Estado mental para niños
Un estado mental o una propiedad mental es una característica de la mente de una persona. Los estados mentales son muy variados e incluyen la percepción (lo que ves o escuchas), la experiencia del dolor, las creencias (lo que piensas que es verdad), los deseos (lo que quieres), las intenciónes (lo que planeas hacer), las emociónes (cómo te sientes) y la memoria (lo que recuerdas).
No hay una única definición de lo que es un estado mental. Algunos expertos creen que lo más importante es que la persona que tiene el estado mental lo conoce de forma especial, mientras que los demás solo pueden adivinarlo por señales externas. Otros piensan que todos los estados mentales están relacionados con la conciencia, es decir, con lo que somos conscientes. También hay quienes dicen que la clave es que los estados mentales se refieren a cosas o representan el mundo. Y otros más creen que los estados mentales se definen por su papel en cómo causan otras cosas o son causados por ellas. Algunos filósofos incluso piensan que "mental" es un grupo de ideas relacionadas, pero sin una característica única que las una a todas.
Los estados mentales se suelen comparar con los aspectos físicos o materiales. Algunos creen que los estados mentales son propiedades de alto nivel que se pueden explicar por la actividad del cerebro. Otros, en cambio, piensan que no se pueden reducir solo a la actividad cerebral.
Los estados mentales son muy importantes en campos como la filosofía de la mente, la epistemología (el estudio del conocimiento) y la ciencia cognitiva (el estudio de cómo pensamos). En la psicología, el término se usa para referirse a estados individuales y también para evaluar la salud mental de una persona en general.
¿Qué es un estado mental?
Muchos expertos han intentado definir qué hace que algo sea un "estado mental". Han surgido varias ideas principales: los enfoques basados en el conocimiento, los basados en la conciencia, los basados en la intención y los funcionalistas. Estos enfoques no solo discuten cómo definir lo mental, sino también qué estados se consideran mentales.
Los estados mentales son un grupo diverso de aspectos de una persona, como sus creencias, deseos, intenciones o la experiencia del dolor. A menudo, cada enfoque solo logra explicar bien algunos de estos estados. Por eso, algunos filósofos dudan que haya una característica única que defina todo lo mental. En cambio, ven el término "mental" como un conjunto de ideas relacionadas de forma general.
Los estados mentales suelen contrastarse con los aspectos físicos o materiales. Esta diferencia se basa en la idea de que ciertas características de los fenómenos mentales no están presentes en el universo material, tal como lo describen las ciencias naturales, e incluso podrían ser incompatibles con él.
¿Cómo sabemos nuestros propios estados mentales?
Un punto clave de los enfoques basados en el conocimiento es la idea de que tú tienes un acceso especial a tus propios estados mentales. Esto significa que un estado es mental si solo tú tienes un acceso privilegiado a él. Se dice que este conocimiento es directo, no se puede fallar y es privado.
El conocimiento directo significa que no necesitas hacer deducciones para saber lo que sientes o piensas. Sin embargo, esto no es suficiente para definir lo mental, porque también tenemos conocimiento directo de cosas no mentales, como lo que vemos o sentimos en nuestro cuerpo.
A veces se dice que el conocimiento de tus propios estados mentales es infalible, es decir, que no puedes equivocarte al tenerlos. Pero esto puede no ser cierto para todos los estados mentales, especialmente los inconscientes o las emociones que no sabemos cómo clasificar.
La idea más influyente es que este acceso es privado: solo tú conoces tus estados mentales, y los demás solo pueden adivinarlos por tus palabras o expresiones. Sin embargo, algunos filósofos, como Ludwig Wittgenstein, han argumentado que los estados mentales no pueden ser completamente privados, porque si lo fueran, no podríamos hablar de ellos usando el lenguaje que compartimos.
¿Son todos los estados mentales conscientes?
Los enfoques basados en la conciencia sugieren que todos los estados mentales son conscientes o están relacionados de alguna manera con estados conscientes. Hay debate sobre cómo debe ser esta relación.
