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Templo romano de Córdoba para niños

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Datos para niños
Templo romano de Córdoba
Templo romano - Córdoba (España).jpg
Vista parcial del templo
Datos generales
Tipo Yacimiento arqueológico
Uso Templo romano
Catalogación bien de interés cultural
Parte de Sitio Arqueológico de Córdoba
Calle Calle Claudio Marcelo
Localización Córdoba, España (España)
Coordenadas 37°53′05″N 4°46′35″O / 37.8847618433, -4.77638620444
Construcción

Siglo I

Bien de interés cultural
Patrimonio histórico de España
Categoría Zona arqueológica
Código RI-55-0000129
Declaración 29 de mayo de 2007
Inauguración 19 de junio de 2025

El Templo romano de Córdoba es un antiguo edificio de la época romana que se encuentra en la ciudad de Córdoba, en España. Fue descubierto en 1951, cuando se estaba ampliando el ayuntamiento de la ciudad.

Este templo está en la esquina de las calles Claudio Marcelo y Capitulares. Aunque Córdoba tuvo otros templos romanos, este fue probablemente el más importante y el único que se ha podido estudiar a fondo gracias a las excavaciones. Es un templo de tipo pseudoperíptero, lo que significa que tiene columnas alrededor, pero algunas están unidas a la pared. Tenía seis columnas en la parte delantera (hexástilo) y seguía el estilo orden corintio, conocido por sus capiteles decorados. Medía 32 metros de largo y 16 de ancho.

El 29 de mayo de 2007, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía lo declaró Bien de Interés Cultural. Esto significa que es un monumento muy importante que debe ser protegido. Después de varios años de trabajos para restaurarlo y hacerlo accesible, el templo se abrió al público el 19 de junio de 2025.

Historia del Templo Romano de Córdoba

La construcción de este templo comenzó durante el gobierno del emperador Claudio (entre los años 41 y 54 después de Cristo). Se terminó unos cuarenta años después, bajo el reinado del emperador Domiciano (entre los años 81 y 96 después de Cristo). En ese momento, se le llevó agua a través del acueducto Aqua Nova Domitiana Augusta.

El templo tuvo algunas modificaciones en el siglo II. Estas reformas pudieron coincidir con el cambio de lugar del foro colonial, que se movió cerca del actual convento de Santa Ana. El antiguo circo romano fue abandonado y sus materiales se usaron para otras construcciones. Sin embargo, el templo y su plaza se mantuvieron hasta principios del siglo IV.

La Plaza Porticada del Templo

Esta zona de Córdoba pudo haber sido el foro provincial de la Colonia Patricia, el nombre que recibió la ciudad durante el dominio romano, entre los siglo I y siglo II. El templo se ubicó en el límite de la Colonia Patricia, donde estaba parte de la muralla oeste.

Para construir el templo, se destruyeron las edificaciones interiores y parte de la muralla. El terreno se niveló para crear una terraza artificial. Sobre esta terraza se construyó una plaza de 77 metros de ancho, y en el centro se colocó el templo. La plaza estaba cerrada por tres lados (norte, este y sur). El lado oeste quedaba abierto para conectar visualmente con el circo.

Algunos estudios sugieren que había una terraza intermedia que unía el templo con el circo. Aunque no hay documentos que lo confirmen, la ubicación del templo en esta plaza abierta al circo ha llevado a los investigadores a pensar que formaba parte de un conjunto dedicado al culto a los emperadores romanos, a quienes se consideraba divinos.

Archivo:Cordoba - 02 (15307279075)
Interior del templo.

Descubrimientos y Excavaciones del Templo

Las primeras pistas sobre la existencia de este templo se encontraron en 1576. En ese año, el alcalde Francisco Zapata y Cisneros compró casas cerca de la muralla para construir el nuevo ayuntamiento. Estas casas eran conocidas como "Los Marmolejos", lo que ya indicaba que había estructuras de mármol en la zona.

Desde el inicio de las obras del ayuntamiento en 1594, se encontraron muchas piezas. Aunque algunos expertos como Francisco Pérez Bayer mencionaron estos hallazgos en el siglo XVIII, no se realizó una investigación arqueológica profunda hasta el siglo XX.

El Descubrimiento Principal en 1951

En el verano de 1951, mientras se realizaban obras para ampliar el edificio del ayuntamiento, se encontraron restos de fustes (partes de columnas), columnas y capiteles romanos. Las obras se detuvieron de inmediato.

El alcalde de entonces, Antonio Cruz-Conde, pidió ayuda económica al Estado para continuar las excavaciones. El director general de Bellas Artes, Antonio Gallego Burín, concedió una pequeña ayuda. Las excavaciones fueron dirigidas por Samuel de los Santos, director del Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba, y el arqueólogo Félix Hernández Giménez.

