Torre musulmana de Silla para niños
Datos para niños Torre musulmana de Silla |
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Monumento y bien de interés cultural | ||
Localización | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Provincia | Valencia | |
Ubicación | Silla | |
Coordenadas | 39°21′45″N 0°24′44″O / 39.3625, -0.412217 | |
Información general | ||
Código | RI-51-0004662 | |
La Torre musulmana de Silla es una antigua construcción defensiva que se encuentra en la localidad de Silla, en la Comunidad Valenciana, España. Es el único resto que queda del antiguo castillo de la zona.
Esta torre fue construida sobre una base de piedras romanas y está junto al ayuntamiento, en la plaza del pueblo. Su propósito principal era proteger a la gente de posibles ataques y servir como refugio. Con el tiempo, también se usó como prisión y como almacén para guardar semillas, objetos de valor o alimentos.
La Torre musulmana de Silla es considerada un Bien de Interés Cultural desde el 18 de junio de 1982, con el número de registro R-I-51-0004662.
Contenido
Historia de la Torre de Silla
¿Cuándo se construyó la Torre de Silla?
Alrededor del siglo VIII, las tierras valencianas vivieron un gran cambio debido a la llegada de los musulmanes a la península ibérica. Este proceso de islamización se extendió por muchas zonas y dejó una huella profunda, incluso después de que los cristianos reconquistaran estas tierras.
A diferencia de lo que se cree, la conquista de la región de Valencia se hizo más por acuerdos y pactos que por batallas violentas. Así, los valores del Islam se adoptaron de forma pacífica en muchas ciudades mediterráneas de España.
¿Por qué se construyeron estas torres?
La Torre de Silla es una de las pruebas de la presencia musulmana en la región valenciana. También se construyeron torres similares en lugares como Torrente o Paterna. Estas torres suelen tener una base cuadrada y alturas que varían entre los 3 y 26 metros.
Eran el centro de los asentamientos humanos y formaban parte de un sistema de defensa con murallas. Su función era proteger a la población y servir como puntos de vigilancia.
Es difícil saber la fecha exacta en que los musulmanes construyeron estas torres defensivas. Sin embargo, a finales del siglo XI se construyeron muchas, especialmente cuando el poder de los almorávides (un grupo musulmán) era más débil.
En la segunda mitad del siglo XII, se levantaron aún más torres porque la amenaza de los reinos cristianos de Cataluña y Aragón creció mucho. Cuando el rey Jaime I comenzó a conquistar los reinos musulmanes de Valencia a principios del siglo XIII, se encontró con un paisaje lleno de estas construcciones defensivas. Las torres eran los últimos lugares de resistencia.
La Torre de Silla y otras fortificaciones en la huerta del sur de Valencia no solo se construyeron para defender a la gente de los alrededores, sino también por su cercanía a la capital, Valencia. Formaban parte de un "cinturón de seguridad" para la ciudad, junto con otras localidades como Museros, Moncada o Paterna.
La Torre de Silla: Características y Usos
¿Cómo era la Torre de Silla?
Silla era un punto clave para la defensa de Valencia debido a su ubicación geográfica. Por eso, en el centro del pueblo, encontramos esta torre de base cuadrada que nos recuerda su pasado musulmán.
El objetivo principal de esta torre, construida con una técnica llamada tapial (tierra compactada), era comunicarse con otras torres cercanas. Como no estaban muy lejos unas de otras, podían transmitir noticias rápidamente por todo el territorio usando señales de humo durante el día y de fuego por la noche.
Aunque su función principal era la defensa, también servía como último refugio y para guardar objetos valiosos como joyas y oro. El rey Jaime I, en su crónica Llibre dels fets, mencionó la importancia de estas torres para proteger Valencia.
Hoy en día, la torre tiene forma de un bloque rectangular de 13 metros de base y 13.75 metros de altura. Se encuentra en el patio central del Ayuntamiento y está unida a él por el lado este. Las construcciones que se le han añadido a lo largo del tiempo han cambiado su aspecto exterior.