Una idea es que los estados no conscientes son mentales si pueden convertirse en estados conscientes. Esto a menudo lleva a pensar en la mente como una jerarquía, donde solo los estados conscientes son fenómenos mentales independientes. Sin embargo, los oponentes a esta idea argumentan que algunos estados mentales inconscientes existen por sí mismos, sin depender de sus versiones conscientes. A estos se les llama a veces el "inconsciente profundo" y se estudian en las ciencias cognitivas.
¿Los estados mentales se refieren a algo?
Los enfoques basados en la intención dicen que la característica principal de los estados mentales es que se refieren a objetos o representan cómo es el mundo. Esto ayuda a evitar algunos problemas de los enfoques basados en la conciencia, ya que podemos atribuir contenido a estados tanto conscientes como inconscientes. Por ejemplo, cuando piensas en un árbol, tu pensamiento se refiere al árbol.
Se han planteado dos argumentos principales en contra de esta idea: que algunas representaciones, como los mapas, no son mentales, y que algunos estados mentales, como el dolor, no representan nada. Los defensores de este enfoque responden que las representaciones no mentales dependen de las mentales, y que los estados que parecen no representar nada, como el dolor, sí pueden caracterizarse como representacionales (por ejemplo, el dolor representa un daño en el cuerpo).
¿Cómo funcionan los estados mentales?
Los enfoques funcionalistas definen los estados mentales por su papel en una cadena de causas y efectos. Por ejemplo, el dolor puede describirse como algo que suele ser causado por una lesión y que tiende a causar expresiones de dolor, como gemidos.
Algunas formas de funcionalismo solo se fijan en las reacciones del cuerpo a situaciones externas. Otras son más amplias y permiten que tanto los estados externos como los internos definan el papel de los estados mentales. Sin embargo, la experiencia consciente (cómo se siente algo, como lo desagradable del dolor) es difícil de explicar solo con causas y efectos, porque el "sentir" es una cualidad interna.
Tipos de estados mentales
Hay muchos tipos de estados mentales, que se pueden clasificar de varias maneras. Algunos de estos tipos son la percepción, la creencia, el deseo, la intención, la emoción y la memoria. Muchas de estas clasificaciones se superponen o son muy similares.
- Estados sensoriales son los que involucran impresiones de los sentidos, como lo que ves o sientes en tu cuerpo. Los estados no sensoriales no tienen contenido de los sentidos, como los pensamientos.
- Actitudes proposicionales son estados mentales que se refieren a una idea o afirmación. Por ejemplo, "creer que va a llover hoy" es una actitud proposicional.
- Estados intencionales son los que se refieren a objetos o situaciones. Por ejemplo, la creencia de que la luna tiene cierta circunferencia es intencional porque se refiere a la luna.
- Un estado mental es consciente si eres consciente de él y lo experimentas. Los estados mentales inconscientes también son parte de la mente, pero no eres consciente de ellos.
- Los estados mentales ocurrentes están activos o tienen un efecto en tu mente en ese momento. Los estados no ocurrentes o parados existen en tu mente, pero no están activos en ese momento.
Una clasificación importante fue propuesta por Franz Brentano, quien distinguió tres tipos básicos: presentaciones, juicios y fenómenos de amor y odio.
Tipos comunes de estados mentales
Existe una gran variedad de estados mentales, incluyendo la percepción, la conciencia corporal, el pensamiento, la creencia, el deseo, la motivación, la intención, la deliberación, la decisión, el placer, la emoción, el estado de ánimo, la imaginación y la memoria. Algunos de estos tipos son muy diferentes entre sí, mientras que otros pueden superponerse.
- La percepción es usar tus sentidos (vista, tacto, oído, olfato, gusto) para obtener información sobre el mundo exterior. Se diferencia de la conciencia corporal, que se refiere a lo que ocurre dentro de tu cuerpo. La percepción suele ser confiable, pero a veces puede engañarnos.
