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Genocidio camboyano para niños

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Datos para niños
Genocidio camboyano


Mapa hecho con cráneos de las víctimas del régimen, exhibido en el Museo de Tuol Sleng.
Ubicación Kampuchea Democrática República Popular de Kampuchea (Camboya)
Fecha 1975 - 1979
Contexto Guerra civil camboyana
Perpetradores Jemeres Rojos
Víctimas Jemeres, loeus, chams, vietnamitas y chinos
Cifra de víctimas 1 500 000-3 000 000
Supervivientes Duch, Nuon Chea, Khieu Samphan, Ieng Sary, Ieng Thirith (genocidas arrestados)
Monumentos conmemorativos Tuol Sleng, Memorial Choeung Ek

El genocidio camboyano fue obra del régimen maoísta de los Jemeres Rojos (en francés: Khmer Rouge o KR; en jemer: Khmer Krahom), un partido político que gobernó la llamada Kampuchea Democrática entre 1975 y 1979, con una concepción extremista de la izquierda radical.

Bajo la dirección de Pol Pot, el régimen se propuso la creación de un modelo socialista agrario basado en los ideales del maoísmo y el estalinismo. Su política se caracterizó por la ruralización forzada de los habitantes de los núcleos urbanos, trabajos forzados generalizados y malnutrición, costando la vida de aproximadamente un cuarto de la población del país. En cifras concretas, entre millón y medio y tres millones de camboyanos fallecieron. El genocidio finalizó con la invasión vietnamita. Se han descubierto más de 20 000 fosas comunes, llamadas Campos de la Muerte. Los principales descubrimientos de estas fosas se dieron entre 1995 y 1996.

Pol Pot y los Jemeres rojos habían sido apoyados durante mucho tiempo por el Partido Comunista de China (PCCh) y el propio Mao Zedong. Se estima que al menos el 90% de la ayuda exterior a los Jemeres rojos provino de China, y solo en 1975 recibió al menos mil millones de dólares estadounidenses en ayuda económica y militar sin intereses. Fueron influenciados por la Revolución Cultural China, y también comenzaron el "Maha Lout Ploh", copiando el "Gran Salto Adelante" que causó decenas de millones de muertes en la Gran Hambruna china. El objetivo principal de los Jemeres Rojos era purificar el país, en similitud a lo intentado por la Alemania nazi, crear una raza superior o, como dijo un líder jemer: «la purificación de la población». Como la mayoría de las víctimas eran de etnia jemer, la misma de sus verdugos, a veces se denomina al proceso como un «autogenocidio».

El 2 de enero de 2001, el gobierno camboyano aprobó una legislación para enjuiciar un número limitado de dirigentes rojos. Los juicios comenzaron el 17 de febrero de 2009. El 7 de agosto de 2014, Nuon Chea y Khieu Samphan fueron declarados culpables y sentenciados a cadena perpetua.

Dirigentes

Los principales líderes de los Jemeres Rojos fueron:

  • Pol Pot (1925-1998). Su verdadero nombre era Saloth Sar y era apodado «Hermano número 1», líder del movimiento desde que asumió en 1963 como secretario general hasta 1981, aunque mantuvo su liderazgo efectivo hasta su muerte.
  • Nuon Chea (1926-2019). En realidad se llamaba Lau Kim Lorn; apodado «Hermano número 2» y también llamado Long Bunruot o Rungloet Laodi. Primer ministro y presidente del Comité Permanente de la Kampuchea Democrática. Arrestado en 2007 y sentenciado a cadena perpetua en 2014.
  • Ieng Sary (1925-2013). Nacido en Vietnam, hijo de un jemer y una china, concuñado de Pol Pot. Su verdadero nombre era Kim Trang y lo cambió para ocultar su origen. Apodado «Hermano número 3». Arrestado en 2007, pero murió antes de ser sentenciado.
  • Khieu Samphan (n. 1931). Apodado «Hermano número 4». Primer ministro y presidente del Comité Permanente. Arrestado en 2007, y sentenciado de por vida siete años después.
  • Ta Mok (1926-2006). Su verdadero nombre era Chhit Choeun y fue conocido como «Hermano número 5». Líder militar del movimiento.
  • Son Sen (1930-1997). Apodado «Hermano número 89». Ministro de Defensa. Ejecutado por orden de Pol Pot con su familia bajo cargos de traición.
  • Kaing Guek Eav (n. 1942-2020). Apodado «Duch», lugarteniente de Son Sen y dirigente de la prisión S-21. Arrestado en 1999. En 2012 fue sentenciado a cadena perpetua.
  • Yun Yat (1934-1997). Esposa de Son Sen. Ministra de Información del régimen. Ejecutada con su esposo.
  • Ke Pauk (1934-2002). También llamado Kae Pok o «Hermano número 13». Jefe del distrito norte de Kampuchea.
  • Ieng Thirith (1932-2015). Esposa de Ieng Sary y ministra de Asuntos Sociales. En 2007 fue arrestada y juzgada; murió antes de la sentencia.

