Matanza de la Escuela Santa María de Iquique para niños
Datos para niños Matanza de la Escuela Santa María de Iquique |
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![]() La escuela hacia 1907
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Lugar | Escuela Domingo Santa María, Iquique, Chile | |
Coordenadas | 20°13′04″S 70°08′50″O / -20.217863888889, -70.147188888889 | |
Blanco | Huelguistas | |
Fecha | 21 de diciembre de 1907 15:30 (UTC-4) |
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Tipo de ataque | Masacre | |
Arma | Ametralladoras y rifles | |
Muertos | 126 (cifra del gobierno) a 3600 | |
Heridos | 135 a +500 | |
Perpetrador | Ejército de Chile Roberto Silva Renard Gobierno de Pedro Montt |
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Motivación | Acabar con la huelga de obreros que pedía mejoras en su precariedad laboral | |
La matanza de la Escuela Santa María de Iquique fue un trágico evento ocurrido en Chile el 21 de diciembre de 1907. En este suceso, trabajadores del salitre que estaban en huelga, junto a sus familias, fueron atacados por las Fuerzas Armadas del país. Las cifras de personas fallecidas varían mucho: algunas fuentes hablan de entre 2200 y 3600, mientras que los datos oficiales del gobierno del presidente Pedro Montt indicaron 126. Estas personas se habían reunido en la Escuela Domingo Santa María de Iquique durante una huelga general.
Este triste acontecimiento ocurrió durante el auge de la producción de salitre en las regiones de Antofagasta y Tarapacá, en un periodo conocido como los gobiernos parlamentarios. La huelga se inició debido a las difíciles condiciones de trabajo y la falta de derechos de los obreros. El gobierno de Pedro Montt respondió a la protesta con el uso de la fuerza militar. El general Roberto Silva Renard, siguiendo órdenes del ministro del interior Rafael Sotomayor Gaete, dirigió a las tropas. Los militares atacaron a los trabajadores y sus familias, y los sobrevivientes recibieron un trato muy duro.
Se cree que muchas de las personas afectadas eran de Argentina, Bolivia y Perú. A pesar de que los cónsules de sus países les pidieron que se fueran, ellos decidieron quedarse y apoyar el movimiento.
Contenido
- ¿Qué llevó a la huelga de los trabajadores del salitre?
- ¿Cómo se desarrolló la huelga general de 1907?
- El trágico suceso
- ¿Cuántas personas fueron afectadas?
- ¿Cómo se informó sobre el suceso en los medios?
- ¿Qué consecuencias tuvo este evento?
- ¿Cómo ha influido este evento en la cultura?
- Véase también
¿Qué llevó a la huelga de los trabajadores del salitre?
Los orígenes de este evento se encuentran en el surgimiento de los movimientos de trabajadores y los sindicatos en Chile. Estos grupos comenzaron a formarse entre los mineros del salitre en una época de grandes desafíos para el país. La huelga de Iquique y sus consecuencias fueron el final de un periodo de protestas que había empezado en 1902, incluyendo huelgas importantes en Valparaíso (1903) y Santiago (1905).
La zona salitrera de Chile se encuentra en el desierto de Atacama. Los territorios de Tarapacá y Antofagasta pasaron a ser parte de Chile después de la Guerra del Pacífico (1879-1884). Esto le dio a Chile acceso a grandes reservas de minerales, especialmente cobre y salitre.
A finales del siglo XIX, el salitre se convirtió en el principal motor económico de Chile, siendo el único productor mundial. El control de estas minas fue una de las causas de la Guerra Civil de 1891. En esa guerra, el bando del Congreso, que defendía los intereses chilenos y británicos en la zona, ganó contra el presidente José Manuel Balmaceda.