- La información de la percepción a menudo se procesa en el pensamiento.
- Tanto las percepciones como los pensamientos pueden llevar a nuevas creencias o a cambiar las existentes. Las creencias pueden convertirse en conocimiento si son verdaderas y están justificadas. Las creencias representan cómo es el mundo y buscan la verdad.
- Los deseos son diferentes: buscan cambiar el mundo y representan cómo deberían ser las cosas. Los deseos nos motivan y nos llevan a formar intenciones.
- Las intenciones son planes a los que te comprometes y que guían tus acciones. A veces, antes de decidir una intención, hay una deliberación y una decisión, donde se consideran las ventajas y desventajas.
- El placer es una experiencia que se siente bien y que implica disfrutar de algo.
- Las emociones son respuestas a cosas externas o internas, asociadas con el placer o el disgusto, y que nos motivan a reaccionar. Son parecidas a los estados de ánimo, pero los estados de ánimo duran más y no suelen tener una causa o un objeto específico.
- La imaginación es diferente porque representa cosas sin pretender que sean reales.
- Todos estos estados pueden dejar huellas en la memoria, permitiéndonos recordarlos más tarde.
Sensación, ideas y referencia a objetos
Una diferencia importante es entre los estados sensoriales y los no sensoriales. Los estados sensoriales implican impresiones de los sentidos, como ver colores o sentir dolor. Los estados no sensoriales, como el pensamiento o la intuición, no tienen contenido sensorial.
Las actitudes proposicionales son estados mentales que se refieren a una afirmación o idea. Por ejemplo, "creer que va a llover hoy" es una actitud proposicional. Se ha discutido si los estados sensoriales y las actitudes proposicionales son completamente diferentes, ya que algunos estados proposicionales, como entender una frase, también pueden tener una sensación subjetiva. Además, algunos estados son tanto sensoriales como proposicionales, como la percepción, que involucra impresiones sensoriales que representan cómo es el mundo.
El concepto de intencionalidad está muy relacionado. La intencionalidad es la característica de los estados mentales de referirse a objetos o situaciones. Por ejemplo, la creencia de que la luna tiene cierta circunferencia es intencional porque se refiere a la luna. Algunos creen que todos los estados mentales son intencionales, pero otros distinguen entre estados intencionales y no intencionales. Ejemplos de estados que se cree que no son intencionales incluyen dolores o picazones. Sin embargo, algunos estados sensoriales, como las percepciones, pueden ser intencionales al mismo tiempo. Generalmente, se acepta que todas las actitudes proposicionales son intencionales.
Consciente e inconsciente
Un estado mental es consciente si eres consciente de él y lo experimentas. Hay una sensación subjetiva al tenerlos. Los estados mentales inconscientes también son parte de la mente, pero no tienen esta dimensión de experiencia consciente. Así, puedes tener un deseo inconsciente sin saberlo.
Se cree que algunos tipos de estados mentales, como las sensaciones o los dolores, solo pueden ser conscientes. Pero otros, como las creencias y los deseos, pueden ser tanto conscientes como inconscientes. Por ejemplo, la creencia de que la luna está más cerca de la Tierra que del sol es consciente cuando la piensas, pero la mayor parte del tiempo es inconsciente.
La relación entre estados conscientes e inconscientes es un tema de debate. A menudo se piensa que los estados conscientes son más básicos y que los inconscientes dependen de ellos. Una idea es que los estados inconscientes deben ser accesibles a la conciencia, es decir, que la persona puede hacerlos conscientes. Según esta idea, no podría haber un "inconsciente profundo" que nunca pudiera volverse consciente.
El término "conciencia" a veces se usa no solo para la experiencia consciente, sino también para la "conciencia de acceso". Un estado mental es consciente en este sentido si la información que contiene está disponible para razonar y guiar el comportamiento, incluso si no está asociada con una sensación subjetiva.