Antecedentes

Archivo:Ho Chi Minh Trail network map
Mapa de la Ruta Ho Chi Minh.

El historiador francés Jean-Louis Margolin (n. 1952) describe a Camboya como un pequeño país encerrado en sí mismo durante mucho tiempo. Debido a esto, desarrolló un particular nacionalismo, mezcla de pretensiones desmesuradas y un fuerte victimismo contra los “opresores” extranjeros. Irónicamente, las intervenciones foráneas solían producirse por peticiones de algún bando local involucrado en las luchas de poder. Tampoco era muy distinto de sus vecinos, con la mayoría de su población poco educada y dedicada a una economía de subsistencia.

En Asia el comunismo siempre ha estado muy vinculado a los nacionalismos, naciendo de movimientos de independencia anticoloniales. Conociendo el riesgo de que su reino fuera arrastrado bajo la órbita comunista si se involucraba en la guerra de Indochina, el príncipe Norodom Sihanouk (1922-2012) utilizó su buena relación con París para negociar la independencia pacífica de Camboya. Con esto le quitó el respaldo ideológico a las primeras guerrillas que se formaban en el país, entre 1953 y 1954, autodenominadas Khmer Issarak, «Jemeres Libres». Su tradicional tendencia al aislamiento llevó a Sihanouk a intentar convertir Camboya en un «islote de neutralidad en medio de las guerras indochinas».

Por otro lado, la violencia era un método tradicional de usar el poder en Camboya. La arquitectura de Angkor y los manuscritos de los siglos VIII-XIV, como en toda la región, están repletos de violencia. Escenas de guerra, deportaciones de pueblos conquistados a zonas remotas, esclavizaciones masivas, pisotear con elefantes a concubinas repudiadas e iniciar el reinado masacrando a la propia familia eran el pan de cada día. Los Jemeres Rojos utilizaron dicho legado cultural para respaldar su régimen. Por ejemplo, en la derrota del Reino de Champā ante los vietnamitas en 1471, fueron muertas o esclavizadas 120 000 personas.

Otro rasgo tradicional es el absolutismo. El gobernante suele ser un déspota «ilustrado» y autocrático que intenta compensar una administración tradicionalmente débil. Además, el grado de sometimiento de la población es altísimo. A diferencia de los chinos, las rebeliones campesinas son escasas. La resistencia es individual; buscar asilo en regiones remotas y otros Estados.

En 1960 volvieron tras de una década de educación parisina varios intelectuales camboyanos: Pol Pot, Ieng Sary, Khieu Samphan, Son Sen y Huo Yuon. Pocos años después, el primer secretario general comunista local, Tou Samouth (c.1915-1962), desaparecía en extrañas circunstancias (después se sabría que fue purgado por los polpotistas) y en 1963 Pol Pot se aupaba al poder del partido.

Surgimiento de los Jemeres Rojos

La presencia comunista comenzó a surgir en la frontera con Vietnam, cuando el Viet Cong y los norvietnamitas instalaron bases entre 1964 y 1965. Sihanouk militarmente no podía hacer nada por haber desatendido a conciencia en los años previos las necesidades de las Fuerzas Armadas Reales Jemeres (FARJ; Forces armées royales khmères en francés, FARK), dirigida por oficiales opositores de derecha, así que intentó seguir manteniéndose al margen de la guerra regional; negoció con los comunistas. A cambio de no intervenir en los asuntos internos de Camboya, él no llevaría operaciones militares en su contra y permitiría su abastecimiento desde el puerto de Sihanoukville.

