Trabajólico para niños
Un trabajólico es una persona que dedica una cantidad excesiva de tiempo y energía a su trabajo, a menudo descuidando otras áreas importantes de su vida. También se le puede llamar "adicto al trabajo" o "trabajoadicto". Aunque no es una enfermedad reconocida por los médicos, se relaciona con el estrés y con ciertos comportamientos muy enfocados en el trabajo.
A veces, la palabra "trabajólico" se usa para describir a alguien con mucha motivación por su carrera. Sin embargo, generalmente se refiere a una situación en la que el trabajo (ya sea un empleo pagado, un deporte, la música, el arte o incluso el uso excesivo de internet) se vuelve el centro de todo, dejando de lado la familia, los amigos y el tiempo libre.
El término "trabajólico" se empezó a usar en 1968 y se hizo más conocido en 1971 gracias a un libro llamado Confessions of a workaholic (que significa "Confesiones de un adicto al trabajo"). Se popularizó más en los años 90, cuando se relacionó con ideas de autoayuda sobre hábitos muy fuertes. Para las personas que lo experimentan, el trabajo se convierte en su refugio y lo llevan a casa por las noches o los fines de semana.
Contenido
¿Cómo se detecta un trabajólico?
Señales de que alguien podría ser trabajólico
A menudo, las personas cercanas a un trabajólico no ven su comportamiento como algo negativo. Es común que la sociedad vea bien dedicar mucho tiempo al trabajo, incluso si eso significa no tomar vacaciones o trabajar los fines de semana.
Este comportamiento suele desarrollarse poco a poco, a lo largo de varios años (entre cinco y veinte). Comienza como una gran ambición por lograr metas profesionales, lo que lleva a dedicar mucho más tiempo de lo normal al trabajo.
¿Qué síntomas tienen los trabajólicos?
Síntomas comunes de la adicción al trabajo
Los expertos han identificado tres grupos principales de síntomas en las personas que dedican demasiado tiempo al trabajo:
Síntomas mentales o cognitivos
- Sentimientos de ansiedad e irritabilidad.
- Tristeza o desánimo.
- Necesidad constante de trabajar más y dedicarle más tiempo al trabajo.
- Preocupación continua por el rendimiento laboral.
- Sensación de estar siempre agobiado y de no poder con todo.
- Sentimiento de vacío emocional.
- No valorar otras actividades que no sean el trabajo.
Síntomas físicos
- Estrés.
- Dificultad para dormir (insomnio).
- A largo plazo, puede haber presión arterial alta y mayor riesgo de problemas del corazón.
Síntomas de comportamiento
- Necesidad de hacer listas de tareas y anotar cada detalle en la agenda.
- Incapacidad de estar sin trabajar por mucho tiempo sin sentir ansiedad o inquietud.
- Alejamiento de la familia y los amigos.
¿Quiénes suelen ser trabajólicos?
Perfiles de personas con este comportamiento
No todas las personas son propensas a desarrollar este comportamiento. Es más común en hombres que en mujeres, especialmente en ciudades y en personas de clase media. La edad más frecuente para que esto ocurra es entre los 40 y los 50 años. Algunas profesiones donde se observa más son médicos, abogados, periodistas y ejecutivos de grandes empresas.
Se han identificado tres tipos de trabajólicos:
- El complaciente: Es menos ambicioso y más sociable. Para estas personas, es muy importante la aprobación de sus jefes y compañeros. Suelen guardar sus problemas y tienen más riesgo de sentirse deprimidos.
- El controlador: Son personas independientes y ambiciosas que no les gusta perder el control. Si su rendimiento en el trabajo baja, se vuelven ansiosos e irritables.
- El controlador con rasgos de egocentrismo: Tienen una personalidad más compleja. En momentos de mucha tensión, pueden sentir que no son ellos mismos o que lo que les rodea es como un sueño. También muestran comportamientos de egocentrismo, es decir, se centran mucho en sí mismos.
¿Cómo se puede ayudar a un trabajólico?
Pasos para manejar el exceso de trabajo
Para ayudar a alguien que dedica demasiado tiempo al trabajo, el primer paso es reconocer que existe un problema. Luego, se pueden seguir estos pasos:
- Establecer un plan de ayuda.
- Analizar la vida de la persona en profundidad.
- Crear un programa de actividades alternativas que se deben cumplir, como pasar tiempo con la familia, amigos o disfrutar de pasatiempos.
- Reducir poco a poco las horas dedicadas al trabajo.
- Aprender a distinguir lo urgente de lo que no lo es.
- Practicar técnicas de relajación.
- Cambiar ideas sobre la perfección y el éxito, y entender de dónde viene el comportamiento para mejorar la actitud.
Véase también
- Síndrome del quemado
- Estrés
- Trastorno obsesivo-compulsivo