Activo y en reposo
Un estado mental es ocurrente (activo) si está funcionando o tiene un efecto en la mente de la persona en ese momento. Los estados no ocurrentes se llaman estados parados o disposicionales. Existen en la mente, pero no están activos en ningún proceso mental en ese momento.
Aunque todos los estados conscientes son ocurrentes, no todas las distinciones coinciden. Los estados inconscientes también pueden volverse activos sin que la persona sea consciente de ellos. Por ejemplo, un deseo reprimido puede afectar el comportamiento de alguien sin que la persona se dé cuenta.
Esta distinción entre estados activos y en reposo es especialmente importante para las creencias y los deseos. En cualquier momento, tenemos muchas creencias o deseos que no son relevantes para nuestra situación actual. Estos estados permanecen inactivos en el fondo de la mente. Por ejemplo, mientras Ann juega a su videojuego favorito, sigue creyendo que los perros tienen cuatro patas y desea tener un perro para su próximo cumpleaños, pero estas creencias y deseos no están activos en su mente en ese momento. Otro ejemplo es cuando dormimos sin soñar, la mayoría de nuestros estados mentales están en reposo.
Racional, irracional y sin razón
Algunos estados mentales, como las creencias y las intenciones, pueden ser evaluados como racionales o irracionales, dependiendo de si siguen las reglas de la razón. Pero otros estados, como los impulsos, el mareo o el hambre, son arracionales: están fuera del ámbito de la razón y no pueden ser ni racionales ni irracionales.
Dentro de la racionalidad, hay una diferencia importante entre la racionalidad teórica y la práctica. La racionalidad teórica se refiere a las creencias, mientras que la práctica se centra en los deseos, las intenciones y las acciones.
Hay varias definiciones de lo que es la racionalidad. Algunos se centran en la relación entre los estados mentales. Por ejemplo, una creencia es racional si se basa en otra creencia que la justifica. La creencia de Scarlet de que está lloviendo en Mánchester es racional si se basa en que ella ve la lluvia. Otros dicen que la racionalidad consiste en la coherencia entre los diferentes estados mentales de una persona. Esto significa que la persona en su conjunto es racional si sus estados mentales encajan bien entre sí.
Otros enfoques se centran en cómo los estados mentales responden a razones externas. Las razones suelen ser hechos que apoyan o van en contra de algo. Según esto, la creencia de Scarlet es racional porque responde correctamente al hecho de que está lloviendo, lo cual es una razón para tener esa creencia.
Clasificación de Brentano
Una clasificación importante de los estados mentales fue propuesta por Franz Brentano. Él dijo que hay tres tipos básicos: presentaciones, juicios y fenómenos de amor y odio. Todos los estados mentales pertenecen a uno de estos tipos o son combinaciones de ellos. Estos tipos se diferencian no por lo que se presenta, sino por cómo se presenta.
- Las presentaciones son el tipo más básico y están en todos los estados mentales. Las presentaciones puras, como en la imaginación, solo muestran su objeto sin añadir si es verdadero o bueno.
- Un juicio, en cambio, es una actitud hacia una presentación que afirma si es verdadera o falsa, como ocurre en la percepción normal.
- Los fenómenos de amor y odio implican una actitud de valoración hacia su presentación: muestran cómo deberían ser las cosas, si el objeto presentado es bueno o malo. Esto ocurre, por ejemplo, en los deseos.
Se pueden construir tipos más complejos combinando estos básicos. Por ejemplo, estar decepcionado por un evento puede verse como un juicio de que el evento ocurrió, junto con una valoración negativa del mismo. La clasificación de Brentano está relacionada con la idea de cómo el estado mental se relaciona con el mundo: los juicios se ajustan de la mente al mundo, los fenómenos de amor y odio del mundo a la mente, y las presentaciones no tienen dirección de ajuste.
El sistema de Brentano ha sido modificado por sus seguidores. Por ejemplo, Alexius Meinong dividió la categoría de amor y odio en sentimientos y deseos.
Véase también
En inglés: Mental state Facts for Kids