Cortes de Madrid (1789) para niños
Las Cortes de Madrid de 1789 fueron una reunión muy importante en la historia de España. Fueron las últimas Cortes de Castilla, un tipo de asamblea donde se juntaban representantes de las ciudades para tratar asuntos importantes del reino.
Estas Cortes fueron convocadas en mayo de 1789 por el nuevo rey, Carlos IV, poco después de que su padre, Carlos III, falleciera. El objetivo principal era que los representantes juraran lealtad al heredero al trono, el príncipe Fernando, quien más tarde sería el rey Fernando VII.
Durante esta reunión, se aprobó un documento muy significativo llamado la Pragmática Sanción de 1789. Aunque no se hizo público hasta 1830, este documento cambiaba una ley anterior de Felipe V (de 1713) que dificultaba mucho que las mujeres pudieran heredar el trono. Por eso, a menudo se le llama "Ley Sálica", aunque técnicamente no lo fuera del todo.
Las Cortes terminaron de forma un poco apresurada el 17 de octubre. Esto se debió a las noticias que llegaban de Francia, donde había ocurrido la Revolución Francesa. Los ciudadanos de París habían asaltado el Palacio de Versalles y habían obligado al rey Luis XVI y a su familia a mudarse a París, junto con la Asamblea Nacional Constituyente, que ahora tenía el poder en Francia.
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¿Por qué se convocaron las Cortes de 1789?
Seis meses después de convertirse en rey, Carlos IV convocó las Cortes de Castilla el 5 de mayo de 1789. El motivo principal era que juraran a su hijo Fernando, de solo cinco años, como heredero al trono y Príncipe de Asturias.
En España, a diferencia de otros países como Francia o Inglaterra, no se hacía una ceremonia de coronación para el rey. En su lugar, se realizaba una jura pública. Esta ceremonia era muy importante porque simbolizaba que la familia real seguiría gobernando. Por eso, se convocaba a las Cortes y se invitaba a la nobleza y al clero, aunque solo los representantes de las ciudades tenían voto.
Desde el siglo XVI, a las Cortes de Castilla solo asistían representantes de las ciudades con derecho a voto. En 1789, estaban representadas 20 ciudades de Castilla y 17 de la antigua Corona de Aragón. La mayoría de estos representantes eran funcionarios de sus ciudades.
Las Cortes comenzaron oficialmente el 19 de septiembre en el Palacio Real de Madrid. El rey Carlos IV les dijo que, además de jurar al príncipe Fernando, también tratarían otros asuntos importantes. El presidente de las Cortes, el conde de Campomanes, explicó que se hablaría sobre la sucesión al trono, la acumulación de propiedades familiares (mayorazgos) y la mejora de la agricultura.
El ambiente en las Cortes estaba marcado por la preocupación debido a los eventos en Francia. La Revolución Francesa había triunfado el 14 de julio de 1789, poniendo fin a la Monarquía Absoluta del rey Luis XVI, quien era de la misma familia Borbón que Carlos IV.
La jura del príncipe Fernando como heredero
La ceremonia de jura del príncipe Fernando se llevó a cabo el 23 de septiembre en la iglesia de San Jerónimo en Madrid. Dos días antes, los reyes habían hecho una entrada solemne en la ciudad.
A la iglesia asistieron los reyes, el príncipe Fernando, muchos nobles importantes de España, obispos, arzobispos, miembros del gobierno y embajadores extranjeros.
Después de una misa especial, se realizó el juramento. Los asistentes prometieron reconocer al príncipe Fernando como heredero y, después de la vida de su padre, como su rey. Uno a uno, los obispos, los nobles y los representantes de las Cortes hicieron el juramento y besaron las manos del rey, la reina y el príncipe. Para terminar, se celebró un canto de agradecimiento.
El cambio en la ley de sucesión al trono
El tema más importante que trataron las Cortes, después de la jura del príncipe, fue la ley de sucesión al trono. Carlos IV quería cambiar una ley de 1713, establecida por Felipe V, que casi impedía a las mujeres heredar la Corona. Esta ley daba preferencia a todos los hombres de la familia antes que a las mujeres, incluso si estas eran de una línea más directa.
