Proselitismo para niños
El proselitismo es el deseo o el esfuerzo de convencer a otras personas para que se unan a una idea, creencia o causa, especialmente una religiosa. A las personas que se unen a una nueva causa o creencia se les llama prosélitos.
Contenido
¿Qué significa la palabra proselitismo?
La palabra "proselitismo" viene del latín eclesiástico prosélytus. Esta palabra, a su vez, viene del griego προσήλυτος (prosêlütos), que significa 'alguien que ha llegado recientemente a un lugar extranjero'. Con el tiempo, también empezó a significar 'alguien que ha llegado recientemente a una religión'.
Aunque al principio la palabra se usaba mucho en relación con el cristianismo, hoy se usa para hablar de cómo cualquier religión busca que la gente se una a sus creencias. También se usa para referirse a cuando alguien intenta convencer a otros de un punto de vista, sea religioso o no.
A veces, la palabra "proselitismo" puede tener un significado negativo. Sin embargo, en este artículo la usaremos de forma neutral para hablar de cualquier intento de invitar a una o varias personas a una nueva fe o idea.
Tipos de proselitismo
El proselitismo puede darse en diferentes áreas de la vida.
¿Qué es el proselitismo político?
El proselitismo político busca convencer a nuevas personas para que apoyen una causa política. Esto puede ser durante una campaña electoral, para unirse a un movimiento o para apoyar una idea. En las campañas electorales, se usa para describir los intentos de que la gente cambie su preferencia política y apoye a otro candidato o partido.
Aunque es un término neutral que describe algo que ocurre normalmente, a veces se usa para criticar una acción que se considera negativa. Esto ocurre cuando se cree que quienes lo practican están rompiendo las reglas de una campaña justa, al intentar cambiar la opinión de otros con engaños o promesas que no se pueden cumplir.
¿Qué es el proselitismo religioso?
El proselitismo religioso es el esfuerzo por invitar a personas a una religión.
Proselitismo en el cristianismo
Muchos cristianos creen que es su deber compartir su fe. A esto a menudo se le llama la Gran Comisión de Jesús. Está escrito en el evangelio de Mateo:
"Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén."
Algunos cristianos distinguen entre el proselitismo religioso y el evangelismo. En algunos lugares, como en Europa oriental, hay objeciones por parte de algunas iglesias ortodoxas hacia lo que consideran un proselitismo excesivo por parte de ciertas iglesias occidentales. Por ejemplo, el Patriarcado de Moscú ha expresado su desacuerdo con lo que llama "proselitismo católico" en Rusia, donde la Iglesia ortodoxa rusa convive con otras religiones como el Islam, el Catolicismo, el Budismo, el Protestantismo y el Judaísmo.
Proselitismo en el islam
En el Islam, el proselitismo se conoce como Daʿwa (a veces también Dawah). Consiste en predicar el mensaje de Alá para invitar a personas no musulmanas a unirse a la fe. Esto se hace enviando misioneros que invitan pacíficamente a las personas a la religión islámica, a menudo a través de un juramento de lealtad basado en la Shahada.
Proselitismo en el judaísmo
El judaísmo generalmente no busca activamente convertir a personas que no son judías (gentiles). En cambio, se anima a los no judíos a seguir las siete leyes de Noé, que son principios morales universales.
Límites del proselitismo
Los límites del proselitismo dependen de lo que se considera legal en cada país y de lo que cada persona considera correcto.
Algunos países, como Grecia, prohíben todo tipo de proselitismo. Otros, como Marruecos, lo prohíben excepto para una religión específica. Hay países que lo restringen de varias maneras, por ejemplo, prohibiendo intentar convertir a niños o prohibiendo ofrecer beneficios materiales a quienes se conviertan.
Los grupos religiosos también establecen sus propios límites sobre cómo deben actuar para invitar a la gente. Por ejemplo, la Iglesia católica dice que "la Iglesia prohíbe estrictamente forzar a cualquier persona a abrazar la fe, o intentar atraer a la gente a través de la fascinación o la astucia preocupante".
El Consejo Mundial de Iglesias también ha establecido pautas sobre lo que no se considera un proselitismo adecuado. Algunas de estas incluyen:
- Hacer comentarios injustos o burlarse de las creencias de otras iglesias.
- Comparar dos comunidades cristianas resaltando solo lo bueno de una y lo malo de la otra.
- Usar cualquier tipo de fuerza, presión moral o psicológica, o técnicas de publicidad que puedan presionar demasiado a las personas.
- Usar el poder político, social o económico para conseguir nuevos miembros para una iglesia.
- Ofrecer educación, atención médica o dinero con la intención de que la gente se convierta.
- Aprovecharse de las necesidades, debilidades o falta de educación de las personas, especialmente en situaciones difíciles, o manipularlas sin respetar su libertad y dignidad.
En el islam, el Corán dice: "no hay obligación en la religión: el camino recto es seguramente claramente distinto del torcido" (Al-Baqarah, 2:256). La mayoría de los musulmanes interpretan esto como que no se debe usar la fuerza para convertir a alguien al islam.
Las opiniones sobre qué tipos de proselitismo son aceptables varían mucho. Algunas personas creen que la libertad de expresión no debe tener límites y que cualquiera debería tener derecho a hablar sobre cualquier tema. Otros ven el proselitismo como una molestia y preferirían que se restringiera.
El profesor Natan Lerner de la Universidad de Tel Aviv explica que el problema principal es un choque de derechos: el derecho de una persona a expresar su opinión, contra el derecho de otra persona a no ser expuesta a opiniones que no desea escuchar.
Punto de vista legal
Desde el punto de vista legal, existen criterios para diferenciar el proselitismo permitido del que no lo es.
El artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el convenio internacional sobre estados civiles y políticos establecen que:
- Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Esto incluye la libertad de tener o elegir una religión o creencia, y la libertad de practicarla, solo o en grupo, en público o en privado.
- Nadie debe ser forzado a cambiar su religión o creencia.
- La libertad de manifestar la religión o creencia solo puede ser limitada por la ley si es necesario para proteger la seguridad pública, el orden, la salud, la moral o los derechos y libertades de otros.
- Los países deben respetar la libertad de los padres o tutores para asegurar la educación religiosa y moral de sus hijos según sus propias convicciones.
En los Estados Unidos
En los Estados Unidos, la Primera Enmienda a la Constitución garantiza que todas las personas tienen:
- El derecho a tener, o no tener, una creencia religiosa (libertad religiosa).
- El derecho a formar organizaciones para practicar su fe y promover su causa (libertad de asociación).
- El derecho a hablar con otros sobre sus creencias para intentar convencerlos (libertad de expresión).
Al mismo tiempo, estos derechos también limitan las libertades de otros. Por ejemplo, el derecho a tener una creencia religiosa incluye el derecho a no ser forzado a cambiar esa creencia por amenazas, discriminación o presiones similares.
Véase también
En inglés: Proselytism Facts for Kids