía), la adicción a la televisión, la adicción al deporte, la adicción a las nuevas tecnologías (tecnofilia), la adicción al azúcar, la adicción al teléfono celular o móvil (nomofobia), la adicción al trabajo (trabajolismo) y la adicción a Internet.

Historia

El uso de sustancias con características psicoactivas ha acompañado a la humanidad desde los albores de la civilización. Se piensa que los antiguos primates antecesores del hombre tenían un gusto por las frutas sobremaduradas, que presentaban cierta cantidad de azúcares fermentados a alcohol etílico. La ingesta de dichos frutos implicaba una ventaja adaptativa, ya que eran ricos en azúcares en comparación con los frutos menos maduros. Esto pudo haber seleccionado evolutivamente el gusto por las bebidas alcohólicas.

Adicción a sustancias

La adicción a sustancias es un padecimiento crónico, recurrente, progresivo y en ocasiones mortal. Se considera una enfermedad del cerebro porque las sustancias psicoactivas y las conductas compulsivas modifican la estructura y funcionamiento de ciertas áreas de este órgano. Implica una dependencia de una sustancia, actividad o relación debido a trastornos que esta causa en los circuitos de recompensa, motivación y memoria (véase núcleo accumbens) de la persona afectada.

La adicción a sustancias viene determinada en gran medida por el abuso de estas. El abuso se define como un consumo problemático que puede tener consecuencias adversas cuando se superan ciertas actividades o se tienen algunas características personales.

Está conformada por los deseos que consumen los pensamientos y comportamientos (síndrome de abstinencia) de la persona, y estos actúan en aquellas actividades diseñadas para conseguir la sensación o efecto deseado y para comprometerse en la actividad deseada (comportamientos adictivos). A diferencia de los simples hábitos o de las influencias consumistas, las adicciones son «dependencias» que traen consigo graves consecuencias. Estas consecuencias afectan negativamente la vida personal y social del individuo y su salud (física y mental), además de que limitan la capacidad de funcionar de manera efectiva. Es adicta la persona que cree que no puede vivir sin el objeto de su adicción, por lo cual lo busca de forma permanente y compulsiva.

El adicto no controla su adicción, sino que vive en función de ésta: este es el eje y el condicionante de toda su rutina; si trata de salir repentinamente de esta rutina, se ve afectado por problemas de ansiedad y, por lo general, vuelve a caer en el consumo de su adicción, aunque puede dejar de ser adicto después de pasar por una fase comúnmente llamada «mono» o síndrome del pavo frío.

Para que podamos considerar una conducta como una adicción tenemos que evaluar la situación con los siguientes criterios:

  1. Consumo con frecuencia.
  2. Deseo continuo de abandonar el consumo.
  3. Se invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir, consumir o recuperarse de los efectos del consumo.
  4. Continuo y fuerte deseo de consumir.
  5. Consumo recurrente.
  6. Abandono o reducción de actividades sociales, laborales u ociosas.
  7. A pesar de tener problemas físicos o psicológicos, se continua con el consumo.
  8. Tolerancia. Son necesarias cada vez mayores dosis para alcanzar el efecto deseado.
  9. Abstinencia.

En función de la cantidad de estos criterios que estén presentes en el sujeto, podemos clasificar el trastorno en leve, moderado o grave. El trastorno leve será diagnosticado cuando estén presentes 2 o 3 criterios. El trastorno moderado, cuando haya 4 o 5 criterios diagnósticos en el sujeto. Y finalmente, el trastorno grave se presenta con más de 6 criterios.

Abstinencia

La abstinencia es la reacción del cuerpo al ser privado de una sustancia adictiva de la que se ha vuelto dependiente y tolerante. Sin la sustancia, las funciones del organismo que dependían de ésta se alteran. Las consecuencias de este síndrome son: Desequilibrios químicos y hormonales y un nivel de estrés psicológico.

Tolerancia

La tolerancia es un fenómeno complementario al síndrome de la abstinencia. Consiste en la necesidad de aumentar la dosis de la sustancia para obtener los efectos deseados. Se produce debido a los desequilibrios químicos que se producen en el cuerpo debido al consumo reiterado. El organismo se «prepara» para la recepción de la sustancia. Es necesario incrementar el consumo proporcionalmente al tamaño de este efecto.

Factores de riesgo

Hay una serie de factores de riesgo genéticos y ambientales para desarrollar una adicción, que varían según la población. Los factores de riesgo genéticos y ambientales representan cada uno aproximadamente la mitad del riesgo de una persona de desarrollar una adicción; se desconoce la contribución de los factores de riesgo epigenéticos al riesgo total. Incluso en personas con un riesgo genético relativamente bajo, la exposición a dosis suficientemente altas de una sustancia adictiva durante un período prolongado (por ejemplo, semanas o meses) puede resultar en una adicción.

Recuperación e intervenciones

Además de los tradicionales grupos disponibles para la rehabilitación, y programas de autoayuda como el Programa de doce pasos, hay una variada gama de enfoques preventivos y terapéuticos para combatir la adicción. Por ejemplo, una opción de tratamiento para la adicción que se está estudiando es la estimulación cerebral profunda (ECP). Este procedimiento se dirige a varias regiones del cerebro, incluido el núcleo accumbens, el núcleo subtalámico, el cuerpo estriado dorsal y la corteza prefrontal medial, entre otros. Otros estudios han coincidido y demostrado que la estimulación del núcleo accumbens, un área que es al parecer una de las regiones más prometedoras, permitió a un hombre de setenta años de edad dejar de fumar sin ningún problema y alcanzar un peso normal.

Adicción conductual

También el término adicción se puede aplicar a las compulsiones que no están relacionadas con el consumo de sustancias. Por ejemplo, las compras compulsivas, el comer en exceso, los problemas con el juego, la adicción al ejercicio o al deporte y la ciberadicción. A veces la compulsión no es hacer algo, sino evitar o «no hacer nada»; por ejemplo, la dilación (evitar como forma de conducta compulsiva), es decir, la procrastinación o posposición. En este tipo de usos comunes, el término adicción se utiliza para describir una compulsión recurrente en un individuo para participar en alguna actividad específica, a pesar de las consecuencias nocivas, según se considere por el propio usuario para su salud individual, el estado mental o la vida social. Puede haber factores biológicos y psicológicos que contribuyan a estas adicciones.

Mecanismos biológicos

Investigaciones sobre adicción indican que los mecanismos biológicos están presentes. Hay muchas variables en que los estudios no están de acuerdo, entre los principales factores contribuyentes. Como se discutió en el debate naturaleza versus naturaleza, la naturaleza biológica de las cualidades innatas individuales puede explicar muchas decisiones y acciones, como una historia familiar en la que la genética, el ADN y otros trastornos mentales permanecen en estado latente durante generaciones y luego se desencadenan. Quienes ofrecen tratamientos profesionales tienen diferentes opiniones sobre este tema.

Varias regiones del cerebro también están involucradas en los mecanismos biológicos de la adicción. Principalmente, la liberación de dopamina en el núcleo accumbens, que se desencadena por una amplia variedad de fármacos en una amplia variedad de formas, juega un papel en cualidades de refuerzo de estímulos. Ya que la secreción de la dopamina es también característica de refuerzo naturales estímulos tales como alimentos y agua, es evidente que la adicción implica procesos que secuestran estos mecanismos. La investigación indica que este proceso se inicia en el sistema dopaminérgico límbico y posteriormente modifica otras partes del cerebro que reciben información de entrada de las neuronas afectadas. Entre estas áreas está el área tegmental ventral.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Addiction Facts for Kids

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