La torre tiene dos pisos y una terraza. Para entrar, hay una puerta flanqueada por grandes piedras, situada a 4.25 metros de altura. Se accede a ella por una escalera y un pasillo. El primer piso es casi cuadrado (7.5 metros por lado) y tiene tres galerías cubiertas con bóvedas.
¿Qué se encontró alrededor de la torre?
Las excavaciones realizadas junto al muro este de la torre han descubierto pequeñas construcciones que también existieron en otras torres. Se cree que podrían haber sido fortificaciones similares a las de las comunidades bereberes, que servían como graneros y refugios para la gente del campo.
No se han encontrado edificios que claramente fueran residencias de señores o viviendas permanentes. Esto sugiere que las torres eran principalmente defensivas y de almacenamiento.
Las torres eran menos fuertes que los castillos o las villas fortificadas. Sus defensas no eran suficientes para soportar un ataque grande y largo. Sin embargo, defendidas por civiles o militares, eran obstáculos importantes que requerían varios días de asedio y el uso de máquinas de guerra para ser tomadas.
Cambios de la Torre a lo largo del tiempo
Con el paso de los años, la torre original cambió su estilo y se adaptó a las nuevas necesidades de Silla. Actualmente, la torre está integrada en el edificio del ayuntamiento, entre la plaza del pueblo y la calle Cavallers.
En los últimos años, se ha abierto el Museo de Historia y Arqueología de Silla (MARS) junto a la torre. En este museo se exponen objetos encontrados en las excavaciones arqueológicas de la ciudad, como piezas de villas romanas y de la época andalusí (musulmana).
Alrededor de la torre, se fueron añadiendo otros edificios que eran importantes para la vida de los habitantes, como un granero, un molino o un horno. Más tarde, los conquistadores cristianos también construyeron para controlar la producción agrícola.
La Torre en la época cristiana
Antes de la llegada de los primeros cristianos, el castillo se usaba para gestionar la agricultura. Documentos de la época, como contratos de alquiler, muestran que ya existía una pequeña industria. La primera vez que se tiene constancia de una administración cristiana fue entre los años 1239 y 1318, bajo la Orden del Hospital. Ellos gestionaban la actividad industrial y usaban la torre como granero.
Cuando la población cristiana se estableció, la orden tuvo que hacer frente al aumento de la actividad agrícola. Por eso, en el año 1317, se ampliaron las instalaciones y se construyó una nueva almazara (lugar para hacer aceite).
En 1319, Silla pasó a ser propiedad de la Orden de Montesa. La torre se convirtió en el lugar donde se realizaban las ceremonias de toma de posesión y entrega de llaves.
La torre volvió a ser importante entre 1347 y 1348, durante las Guerras de la Unión. En ese momento, sirvió de refugio para algunas personas. Se cuenta que las clases más humildes asaltaron el castillo de Silla para apoyar a los nobles valencianos que se oponían al rey.
Más tarde, durante la primera "guerra de Castilla" (1356-1375), el rey Pedro IV ordenó fortificar lugares como Sueca y Silla. Esto pudo ser para reparar daños de combates o para prevenir futuros ataques. En 1376, se mejoraron las defensas de la torre y se construyó un nuevo muro de piedra con un foso. Así se formó el primer centro urbano medieval dentro del castillo.
La Torre en los siglos XVII y XVIII
Con el tiempo, las construcciones comunitarias del castillo dejaron de usarse. La administración de la Orden de Montesa no le dio mucha importancia al mantenimiento de las instalaciones. La torre, que antes era un refugio, se convirtió en prisión.
En 1640, la torre cambió de dueños y pasó a manos de Na Caterina de Moncada. En ese momento, el castillo fue reformado para convertirse en una residencia noble y también en el edificio del ayuntamiento.
En el siglo XVIII, alrededor del año 1700, el pueblo creció alrededor de la torre. La antigua fortificación militar fue reformada y se le añadieron elementos para la industria. En esta época, la torre seguía funcionando como granero y prisión. Otros edificios se construyeron junto al castillo para complementar las funciones administrativas de la plaza del pueblo.
