Númenor para niños
Númenor, también conocida como Númenórë, que significa ‘tierra del oeste’ en la lengua quenya, es un reino imaginario creado por el escritor británico J. R. R. Tolkien. Era una gran isla que se encontraba en el Gran Mar Belegaer, entre la Tierra Media y las Tierras Imperecederas.
Los Valar, seres poderosos que cuidaban el mundo, entregaron esta isla a los Edain (un grupo de humanos) como recompensa por su ayuda en las Guerras de Beleriand. Sin embargo, con el tiempo, muchos de sus habitantes dejaron de seguir las enseñanzas de Eru Ilúvatar (el creador del mundo) debido a la mala influencia de Sauron sobre el rey Ar-Pharazôn. Finalmente, se rebelaron contra los Valar, lo que llevó a la destrucción de la isla y a la desaparición de la mayoría de su gente. Númenor también fue conocida por otros nombres como Anadûnê, Andor y Elenna.
Datos para niños NúmenorNúmenórë (adûnaico) Anadûnê (quenya) |
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Reino ficticio | ||||||||||||||||||
32 S.E.-3319 S.E. | ||||||||||||||||||
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![]() Mapa de Númenor
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Capital | Armenelos | |||||||||||||||||
Entidad | Reino ficticio | |||||||||||||||||
Idioma oficial | Adûnaico, Quenya | |||||||||||||||||
Superficie | ||||||||||||||||||
• Total | 440 000 km² | |||||||||||||||||
Población | ||||||||||||||||||
• Total | 15 000 000 hab. | |||||||||||||||||
Período histórico | Segunda Edad del Sol | |||||||||||||||||
• 32 S.E. | Fundación | |||||||||||||||||
• 3319 S.E. | Caída de Númenor | |||||||||||||||||
Forma de gobierno | Monarquía hereditaria | |||||||||||||||||
Rey • Primer rey:
32‑442 S. E. • Periodo: 442‑3255 S. E. • Último rey: 3255‑3319 S. E. |
Elros (Quenya: Tar‑Minyatur) Reyes de Númenor Ar‑Pharazôn (Quenya: Tar‑Calion) |
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Contenido
Historia de Númenor
¿Cómo se creó la isla de Númenor?
La isla de Númenor surgió del mar como un regalo de los Valar a los Edain. Estos humanos habían luchado junto a los elfos de Beleriand contra Morgoth en las Batallas de Beleriand durante la Primera Edad.
Al inicio de la Segunda Edad, la mayoría de los Edain que sobrevivieron dejaron la Tierra Media. Viajaron a la isla en barcos que los elfos les dieron y guiaron. Esta gran migración duró cincuenta años y llevó a miles de personas a su nuevo hogar.
El reino de Númenor se fundó oficialmente en el año 32 de la Segunda Edad. Elros, hijo de Eärendil y hermano de Elrond, se convirtió en el primer rey. Bajo su liderazgo y el de sus descendientes, los númenóreanos se hicieron muy poderosos.
Por mucho tiempo, Númenor mantuvo una buena amistad con los elfos. Los elfos de Tol Eressëa les trajeron regalos, como conocimientos y plantas especiales. Entre estos regalos estaban siete Palantiri, que eran esferas de cristal mágicas que permitían ver cosas lejanas. Miles de años después, estas esferas fueron muy importantes en la historia de El Señor de los Anillos.
Los Reyes del Mar: Exploración y Poder
Desde el principio, los númenóreanos fueron grandes navegantes. Desarrollaron habilidades increíbles para construir barcos y explorar los océanos. Sin embargo, tenían una regla importante: los Valar les habían prohibido navegar hacia Valinor, ya que era un lugar solo para seres inmortales.
Así que los númenóreanos exploraron los mares al norte, este y sur. En el año 600 de la Segunda Edad, llegaron a la Tierra Media y exploraron todas sus costas. Incluso llegaron al lejano Mar del Este.
Los númenóreanos compartieron sus conocimientos avanzados con los hombres de la Tierra Media. Por eso, los llamaban los Reyes del Mar. La fama de los númenóreanos se extendió por toda la Tierra Media.
En el año 725 de la Segunda Edad, los númenóreanos ya tenían una buena relación con Gil-galad, el Rey Supremo de los Noldor en Lindon. Este reino estaba en el noroeste de la Tierra Media.
En el año 750 de la Segunda Edad, Aldarion fundó el Gremio de los Aventureros, cuyos miembros se llamaban Uinendili. Esto marcó el auge de los marineros de Númenor.