Desde 1966 el corrupto gobierno exigió altas cuotas de las cosechas de arroz a los aldeanos para exportarlos. Esto arruinaba a los agricultores, que vendían a buen precio parte de sus productos a los oficiales norvietnamitas. El 11 de marzo de 1967 estallaba cerca de Samlaut, en la provincia de Battambang, una revuelta campesina. Rápidamente los comunistas se asociaron al levantamiento y el príncipe tomó una actitud claramente antiizquierdista. La represión gubernamental fue feroz y los comunistas camboyanos, hasta entonces dedicados a las discusiones en los cafés de las ciudades, tuvieron que huir a la jungla de las remotas montañas del nordeste. Allí consiguieron el apoyo de las tribus de jemeres loeu, «montañeses», que utilizaban espadas, lanzas y arcos. Les proporcionaron los primeros reclutas en su guerra contra el gobierno. En 1968, los comunistas estaban bien instalados en el noreste y libraban una constante guerra de baja intensidad.

El 18 de marzo de 1969 los estadounidenses iniciaban su campaña de bombardeos intensivos contra las bases norvietnamitas en territorio camboyano. Regiones enteras quedaron sumidas en el caos y el poder del príncipe disminuido. Finalmente, mientras Sihanouk estaba de vacaciones en Francia, el mariscal Lon Nol (1913-1985) dio un golpe de Estado el 12 de marzo y proclamó la República Jemer. Aún no es claro el papel de la CIA, molesta por el neutralismo del monarca, pero probablemente estimuló y financió a los enemigos de Sihanouk. Las FARJ pasaban a llamarse Fuerzas Armadas Nacionales Jemeres (FANJ; Force Armée Nationale Khmère en francés, FANK).

Archivo:Areas of Cambodia under government control August 1970
Mapa de la guerra en Camboya en agosto de 1970. En blanco las zonas aún controladas por el gobierno, en gris las conquistas vietnamitas y en detalle las zonas fronterizas -santuarios comunistas y objetivos prioritarios de los bombardeos estadounidenses-.

Tras el golpe, Lon Nol pidió ayuda a Washington para luchar contra Hanói. Pronto lanzaba una ofensiva contra las bases fronterizas, los norvietnamitas respondieron avanzando al interior del país. La presión de Vietnam del Sur al otro lado de la frontera solo llevó a los comunistas aún más al interior de Camboya. A finales del verano de ese año, más de la mitad del país estaba en manos de Hanói. Además, los comunistas camboyanos, ya apodados Jemeres Rojos, empezaron a recibir armas, consejeros e instructores norvietnamitas para reforzar su posición.

Hasta entonces, la fidelidad total a la figura política-religiosa del príncipe Sihanouk había impedido a los comunistas ganar el apoyo de la mayoría campesina. Todo cambió con el derrocamiento del monarca. Sihanouk se exilió en Pekín, formando una alianza llamada Frente Unido Nacional de Kampuchea (francés: Front uni national du Kampuchéa, FUNK), que incluía a todos los opositores a Lon Nol, aunque el bajo control fáctico del KR e hizo un llamado a combatir a los golpistas. Poco después Pekín y Hanói acordaban ayudar a los exiliados, lo que equivalía a respaldar militarmente al KR. El gobierno en el exilio que nació se llamó GRUNK o Gobierno Real de Unión Nacional de Kampuchea (francés: Gouvernement Royal d'Union Nationale du Kampuchéa), que gobernaría nominalmente los territorios conquistados durante la guerra y brevemente tras la victoria hasta 1976. Lo integraban el Partido Comunista de Kampuchea (francés: Parti communiste du Kampuchéa, PCK) y dos facciones menores, los monárquicos del Khmer Rumdo, «Liberación Jemer», y los provietnamitas del Khmer Việt Minh, «Viet Minh Jemer», en su mayoría exmiembros del Khmer Issarak.

Posteriormente, los siguientes tres años apenas verían combates entre el gobierno camboyano y el KR. Este último se dedicó a crear una sólida base de poder entre los habitantes del extenso territorio ocupado por los norvietnamitas. Su disposición al trabajo duro en el campo, incorruptibilidad, preocupación por el bienestar del campesinado y el apoyo simbólico del príncipe les concedió el apoyo popular y calmó a los que desconfiaban de ellos. Entre 1970 y 1973, los combatientes del KR pasaron de 4000 a 40 000. El mariscal no supo aprovechar la superioridad numérica de su ejército ni capitalizar la impopularidad del príncipe entre las capas urbanas, medias e intelectuales del país. Se volvió completamente dependiente de la ayuda estadounidense y survietnamita.