La Torre en el siglo XIX
En el siglo XIX, las antiguas instalaciones del castillo fueron abandonadas y pasaron a ser propiedad pública. Durante la primera mitad del siglo, el edificio estuvo sin uso, excepto la prisión de la torre y las habitaciones nobles. El nuevo ayuntamiento era demasiado pequeño para la población que crecía.
El antiguo castillo fue abandonado y solo se usaba ocasionalmente para alojar a funcionarios públicos o a la guardia civil. Incluso se pensó en adaptar las antiguas instalaciones como centros de enseñanza pública, pero el gobernador no quiso pagar los gastos. Por eso, la torre se puso en subasta y fue comprada por Batiste Antich, quien la transfirió de inmediato al Ayuntamiento.
La Torre en el siglo XX
En el siglo XX, la antigua torre medieval perdió parte de su identidad. Las nuevas reformas del ayuntamiento la dejaron encerrada en un patio interior, rodeada de dependencias públicas como escuelas o juzgados.
En 1957, el mal estado de la torre se hizo evidente, y hubo desprendimientos debido a las fuertes lluvias de una gran riada. El arquitecto municipal recomendó demolerla, y se iniciaron trámites para declararla en ruinas. Sin embargo, hubo un debate sobre si "salvar la torre".
Durante la alcaldía de Roberto Brocal Olmos (1969-1979), se propuso remodelar las instalaciones, rehabilitar la torre y derribar el edificio principal del ayuntamiento para que la torre fuera visible desde la plaza. El proyecto no se completó, y solo se hicieron algunas reconstrucciones para reforzar las estructuras existentes.
La Torre en el siglo XXI
Bajo la alcaldía de Vicent Zaragozà, se decidió eliminar las construcciones de etapas anteriores para mostrar la torre musulmana del siglo XII y el Museo de Arqueología e Historia en el centro municipal. Esta idea forma parte de un plan para integrar el distrito histórico de la localidad y crear un espacio para los ciudadanos.
El proyecto también incluyó la rehabilitación de los espacios de la torre y una nueva administración para ofrecer visitas al público. La torre y el museo se han convertido en el centro turístico de Silla.
Las obras comenzaron oficialmente el 20 de marzo de 2018, con un presupuesto inicial de 100.000 euros, y se esperaba que terminaran antes de febrero de 2019.
La Torre en la Literatura
La mención más importante de la Torre de Silla en la literatura se encuentra en el famoso Llibre dels fets, una obra muy importante para el rey Jaime I. También se menciona en relatos locales de la época.
Además, el notario Rafael Martí de Viciana también menciona la torre en sus crónicas. Sus descripciones de la torre van acompañadas de ilustraciones que muestran características diferentes a las actuales. Como era notario, se cree que sus documentos eran bastante precisos.
Hallazgos en las Excavaciones de la Torre
Localidades como Silla, Paterna o Torrente eran importantes por su relación con la capital, Valencia. Se consideraban alquerías (pequeñas comunidades rurales) y también villas.
La idea de "villa" y "castrum" (fortificación) se refería a una torre o fortificación que era el centro de la actividad de la comunidad. Por eso, en algunas zonas alrededor de la torre, se han encontrado restos de esta economía y de las dependencias anexas para almacenar productos.
Todos estos hallazgos se realizaron durante las excavaciones alrededor de la torre en 1979. Se descubrieron cinco graneros con diferentes recipientes para transportar y conservar líquidos y granos. Las formas de estos recipientes son musulmanas y de una época avanzada. Algunas piezas tienen una decoración lineal con motivos repetidos, típica de las tribus bereberes del norte de África, que usaban óxido de hierro y manganeso para decorar. El granero donde se encontró la mayor parte de estos recipientes se conoce como "silo I".
En los últimos años, los historiadores han mostrado un interés especial en estudiar el pasado musulmán, una civilización que estuvo presente en tierras valencianas durante más de quinientos años.