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Toma de Talcahuano para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Toma de Talcahuano
Parte de la Campaña de la Patria Vieja en la Guerra de la Independencia de Chile
Fecha 27 de marzo de 1813
Lugar Talcahuano, actual Chile
Resultado Victoria realista
Combatientes
Realistas
Flag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svg Imperio español
Gobierno de Valdivia
Gobierno de Chiloé
Patriotas
Flag of Chile (1812-1814).svg Junta Provisional de Gobierno
• Intendencia de Concepción
Comandantes
Flag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svg Antonio Pareja Flag of Chile (1812-1814).svg Rafael de la Sotta
Fuerzas en combate
1.100-1.200 hombres y 10 cañones 1.650 hombres y 16 cañones

La Toma de Talcahuano fue un importante enfrentamiento militar que ocurrió el 27 de marzo de 1813. Este suceso formó parte de la Guerra de Independencia de Chile, un periodo en el que los habitantes de Chile luchaban por su libertad. En esta batalla, las fuerzas que apoyaban al rey de España (conocidas como realistas) se enfrentaron a las fuerzas que buscaban la independencia (llamadas patriotas). Los realistas lograron la victoria en esta ocasión.

¿Qué llevó a la Toma de Talcahuano?

Preparativos de los realistas

En diciembre de 1812, desde el puerto del Callao en Perú, el virrey (un alto representante del rey de España) José Fernando de Abascal dio instrucciones al brigadier Antonio Pareja. Pareja zarpó con varios barcos, incluyendo la fragata Trinidad y algunos bergantines.

El 18 de enero de 1813, Pareja y su flota llegaron a San Carlos de Ancud. Allí, Pareja mostró sus amplios poderes y fue reconocido como gobernador. Con la ayuda de las autoridades locales, comenzó a organizar un ejército. Recibió apoyo económico y se unieron a él soldados experimentados de Lima.

Formación de las tropas realistas

El brigadier Pareja se dedicó a entrenar a los nuevos soldados, que eran principalmente milicianos (ciudadanos que se unían al ejército). También incorporó a algunos veteranos para mejorar la disciplina. Se formaron batallones como el "Voluntarios de Castro" y el "Veterano de San Carlos".

Mientras organizaba sus fuerzas, Pareja envió a algunos de sus colaboradores a Valdivia para preparar a la guarnición (tropas que defendían un lugar). El 20 de marzo, los barcos de Pareja, reforzados con pequeñas embarcaciones llamadas dalcas, llegaron a Valdivia. Allí se unieron más soldados y cañones a su expedición.

¿Quiénes se enfrentaron en Talcahuano?

Las fuerzas realistas

Según el historiador chileno Diego Barros Arana, las tropas realistas reclutadas en Chiloé incluían el batallón Veterano de San Carlos (450 hombres), el Voluntarios de Castro (800 hombres) y una brigada de artillería (120 hombres con ocho cañones). En Valdivia, se les unieron el batallón Veterano de Valdivia (600 hombres) y otra compañía de artilleros (100 hombres con 12 cañones).

De todas estas fuerzas, se estima que entre 1.100 y 1.200 hombres y 10 cañones desembarcaron y participaron directamente en el combate. Otras fuentes dan cifras ligeramente diferentes, pero todas indican un número considerable de soldados realistas.

Las fuerzas patriotas

La guarnición patriota en Talcahuano estaba compuesta por unos 150 soldados del Veterano de Concepción, 30 milicianos, 25 dragones (soldados a caballo) y 40 artilleros con cuatro cañones. Desde Concepción, se enviaron refuerzos que incluían 420 hombres del batallón Veterano, 150 milicianos, 200 dragones y 100 artilleros con ocho cañones.

En total, los patriotas contaban con una fuerza importante, aunque no toda estaba presente en Talcahuano al inicio del combate. Algunos líderes patriotas esperaban resistir lo suficiente para que llegaran más milicias de la provincia y refuerzos desde Santiago.

¿Cómo se desarrolló la batalla?

El desembarco realista

El 26 de marzo, la flota realista llegó a la bahía de San Vicente, cerca de Talcahuano. Alrededor de las 4 de la tarde, comenzaron a desembarcar sus tropas en la boca del río Lenga, a unos 7 kilómetros de Talcahuano. Utilizaron doce lanchas para el desembarco.

El sargento mayor Rodríguez Ballesteros, al mando de la vanguardia (la parte del ejército que va adelante), organizó a los soldados y los cañones a medida que llegaban. También envió a un grupo de 50 soldados a explorar la zona.

La noche antes del combate

La noticia del desembarco llegó rápidamente a Talcahuano y Concepción. El gobernador de Talcahuano, Rafael de la Sotta, fue a inspeccionar la zona y se encontró con las tropas realistas. Uno de sus acompañantes fue capturado, pero él logró escapar.

De la Sotta alertó a la guarnición de Talcahuano. Aunque intentó defender la posición, se dio cuenta de que era inútil y ordenó desmantelar los cañones. Sin embargo, un grupo de soldados realistas interrumpió la operación, forzándolo a abandonar un cañón.

