Jacques de Vaucanson para niños
Datos para niños Jacques de Vaucanson |
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![]() Jacques de Vaucanson, retrato de Joseph Boze
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Información personal | ||
Nombre en francés | Jacques Vaucanson | |
Nacimiento | 24 de febrero de 1709 Grenoble (Francia) |
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Fallecimiento | 21 de noviembre de 1782 París (Reino de Francia) |
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Educación | ||
Educado en | Escuela de Oratoria católica de Juilly | |
Información profesional | ||
Ocupación | Ingeniero e ingeniero de autómatas | |
Área | Ingeniero de autómatas | |
Obras notables | Pato con aparato digestivo | |
Orden religiosa | Orden de los Mínimos | |
Miembro de | Academia de Ciencias de Francia | |
Firma | ||
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Jacques de Vaucanson (nacido en Grenoble, Francia, el 24 de febrero de 1709 y fallecido en París el 21 de noviembre de 1782) fue un ingeniero e inventor francés. Es conocido por haber creado los primeros autómatas complejos y el primer telar completamente automático.
Contenido
Los primeros años de Jacques de Vaucanson
Jacques de Vaucanson nació en 1709 en Grenoble, Francia. Su padre era fabricante de guantes y su familia no tenía muchos recursos. Desde joven, Jacques soñaba con ser relojero.
Un día, mientras estaba en la iglesia, observó con mucha atención el reloj de la capilla. Semanas después, logró construir uno similar. Su madre, al ver su talento, lo envió a estudiar con los Jesuitas.
Más tarde, Vaucanson se unió a la orden de los Mínimos en Lyon. Aunque su intención era seguir estudios religiosos, su interés por las máquinas se reavivó. Esto ocurrió después de conocer al cirujano Le Cat, quien le enseñó sobre la anatomía del cuerpo humano. Con estos nuevos conocimientos, Jacques empezó a desarrollar máquinas que imitaban funciones vitales, como la circulación sanguínea, la respiración y la digestión.
Creación de autómatas: máquinas asombrosas
Vaucanson tenía un gran deseo de "construir máquinas capaces de despertar la curiosidad del público". En 1737, creó su primer autómata, llamado Joueur de Flûte ("El Flautista"). Era una figura de tamaño real de un pastor que tocaba el tambor y la flauta, con un repertorio de doce canciones.
Al año siguiente, en 1738, presentó su invento a la Academia de Ciencias Francesa. Explicó en detalle cómo funcionaba, tanto la forma de tocar la flauta como el mecanismo interno.
El Flautista: un autómata musical
Algunas personas no creían que la flauta del autómata sonara de verdad. Pensaban que había un órgano escondido dentro de la figura. Sin embargo, pronto se convencieron de que el autómata realmente tocaba el instrumento. El aire salía de sus labios y el movimiento de sus dedos creaba las notas. La máquina fue examinada de cerca para que todos pudieran ver sus engranajes.
Vaucanson había estudiado a fondo cómo se toca la flauta para crear su autómata. Se fijó en la forma de los labios y la presión del aire necesaria para producir diferentes notas. También recreó el funcionamiento de una tráquea y la complejidad de la lengua con sistemas de fuelles y tubos. Para hacer los dedos del flautista más realistas, los cubrió con una tela especial que imitaba la piel humana.
El Pato con aparato digestivo: una maravilla mecánica
Ese mismo año, Vaucanson creó otros dos autómatas: Joueur de Tambourin ("El Tamborilero") y Canard digérateur ("El Pato con aparato digestivo"). Este último es considerado su obra maestra.
El pato era una figura de tamaño real, hecha de cobre cubierto de oro, con más de 400 piezas móviles. Tenía un sistema digestivo artificial que le permitía comer granos, "digerirlos" y "excretarlos". Vaucanson explicó que dentro del pato había un "pequeño laboratorio químico" que simulaba la digestión. Sin embargo, el truco era que un compartimento secreto contenía una pasta verde que simulaba el alimento digerido, y la comida ingerida se guardaba en otro lugar. A pesar de esto, el invento fue un gran éxito y asombró a muchos.
Las creaciones de Vaucanson mostraban su gran interés en la tecnología, la anatomía y el arte. Personas importantes como Voltaire y Federico Guillermo II de Prusia lo admiraban. Federico Guillermo II incluso intentó llevarlo a su corte, pero Vaucanson rechazó la oferta, queriendo servir solo a su propio país.
En esa época, las máquinas mecánicas eran vistas como curiosidades. Aunque muchas eran simples juguetes, las creaciones de Vaucanson fueron una revolución por su mecánica avanzada y realista.
Después de ganar mucha fama, Vaucanson se cansó de dedicarse al entretenimiento. Decidió que sus creaciones hicieran una gira, aprovechando el interés del rey Luis XV. Poco después, el rey lo nombró inspector de manufacturas de seda.
El ingenioso inventor vendió sus autómatas y se les perdió el rastro. Se dice que el pato apareció décadas después en el sótano de una casa de empeños en Alemania. Johann Wolfgang von Goethe lo vio en 1805 en posesión de un coleccionista. Según Goethe, el pato todavía comía avena con entusiasmo, pero ya no "digería".
Después de esto, Vaucanson decidió usar su talento en proyectos más útiles. Así, diseñó y construyó una máquina para hilar seda, lo que lo convirtió en un pionero importante de los telares automáticos modernos.
Contribuciones al gobierno francés
En 1736, el cardenal Fleury, primer ministro de Luis XV, nombró a Vaucanson inspector de las fábricas de seda en Francia. Su misión era mejorar el proceso de fabricación de la seda. En ese momento, la industria textil francesa estaba por detrás de la inglesa y escocesa.
Vaucanson impulsó grandes cambios para automatizar la producción textil. En 1745, creó el primer telar completamente automático del mundo.
Innovaciones en la industria textil
Vaucanson trabajó para automatizar la industria textil francesa usando tarjetas perforadas. Esta tecnología, que luego fue mejorada por Joseph Marie Jacquard más de cincuenta años después, revolucionaría los telares. En el siglo XX, las tarjetas perforadas se usarían para introducir datos en computadoras y almacenar información. Sin embargo, sus ideas no fueron bien recibidas por los tejedores de su tiempo, y muchas de sus innovaciones más importantes fueron ignoradas.
También inventó varias máquinas-herramienta, como el primer torno metálico con carro portaherramientas alrededor de 1751. Sus inventos fueron descritos en la famosa L'Encyclopédie de Diderot y D'Alembert.
En 1746, fue nombrado miembro de la Academia de Ciencias Francesa, un gran reconocimiento a su trabajo.
Legado de Jacques de Vaucanson
Jacques de Vaucanson falleció en París en 1782. Dejó como herencia al rey Luis XVI una colección de sus obras. Esta colección se convirtió en el inicio del Conservatoire National des Arts et Métiers de París, un importante museo de ciencia y tecnología.
Lamentablemente, todos sus autómatas originales se han perdido. Se sabe que "El Flautista" y "El Tamborilero" fueron destruidos durante la Revolución francesa. Aunque sus ideas sobre la automatización de los telares no fueron valoradas en su vida, fueron perfeccionadas e implementadas más tarde por Joseph Marie Jacquard, quien creó el famoso telar Jacquard.
En su honor, el Liceo Vaucanson en Grenoble lleva su nombre. Esta escuela prepara a estudiantes para carreras en ingeniería y otros campos técnicos, continuando su espíritu innovador.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Jacques de Vaucanson Facts for Kids