En 1953, los restos fueron identificados como un "templo romano". El arqueólogo Antonio García Bellido interpretó los hallazgos y apoyó la reconstrucción del templo en 1959. Gracias a los datos obtenidos y a su parecido con la Maison Carrée de Nimes, Félix Hernández reconstruyó algunas estructuras. Por ejemplo, se levantaron diez columnas de la pronaos (la parte delantera del templo) y la primera columna del lado norte de la cella (la sala principal). La conservación del altar y el suelo original frente al templo ayudó a calcular la altura aproximada de las columnas.

Investigaciones en los Años 1980 y 1990

En 1985, las investigaciones se reanudaron bajo la dirección del arqueólogo José Luis Jiménez Salvador. En esta etapa, se descubrió el muro que separaba la pronaos de la cella. También se excavó el espacio interior del templo, que estaba hueco porque los ingenieros romanos habían usado la anchura de los muros para ahorrar piedra en esa zona. Entre 1986 y 1987, se descubrió la longitud total del muro de la cella y parte del muro oriental.

Entre 1994 y 1995, Jiménez Salvador volvió a excavar con la ayuda del Ayuntamiento de Córdoba. Se realizaron estudios en un solar de la calle María Cristina, donde se encontraron restos de la antigua muralla de la época de la República romana. Se descubrió que parte de esta muralla oriental había sido destruida para construir el complejo religioso y su plaza.

En esta década también se encontraron restos de un circo romano frente al templo, aunque a un nivel más bajo. Se cree que el templo y el circo estaban unidos por una plaza intermedia. Este tipo de diseño (templo-plaza-circo) también se ha encontrado en otras ciudades como Roma o Tarragona. Por ello, se piensa que este pudo ser el foro provincial de la Bética, una provincia romana.

Últimas Intervenciones y Apertura

Archivo:Templo romano, Córdoba 012
Capiteles, fustes y otros fragmentos del templo.

Entre 2001 y 2003, se realizaron excavaciones en la zona de las antérides, que son un sistema de contrafuertes (refuerzos) que ayudaban a sostener el templo. Allí se encontraron algunos elementos decorativos. En 2011, comenzaron los trabajos de limpieza y restauración. Se quitó la valla que rodeaba el monumento y se puso una nueva para mejorar la vista. También se iluminó el templo. Estas mejoras se inauguraron el 3 de diciembre de 2013.

El 27 de marzo de 2017, se inició la primera fase de un plan turístico. Los trabajos de restauración incluyeron la limpieza de una capa oscura que cubría el monumento. Esta fase terminó el 31 de julio de 2017. La segunda fase, que incluía la creación de una plataforma para visitas turísticas y un centro de interpretación, se inició en abril de 2018. Sin embargo, la empresa constructora tuvo problemas y las obras se detuvieron. Los trabajos se reanudaron en diciembre de 2023, y se espera que el templo se abra al público el 19 de junio de 2025.

¿Cómo era el Templo Romano de Córdoba?

El templo era de tipo hexástilo, lo que significa que tenía seis columnas en su fachada principal. Medía 9 metros de altura y estaba construido sobre un pódium (una base elevada) de 3,5 metros. Tenía seis columnas en la parte delantera y diez columnas en cada uno de sus lados.

Hoy en día, solo quedan los cimientos, la escalera, el altar y algunos fragmentos de columnas y capiteles. Lo más impresionante son los cimientos: los que sostenían el edificio y los contrafuertes delanteros. Estos contrafuertes, dispuestos en forma de abanico y apoyados en un muro (parte del cual se puede ver en el Ayuntamiento), servían para evitar que el templo se moviera debido a su gran peso, ya que estaba construido completamente de mármol.

Este tipo de sujeción, llamada antérides y recomendada por el arquitecto romano Vitruvio, no era común en el Imperio. Esto le da un valor especial al templo de Córdoba. Las antérides y los enormes cimientos nos muestran lo grande que debió ser el templo, visible desde la Vía Augusta, una importante calzada romana que pasaba cerca del circo.

El templo fue construido casi en su totalidad con mármol, desde las columnas hasta los muros, el techo y las decoraciones. La calidad del mármol y el trabajo de tallado indican que fue construido por artesanos muy hábiles, lo que lo ponía al nivel de los edificios más hermosos del Imperio Romano.

Alrededor del templo, se pueden ver algunos fragmentos originales, como partes de columnas o capiteles. Otros restos se llevaron al Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba para su mejor conservación, como algunos relieves que se exhiben allí. También se pueden ver varios fustes de sus columnas en la plaza de las Doblas.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Roman temple of Córdoba Facts for Kids

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