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Soledad Sevilla para niños

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Datos para niños
Soledad Sevilla
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Información personal
Nombre de nacimiento Soledad Sevilla Portillo
Nacimiento 1944
Valencia (España)
Residencia Granada y Madrid
Nacionalidad Española
Familia
Cónyuge José Miguel de Prada Poole
Educación
Educada en Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jorge
Información profesional
Ocupación Pintora y artista visual
Sitio web www.soledadsevilla.com
Distinciones
  • Premio Nacional de Artes Plásticas de España (1993)
  • Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2007)
  • Premio Velázquez de Artes Plásticas (2020)

Soledad Sevilla Portillo (nacida en Valencia, España, en 1944) es una artista española muy reconocida. Ella crea pinturas grandes e instalaciones artísticas que combinan elementos de la arquitectura, el arte en la naturaleza y la escultura.

¿Quién es Soledad Sevilla?

Soledad Sevilla nació en Valencia en 1944. Estudió en la Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jorge en Barcelona entre 1960 y 1965. Después, continuó sus estudios en Madrid.

En 1979, recibió una beca importante de la Fundación Juan March. En 1980, obtuvo otra beca para investigar nuevas formas de arte. Entre 1980 y 1982, vivió en Boston, Estados Unidos, gracias a una beca cultural.

En la Universidad de Harvard, también con una beca, empezó a trabajar en su serie de obras llamada Las meninas. En esta serie, usó una estructura de cuadrícula para dar una nueva visión a los espacios y la atmósfera del famoso cuadro de Velázquez.

El comienzo de su camino artístico

Soledad Sevilla empezó su carrera a finales de los años sesenta. Al principio, su arte era cercano al minimalismo, que usa formas muy simples. Sin embargo, en los años setenta, cambió su estilo. Esto ocurrió después de participar en un seminario sobre cómo crear formas artísticas de manera automática.

Allí, la artista decidió hacer pinturas con formas geométricas. Usaba un módulo (una forma básica) y lo repetía de muchas maneras en sus cuadros. Es importante saber que, aunque sus obras son geométricas, siempre tienen un toque poético. Este toque es algo que caracteriza su arte hasta hoy.

Con la abstracción geométrica, también conocida como optical art, Soledad Sevilla evitó otros movimientos artísticos populares en España. Con el tiempo, sus intereses cambiaron. Empezó a investigar el arte conceptual y el espacio, y usó estas ideas en sus instalaciones a principios de los años ochenta.

Cambios en su arte

Después de una enfermedad, Soledad Sevilla dejó de usar formatos muy grandes y se centró en el lienzo. Ella misma ha explicado:

“Llegó el momento en que era incapaz de abarcar los grandes formatos debido a mis condiciones físicas. Fue entonces cuando decidí abordar la tela de forma distinta, por etapas, con pinceladas pequeñas que se repiten hasta que esa unidad desaparece. Sigo utilizando este sistema porque me resulta cómodo. Todos los cambios en mi obra coinciden, curiosamente con cambios en mi estado físico. Nunca, de todas formas, me lo planteo de una forma racional. La naturaleza me impone su ritmo y yo, simplemente, me adapto. Abandoné la geometría porque no podía abarcarla físicamente”.

El arte de Sevilla explora cómo se relacionan la luz, los materiales y el espacio. Combina un análisis detallado y un orden geométrico con la búsqueda de una experiencia que involucre los sentidos. Para ella, la pintura y las instalaciones no son cosas separadas. Son una extensión natural una de la otra, donde su obra pictórica se expande en el espacio.

En 2018, una de sus esculturas, Sin título (1971-1972), fue parte de una exposición especial. Esta exposición se hizo para celebrar el 40 aniversario de la Constitución española. Las obras de arte se mostraron en el Congreso de los Diputados y el Senado.

En 2024, el Centro de Arte Museo Reina Sofía de Madrid hizo una gran exposición de su trabajo. Se llamó Ritmos, tramas, variables.

¿Cómo es el estilo artístico de Soledad Sevilla?

Cuando Soledad Sevilla empezó su carrera en 1968, quería encontrar un estilo diferente. En ese momento, el arte informalista y expresionista eran muy populares en España. Ella no estaba de acuerdo con la enseñanza tradicional de la Escuela de Bellas Artes.