Los yacimientos de salitre estaban en la pampa, una llanura entre el océano Pacífico y la cordillera de los Andes. En 1907, la provincia de Tarapacá tenía unos 110.000 habitantes. Cerca de 40.000 trabajadores, incluyendo unos 13.000 de Bolivia y Perú, trabajaban en las minas de Tarapacá y Antofagasta. La vida en las minas era muy difícil. Las empresas tenían un gran control sobre la vida de los trabajadores, lo que los hacía vulnerables a las decisiones de los dueños. Las empresas eran dueñas de las viviendas de los obreros, tenían su propio sistema de seguridad, controlaban las pulperías (tiendas de la mina) y pagaban con fichas que solo se podían usar en sus propios negocios. Además, a veces retrasaban los pagos por meses.
A principios del siglo XX, los problemas sociales en Tarapacá se hicieron evidentes. Los trabajadores de varias oficinas salitreras pedían salarios justos y que se eliminara el sistema de fichas, entre otras cosas, para mejorar sus condiciones de vida. Cuando las empresas y el gobierno se negaron, los trabajadores pidieron que les dieran los medios para regresar al sur del país, de donde venían la mayoría, pero también se les negó. Los gobiernos de la época no querían intervenir en las negociaciones entre empleadores y trabajadores y veían las grandes protestas como posibles rebeliones.
¿Cómo se desarrolló la huelga general de 1907?
El 10 de diciembre de 1907, comenzó una huelga en la salitrera San Lorenzo, que luego se extendió a Alto San Antonio. Esta huelga se conoció como la "Huelga de los 18 peniques" porque los trabajadores pedían que se les pagara un salario fijo en esa moneda, ya que el salitre se vendía en libras esterlinas. Un gran grupo de huelguistas de Alto San Antonio llegó al puerto de Iquique, llevando banderas de Chile, Perú, Bolivia y Argentina. Se alojaron en el hipódromo del puerto. A este movimiento se unieron otras oficinas salitreras, y casi todo el comercio e industria del norte del país también se unió a la huelga.
El 14 de diciembre, los obreros de la oficina San Lorenzo decidieron ir a Iquique. Al mismo tiempo, unos tres mil trabajadores de San Antonio también marcharon hacia Iquique, siguiendo la vía del tren. La caravana llegó al Alto del León el 15 de diciembre y se dirigió al hipódromo, custodiada por tropas.
Los huelguistas formaron una comisión para hablar con el intendente (autoridad regional) y presentar sus demandas. Querían que les pagaran los salarios a un cambio fijo de 18 peniques, que las fichas salitreras se aceptaran por su valor real, que hubiera control en las tiendas de las minas para evitar abusos, y otras mejoras.
La reunión con las autoridades se realizó en la Intendencia. Las autoridades pidieron ocho días para negociar, pero los obreros solo dieron 24 horas. El intendente les pidió que se quedaran en Iquique mientras el resto de los obreros regresaban en tren. Aunque al principio aceptaron, los obreros en el tren cambiaron de opinión y fueron a la Plaza Arturo Prat para una reunión, y luego a la Intendencia. El intendente les permitió pasar la noche en la Escuela Domingo Santa María.
El 16 de diciembre, los obreros enviaron un documento con sus peticiones, que incluían:
- Que las fichas de pago fueran aceptadas por su valor real en todas las oficinas.
- Pago de salarios a un cambio fijo de 18 peniques.
- Libertad para comerciar en las oficinas.
- Medidas de seguridad en las máquinas de las minas para evitar accidentes.
- Balanzas y varas de medida fuera de las tiendas para verificar pesos.
- Locales gratuitos para escuelas nocturnas para obreros.
- Que no se usara el material de desecho (caliche) para engañar a los trabajadores.
- Que no se despidiera a los obreros que participaron en la huelga sin previo aviso o indemnización.
- Que en el futuro, tanto obreros como patrones dieran un aviso de 15 días antes de terminar un contrato.
Esa mañana, los trabajadores también eligieron a su Comité Directivo de la Huelga, liderado por José Brigg.
