Saturnino Castro para niños
Datos para niños Saturnino Castro |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Juan Saturnino Castro y González | |
Nacimiento | 1782 Salta (Argentina) |
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Fallecimiento | 1814 Moraya (Bolivia) |
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Nacionalidad | Argentina | |
Información profesional | ||
Ocupación | Militar | |
Juan Saturnino Castro y González (nacido en Salta, el 23 de noviembre de 1782, y fallecido en Moraya, entre septiembre y octubre de 1814) fue un oficial militar argentino. Al principio, luchó con el ejército que apoyaba al rey de España. Sin embargo, más tarde intentó unirse a las fuerzas que buscaban la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, su lugar de origen. Tuvo un papel importante en la batalla de Vilcapugio. Fue ejecutado por intentar que las tropas americanas del ejército del rey se unieran a los independentistas.
Contenido
La vida de Saturnino Castro: Un militar en tiempos de cambio
Juan Saturnino Castro y González fue un personaje clave durante las guerras de independencia en Sudamérica. Su historia nos muestra los desafíos y decisiones difíciles que enfrentaron muchas personas en esa época.
Primeros años y carrera militar
Saturnino Castro se unió al ejército del rey de España cuando era joven. Formó parte del Regimiento Fijo de Infantería de Buenos Aires. Uno de los batallones de este regimiento estaba en Salta, su ciudad natal.
En 1809, Castro viajó al Alto Perú (hoy Bolivia). Allí participó en la respuesta a la Revolución de Chuquisaca. Esta acción se limitó a algunos arrestos y destierros. Después, fue a Perú y fue ascendido a coronel. Se unió a la caballería, que son los soldados que luchan a caballo.
Participación en batallas clave
En 1811, Castro luchó en la batalla de Huaqui con el ejército del rey. También ayudó a tomar Cochabamba, una ciudad que se había rebelado. Luego, formó parte del ejército del general Pío Tristán que invadió el norte de Argentina.
Luchó en las batallas de Tucumán y Salta. En la batalla de Salta, fue capturado junto con el resto de su ejército. El general patriota Manuel Belgrano los liberó. A cambio, les pidió que juraran no volver a luchar contra las Provincias Unidas.
Muchos oficiales cumplieron su promesa, como el general Tristán. Pero la mayoría, incluyendo a Castro, no lo hicieron. Consiguieron que un líder religioso los "liberara" de su juramento.
El regreso al combate y la Batalla de Vilcapugio
Así, Castro se unió al ejército del general Joaquín de la Pezuela. Este ejército se enfrentó al Ejército del Norte de los independentistas.
El 27 de septiembre de 1813, Castro lideró tropas de caballería e infantería. Avanzó desde Pequereque y atacó a las tropas del líder Baltasar Cárdenas en el combate de Ancacato. Esta acción resultó en una gran derrota para los patriotas. Gracias a esta victoria, el general Pezuela encontró cartas secretas. Estas cartas revelaban que Belgrano esperaba refuerzos que aún no habían llegado.
Pezuela aceleró su avance y atacó a Belgrano cuatro días después en la batalla de Vilcapugio. Al principio, las tropas independentistas parecían ganar. Pero cuando la infantería del rey estaba siendo derrotada, la caballería de Castro reapareció. Dispersó a una parte del ejército independentista, lo que causó que el resto de las tropas se desorganizaran. La victoria fue para el ejército del rey.
Castro también comandó una parte importante de la caballería en la batalla de Ayohúma (14 de noviembre de 1813). Fue el encargado de perseguir a los enemigos. Estuvo varias veces cerca de alcanzar la retaguardia patriota.
Un cambio de bando y su trágico final
En 1814, Castro participó en la segunda invasión del ejército del rey al norte de Argentina. Fue el primer jefe en ocupar Salta, su ciudad natal.
Mientras estaba en San Salvador de Jujuy, recibió cartas de su hermano, el doctor Manuel Antonio Castro. Su hermano y amigos intentaban convencerlo de unirse a los patriotas. Sin embargo, Castro siguió con las tropas del rey mientras se retiraban al Alto Perú. Eran presionados por los gauchos de Martín Miguel de Güemes.
Al llegar a Santiago de Cotagaita, se enteraron de una revuelta en Cusco liderada por Mateo Pumacahua. Esta revuelta se había extendido a otras ciudades. Entonces, Castro decidió finalmente unirse al bando americano. Organizó un plan para que los soldados de origen americano del ejército del rey se rebelaran. Incluso convenció a muchos oficiales. Se decía que la mayoría de las tropas eran americanas. Si Castro hubiera tenido éxito, el ejército del rey se habría desintegrado rápidamente.
En agosto de 1814, Castro escribió al general patriota José Rondeau. Le pidió ayuda y le contó sus planes. Sin embargo, uno de los oficiales americanos a quien había contactado lo delató al general Pezuela. Al saberse descubierto, Castro intentó iniciar la rebelión. Pero fue arrestado. Pezuela lo condenó a muerte. El batallón de Cuzco, en el que Castro más confiaba, demostró su lealtad a los españoles ofreciéndose a fusilarlo.
Fue ejecutado en la aldea boliviana de Moraya, entre fines de septiembre o principios de octubre de 1814.