Agonía de la República Jemer

Dos eventos serían decisivos para la guerra y condenarían al gobierno jemer. Primero está el estrepitoso fracaso de la Operación Chenla II, una ofensiva gubernamental iniciada el 20 de agosto de 1971 contra las principales bases norvietnamitas. Acabaría con el aniquilamiento de las mejores tropas del gobierno y la retirada el 3 de diciembre. Mientras el KR creaba un ejército disciplinado, el gobierno pasaba a depender de reclutas mal entrenados y mayoritariamente en edad escolar, dirigidos por oficiales sin conocimientos tácticos pero hábiles en inventar soldados “fantasmas”, unidades inexistentes en la realidad pero si en los registros para apropiarse de las armas y suministros que se les enviaban y venderlos al enemigo. Esos “fantasmas” también fueron frecuentes en el ejército de Saigón. Del millón y medio de tropas que tenían en 1968, hasta cien mil no existían en realidad. Lon Nol era muy supersticioso, consultaba a adivinos y astrólogos para decidir su estrategia. En los últimos días de la guerra, cuando el KR rodeaba la capital de Nom Pen, los oficiales del gobierno consumían con su corrupción la mayor parte de la ayuda estadounidense, negándole a sus hombres provisiones o sueldos. La consecuencia fue que unidades enteras se negaban a luchar hasta que les pagaran. El contraste era absoluto con el KR, totalmente organizado para guerrear: «Una vez más, los estadounidenses habían apoyado a un perdedor».

El segundo evento decisivo fueron los Acuerdos de paz de París del 27 de enero de 1973. Después de estos, los norvietnamitas se retiraban de sus bases fronterizas y el KR debió enfrentar por primera vez solo al ENJ, respaldado por el poder aéreo de EE. UU., que dejaba de actuar en Laos y Vietnam para concentrarse en Camboya. Hanói se distanció del KR por negarse a negociar en París, disminuyó su apoyo militar pero con eso perdió su influencia sobre éste.

La campaña de bombardeo concentrado devastaría gran parte del país, especialmente el este. La población rural decidió refugiarse en masa en Nom Pen, que cuadruplicó su población. De 200 000 o 600 000 a 2 000 000. Cerca de 540 000 toneladas de bombas fueron lanzadas entre 1970 y el 15 de agosto de 1973. Los que se quedaron en sus granjas fueron integrados a la fuerza en las nuevas cooperativas de la economía de guerra del KR. Un cuarto de los campesinos del país se refugiaron en ciudades, haciendo colapsar los servicios básicos. Las aldeas y cultivos fueron destruidos o abandonados.

En las zonas “liberadas” del KR cada aspecto de la vida era controlado por el Angkar padevat, «Organización Revolucionaria», pantalla del clandestino PCK —más conocida como simplemente Angka, la «Organización»—. El comercio, la producción de arroz, se suprimía el culto budista, se impuso un código de indumentaria uniforme, se formaban brigadas cooperativas de producción y los disidentes desaparecían. El KR podía alimentar de forma autónoma a su población, en cambio, Lon Nol y su corrupto gobierno dependían por completo de EE. UU.

Los bombardeos estadounidenses eran lo único que permitía a las FANJ resistir. Mantenían a raya a los guerrilleros y permitían a los convoyes fluviales traer suministros por el Mekong. Desde comienzos de 1974 los bombardeos se detuvieron, el KR corto todas las rutas terrestres a Nom Pen y casi la asaltó. La reanudación de los bombardeos fue la salvación momentánea de la capital, le hizo retroceder fuera del perímetro defensivo de la ciudad. Desde entonces, el KR «decidió no realizar un asalto directo, sino estrechar el cerco».

Rodearon las principales ciudades a la vez que las FANJ se atrincheraban en ellas. Solo podían comunicarse por aire. A principios de 1975, más de 40 000 guerrilleros rodeaban a 20 000 defensores de Nom Pen. A medida que avanzaban, los dirigentes del KR fundaban «centros de reeducación» cada vez más parecidos a los «centros de detención».