El 17 de diciembre, la huelga se había extendido por toda la pampa y en Iquique. El intendente anunció que una comisión de Santiago llegaría para resolver el conflicto. Esa noche, más de cien trabajadores de Lagunas llegaron y también se instalaron en la Escuela Santa María, que los obreros llamaban su "cuartel general". El Comité Directivo usaba la azotea, y los salones del primer piso se convirtieron en dormitorios y comedores. Mientras tanto, más militares llegaban a la ciudad. Por eso, el 18 de diciembre, el Comité Directivo decidió no hacer más reuniones públicas para evitar que las autoridades usaran eso como excusa para usar la fuerza.
El 19 de diciembre, llegaron otros dos mil trabajadores de Huara y también se quedaron en la Escuela Santa María. Al mismo tiempo, llegó el barco Zenteno con la comisión de Santiago, que incluía al intendente titular Carlos Eastman Quiroga, el general Roberto Silva Renard y el coronel Sinforoso Ledesma. Los trabajadores los recibieron con alegría, pensando que venían a ayudarlos. Desde un balcón, Eastman prometió resolver el conflicto, y los obreros regresaron a la Escuela Santa María a esperar noticias.
El 20 de diciembre, llegaron unos 3000 huelguistas más de Negreiros y Huara. Se calcula que entre 8 mil y 10 mil personas, incluyendo hombres, mujeres y niños, se reunieron en la Escuela. Muchos de ellos eran de Perú y Bolivia.
Para evitar que más trabajadores llegaran a la ciudad, las autoridades comenzaron a detener a quienes viajaban para unirse a la huelga. En Huara, detuvieron a Pedro Regalado Núñez y Pedro Díaz, acusados de ser agitadores, y los llevaron a un barco de guerra en Iquique. Ese mismo día, el Comité de la huelga envió una comisión a saludar a las autoridades, y el intendente les aseguró que tenían los medios para mantener la tranquilidad en la ciudad. Sin embargo, más trabajadores de la pampa siguieron llegando. Alrededor de las 22:00 horas, el intendente Eastman emitió un decreto que suspendía las libertades constitucionales, prohibía reuniones de más de seis personas y el tránsito nocturno. Obligó a los trabajadores a concentrarse en la Escuela Domingo Santa María y en la Plaza Manuel Montt, y dio respaldo a las fuerzas del orden para hacer cumplir el decreto.
El trágico suceso
Mientras se negociaba, el gobierno del presidente Pedro Montt ya había ordenado desde Santiago reforzar las fuerzas militares en Iquique. El 17 de diciembre, el barco crucero protegido Blanco Encalada llegó con 200 soldados. El 18 de diciembre, el crucero acorazado Esmeralda desembarcó con 90 marinos y 40 hombres más.
El 20 de diciembre, cuando comenzó el estado de excepción, un grupo de obreros y sus familias intentó irse y fue atacado a tiros cerca de la vía del tren. Seis obreros fallecieron y otros resultaron heridos. El 21 de diciembre se realizaron los funerales. Después de las ceremonias, se ordenó a todos los trabajadores que dejaran la Escuela y se fueran al hipódromo. Los obreros se negaron, temiendo ser atacados por los barcos que apuntaban hacia el camino al hipódromo.
El general Roberto Silva Renard, junto al coronel Ledesma, tenían la misión de desalojar a los trabajadores de la Escuela Domingo Santa María. El 21 de diciembre, a la 1:00 p.m., reunió a todas las tropas en la Plaza Arturo Prat. A las 2:30 p.m., se les dijo a los líderes de los trabajadores que si no salían del edificio, abrirían fuego. Ante su negativa, el jefe militar repitió que dispararía a las 3:30 p.m. A pesar de las amenazas, solo un pequeño grupo de trabajadores se fue. Así, a las 3:45 p.m., Silva Renard ordenó a sus soldados disparar con ametralladoras y rifles hacia la azotea de la Escuela (donde estaban los líderes de la huelga) y contra la multitud en la puerta de la Escuela y en la Plaza Manuel Montt. La gente, desesperada, intentó escapar, y las tropas continuaron disparando. En ese momento, las fuerzas del ejército entraron a la escuela y atacaron a los trabajadores y sus familias, sin importar si eran niños, mujeres u hombres.
