Justino II para niños
Datos para niños Justino II |
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![]() Sólido de Justino II.
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Emperador del Imperio bizantino | ||
565-578 | ||
Predecesor | Justiniano I | |
Sucesor | Tiberio II Constantino | |
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Información personal | ||
Nombre completo | Iustinus | |
Nombre en griego | Ιουστίνος Β' | |
Nombre en latín | Flavius Iustinus Iunior Augustus | |
Nacimiento | c. 520 Constantinopla (Imperio bizantino) |
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Fallecimiento | 5 de octubre de 578 Constantinopla (Imperio bizantino) |
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Religión | Cristianismo | |
Familia | ||
Familia | Dinastía Justiniana | |
Padres |
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Cónyuge | Sofía | |
Hijos |
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Flavio Justino (nacido alrededor del año 520 y fallecido el 5 de octubre de 578), también conocido como «el Joven», fue el emperador del Imperio bizantino desde el año 565 hasta su muerte. Tomó el trono después de su tío, Justiniano I. Se considera que sus decisiones políticas no fueron las más adecuadas para enfrentar los desafíos que amenazaban el Imperio.
Contenido
Desafíos en Occidente
Lombardos y gépidos: ¿Qué pasó?
Al inicio de su reinado, Justino II no intervino en la guerra entre los lombardos y los gépidos en una región llamada Panonia. Ambos pueblos le ofrecieron acuerdos, pero él se mantuvo al margen. Los lombardos se unieron a los ávaros. Los gépidos pidieron ayuda a Justino a cambio de la ciudad de Sirmium (hoy Sremska Mitrovica).
Una pequeña fuerza bizantina ocupó Sirmium, que fue lo único que el Imperio ganó en ese conflicto. Los ávaros no llegaron a tiempo a la batalla, y los gépidos fueron derrotados. El rey lombardo Alboino venció al rey gépido Cunimundo. Más tarde, en 573, Alboino fue asesinado.
La llegada de los lombardos a Italia
Después de la guerra entre lombardos y gépidos, solo quedaron dos grupos poderosos más allá del Danubio. En 568, Alboino, el rey lombardo, decidió que su pueblo se mudara a Italia. Quizás no se sentía cómodo teniendo a los ávaros como vecinos.
En el primer año, los lombardos invadieron la zona cercana a Venecia y se extendieron por el norte de Italia. Al año siguiente, conquistaron gran parte de Liguria. No solo saqueaban, sino que se quedaban a vivir en los lugares que tomaban. Las fuerzas bizantinas en Italia no estaban bien preparadas para enfrentarlos. Además, Italia estaba debilitada por enfermedades. Narsés, un importante general bizantino, había dejado su cargo el año anterior debido a quejas de los ciudadanos de Roma a Justino.
Los ávaros y la política de Justino
Respecto a los ávaros, Justino II se negó a pagarles dinero, algo que su tío Justiniano I sí hacía. Justino quería ser más cuidadoso con el dinero del Imperio y probó una nueva política más estricta con los pueblos "bárbaros". Los ávaros esperaron el momento adecuado para atacar, y lo hicieron en 573.
El Imperio en la Península Ibérica
En la provincia de Spania (una parte de la Península ibérica controlada por Bizancio), entre 569 y 572, el rey godo Leovigildo atacó al Imperio. Tomó ciudades como Córdoba y otras. En 572, se llegó a un acuerdo de paz, donde ambos reinos reconocieron sus territorios. Sin embargo, los territorios bizantinos en Hispania fueron completamente tomados por los visigodos mucho después, durante el reinado de Suintila (alrededor del año 624).
La guerra contra Persia
En 571, los armenios se rebelaron contra el rey persa Cosroes I. Como compartían la fe cristiana con los bizantinos, pidieron ayuda a Justino. La guerra contra Persia se reanudó en 572. Al principio, los bizantinos tuvieron éxito.
Sin embargo, Justino cometió algunos errores. Cambió a los líderes del ejército sin necesidad, lo que causó que los soldados se rebelaran durante un asedio a la ciudad de Nísibis. También se enemistó con sus importantes aliados gasánidas, que eran cristianos de otra rama. Ellos se retiraron, dejando el camino libre para que los persas atacaran Siria. Los persas tomaron a muchas personas como prisioneros.
Después de cinco meses de asedio, en noviembre de 573, la ciudad de Dara cayó en manos persas. Se dice que esta noticia afectó mucho la salud mental de Justino II. Su esposa, la emperatriz Sofía, tomó el control del gobierno. Ella logró comprar un año de paz y luego una tregua de tres años con Cosroes.
En ese tiempo, los ávaros, que habían esperado su oportunidad, presionaron a las fuerzas bizantinas en Dalmacia. El acuerdo de paz que se logró con ellos fue muy costoso (80.000 monedas de plata), lo que demostró que la política de Justino no había funcionado bien.
Creencias religiosas de Justino II
Justino II y su esposa Sofía habían seguido una rama del cristianismo llamada monofisismo cuando eran jóvenes. Solo se unieron a la fe ortodoxa por razones de estado, es decir, por el bien del Imperio. Al principio de su reinado, Justino mostró cierta tolerancia hacia las diferentes creencias.
Sin embargo, las divisiones dentro de la comunidad monofisita le hicieron pensar que podría unificar a sus miembros. Primero, intentó negociar con el líder religioso Teodosio de Alejandría. Después de la muerte de Teodosio, organizó debates entre los seguidores de Calcedonia (la fe ortodoxa) y los monofisitas.
En 567, Justino publicó un decreto que buscaba un acuerdo entre las diferentes ramas del cristianismo. Aunque algunos monjes monofisitas de Siria lo rechazaron, la mayoría de los líderes monofisitas lo aceptaron. Por eso, en 571, Justino publicó un edicto de unión. Los obispos monofisitas tradicionales lo apoyaron, pero muchos creyentes lo rechazaron. Después de este fracaso, la actitud de Justino cambió drásticamente, y su estado mental empeoró.
Siguiendo el consejo de Juan de Sirimis, Justino II comenzó a perseguir al clero monofisita, que era muy influyente. Prohibió sus enseñanzas y dejó de intentar la reconciliación.
Últimos años de su vida
Los últimos años del reinado de Justino II estuvieron marcados por problemas de salud mental. Tenía ataques de violencia incontrolables, intentaba saltar por las ventanas y mordía a quienes lo visitaban.
En un momento de lucidez, cuando nombró a Tiberio Constantino como su sucesor (más tarde conocido como Tiberio II), Justino le dio un importante consejo:
no te alegres con la violencia, evita la venganza, no hagas las cosas que me hicieron impopular, y aprende de mis errores en lugar de seguir mi ejemplo. Como ser humano, he cometido errores; y por ellos, incluso en esta vida, he sido muy castigado; pero mis ayudantes (señaló a sus ministros) que abusaron de mi confianza y avivaron mis pasiones, se presentarán conmigo ante el juicio de Cristo.Edward Gibbon, Decadencia y Caída del Imperio Romano, cap. 45
Su esposa Sofía gobernó como regente junto al general Tiberio, quien más tarde se convertiría en el emperador Tiberio II Constantino.
Véase también
En inglés: Justin II Facts for Kids