Incursión Doolittle para niños
Datos para niños Incursión Doolittle |
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Bombardeos estratégicos y Bombardeos estratégicos sobre Japón Parte de Frente del Océano Pacífico de la Segunda Guerra Mundial |
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Fecha | 18 de abril de 1942 | |
Lugar | Área del Gran Tokio | |
Coordenadas | 35°N 154°E / 35, 154 | |

La Incursión Doolittle, también conocida como el raid de Doolittle o el raid sobre Tokio, fue el primer ataque aéreo de Estados Unidos sobre territorio japonés durante la Segunda Guerra Mundial. Ocurrió el 18 de abril de 1942.
Esta operación fue llevada a cabo por 80 aviadores, liderados por el teniente coronel James H. Doolittle. Utilizaron dieciséis aviones, cada uno con cinco tripulantes. La incursión se realizó solo cuatro meses después del ataque a Pearl Harbor, en un momento en que Estados Unidos aún no podía acercarse fácilmente a Japón.
Los dieciséis aviones despegaron desde el portaviones USS Hornet, a unos 1100 kilómetros de Tokio. Sabían que el combustible no sería suficiente para aterrizar en un lugar seguro. Después de bombardear Tokio, los aviones intentaron aterrizar en China, excepto uno que lo hizo en la Unión Soviética. Tres tripulantes perdieron la vida al intentar aterrizar, y ocho fueron capturados por los japoneses. De los capturados, tres fueron ejecutados y uno falleció mientras estaba prisionero. Sesenta y cuatro aviadores fueron ayudados por la resistencia china y lograron sobrevivir. Los cinco aviadores que aterrizaron en la Unión Soviética estuvieron detenidos allí durante trece meses, hasta que un oficial soviético les ayudó a escapar a Persia. Lamentablemente, muchas personas en China sufrieron graves consecuencias por haber ayudado a los aviadores estadounidenses.
Contenido
¿Por qué se planeó la Incursión Doolittle?
Después del ataque a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, el presidente Franklin Delano Roosevelt quería que Japón sintiera que ya no estaba seguro. Buscaba dar un golpe, aunque fuera pequeño, para levantar la moral de su país.
El general George C. Marshall y su equipo buscaron la mejor manera de lograr esto. Era muy difícil en ese momento, ya que Estados Unidos tenía pocos recursos en el Pacífico. Cualquier plan implicaría arriesgar los pocos portaviones que tenían, por lo que debía ser muy cuidadoso.
La idea surgió de un oficial de submarinos, Francis S. Low. Él notó que era posible usar bombarderos desde portaviones. Si estos portaviones podían acercarse a Japón y lanzar bombarderos para atacar objetivos militares, la misión podría cumplirse.
El USS Hornet fue elegido como la plataforma de lanzamiento. Su cubierta no estaba diseñada para bombarderos, así que se necesitaba un tipo de avión especial y un líder para la misión.
La preparación de la misión con Doolittle
El general Arnold eligió al teniente coronel James H. Doolittle para dirigir la operación. Doolittle era un aviador muy experimentado. Él seleccionó el bombardero B-25 Mitchell, un avión mediano y bien armado que podía despegar del USS Hornet si la tripulación estaba bien entrenada.
Doolittle planeó que la misión se acercara a 600 kilómetros de la costa japonesa para bombardear centros industriales. Cada avión llevaría cuatro bombas de 250 kilogramos. El despegue sería al atardecer para volar sobre Japón al amanecer. La idea original era que guías de radio en territorio ruso ayudaran a los bombarderos a llegar a bases en China y Rusia, ya que no regresarían al portaviones. Una vez lanzados los aviones, la flota regresaría rápidamente.
La misión se consideró muy peligrosa, con una alta probabilidad de pérdidas. Sin embargo, la Unión Soviética, que estaba en guerra con Alemania, no quiso que Japón la invadiera, así que no permitió el uso de sus bases. Esto significó que los aviones solo podrían aterrizar en China, lo que extendía el vuelo y agotaría el combustible. Por eso, los B-25 fueron modificados, quitándoles blindaje y armas innecesarias para hacerlos más ligeros.
Entrenamiento y viaje hacia Japón
El B-25 Mitchell era el único bombardero que podía despegar de un portaviones. El comandante del USS Hornet, James Duncan, ayudó a Doolittle a entrenar a las tripulaciones.
El USS Hornet y las tripulaciones se trasladaron a la base naval de Norfolk (Virginia) para un entrenamiento intenso. Practicaron despegues desde una pista cada vez más corta. Para esto, los aviones se hicieron aún más ligeros, dejando solo la ametralladora delantera. Los despegues se hacían con cinco hombres, provisiones, combustible y bombas. También se entrenaron en bombardeos a baja altura.
Después de un entrenamiento con 24 aviones, se eligieron 16 tripulaciones para la incursión. Ochenta hombres y sus aviones se embarcaron en el USS Hornet.