Aldarion se convirtió en rey en el año 883 de la Segunda Edad y fue conocido como el Rey Marinero. Él fundó Vinyalondë (más tarde llamado Lond Daer), el primer asentamiento númenóreano en la Tierra Media. Este puerto era vital para obtener madera, ya que los bosques de Númenor no eran suficientes para construir tantos barcos.
Entre los años 1693 y 1701 de la Segunda Edad, los númenóreanos ayudaron a Gil-galad en la Guerra de Eregion. Esta guerra comenzó después de que se forjaran los Anillos del Poder, especialmente el Anillo Único. Tar-Minastir, el undécimo rey de Númenor, envió una gran flota. Las fuerzas de Númenor eran muy poderosas y, junto con los elfos, lograron derrotar temporalmente a Sauron, el Señor Oscuro de Mordor.
El lado oscuro de los reyes de Númenor
El creciente poder de los númenóreanos también tuvo un lado negativo. Las operaciones de tala de árboles que Aldarion había iniciado se expandieron, causando la destrucción de grandes áreas de bosques en Eriador.
Los númenóreanos establecieron más asentamientos en la Tierra Media y pronto gobernaron un gran imperio costero. Al principio, se relacionaban de forma amistosa con los hombres de la Tierra Media. Sin embargo, durante los reinados de Tar-Ciryatan (1869-2029 S. E.) y Tar-Atanamir «el Grande» (2029-2221 S. E.), se volvieron más autoritarios. Oprimieron a los hombres de la Tierra Media y les exigieron grandes tributos.
En el año 2280 de la Segunda Edad, los númenóreanos convirtieron a Umbar, una ciudad portuaria en el sur de la Tierra Media, en una gran fortaleza. En el año 2350, también expandieron mucho la ciudad de Pelargir, cerca del delta del Anduin.
Con el tiempo, muchos númenóreanos sintieron envidia de la inmortalidad de los elfos. Empezaron a resentir la prohibición de los Valar y a rebelarse contra su autoridad, buscando la vida eterna. A estos se les llamó los Hombres del Rey. Aquellos que se mantuvieron leales a los Valar y amigos de los elfos fueron los Fieles. Durante el reinado de Tar-Ancalimon (2221-2386 S. E.), los Hombres del Rey se hicieron la mayoría, y los Fieles fueron cada vez más perseguidos.
La Caída de Númenor
En el año 3255 de la Segunda Edad, Ar-Pharazôn, el rey número 25 de Númenor, navegó a la Tierra Media para desafiar a Sauron. Sauron se había proclamado rey de los Hombres y señor de la Tierra Media. Ar-Pharazôn llegó a Umbar, y Sauron, al ver el gran poder de Númenor, se rindió sin luchar.
Sauron fue llevado a Númenor como prisionero. Sin embargo, pronto engañó al rey y a muchos númenóreanos, prometiéndoles vida eterna si adoraban a Melkor. Con Sauron como su consejero, Ar-Pharazôn mandó construir un enorme templo de 150 metros de altura en Armenelos, la capital. En este templo, que antes se usaba para honrar a los Valar, se empezaron a realizar actos terribles en honor a Melkor.
Durante este tiempo, el Árbol Blanco de Númenor, llamado Nimloth, que estaba frente a la Casa del Rey en Armenelos, fue cortado y quemado por orden de Sauron. Se decía que el destino de los reyes estaba ligado a este árbol. Isildur, con gran valentía y riesgo, logró rescatar un fruto del árbol. Este fruto se convirtió en el Árbol Blanco de Gondor en el futuro, manteniendo viva la antigua línea de árboles.
Ar-Pharazôn, siguiendo el consejo de Sauron, construyó una inmensa flota y zarpó hacia el Oeste para atacar a los Valar. Su intención era tomar Valinor y así conseguir la inmortalidad. Sauron se quedó en Númenor. Tolkien describió esta fuerza como la "mayor fuerza jamás reunida en Arda".
En el año 3319 de la Segunda Edad, Ar-Pharazôn desembarcó en las costas de Aman. Como los Valar no podían actuar directamente contra los hombres, Manwë, el rey de los Valar, pidió la ayuda de Eru Ilúvatar. La intervención directa de Eru causó un gran desastre: la tierra se abrió, tragándose a todos los hombres y la flota que habían desembarcado en Aman. Númenor, la isla, se hundió bajo el océano. Casi toda la población de la isla pereció. La Tierra, que hasta entonces era plana, se transformó en un globo, y las Tierras Inmortales se ocultaron de Arda para siempre.
¿Qué pasó después de la caída?