Una vez terminado el ataque, que según testigos duró alrededor de un minuto y medio, Silva Renard ordenó llevar a los heridos al hospital. Los sobrevivientes fueron llevados al hipódromo, vigilados por soldados. Los fallecidos fueron puestos en carretas y llevados a un lugar de entierro masivo en el Cementerio N.º 2 de Iquique.
¿Cuántas personas fueron afectadas?
El número exacto de personas afectadas es un tema de debate. Inicialmente, el informe oficial del general Silva Renard mencionó 140 fallecidos, y luego subió a 195. Nicolás Palacios, un testigo, dio esa cifra. Otro testigo, Leoncio Marín, dijo que el ataque duró un minuto y medio y dejó al menos 300 fallecidos y unos 500 heridos. Sin embargo, estas cifras se consideran bajas, dada la cantidad de trabajadores que estaban allí. El número más alto que se ha estimado es de 3600, aunque se considera una suposición. La cifra más aceptada es de alrededor de 2200. A pesar de las diferencias en los números, la mayoría de los historiadores coinciden en que fue un evento de gran magnitud.
Sin importar el número exacto de personas afectadas, el gobierno de Pedro Montt ordenó que no se emitieran certificados de defunción detallados. Los documentos solo decían "muerte por herida de bala", y todos fueron enterrados en un lugar de entierro masivo en el cementerio de la ciudad. Solo en 1940 se desenterraron sus restos, que fueron sepultados de nuevo en el patio del Servicio Médico Legal de Iquique.
Para conmemorar los cien años del evento, el gobierno de la entonces presidenta Michelle Bachelet declaró duelo nacional el 21 de diciembre de 2007. También se creó un monumento en memoria de las personas afectadas y se realizaron exposiciones públicas sobre los hechos.
¿Cómo se informó sobre el suceso en los medios?

Durante la huelga, y especialmente el 18 de diciembre, cuando cientos de trabajadores ya estaban en la Escuela Domingo Santa María, varios periódicos locales destacaron el buen comportamiento de los huelguistas.
Sin embargo, el día antes del ataque, el 20 de diciembre de 1907, El Mercurio publicó una nota que cuestionaba las demandas de los trabajadores, diciendo que sus condiciones de trabajo eran buenas y que la huelga perjudicaba a los propios trabajadores, beneficiando solo a los "agitadores".
La Intendencia de Tarapacá, por orden de Carlos Eastman Quiroga, prohibió la impresión y venta de periódicos el 21 de diciembre de 1907, bajo amenaza de castigos.
El 22 de diciembre, el diario La Mañana de Talca describió brevemente los eventos del 20 de diciembre en Buenaventura como un "choque entre el pueblo y la tropa", advirtiendo que el conflicto podría empeorar.
El diario El Chileno, el 23 de diciembre de 1907, bajo el título "Los sucesos de Iquique", relató que el intendente intentó convencer a los huelguistas de la Escuela Santa María de que su forma de actuar no era la mejor. Ante las interrupciones, el intendente advirtió que entregaría el control a los militares. Luego, el general Roberto Silva Renard hizo un llamado al orden, diciendo que usaría la fuerza si no lo obedecían. El diario afirmó que los huelguistas no hicieron caso y que la situación se volvió peligrosa, con disparos de los grupos más exaltados. Se ordenó disparar para intimidar, y como el desorden crecía, se ordenó abrir fuego. El resultado, según el diario, fueron varios fallecidos y heridos, y los huelguistas fueron llevados al hipódromo bajo vigilancia militar.