El 2 de abril de 1942, el USS Hornet, su escolta y los B-25, zarparon de Alameda, California, hacia Japón. En el Pacífico norte, se les unió el USS Enterprise desde Pearl Harbor. La flota estaba al mando del almirante William F. Halsey.
El acercamiento a la costa japonesa
El viaje fue difícil, con mar agitado, niebla y lluvia. La flota estaba en máxima alerta, con el USS Enterprise y sus radares explorando continuamente. Si eran descubiertos antes del punto de lanzamiento, la misión se cancelaría. Durante el viaje, los participantes recibieron clases básicas de chino y realizaron ejercicios físicos.
Los estadounidenses no sabían que el almirante Isoroku Yamamoto de la Armada Imperial Japonesa ya sospechaba de un posible ataque de portaviones y se estaba preparando. Yamamoto había establecido un perímetro defensivo alrededor de Japón usando cruceros auxiliares y pequeños barcos pesqueros armados que patrullaban a gran distancia de la costa.
En la mañana del 18 de abril, los radares del USS Enterprise detectaron dos pequeños barcos a 1250 km de la costa, cuando el punto de lanzamiento ideal era a 900 km. Halsey hizo maniobras para evitarlos, aprovechando un día nublado.
Sin embargo, a las 7:30, un barco patrulla, el Nitto Maru, fue avistado. Era un pesquero armado que detectó a la flota enemiga. El crucero USS Nashville disparó, pero el barco japonés cambió de rumbo. Cinco bombarderos del USS Enterprise despegaron. El patrullero se defendió mientras enviaba un mensaje urgente a la flota japonesa sobre dos portaviones enemigos. El Nitto Maru fue atacado y se hundió alrededor de las 8:20, sin supervivientes. Otros barcos similares también fueron hundidos.
Yamamoto recibió la noticia casi de inmediato y ordenó a su flota zarpar. También ordenó a la 5.ª División de Portaaviones dirigirse a la zona y que despegaran aviones de exploración.
Los estadounidenses se encontraron en un dilema: estaban a 1100 kilómetros de Japón y ya habían sido detectados. Faltaban nueve horas para el punto de lanzamiento ideal. Duncan y Doolittle decidieron lanzar los aviones en ese momento. A las 8:10, los preparativos fueron muy rápidos. Las tripulaciones aligeraron sus aviones, ocuparon sus puestos y encendieron motores. Los bidones de combustible se cargaron rápidamente.
Uno a uno, los aviones despegaron de la cubierta de 130 metros. Hubo algunos incidentes. Un operario de pista se acercó demasiado a una hélice y sufrió una herida grave. El avión número 16, que tuvo este incidente, tendría un destino fatal. El avión número 5 no cargó todo su combustible. Doolittle iba en el primer avión, liderando a sus hombres.
El ataque aéreo
Los 16 B-25, una vez en el aire, volaron directamente a sus objetivos. Sin esperar a formar, descendieron a baja altura para un bombardeo a plena luz del día. Los barcos estadounidenses regresaron a Pearl Harbor a máxima velocidad. A Doolittle le esperaban casi 5 horas de vuelo tenso, manteniendo silencio de radio y usando código morse. La inteligencia estadounidense dirigía la incursión.
Casi 40 minutos después del despegue, un avión de exploración japonés detectó la formación de B-25 y envió un mensaje urgente a Tokio informando de la presencia de bombarderos. La inteligencia japonesa no creyó el informe y lo ignoró.
Al acercarse a la costa japonesa, Doolittle distribuyó sus aviones: nueve a Tokio, tres a Kanagawa y Yokohama, y los últimos tres a Nagoya, Osaka y Yokosuka. Los japoneses fueron tomados por sorpresa.
Doolittle y sus 8 bombarderos aparecieron sobre Tokio en tres grupos: al norte, al centro y al sur de la ciudad. El día estaba parcialmente nublado, pero la visibilidad era buena para el bombardeo visual.
La formación estadounidense subió a unos 300 metros de altitud y a las 12:45 comenzó a bombardear objetivos industriales con bombas incendiarias. Luego se alejaron en diferentes direcciones para confundir al enemigo. Recibieron un fuego antiaéreo débil y poco efectivo que, aunque dañó un par de aviones, no derribó ninguno. Los otros objetivos también fueron bombardeados con precisión. En Yokohama, uno de los B-25 casi impactó con sus bombas al submarino portaaviones I-25, que meses después realizaría un ataque en la costa de Oregón, siendo el primer bombardeo sobre territorio estadounidense.
Cuando Yamamoto se enteró del bombardeo, no podía creer las noticias. El impacto fue enorme. Al analizar los mensajes del Nitto Maru, del avión de exploración y la dirección de los atacantes, todo indicaba que los bombarderos habían despegado de portaviones. Luego supo que los atacantes se dirigían al sur de Japón.