Sauron también quedó atrapado en el desastre que había provocado. Fue el único ser que sobrevivió directamente al hundimiento de Númenor, pero su cuerpo fue destruido. Así perdió la capacidad de cambiar de forma. Sauron huyó de regreso a la Tierra Media como un "espíritu de odio" y volvió a Mordor.
Algunos númenóreanos también sobrevivieron, ya que habían abandonado la isla antes del cataclismo. Elendil, un líder de los Fieles, había previsto el desastre. Zarpó con sus hijos y seguidores en nueve barcos. Desembarcaron en la Tierra Media y fundaron dos reinos: Arnor en el norte y Gondor cerca de Mordor. Estos reinos intentaron mantener las buenas costumbres de Númenor. Gondor en particular prosperó, recordando algo del poder de Númenor.
De los Hombres del Rey que servían a Sauron, algunos también lograron salvarse. Desembarcaron en Umbar y con el tiempo poblaron las regiones del este de la Tierra Media. Estos Hombres del Rey fueron conocidos como los Númenóreanos negros y sirvieron al mal durante muchos siglos, hasta los eventos de El Señor de los Anillos.
Gobierno de Númenor
Los reyes eran los máximos gobernantes de Númenor. Elros fue el primero y reinó durante 410 años. Después de él, los reyes solían ceder el poder a su heredero antes de morir.
Los reyes usaban títulos en quenya. Sin embargo, Ar-Adûnakhôr adoptó su título en adûnaico, la lengua númenóreana. Esto causó una mayor separación entre la realeza y los Fieles. Años después, Tar-Palantir volvió a usar el quenya, pero Ar-Pharazôn regresó al adûnaico.
El cetro era el símbolo principal de la realeza. Al principio, pasaba al hijo varón mayor. Pero Tar-Aldarion solo tuvo una hija, así que creó una ley para que el cetro pasara al hijo mayor, sin importar si era hombre o mujer. Así, en el año 1075 de la Segunda Edad, Tar-Aldarion cedió el cetro a su hija Ancalimë, quien se convirtió en la primera Reina. El cetro no pudo ser salvado y se hundió con la isla.
Había otros tesoros que pasaban de rey en rey:
- Aranrúth: la espada del rey, que antes fue del Rey Thingol.
- El Anillo de Barahir: el único que sobrevivió a la Caída de Númenor.
- Las siete Palantiri: piedras videntes creadas por Fëanor.
- Dramborleg: la gran hacha de Tuor.
- El arco de Bregor.
El Consejo del Cetro
El Consejo del Cetro era un grupo de consejeros en Númenor. Podía influir, pero no tenía poder para decidir. Solo podía aconsejar al rey, quien tenía la última palabra. El Consejo incluía al heredero del rey y a miembros de las regiones de Númenor, como los Señores de Andúnië.
Los Señores de Andúnië
Los Señores de Andúnië eran los líderes de una importante familia noble de Númenor. Eran parte del Consejo del Cetro y, más tarde, se convirtieron en los líderes de los Fieles.
Estos señores descendían de Silmariën, la hija mayor de Tar-Elendil, el cuarto rey de Númenor. Como las mujeres no podían reinar en ese momento, ella se casó y vivió en Andúnië. Su hijo Valandil fue el primer Señor de Andúnië.
Los Señores de Andúnië lideraron a los Elendili (los Fieles), quienes se mantuvieron leales a los Valar. Ellos conservaron reliquias valiosas de Númenor, como la espada Narsil, el Anillo de Barahir y las Palantiri. Esto fue a pesar de la persecución de los Hombres del Rey.
Al final de la Segunda Edad, la sociedad númenóreana se corrompió por la influencia de Sauron. Amandil, el último Señor de Andúnië, navegó hacia el oeste buscando el perdón de los Valar, pero nunca regresó. Su hijo y heredero, Elendil, no se unió al ataque contra Valinor. En cambio, huyó con sus hijos Isildur y Anárion y muchos Fieles en nueve barcos hacia la Tierra Media. Se llevaron consigo las reliquias de los Señores de Andúnië.
En la Tierra Media, los Reyes de Arnor y los Reyes de Gondor, incluyendo a Aragorn II, descendían directamente de Isildur y Anárion, y por lo tanto de los Señores de Andúnië.
Los Elendili: Amigos de los Elfos
Los Elendili, también llamados Amigos de los Elfos, eran un grupo de númenóreanos que querían mantener la amistad con los elfos y usar sus lenguas. También se les conocía como los Fieles por su lealtad a los Valar. Los Señores de Andúnië eran sus líderes.