Debido a la completa desmoralización de las fuerzas republicanas, en 1975 apenas 60 000 guerrilleros comunistas estaban derrotando a 200 000 soldados mucho mejor equipados. Irónicamente, los Jemeres Rojos eran un partido y un ejército débiles que hasta 1973 habían dependido completamente de Hanói, a pesar de la verborrea triunfalista y nacionalista.

Conquista del poder

La situación se hizo crítica con la instalación de cinco mil guerrilleros a las orillas del Mekong dedicados a atacar a los navíos estadounidenses que transportaban suministros. Fue necesario desarrollar un puente aéreo para abastecer a Nom Pen. El 6 de marzo de 1975 se hizo imposible, los obuses comunistas alcanzaron el aeropuerto y cortaron la última vía de comunicación. Fue entonces que el Congreso estadounidense votaba por cesar su ayuda a Lon Nol. Sus B-52 no volvieron y el KR pudo dedicarse a bombardear con artillería y cohetes la capital. Lon Nol se exilió el 30 de marzo. El 11 de abril el aeropuerto de la capital cerraba definitivamente y en la madrugada siguiente se realizaba la operación Eagle Pull, «tirón del águila». Unos 82 estadounidenses, 159 camboyanos —la mayoría empleados de su embajada y familiares— y 35 ciudadanos de terceros países. El 14 de abril algunas banderas rojas comenzaron a flamear en barrios del norte de la capital. El 16 de abril se negociaba la rendición final del gobierno. A la mañana siguiente, un ejército de campesinos adolescentes del KR entraba en la ciudad.

Consecuencias de la guerra

Según las estimaciones más moderadas y fiables, la guerra costó entre ciento cincuenta y trescientas mil vidas. Más del 20% de todas las propiedades materiales del país fueron destruidas. La guerra, especialmente los bombardeos masivos de 1969-1973, arruinó a la economía agraria y debilitó a la sociedad tradicional. La guerra impidió cualquier tipo de resistencia que la sociedad camboyana pudiera presentar al nuevo gobierno. Desmoralizo o destruyó a su élite y permitió al KR consolidarse rápidamente en el poder gracias a las prioridades estratégicas de su aliado norvietnamita y la irresponsable actitud de Sihanouk.

Al menos un millón de campesinos o más probablemente un tercio de los ocho millones de camboyanos se volvieron desplazados internos que huyeron a Nom Pen y otras ciudades. En cifras concretas, entre uno y dos millones buscaron refugio en la capital, sufriendo una falta crónica de alimentos, techo y medicinas. El único efecto que tuvieron los bombardeos fue proporcionales más reclutas al KR y facilitar la evacuación de las ciudades y la colectivización agraria al crear una masa enorme de refugiados que odiaban al gobierno proestadounidense.

Las guerras de Indochina supusieron la huida de más de dos millones de personas de sus países. Los vietnamitas huyeron a Guam y Filipinas, mientras que laosianos y camboyanos a Francia, especialmente los de la élite.

Sobre el propio príncipe, el 2 de abril de 1976 la monarquía era oficialmente abolida y él era encerrado en su palacio, aunque oficialmente se informaba que “elegía” retirarse a la vida privada. Había nacido la Kampuchea Democrática.

Gobierno genocida

Hasta unas semanas antes de la caída de Nom Pen sus más ricos habitantes parecían vivir en un «trance hipnótico». Estaban rodeados y los suministros solo llegaban por aire, pero aún eran frecuentes los descansos por las tardes y los estudiantes iban a la escuela sin miedo a ser reclutados para la defensa.El 17 de abril de 1975 la población de la urbe estaba relativamente feliz, finalmente se acababa la guerra civil y nada podía ser peor. Los últimos combates habían cesado –algunos de los más fieros habían sido protagonizados por defensores norteamericanos, eran desertores, traficantes y contrabandistas que habían migrado a Camboya tras los acuerdos de paz de 1973– y los disciplinados e inexpresivos guerrilleros adolescentes entraron, impermeables a todo soborno o ruego, esa misma tarde supervisaron la evacuación de toda la población de las grandes ciudades.

Durante la evacuación de su embajada, los norteamericanos ofrecieron asilo a los principales dirigentes jemeres. Algunos lo rechazaron con la esperanza de negociar un acuerdo final y estando dispuestos a sufrir el destino de su gente.

