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Proteo para niños

Enciclopedia para niños
Archivo:Proteus-Alciato
Proteo, una imagen de madera de Andrea Alciato (1531).

En la mitología griega, Proteo (que se pronuncia Pro-té-o) era un dios del mar. Su nombre significa "el primero" o "el original". A veces se le veía viajando por el mar en un carro tirado por un hipocampo, que es como un caballo marino.

Proteo tenía un poder muy especial: podía predecir el futuro. Sin embargo, no le gustaba compartir sus secretos con los humanos. Por eso, cambiaba de forma para evitar tener que decir lo que sabía. De esta característica vienen las palabras "proteo" y "proteico", que usamos para describir a alguien o algo que cambia mucho de ideas o de apariencia.

¿Quiénes eran los padres y los hijos de Proteo?

Se cree que el padre de Proteo era Poseidón, el poderoso dios del mar. En algunas historias, su madre era Fénice, una hija de Fénix, rey de Fenicia. Otras leyendas dicen que era hijo de Océano, un dios más antiguo.

Proteo tuvo varios hijos. Con una mujer llamada Torone (o Crisónoe), tuvo a Polígono y Telégono. Estos dos hijos se enfrentaron al héroe Heracles y fueron derrotados. Otra de sus hijas fue Teónoe, también conocida como Idotea. Ella ayudó a Menelao en una de sus aventuras.

Proteo como dios del mar

Archivo:Halios geron
La lucha de Heracles y Proteo, una copia de una imagen antigua.

Proteo era un ayudante de Poseidón. Se decía que podía ver todo lo que pasaba en las profundidades del mar y que cuidaba de los rebaños de focas de Poseidón.

Según el poeta Homero, Proteo vivía en la arenosa isla de Faro, cerca del delta del Nilo en Egipto. Por eso, a veces lo llamaban "Egipcio". Otros poetas, como Virgilio, mencionan la isla de Cárpatos o dicen que nació en Tesalia.

Su rutina era la siguiente: al mediodía, salía del agua y se quedaba dormido a la sombra de las rocas de la costa, rodeado de criaturas marinas. Si alguien quería que Proteo le predijera el futuro, tenía que atraparlo en ese momento. Proteo intentaba escapar cambiando a cualquier forma posible: un león, una serpiente, un árbol o incluso agua. Pero si lo sujetaban con fuerza, finalmente volvía a su forma normal y decía la verdad. Después de dar su profecía, regresaba al mar.

Las aventuras de Menelao y Aristeo

En la famosa historia de la Odisea, el héroe Menelao cuenta que se encontró con Proteo. Menelao estaba de regreso de la Guerra de Troya y su viaje se había complicado. La hija de Proteo, Idotea, le dijo que si lograba atrapar a su padre, podría obligarlo a revelar cómo volver a casa. Menelao lo hizo, y Proteo le contó que su hermano Agamenón había sido asesinado y que Odiseo estaba atrapado en una isla lejana.

Otro relato, de Virgilio, cuenta que todas las abejas de Aristeo, hijo de Apolo, se enfermaron y murieron. Aristeo buscó ayuda de su madre, Cirene, quien le dijo que Proteo sabía cómo evitar otro desastre. Aristeo tuvo que atrapar a Proteo y sujetarlo firmemente mientras cambiaba de forma. Al final, Proteo le dio instrucciones para hacer un sacrificio a los dioses. Cuando Aristeo regresó, encontró un enjambre de abejas en uno de los cuerpos de los animales sacrificados, y sus abejas nunca más volvieron a enfermar.

Proteo como rey de Egipto

Algunas historias antiguas describen a Proteo no solo como un dios marino, sino también como un rey de Egipto. Se dice que tuvo dos hijos, Telégono y Polígono. En estas leyendas, Proteo fue muy amable con el dios Dioniso durante sus viajes.

También se cuenta que Hermes le llevó a Helena (la mujer por la que empezó la Guerra de Troya) después de que fuera raptada. O, según otras versiones, Proteo la tomó de Paris, le dio a Paris un fantasma de Helena y devolvió a la verdadera Helena a Menelao cuando este regresó de Troya.

Proteo en la literatura y la psicología

La figura de Proteo ha inspirado a muchos escritores y pensadores a lo largo de la historia.

El alquimista alemán Heinrich Khunrath escribió sobre Proteo como un símbolo del inconsciente y de la perfección del arte. El poeta John Milton también lo mencionó en su obra El paraíso perdido, relacionándolo con la alquimia y la búsqueda de la piedra filosofal.

En 1807, el poeta William Wordsworth escribió un soneto donde expresaba su deseo de ver a Proteo emergiendo del mar, como una forma de conectar con la magia y los dioses de un mundo antiguo.

El psicólogo suizo Carl Jung usó la figura de Proteo para representar el inconsciente, debido a su capacidad de profecía y de cambiar de forma.

En la literatura hispanoamericana, el escritor uruguayo José Enrique Rodó tituló su obra principal Motivos de Proteo (1909). En este libro, Rodó explora la idea de que los seres humanos estamos en constante cambio y transformación, como Proteo.

El poeta argentino Jorge Luis Borges también dedicó un soneto a Proteo, destacando su habilidad para cambiar de forma y su sabiduría oculta.

La Enciclopedia científica Proteo es una enciclopedia juvenil de ciencias de 1981. En ella, un androide llamado Proteo "fuerza 10" puede cambiar su apariencia, lo que le da su nombre.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Olm Facts for Kids

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Proteo para Niños. Enciclopedia Kiddle.