Por eso, adaptó su estilo al Arte Normativo. Este movimiento proponía un arte basado en formas repetidas, colores puros y sin emociones personales. Una de sus ideas principales era evitar que el artista pusiera sus sentimientos en la obra.

El Arte Normativo mezclaba ideas del constructivismo, el suprematismo y el neoplasticismo. Así, tomó la idea de simplificar el arte, buscando una expresión pura de la sensibilidad. Del neoplasticismo, aprendió a usar un sistema de arte muy estricto. Este sistema se basa en la abstracción total, usando solo líneas, ángulos rectos, tres colores primarios (rojo, amarillo y azul) y tres no colores (negro, blanco y gris).

Por eso, las obras de Soledad Sevilla de finales de los 60 y principios de los 70 eran geométricas y repetitivas. Pero siempre tenían pequeños toques e imperfecciones que las hacían únicas y más humanas.

La influencia de la tecnología en su arte

En 1969, Soledad Sevilla se mudó a Madrid para asistir a unos seminarios. Se llamaban Generación Automática de Formas Plásticas. Los impartía el matemático Ernesto García en el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid.

Antes de eso, Soledad Sevilla conoció a José María Yturralde y Jordi Teixidor. Ellos eran parte del grupo Antes del Arte, que trabajaba con arte hecho con máquinas y tecnología. Este grupo le dio a la artista un espíritu de desafío y la ayudó a explorar ideas ópticas y estructurales.

En Madrid, Sevilla fue parte del grupo de artistas que asistieron al primer seminario del Centro de Cálculo. Entre sus compañeros estaban Yturralde, Sempere, y artistas de Equipo 57, Abel Martín y Elena Asins. Al final del primer seminario, se hizo una exposición. Las obras usaban la tecnología para crear arte.

En el catálogo de una exposición posterior, Florentino Briones habló de Soledad Sevilla. Dijo que ella hacía pintura modular, pero que para ella no había una ley de continuidad. En cambio, usaba leyes rítmicas. Partía de una forma única que, al repetirse, creaba nuevas unidades. Con estas unidades, construía sus cuadros en materiales plásticos.

En estos seminarios, los artistas compartían ideas y aprendían a programar. También hacían contactos con otros centros de cálculo en el mundo. Al terminar los seminarios, se hizo una exposición llamada Generación Automática de Formas Plásticas y Sonoras. Fue parte de los Encuentros de Pamplona en 1972. Este evento fue muy importante para el arte español de los años 70.

Durante los años del seminario, el trabajo de Soledad Sevilla se volvió más "lírico". Buscaba una conexión entre las emociones y la razón. La geometría se convirtió en una herramienta para analizar el espacio. A ella le interesa el espacio que crean las formas, no tanto los temas que se representan. Por eso, en series como Las Meninas o Los Toros, los elementos principales se desvanecen bajo el espacio.

A mediados de los ochenta, se enfocó en investigar el paisaje y los recuerdos. Exploró cómo percibimos las cosas a través de formas sutiles y cuadrículas. De este trabajo surgieron series como Las Meninas, La Alhambra y Vélez Blanco. En este período, también empezó a hacer sus primeras instalaciones. Ella las ve como un complemento a la pintura, donde la pintura y la instalación se influyen mutuamente.

Las series y las instalaciones

La artista trabaja en series porque le permiten desarrollar sus ideas. Las obras de Sevilla toman forma lentamente. Le lleva tiempo conseguir que la imagen que crea sea exactamente lo que quiere. Por eso, no puede plasmar sus deseos en un solo cuadro. Las series son el camino perfecto para lograrlo.

En sus instalaciones, Sevilla juega con cómo el espectador percibe las cosas con sus sentidos y su cuerpo. Explora la tensión entre lo de dentro y lo de fuera, lo visible y lo invisible, lo personal y lo público. Siempre tiene en cuenta las características del lugar donde se hacen. Sus instalaciones se encuentran entre la arquitectura, el arte en la naturaleza y la escultura.

La primera instalación de la artista, M.I.T line (1980), fue una ruptura con la pintura. Sevilla quería dejar el formato limitado de los cuadros. Quería llenar paredes, suelos y techos con grandes rollos de papel llenos de formas geométricas. Sin embargo, cuando hizo la obra en el campus del Instituto de Tecnología de Massachusetts, no pensaba crear una instalación. Solo quería llevar su arte a otro ambiente.