Año Cero

Nadie, dentro y fuera de Camboya, se esperaba tal medida y fue el primer aviso de que un proceso excepcional se iniciaba. Se les dijo que saldrían solo por tres días y para protegerlos de los bombardeos estadounidenses y asegurar su avituallamiento. La decisión había sido tomada por la camarilla gobernante en febrero y según tres problemas: era poco probable que el pequeño PCK y su ejército de adolescentes pudiera controlar a los millones de personas concentrados en Nom Pen. Si se los dispersaba también se los desorganizaría. En segundo lugar, las reservas de arroz se agotaban pues gran parte de la tierra se había dejado de trabajar durante la guerra. Los camboyanos deberían reconstruir su país con trabajo agrícola. Finalmente, y más importante, por la voluntad utópica que dominaba a los polpotistas: trabajo, pureza revolucionaria e independencia nacional. «El país iba a ser reconstruido de la nada». Los Jemeres Rojos dividieron el país en seis grandes zonas y 32 regiones. A su vez nacieron distritos, subdistritos y villas, estas últimas no en el sentido tradicional. Las villas fueron abolidas y reemplazadas por «cooperativas de alto nivel» con mandos bastantes autónomos hasta las purgas que buscarían asegurar el poder central, debido a que su aparato burocrático era muy débil, y eliminar toda debilidad en el trato de mandos con pueblerinos, especialmente "nuevos".

El KR había empezado con este tipo de acciones desde 1973 en las zonas “liberadas” del sudoeste, hasta volverlo algo habitual. A comienzos de 1971 se empezó a evacuar aldeas enteras y en septiembre de 1973, cuando tomaron la mitad de Kompung Cham, forzaron a 50 000 personas a abandonar sus hogares e ir al interior del país. La ciudad de Kratié, la primera de importancia tomada por el KR en julio del mismo año, fue desalojada por completo. En marzo siguiente habían capturado Udong y se llevaron 20 000 personas a los campos de la frontera con Vietnam, muchos escaparon a Nom Pen. Aquel mismo año de 1974, Pol Pot había empezado a dispersar secretamente las aldeas más compactas, garantizando su mejor control.

Aproximadamente la mitad del país, dos o tres millones desde Nom Pen y cientos de miles más de las otras ciudades, evacuaron sus hogares y dejaron atrás sus pertenencias -a la larga las perdieron-, lo poco que llevaban lo perdieron en el camino a manos de guerrilleros o al llegar a destino ante las exigencias de los locales. Se iniciaba un periplo en busca de un nuevo “hogar”, a veces por semanas, todo sin recibir alimentos o cuidados médicos de sus “libertadores”. Era fácil separarse de la familia en medio de la confusa marea humana y casi imposible reencontrarse, de hecho, el destino dependía del barrio donde se vivía, muchas familias se separaron para siempre. Los yothea, «soldados», no los empujaban pero se mostraban como siempre, inflexibles, seres que jamás sonreían. Pero sí que estaban atentos a cualquier signo externo de una buena vida, educación, riqueza y poder, tales como buena ropa, manos suaves y aspecto de estar bien alimentado, entonces era separado e interrogado en los rudimentarios puntos de control en las encrucijadas de las rutas. Comenzaba la «“venganza de clases”». El usar gafas con cristales gruesos se volvió peligroso, porque se le consideraba un símbolo de intelectualidad, amor por leer, pensar y, por tanto, criticar. Deshacerse de ellas, como de los libros, era exigido por los polpotistas para ser perdonado. Para dicha de muchos, los Jemeres Rojos decidieron destruir los documentos de identidad, permitiéndoles inventarse una nueva identidad. En esos momentos, la capital albergaba veinte mil soldados y oficiales y un número muy similar de funcionarios civiles de la antigua administración, blancos preferidos del KR.

Non Pen quedó vacía y todos los edificios que demostraban su anterior esplendor quedaron en silencio.