Carlos IV tenía varias razones para querer este cambio:
- Preocupación por sus hijos: De sus seis hijos varones, cuatro habían fallecido muy jóvenes. Solo le quedaban Fernando, de cinco años, y Carlos, de año y medio. Sus hijas, en cambio, ya eran adolescentes y parecían tener una salud más fuerte.
- Política exterior: Existía la posibilidad de que, si no había herederos varones, su hija Carlota Joaquina, casada con el heredero al trono de Portugal, uniera las coronas de España y Portugal. Carlos IV no quería esto.
- Cuestiones legales: La ley de 1713 exigía que el heredero naciera y se criara en España. Carlos IV había nacido en Nápoles, y aunque ya había sido jurado como rey, quería eliminar cualquier duda sobre la legalidad de su propio ascenso al trono.
Con este cambio, Carlos IV quería asegurar que uno de sus hijos o hijas pudiera sucederle y que la Corona no pasara a otra rama de la familia Borbón, como la de su hermano, el rey de Nápoles, con quien no tenía buena relación.
Las Cortes aprobaron por unanimidad el 30 de septiembre volver a la antigua ley de sucesión de Castilla, que sí permitía a las mujeres heredar. Sin embargo, este cambio no se hizo público de inmediato. El primer ministro, el conde de Floridablanca, decidió mantenerlo en secreto por razones de política exterior, para no molestar a las ramas de la familia Borbón que gobernaban en Francia y Nápoles.
El 7 de octubre, el conde de Floridablanca se reunió con los obispos y arzobispos que habían asistido a la jura del príncipe, y ellos también aprobaron el acuerdo de las Cortes sin objeciones.
Otros temas importantes
Las Cortes también discutieron otros asuntos, como se había anunciado al principio. Los representantes tenían permiso para tratar y decidir sobre otros temas que fueran importantes para el reino.
Uno de los temas fue una ley de 1788 que permitía cercar campos de viñas, olivares o huertas. Esta ley fue aprobada casi por unanimidad, aunque algunos representantes de Sevilla y de ciudades catalanas y valencianas se opusieron, preocupados de que menos pastos harían subir el precio de la carne.
También se aprobaron dos decretos de 1789 que prohibían acumular demasiadas propiedades familiares (mayorazgos) en una sola persona, para evitar que hubiera "vasallos demasiado poderosos". Además, se promovía el cultivo de las tierras que formaban parte de un mayorazgo. Hubo más debate sobre otra ley que prohibía crear nuevos mayorazgos sin permiso del rey y con un valor bajo. Los reformistas del gobierno querían que más tierras pudieran venderse libremente en el mercado, pero los representantes de las Cortes, que eran dueños de tierras, preferían que se permitieran mayorazgos más pequeños.
¿Cómo terminaron las Cortes?
Las Cortes se disolvieron de forma inesperada el 17 de octubre. Esto se debió al miedo que causó en la corte española la noticia del asalto al Palacio de Versalles en Francia y el traslado forzoso del rey Luis XVI a París. El conde de Floridablanca temía que las Cortes de Castilla pudieran hacer algo similar a lo que había ocurrido con los Estados Generales franceses, que se habían autoproclamado Asamblea Nacional. De hecho, algunos representantes españoles habían expresado su deseo de hacer peticiones al rey en nombre del reino.
Sin embargo, otro historiador, Emilio La Parra López, no menciona que las Cortes se cerraran de forma precipitada. Él afirma que "las Cortes se clausuraron el 5 de noviembre en presencia del rey, con todas las ceremonias propias del caso". Y añade que el embajador de Prusia notó que los diputados españoles se arrodillaron ante el rey, mostrando que en España "reinaba el orden tradicional", a diferencia de lo que pasaba en Francia.
Galería de imágenes
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Las Cortes, reunidas en la Iglesia del Real Monasterio de San Jerónimo, Madrid, en 1789, juran su reconocimiento al príncipe de Asturias, futuro Fernando VII. Cuadro de Luis Paret y Alcázar, 1791. Estas Cortes fueron las que aprobaron la Pragmática Sanción de 1789.