Reforma tributaria de 1845 para niños
La Reforma Tributaria de 1845 fue un cambio muy importante en la forma en que se recaudaban los impuestos en España. Fue aprobada en el año 1844 y sentó las bases de cómo funciona el sistema de impuestos en el país hasta el día de hoy.
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¿Por qué fue necesaria esta reforma?
En el verano de 1843, hubo un cambio de gobierno en España. Algunos generales, como Serrano, Narváez y Prim, lograron que el general Espartero dejara su puesto de regente. Esto puso fin a un periodo de tres años de gobierno progresista.
Isabel II, que en ese momento tenía solo trece años, fue declarada mayor de edad para poder reinar. Así comenzó una nueva etapa en la historia de España, y con ella, la necesidad de organizar mejor las finanzas del país.
¿Quiénes impulsaron la Reforma Tributaria de 1845?

El gobierno que llegó al poder en 1844, liderado por Narváez, decidió que era el momento de hacer una gran reforma en los impuestos.
En 1843, un ministro llamado Manuel Cantero de San Vicente le sugirió a Ramón de Santillán que creara una comisión. Esta comisión tendría la tarea de estudiar y proponer cómo reformar el sistema de impuestos de España.
La comisión se formó el 18 de diciembre de 1843. Estaba compuesta por varias personas importantes, como Javier de Burgos (que era el presidente), Ramón de Santillán y Alejandro Mon.
Esta comisión analizó cómo se podían cambiar los impuestos y qué principios debían seguir. Entregaron su informe el 5 de agosto de 1844 al entonces Ministro de Hacienda, Alejandro Mon. Aunque al principio el ministro Mon no estaba seguro de si la reforma recaudaría suficiente dinero, finalmente la presentó el 10 de enero de 1845. Se convirtió en ley el 23 de mayo de ese mismo año.
Esta reforma cambió profundamente el sistema de impuestos de España, dejando atrás las antiguas formas de recaudación que venían de la Edad Media.
¿Cómo era el sistema de impuestos antes de 1845?
Antes de la reforma, el sistema de impuestos era muy complicado. Había reglas diferentes para distintas regiones, como el antiguo reino de Aragón, Navarra y el País Vasco, en comparación con el resto del territorio. Además, existían muchísimos tipos de impuestos, la mayoría de ellos muy antiguos, algunos incluso de la época medieval.
¿Qué cambios trajo la Reforma de 1845?
La reforma buscaba modernizar el sistema de impuestos, siguiendo ideas más actuales para la época. Quería que los impuestos fueran:
- Legales: Que estuvieran claramente establecidos por ley.
- Suficientes: Que el Estado recaudara el dinero necesario para funcionar.
- Generales: Que se aplicaran de forma justa a todos.
También se buscaba crear un sistema de impuestos unificado para todo el país. Para impulsar el crecimiento económico, se eliminaron algunas barreras antiguas, como las aduanas internas (que cobraban impuestos a los productos que pasaban de una región a otra), los diezmos (una parte de la cosecha que se pagaba a la Iglesia) y otros impuestos antiguos como la alcabala y los millones.
El nuevo sistema dio más importancia a los impuestos directos (que se pagan directamente sobre los ingresos o propiedades) que a los impuestos indirectos (que se pagan al comprar productos o servicios).
Los cinco impuestos principales del nuevo sistema eran:
- Impuestos directos:
- Contribución sobre bienes inmuebles, cultivos y ganadería: Este impuesto se pagaba por las propiedades (casas, terrenos) y por las actividades agrícolas y ganaderas. Se esperaba que cubriera aproximadamente el 25% de los ingresos del Estado.
- Subsidio industrial y del comercio: Gravaba las actividades de las fábricas y los negocios. Tenía una parte fija y otra que variaba según el tamaño o la actividad.
- Derecho de inquilinato: Este impuesto duró muy poco tiempo, apenas un año.
- Impuestos indirectos:
- Impuesto de consumos: Se aplicaba a la compra de ciertos productos específicos, como el tabaco, la sal y los billetes de loterías (que eran monopolios del Estado). También gravaba el consumo de bebidas alcohólicas, el aceite de oliva, el jabón y la carne.
- Derecho de hipotecas: Este impuesto se pagaba cuando se vendían, alquilaban o se ponían cargas sobre propiedades.
Además de estos, las rentas de las aduanas (impuestos sobre productos que entraban o salían del país) y los monopolios de tabacos y loterías también eran muy importantes para los ingresos del Estado.
¿Qué resultados tuvo la Reforma Tributaria de 1845?
El impuesto sobre la industria y el comercio (el subsidio industrial y comercial) causó muchas quejas y llevó a que mucha gente intentara no pagarlo (fraude). La administración del gobierno no estaba del todo preparada para gestionar este nuevo sistema, así que la tarea de recaudar se encargó a los ayuntamientos (gobiernos locales) y a los gremios (asociaciones de comerciantes y artesanos), usando un sistema de cuotas.
El impuesto de consumos, que se cobraba por la entrada de productos en las ciudades o por su venta en los mercados, generó aún más protestas. Era muy impopular porque afectaba más a las personas con menos recursos.
A pesar de estos desafíos, la reorganización de los impuestos fue clave para que las finanzas del Estado mejoraran durante el reinado de Isabel II. Gracias a ella, fue posible desarrollar grandes obras públicas y el país tuvo más recursos en general.
El sistema establecido en 1845 se mantuvo casi sin cambios hasta el año 1900. En ese año, debido a problemas económicos causados por guerras en las colonias, fue necesaria una nueva reforma impulsada por Raimundo Fernández Villaverde.
Véase también
En inglés: Spanish tax reform of 1845 Facts for Kids