Nuevos y Viejos

Poco menos de la mitad de la población era Prasheachon Thmei, «nuevo pueblo», aquellos que cayeron bajo su influencia al rendirse las ciudades el 17 de abril de 1975 y eran siempre objeto de sus sospechas. El resto era Prasheachon Shah, «viejo pueblo», aquellos que entre 1970 y 1975 cayeron bajo su control –sobre todo población rural– y eran su principal base de apoyo. El KR estableció un apartheid total entre los «nuevos» y «viejos». No podían casarse, vivir en las mismas zonas de las aldeas y, al principio, ni siquiera hablarse. Todo para ahondar la brecha entre ellos. Los viejos tenían unos pocos derechos, como participar ocasionalmente en “elecciones” de candidato único, comer en la cantina obligatoria antes que los otros y, al comienzo, de cultivar una parcela privada. Además recibían ciertas raciones –siempre más grandes– de azúcar, frutas, carne, medicamentos fabricados en China, dispensas y arroz duro, no la sopa de arroz aguado que comían los nuevos –los primeros en ejercer este derecho eran los militantes del KR, a pesar de siempre mostrarse como símbolos de humildad–. Obviamente, no se eximían de servir por meses lejos de sus familias en obras masivas y los horarios eran igual de extenuantes. La constitución de 1976 sostenía que el primer derecho de los habitantes de Camboya era trabajar, los nuevos no conocieron otro. La escasa clase obrera vivía bajo una dura disciplina militar y lentamente se la reemplazó con campesinos pobres, cuya fidelidad creían segura los Jemeres Rojos. En definitiva, los nuevos sufrieron mucho más que los viejos.

Vida diaria

La preocupación de los Jemeres Rojos por evitar las visitas clandestinas a familiares, los conflictos entre vecinos, prohibir las peleas con la familia no se debía a un deseo de defender el núcleo familiar como base de la sociedad, sino más bien a una defensa de su utopía de convivencia exquisita entre personas.

Además, el sostenimiento de la autoridad paternal no era tal, muchas veces las familias eran separadas y los miembros eran enviados por meses a zonas distintas para trabajar –y sin formas de comunicarse -, no había tiempo familiar, los niños eran adoctrinados y alejados de sus padres y los jóvenes eran alentados a denunciar a sus padres. La única causa era la voluntad del régimen para conseguir el poder total, aislando al individuo y dejándolo solo frente al control terrorífico y manipulador del Angkar.

Archivo:TuolSlang2
El reglamento en S-21 para los prisioneros.

Otro delito con pena capital era el robo, esencialmente de alimentos. Antes de la guerra civil, Camboya exportaba millones de toneladas de arroz al extranjero, durante el mandato del KR, no se producía suficiente para vivir. El gobierno buscaba controlar a la población monopolizando el acceso a cualquier fuente de alimentos. Se llegaron a destruir muchísimos árboles frutales, eliminando una fuente no controlada de nutrición. Muchos otros fallecieron al comer –a escondidas– animales o plantas venenosas o mal cocidos.

Sin cuidados médicos, sus debilitados cuerpos eran presas fáciles de las enfermedades, en especial edemas.

Conflicto con Vietnam y caída

Archivo:ChoeungEk-Darter-9
Lugar donde se encuentra una fosa masiva Choeung Ek.

La ruptura de 1973 entre vietnamitas y los Jemeres Rojos llevó a reescribir la historia de su fundación. El Partido Comunista de Kampuchea (PCK) había nacido en 1951 como una facción que se escindió del Partido Comunista de Indochina (PCI), pero en la nueva historia se originaba en 1960 por obra de intelectuales polpotistas llegados de París e iniciados en su vida política como militantes del Partido Comunista Francés (PCF). El KR utilizaba tanto la lucha de clases como la de razas, según ellos las definían, a la hora de perseguir a posibles oponentes. Su nacionalismo y xenofobia eran extremos, pero se concentraba más en Vietnam que en los Estados Unidos, «primera potencia imperialista» a la que ya habían derrotado, lo que justificaba su voluntarismo, después de esa victoria los jemeres eran capaces de todo. Deseaban recuperar el «territorio perdido» ante sus «enemigos hereditarios» tailandeses y vietnamitas, especialmente los segundos.

En la Navidad de 1978 100 000 a 200 000 vietnamitas cruzaron la frontera. Les acompañaban 20 000 hombres del FUNSK. El 3 de enero Radio Hanoi admitió la ofensiva públicamente. Dos días después Pol Pot anunciaba grandiosas –y falsas– victorias sobre los vietnamitas. El 7 escapaba de la capital. El día 9 de enero los vietnamitas entraban en Nom Pen. Nacía la República Popular de Kampuchea. El régimen nacido se fundamentó ideológicamente en su oposición al genocida KR refugiado en las fronteras con Tailandia.