Para el tercer milenio de la Segunda Edad, los númenóreanos se dividieron entre los Elendili y los Hombres del Rey. Estos últimos buscaban el poder y la inmortalidad. Los Hombres del Rey llegaron a desafiar abiertamente a los Valar, lo que llevó a la caída de Númenor. Los Elendili vieron esta arrogancia como algo terrible.
Los Hombres del Rey se hicieron más poderosos y empezaron a perseguir a los Elendili, considerándolos rebeldes. Los Fieles fueron obligados a dejar sus hogares en el oeste y se trasladaron a la ciudad portuaria oriental de Rómenna. Desde allí, muchos partieron a la Tierra Media y fundaron asentamientos que luego serían los reinos de Gondor y Arnor.
Cuando Ar-Pharazôn se hizo rey, los Elendili fueron oprimidos aún más, con la ayuda de Sauron. La lengua de los Eldar (elfos) fue prohibida. Cuando Sauron corrompió a Ar-Pharazôn, algunos Elendili fueron asesinados. También quemaron a Nimloth, el Árbol Blanco del Rey. Isildur, hijo de Elendil, logró obtener un brote de Nimloth, asegurando así la continuidad del árbol.
Mientras Ar-Pharazôn llevaba su gran ejército a Aman para desafiar a los Valar, Elendil fue advertido por su padre, Amandil, de que se preparara para huir. Amandil fue a Aman a pedir perdón a los Valar, pero nunca más se supo de él. Elendil y sus hijos, Isildur y Anárion, siguieron el consejo y prepararon nueve barcos con sus seguidores. Así se salvaron de la caída de Númenor, cuando la isla se hundió en el océano como castigo.
Los Elendili, liderados por Elendil y sus hijos, fueron llevados a la Tierra Media por fuertes vientos y olas. Esto sugiere que los Valar o Ilúvatar los salvaron por su lealtad. Los refugiados Elendili fundaron los reinos de Arnor y Gondor en el noroeste de la Tierra Media.
Habilidades de los Númenóreanos
Los númenóreanos eran la cultura humana más avanzada. Después de establecerse en la isla, su conocimiento y habilidades crecieron aún más gracias a las enseñanzas de los Valar y los elfos de Tol Eressëa.
Eran muy hábiles en muchas artes, pero destacaron en la construcción naval y la navegación. Se convirtieron en grandes marineros, explorando el mundo en todas direcciones, excepto hacia el oeste, donde estaba la prohibición de los Valar. A menudo viajaban a la Tierra Media, enseñando artes y oficios a los hombres de allí y mejorando su agricultura. Los mejores marineros se unieron al Uinendili, un gremio que honraba a Uinen, la diosa del mar.
Su respeto por el mar se combinó con sus habilidades en astronomía y cálculo del tiempo. Mejoraron el calendario, haciendo que el día comenzara cuando el sol salía del mar oriental. También añadieron un séptimo día a la semana, llamado Eärenya (día del mar).
Otra habilidad muy desarrollada por los númenóreanos fue la arquitectura y la ingeniería. Construyeron grandes ciudades, torres, muros, puertos y caminos. Sus descendientes en el reino de Gondor continuaron estas tradiciones.
También eran expertos en la cría de caballos y ovejas. Criaron grandes caballos que vivían en las llanuras de la región de Mittalmar. Una zona llamada Emerië se especializaba en la cría de ovejas.
Geografía de Númenor
La isla de Númenor tenía forma de estrella de cinco puntas. La parte central se llamaba Mittalmar y medía poco más de 400 km de largo y ancho. De ella se extendían cinco penínsulas que formaban regiones distintas: Forostar, Andustar, Hyarnustar, Hyarrostar y Orrostar. La mayor parte de la isla estaba rodeada de acantilados.
- Mittalmar: Era una región con pocas elevaciones y grandes praderas, ideal para el pastoreo. La parte este se llamaba Arandor, "tierra del rey". Allí estaban el Meneltarma, la ciudad de Armenelos y el puerto de Rómenna.
- Forostar: La región del norte, rocosa y menos fértil. Tenía las montañas de Sorontil con grandes acantilados donde anidaban muchas águilas.
- Andustar: La región del oeste. El norte era montañoso y el sur tenía grandes bosques. Tenía tres bahías, siendo la más al norte la bahía de Andúnië.
- Hyarnustar: La región del suroeste, montañosa y cálida. El río Siril la separaba de Hyarrostar.
- Hyarrostar: La región del sur, con muchos árboles, incluyendo el laurinquë, útil para construir barcos.
- Orrostar: La región oriental, protegida de los vientos fríos por montañas.