Mientras tanto, un teniente patriota desertó y llevó información a las autoridades de Concepción. El brigadier Pareja, creyendo que los patriotas se rendirían, envió cartas exigiendo la entrega de la ciudad. El coronel De la Sotta pidió tiempo, pero la respuesta debía ser al día siguiente.

El combate principal

De la Sotta hizo fortificar las alturas entre Talcahuano y San Vicente con 180 fusileros y 4 a 6 cañones. A cargo de esta defensa quedaron el teniente coronel Manuel Serrano y un grupo de dragones.

El 27 de marzo, a las 2 de la tarde, los 1.100 soldados realistas y sus 10 cañones avanzaron hacia Talcahuano. No encontraron resistencia en las zonas bajas, pero una hora después se toparon con los dragones patriotas, que se vieron obligados a retirarse.

La columna realista sufrió el fuego de los cañones de Serrano, ubicados en los cerros. Aunque el fuego era intenso, no causó mucho daño. Los realistas atacaron varias veces, pero fueron rechazados. Finalmente, en un cuarto asalto, lograron alcanzar las posiciones patriotas. Los defensores, superados en número y agotados, se retiraron, dejando sus cañones.

El coronel De la Sotta logró escapar y se dirigió hacia Concepción, donde las tropas patriotas observaban el combate sin intervenir. De la Sotta reprochó al comandante Ramón Jiménez Navia por no ayudar a sus hombres. Algunos soldados quisieron ir a ayudar, pero Jiménez los detuvo y ordenó regresar a Concepción.

¿Qué pasó después de la batalla?

Bajas y capturas

A las 6 de la tarde, los realistas entraron en Talcahuano. Al amanecer del día siguiente, se contaron 31 patriotas y vecinos fallecidos, y 2 realistas. Casi toda la guarnición patriota, unos 150 hombres, fue capturada junto con los cañones de la plaza.

Asamblea en Concepción

En Concepción, la noche del 27 de marzo, el gobernador reunió a los líderes de la ciudad. Aunque aún contaban con unos 800 soldados y 7 cañones, estaban solos para defender la ciudad. El gobernador había pedido refuerzos a otras partes de la provincia, pero tardarían en llegar.

El intendente realista Vergara llegó con una carta de Pareja exigiendo la entrega inmediata de Concepción. El gobernador pidió diez días para pensarlo, pero Vergara insistió en una respuesta al día siguiente. Se celebró una asamblea para decidir qué hacer.

En la asamblea, algunos líderes propusieron entregar la ciudad, argumentando que era imposible resistir. Otros, como Salvador de Andrade y Rafael de la Sotta, decían que si no se podía defender la ciudad, lo correcto era retirarse al norte con los soldados y el dinero. Hubo una discusión acalorada. Los patriotas querían ganar tiempo para enviar el dinero y los soldados a Santiago y evitar que cayeran en manos del enemigo.

Un motín en las filas patriotas

En la mañana del 28 de marzo, en una reunión pública, el pueblo de Concepción se opuso a la rendición. Algunos querían resistir hasta el final, pero la mayoría decidió retirarse al interior de la provincia para seguir luchando. Sin embargo, esta decisión no se pudo llevar a cabo.

Los 800 soldados patriotas acampados en la Alameda se amotinaron. El segundo al mando, De la Sotta, les comunicó la orden de retirarse, pero el comandante Jiménez Navia animó a sus soldados a desobedecer. Los soldados pisotearon la escarapela (un distintivo) patriota y gritaron vivas al rey. De la Sotta fue amenazado y tuvo que huir al norte. Los dragones y la artillería también se unieron al motín.

Los líderes patriotas que pudieron se prepararon para irse a Santiago, sabiendo que la ocupación realista era inevitable. En el palacio, se redactó un documento de rendición con cinco puntos, que incluían la promesa de que la ciudad siempre había sido leal al rey y el respeto a las propiedades. El intendente Vergara aceptó el documento en nombre del brigadier Pareja.

La ocupación de Concepción

El gobernador Benavente decidió quedarse en Concepción para evitar problemas y entregar la ciudad a los realistas. El 29 de marzo, los realistas entraron en Concepción, sumando un total de 2.850 hombres, ya que la división de Jiménez Navia se les había unido.

Benavente fue obligado a renunciar y fue reemplazado por el obispo Diego Antonio Martín de Navarro y Villodres. Pareja también proclamó amnistías (perdones) para las zonas que se sometieran sin luchar. En Chillán, Pareja consiguió el apoyo de la gente.

Como parte de los acuerdos de rendición, no se podía obligar a los soldados de Concepción a unirse al ejército realista. Sin embargo, muchos milicianos se unieron voluntariamente. El 4 de abril, se celebró una ceremonia pública en la plaza de Armas, donde se juró lealtad a la Constitución española de 1812. Luego, hubo una procesión a la catedral para celebrar la restauración del orden.

Para conseguir más dinero, Pareja envió tropas para intentar recuperar el tesoro que se había llevado Jiménez Tendillo. También se confiscaron armas y se recaudó dinero a la fuerza. Con estos recursos, Pareja reorganizó su ejército. El 1 de abril, salió con sus tropas hacia Chillán, sumando un total de 4.120 a 4.262 hombres, según diferentes fuentes. Dejó una guarnición de 60 veteranos y 300 milicianos en Concepción.

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