Los hechos se conocieron a nivel nacional meses después, gracias a los artículos publicados en la prensa de Valparaíso por el médico Nicolás Palacios, quien fue testigo.
¿Qué consecuencias tuvo este evento?
El general Silva Renard informó al gobierno de Santiago sobre lo ocurrido, minimizando su participación y culpando a los huelguistas. El Congreso Nacional reaccionó de forma poco enérgica, ordenando una comisión investigadora que nunca se formó ni funcionó. Los hechos solo fueron investigados por una Comisión Oficial que publicó un informe en 1913.
Este trágico evento hizo que el movimiento de trabajadores se calmara por casi diez años, debido a la violencia usada por el Estado. Las mejoras en las condiciones de los obreros fueron lentas, y no fue hasta 1920 que se empezaron a dictar leyes sociales básicas, como el pago en dinero y la regulación de la jornada laboral. En 1914, el general Silva Renard sufrió un intento de ataque por parte de Antonio Ramón Ramón, cuyo hermano había fallecido en la Escuela Santa María. Silva Renard falleció años después a causa de esas heridas. Aunque este fue el mayor ataque contra trabajadores en protesta en Chile, no fue el último. El historiador chileno Hernán Ramírez Necochea calcula que entre 1901 y 1970, unas 15.000 personas fallecieron en enfrentamientos con la policía y los militares.
Durante su primer mandato, la presidenta Michelle Bachelet decretó duelo nacional el 21 de diciembre de 2007, para conmemorar los cien años del suceso. Para esa ocasión, se creó un monumento en recuerdo de las personas afectadas y se realizaron exposiciones públicas sobre los hechos.
¿Cómo ha influido este evento en la cultura?
«Señoras y Señores
venimos a contar —Luis Advis, Pregón
Cantata de Santa María de Iquique |
Los gobiernos de la época intentaron ocultar lo que pasó en la Escuela Santa María. Con el tiempo, estos trágicos hechos inspiraron a cantantes y poetas, y sus efectos sociales fueron investigados a partir de mediados del siglo XX. Algunas de las obras más importantes que tratan este evento son:
- Libros
- 1915 - Francisco Pezoa, Canto a la pampa
- 1952 - Volodia Teitelboim, Hijo del salitre.
- 1985 - Eduardo Devés, Los que van a morir te saludan.
- 1992 - Alejandro Jodorowsky, Donde mejor canta un pájaro.
- 2002 - Hernán Rivera Letelier, Santa María de las flores negras.
- 2017 - Carlos Tromben, Santa María de Iquique, la muerte de la República.
- 2019 - Andrea Amosson, Las Lunas de Atacama.
- Cómics
- 2014 - Santa María 1907, La marcha ha comenzado - Pedro Páramo.
- 2023 - Santa María 1907, La conjura contra la rebelión - Pedro Páramo.
- Música
- 1970 - Luis Advis, Cantata de Santa María de Iquique (interpretada por Héctor Duvauchelle y Quilapayún)
- 2009 - Luis Advis, Cantata rock de Santa María de Iquique (interpretada por Colectivo Cantata Rock)
- 2005 - Los Solidarios, Escuela Santa María
- Teatro
- 2004 - 1907, compañía La Patogallina.
- 2007 - Santa María de Iquique: La venganza de Ramón Ramón, compañía Teatro del Oráculo.
- 2015 - Ramón Ramón, La Venganza Popular de Santa María de Iquique, de Francisco Paco López.
- 2019 - Las voces de los callados, de Iván Vera-Pinto. Cía. Teatro Expresión de Iquique.
- Telenovela
- Hijos del desierto, hace referencia al evento varias veces.
Véase también
En inglés: Santa María School massacre Facts for Kids
- Matanza de Plaza Colón
- Historia del salitre
- Chilenización de Tacna, Arica y Tarapacá
- Anexo:Masacres en Chile