Soledad Sevilla ha dicho que podría vivir sin hacer instalaciones, pero nunca sin pintar. Sin embargo, las instalaciones tienen una cualidad especial que les da un toque poético: son temporales. Como dijo en una entrevista en el año 2000:

“El sentido efímero es perfecto: ocurre y desaparece.Eso no se había dado en la plástica hasta el siglo XX y es un experimento que me interesa muchísimo, porque muchas veces me pesa la acumulación de elementos y de objetos. El que la instalación se produzca en un tiempo y un espacio y después ya solamente quede el recuerdo le añade una poética llena de sugerencia.”

Temas como el paso del tiempo y la poesía son importantes en sus instalaciones. Para la artista, el aspecto poético es el motor de su obra. Por eso, siempre intenta transformar los temas en un resultado que emocione visualmente.

Los cambios en el arte de Soledad Sevilla se deben a su vida personal y a su salud. Por ejemplo, en un momento, sus obras eran de acrílico y no de óleo. Esto se debía a que el acrílico requería movimientos más ágiles. Después de una operación, no podía dominar esos movimientos, lo que la llevó a cambiar su forma de pintar.

De una pintura geométrica y repetitiva, Soledad Sevilla pasó a una abstracción más "lírica". En ella, busca una conexión entre lo emocional y lo racional. La geometría se convierte en una herramienta para analizar el espacio. A mediados de los años ochenta, empezó a hacer sus primeras instalaciones. Ella las ve como un complemento a la pintura. Así, completa sus series de pinturas con otra expresión en tres dimensiones.

Por ejemplo, después de hacer los cuadros de la serie Alhambra, Sevilla hizo la instalación Fons et origo (1987). Pero a veces, la instalación abre el camino a la pintura. Esto le ocurrió después de crear una instalación para el castillo de Vélez-Blanco. El resultado fue la serie de pinturas En ruinas y Vélez-Blanco.

En sus instalaciones, Sevilla juega con la percepción del espectador. Explora la tensión entre lo de dentro y lo de fuera, lo visible y lo invisible. Siempre tiene en cuenta las características de los lugares donde las realiza. La artista diseña estructuras abstractas complejas. Pero estas estructuras tienen una clara conexión con la naturaleza. Esto puede ser porque incluyen elementos naturales, cambian con el tiempo o son influenciadas por el ambiente.

¿Dónde se ha expuesto su obra?

Soledad Sevilla ha tenido muchas exposiciones a lo largo de su carrera. Aquí te mostramos algunas de las más importantes:

  • 1969: Su primera exposición individual fue en la Galería Trilce en Barcelona.
  • 1976: Su primera exposición individual fuera de España fue en La Galleri Ferm en Malmö, Suecia.
  • 1995: Tuvo una gran exposición retrospectiva (que muestra toda su carrera) en el Palacio de Velázquez en Madrid.
  • 2012: El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid presentó su exposición individual Escrito en los cuerpos celestes.
  • 2019: El IVAM en Valencia realizó otra exposición retrospectiva de su obra.
  • 2021: El Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear en Cáceres expuso Los días con Pessoa.

¿Dónde puedes encontrar sus obras?

Las obras de Soledad Sevilla se encuentran en muchos museos y fundaciones importantes, tanto en España como en otros países. Algunos de ellos son:

  • Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid.
  • Museo de Bellas Artes de Bilbao.
  • Museo de Arte Abstracto, Cuenca.
  • Museo Marugame Hirai de Arte Español Contemporáneo, Japón.
  • Institut Valencià d' Art Modern (IVAM), Valencia.
  • Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Sevilla.
  • Colección de Arte Contemporáneo Fundación "La Caixa", Barcelona.
  • Fundación Juan March, Madrid.
  • Parlamento Europeo.

Premios y reconocimientos importantes

Soledad Sevilla ha recibido muchos premios y honores por su trabajo artístico:

  • 1979: Beca de Creación Artística en España de la Fundación Juan March.
  • 1993: Premio Nacional de Artes Plásticas, uno de los más importantes de España.
  • 2007: Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
  • 2020: Doctora "honoris causa" por la Universidad de Granada.
  • 2020: Premio Velázquez 2020, otro de los premios más prestigiosos en el arte español.
  • 2025: Ingresó como Académica en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
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