Flora y Fauna de Númenor
Se dice que la vida vegetal y animal en Númenor era muy abundante y variada. Muchas especies eran únicas de la isla. Además, había muchas formas de vida que no se encontraban en la Tierra Media, traídas por los Valar o los elfos de Aman. El más famoso fue el Árbol Blanco, Nimloth, que crecía en la Corte del Rey en Armenelos.
Otros árboles únicos en las regiones del sur incluían el oiolairë, lairelossë, nessamelda, vardarianna, taniquelassë, yavannamirë, lissuin y los famosos mallorn. Los árboles Mallorn fueron llevados por los númenóreanos a la Tierra Media, junto con otras plantas.
El tipo de animal más numeroso en Númenor eran las aves marinas. La vida marina era abundante y el pescado era la principal fuente de alimento. De especies animales únicas, solo se registran los kirinki. Las grandes águilas, que aparecen en muchas historias de Tolkien, también vivían en Númenor.
Cultura Númenóreana
Nombres de los Númenóreanos
A los habitantes de Númenor se les llama númenóreanos u Hombres del Oeste. Este último nombre se traduce en sindarin como Dúnedain, aunque este término se usó más para sus descendientes en la Tierra Media en la Tercera Edad.
En la Tierra Media, los númenóreanos también eran conocidos como los Reyes del Mar.
Origen, Apariencia y Lenguas
Los númenóreanos descendían de los Edain, un grupo de humanos que vivían en Beleriand en la Primera Edad. Los Edain tenían tres clanes: la casa de Hador, la casa de Bëor y la casa de Haleth.
La mayoría de los númenóreanos de la casa de Hador eran rubios y de ojos azules. Los de las regiones occidentales, de la casa de Bëor, tenían el cabello más oscuro y ojos grises. También se sabe que algunas familias de los Drúedain viajaron a Númenor.
Los númenóreanos eran muy altos, más que los hombres comunes de la Tierra Media. Al final de la Segunda Edad, medían en promedio 1.93 metros. Elendil fue el más alto de los que escaparon de la Caída, midiendo 2.41 metros.
Los númenóreanos vivían mucho más tiempo que los hombres normales, alrededor de trescientos o trescientos cincuenta años. Los de la Casa de Elros podían vivir hasta cuatrocientos años, aunque esto disminuyó con su rebelión. Esta larga vida significaba que alcanzaban la edad adulta más tarde, a los veinticinco años.
El idioma común de los númenóreanos, el Adûnaico, venía principalmente del Taliska de los hadorianos. El sindarin era conocido por la mayoría de los númenóreanos y usado por las familias nobles. También conocían el Quenya de los Altos Elfos, usándolo en documentos oficiales. Sin embargo, cuando la amistad con los Elfos se rompió, el uso de estas lenguas disminuyó. El rey Ar-Adûnakhôr incluso prohibió enseñarlas, y solo los Fieles mantuvieron el conocimiento de las lenguas élficas.
Tolkien describió que su población crecía lentamente, ya que se casaban tarde y tenían pocos hijos.
Religión y Creencias
Antes de la llegada de la oscuridad, los númenóreanos adoraban a Ilúvatar y respetaban a los Valar. Realizaban ceremonias importantes, como las Tres Oraciones, en las que una gran multitud subía a la santa montaña Meneltarma y el rey alababa a Eru Ilúvatar.
Estas oraciones eran:
- Erukyermë: a principios de primavera, para pedir un buen año.
- Erulaitalë: en pleno verano, para agradecer una buena cosecha.
- Eruhantalë: en otoño, para dar gracias por la cosecha.
Con la llegada de la Sombra, muchos númenóreanos se alejaron de Ilúvatar y comenzaron a seguir a Morgoth. Se construyó un gran templo en Armenelos para realizar actos terribles en su honor.
Otros Nombres de Númenor
- Anadûnê Oesternessë: ‘tierra del oeste’, en lengua Adûnaico.
- Andor: ‘tierra del don’, en quenya.
- Akallabêth: ‘la sepultada’, en adûnaico y oestron. Nombre dado después de su destrucción.
- Atalantë: ‘la sepultada’, en quenya. Se refiere a las tierras submarinas que quedaron.
- Elenna: ‘hacia las estrellas’, en quenya.
- Mar-nu-Falmar: ‘hogar bajo las olas’, en quenya. Nombre dado después de la destrucción.
El Mito de Númenor
La historia de Númenor recuerda a la leyenda de la Atlántida, una isla con una civilización próspera que se hundió bajo el mar. La similitud entre Atalantë (nombre quenya para las tierras sumergidas de Númenor) y Atlántida refuerza esta idea. Sin embargo, el propio Tolkien aclaró que Atalantë es una palabra en quenya que significa La Sepultada.