Yamamoto pensó que los aviones, identificados como B-25 Mitchell, no podían haber despegado de portaviones o, si lo habían hecho, no podrían regresar. Por lo tanto, creyó que era una misión desesperada o que los estadounidenses planeaban recuperar a sus tripulaciones cerca de la costa japonesa. Más tarde, recibió noticias de que se habían avistado aviones en la parte más meridional de China, en Nanchang, ocupada por los japoneses.
El final de la incursión
Una vez cumplidas sus misiones, los aviones se reunieron cerca de la isla Kyushu. Cuando encendieron los radioguías, no captaron ninguna señal. La razón fue que el avión estadounidense que los transportaba fue detenido en territorio soviético por orden de Stalin. Ahora, Doolittle tenía que seguir sus mapas y encontrar dónde aterrizar por sí mismo. Eran otras 5 horas de vuelo, empeoradas por un viento en contra que redujo peligrosamente las reservas de combustible.
Muchos de los aviones llegaron a la costa este de China, cerca de Chunwog y Chuchuan, casi sin combustible. El avión número 6 cayó al mar, y dos de sus tripulantes perdieron la vida (Dieter y Fitzmaurice); tres lograron salvarse, pero fueron capturados por los japoneses. En total, ocho tripulantes fueron capturados por los japoneses y llevados a Japón, donde tres de ellos fueron ejecutados (Hallmark, Farrow y Spatz) y uno falleció por enfermedad (Meder). Doolittle y su tripulación cayeron en un campo de arroz chino en territorio ocupado por los japoneses, pero fueron rescatados por la resistencia china. Se estima que muchas personas en China sufrieron graves consecuencias por ayudar a los pilotos estadounidenses.
Uno de los aviones, el número 8, comandado por Edward J. York, aterrizó en un campo cerca de Vladivostok, en la Unión Soviética. En ese momento, la Unión Soviética estaba siendo invadida por Alemania y había evitado entrar en guerra con Japón para no dividir sus fuerzas. La tripulación del avión 8 fue detenida por los soviéticos durante trece meses, hasta que un oficial soviético facilitó su escape hacia Persia. Debido a que el capitán York y su copiloto Robert G. Emmens hablaban ruso con fluidez, y a que el avión 8 fue incluido en la Operación Doolittle a último momento, existen sospechas de que el aterrizaje en territorio soviético fue parte de una operación secreta para obtener información sobre la posibilidad de usar territorio soviético para misiones aéreas contra Japón. En los últimos años de la guerra, 250 pilotos estadounidenses buscaron refugio en la Unión Soviética.
Al regresar a Estados Unidos, Doolittle fue ascendido a general.
Consecuencias de la incursión
La consecuencia más importante de la incursión de Doolittle fue psicológica. Demostró que Japón no era invulnerable a los ataques. También influyó en la decisión de apoyar el plan de ataque a Midway, propuesto por el equipo de Yamamoto.
Los resultados directos del bombardeo en Japón incluyeron 50 personas fallecidas, 250 heridas y 90 edificios destruidos, además de almacenes, fábricas y tanques de gas. El daño causado al enemigo fue considerado mínimo. Ocho aviadores fueron hechos prisioneros por los japoneses y obligados a firmar confesiones. Tres de ellos fueron ejecutados y uno más falleció por las duras condiciones. Otros tres hombres perdieron la vida debido a las heridas sufridas en los aterrizajes. En total, 11 hombres perdidos, todos los aviones perdidos y 5 hombres prisioneros de los rusos (que escaparon más tarde). A pesar de las pérdidas, la incursión fue considerada un éxito por los estadounidenses y, por el lado japonés, una operación sin gran trascendencia militar.
La Incursión Doolittle en el cine
Películas sobre la incursión
- En 1944 se estrenó El corazón púrpura, dirigida por Lewis Milestone, con Dana Andrews. Narra el juicio de los ocho pilotos estadounidenses capturados por los japoneses, tres de los cuales fueron condenados a muerte.
- La Incursión Doolittle fue el tema de la película de 1944 Treinta segundos sobre Tokio, basada en el libro de Ted Lawson, quien resultó gravemente herido al estrellarse con su avión en China. Spencer Tracy interpretó a Doolittle, y Van Johnson a Lawson. Partes de esta película se usaron en las escenas iniciales de Midway y en la miniserie de televisión War and Remembrance (1988).
- La película de 2001 Pearl Harbor, con Alec Baldwin como Doolittle, presentó una versión muy adaptada de la Incursión Doolittle. La película usó un portaviones retirado de la Segunda Guerra Mundial, el USS Lexington, para representar un portaviones japonés, mientras que los aviones fueron lanzados desde el USS Constellation, en lugar del USS Hornet. La descripción de la planificación y las consecuencias de la incursión en la película no es históricamente precisa.
- La Incursión Doolittle también se mostró en la película Midway (2019), con el actor Aaron Eckhart interpretando a Doolittle.