Para ese entonces, con la dureza del régimen polpotista, la mayoría de los camboyanos anhelaban la victoria vietnamita. Fueron mayoría quienes vieron la llegada de las tropas extranjeras como una liberación: «un número incalculable de individuos fue salvado de la muerte por las divisiones blindadas vietnamitas».

El 11 de enero se reunió el Consejo de Seguridad de la ONU, donde la URSS defendió resueltamente las acciones de los vietnamitas.

Archivo:Choeung Ek commemorative stupa filled with skulls
El templete en donde se conservan los restos de las víctimas en el Parque Memorial Choeung Ek.

El conflicto empezó a terminar tras los Acuerdos de París, firmados el 23 de octubre de 1991, entre los tres grupos rebeldes y el gobierno jemer. Dentro del tratado se incluía el retorno gradual de 375 000 refugiados camboyanos desde Tailandia y la instalación de una misión de paz de la ONU al año siguiente. Un logro positivo fue que en septiembre de 1995 se dio por finalizados el conflicto fronterizo entre Camboya y Tailandia. Pero no todo fue pacífico. Primero, muchos Jemeres Rojos se negaron a deponer las armas y siguieron combatiendo contra los 16 000 cascos azules, pero en 1996 deberán abandonar sus bases de Pailin y Nom Malai sin combatir. Segundo, en el conflicto político iniciado tras el acuerdo, la inestabilidad provocó el surgimiento de caudillos que reclutaron a numerosos excombatientes, llegándose a enfrentamientos armados en la capital durante julio de 1997. El final del KR vino tras la muerte de Pol Pot, el 15 de abril de 1998, para ese entonces ya había sido arrestado y desplazado del mando de las últimas fuerzas polpotistas por Ta Mok (1926-2006). El periodista madrileño Vicente Romero (n. 1947) diría: «Nadie rezó por él. Tampoco nadie en el mundo lloró su muerte. Pero nadie en Camboya conseguirá olvidarle». Para ese entonces solo quedaban Jemeres Rojos en el noroeste del país. Durante el mes de diciembre de ese año acabaron por deponer las armas.

Consecuencias

Archivo:Cambodia anti-PRK border camps
Mapa de las bases rebeldes en la frontera entre Camboya y Tailandia. Estas datan de 1979 a 1984, la mayoría fueron destruidas en las ofensivas del gobierno de Nom Pen a inicios de los noventa.

El legado de los Jemeres Rojos ha sido clasificado como un auténtico «reguero de sangre», con excepción de unos pocos diques, canales y esclusas bien hechos durante las movilizaciones masivas de trabajadores; siempre una minoría frente a los que no aguantaron las primeras lluvias e igualmente costaron incontables vidas. Los camboyanos fueron «víctimas de la liberación» del KR.

Camboya tenía entre siete y ocho millones de habitantes en 1970. En total, murieron entre un millón y medio y tres millones de personas, lo que equivale a un quinto o un tercio de los camboyanos. Probablemente fueron dos millones, es decir, un cuarto de la población en apenas tres años y ocho meses.

Estimación de Kiernan sobre el genocidio camboyano
Grupos sociales Población (1975) Muertos Porcentaje
"Nuevos" 3 050 000 879 000 28,82
Jemeres urbanos 2 000 000 500 000 25,00
Jemeres rurales 600 000 150 000 25,00
Chinos 430 000 215 000 50,00
Vietnamitas urbanos 10 000 10 000 100,00
Laosianos rurales 10 000 4000 40,00
"Viejos" 4 840 000 792 000 16,36
Jemeres rurales 4 500 000 675 000 15,00
Jemeres Krom 5000 2000 40,00
Cham 250 000 90 000 36,00
Vietnamitas rurales 10 000 10 000 100,00
Thai 20 000 8000 40,00
Minorías de las mesetas 60 000 9000 15,00
Total 7 890 000 1 671 000 21,18

En los medios de comunicación

Rithy Panh, considerado la voz cinematográfica de Camboya y sobreviviente de los campos de la muerte, dirigió el documental S-21: The Khmer Rouge Killing Machine/S-21, sobre el horror del régimen.

También existe la famosa y premiada película The Killing Fields, de 1984, dirigida por Roland Joffé. Está basada en la historia real de Sydney Schanberg y Dith Pran, dos periodistas que vivieron en primera persona el régimen del KR.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Democratic Kampuchea Facts for Kids

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Genocidio camboyano para Niños. Enciclopedia Kiddle.