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Mamerto Esquiú para niños

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Datos para niños
Mamerto Esquiú
Mamerto Esquiú.jpg
Información personal
Nacimiento 11 de mayo de 1826
Piedra Blanca, Catamarca
Fallecimiento 10 de enero de 1883

El Suncho, departamento La Paz, Catamarca
Sepultura Catedral de Córdoba
Nacionalidad Argentina
Información profesional
Ocupación Sacerdote católico (desde 1848) y obispo católico (desde 1880)
Área Catolicismo
Cargos ocupados
  • Obispo
  • Obispo de Córdoba (desde 1880)
Información religiosa
Beatificación 4 de septiembre de 2021
Festividad 10 de enero
Venerado en Argentina e Italia
Orden religiosa Orden de Frailes Menores

Mamerto de la Ascensión Esquiú (nacido en Piedra Blanca, Catamarca, el 11 de mayo de 1826 y fallecido en El Suncho, Catamarca, el 10 de enero de 1883) fue un fraile y obispo argentino muy importante en el siglo XIX. Se destacó por defender la Constitución Argentina de 1853. Fue declarado beato en el año 2021.

Los primeros años de Mamerto Esquiú

Mamerto de la Ascensión Esquiú nació el 11 de mayo de 1826 en Piedra Blanca, Catamarca. Sus padres fueron Santiago Esquiú y María de las Nieves Medina. Su madre le puso el nombre de Mamerto de la Ascensión porque nació el día de San Mamerto y de la Ascensión del Señor.

Desde los cinco años, Mamerto usó el hábito franciscano por una promesa de su madre debido a su salud. Nunca dejó de usarlo. Entró al convento franciscano de Catamarca el 31 de mayo de 1836. A los 22 años, se hizo sacerdote y celebró su primera misa el 15 de mayo de 1849.

Desde joven, enseñó filosofía y teología en la escuela del convento. También fue maestro de niños, una tarea que le gustaba mucho. Además, daba sermones con gran entusiasmo. Desde 1850, enseñó filosofía en el colegio secundario fundado por el gobernador Manuel Navarro.

El famoso Sermón de la Constitución

Después de la batalla de Caseros, donde fue derrotado el gobernador Juan Manuel de Rosas, Catamarca recibió con alegría la noticia de que se crearía una Constitución. Sin embargo, en la asamblea que la redactaba, hubo un debate sobre la libertad de cultos.

El padre Pedro Alejandrino Zenteno, diputado por Catamarca, quería que la Constitución limitara la libertad religiosa. Como su postura no ganó, regresó a Catamarca decidido a evitar que la provincia aprobara la Constitución. Contaba con el apoyo de la gente, que era muy religiosa.

El gobernador Pedro José Segura apoyó a Zenteno. La mayoría de los legisladores de Catamarca estaban listos para rechazar la Constitución. Para evitar que la gente la jurara, prepararon una manifestación. El gobernador le pidió a Esquiú que diera un sermón patriótico en contra de la Constitución.

Pero Esquiú sorprendió a todos. Dio su discurso más famoso, conocido como el Sermón de la Constitución, donde apoyó que se jurara la Constitución. Recordó las guerras civiles y la desunión del país. Dijo que la Constitución traería paz. Para que esa paz durara, la Constitución debía ser respetada por mucho tiempo. No debía ser discutida por cada persona ni rechazada por razones menores. El pueblo argentino debía obedecer la ley.

Esquiú dijo: "Obedeced, señores, sin sumisión no hay ley; sin ley no hay patria, no hay verdadera libertad, existen sólo pasiones, desorden, anarquía, disolución, guerra..." No pudo terminar la frase porque la gente lo aplaudió mucho. Así, la primera resistencia a la Constitución en el interior del país fue superada. Catamarca juró la Constitución.

Su sermón se hizo famoso en todo el país. Fue copiado en los periódicos de todas las provincias. La resistencia que se podía haber hecho a la Constitución en otros lugares disminuyó gracias a las palabras de este fraile. El presidente Justo José de Urquiza ordenó que el texto del sermón se imprimiera y se distribuyera por todo el país. Incluso en Buenos Aires, que había rechazado la Constitución, su sermón tuvo un gran impacto.

Su rol en la política y el periodismo

Al año siguiente, Esquiú dio otro discurso importante sobre la instalación de las autoridades nacionales. En él, habló sobre principios de la sociedad y la historia política.

Participó en la discusión para crear la constitución de su provincia. Fue vicepresidente de la asamblea que aprobó la constitución provincial de 1855. Esta constitución permitía un consejo asesor de gobierno, y Esquiú ocupó un puesto para un religioso durante varios años. Pertenecía al partido federal, pero también era respetado por el liberal.

Escribió muchos artículos en El Ambato, el primer periódico de su provincia, donde fue editor. Mucho antes de que otros periódicos tuvieran normas éticas, Fray Mamerto ya decía que no se debía escribir ni publicar "aquello que no se pueda sostener como caballero".

En 1860, estuvo un tiempo en Paraná como secretario del primer obispo de esa diócesis, fray Luis Gabriel Segura.

Después de la derrota de la Confederación Argentina en la batalla de Pavón, publicó en El Ambato un texto que decía: "Aquí yace la Confederación Argentina, a manos de la traición, la mentira y el miedo. ¡Que la tierra porteña le sea leve!"

Viajes y tiempo fuera de Argentina

Después de estos eventos, Mamerto Esquiú dejó la política. Se fue al convento franciscano de Tarija, en Bolivia. Estaba muy desilusionado con la situación política, ya que las rebeliones habían triunfado y la guerra civil había vuelto.

Vivió cinco años en Tarija. Luego, el arzobispo de Sucre lo llamó para que fuera su ayudante en esa ciudad, donde vivió otros cinco años. Allí publicó un periódico llamado El Cruzado, para defender las ideas religiosas.

En 1872, mientras estaba en Sucre, el presidente Sarmiento y el ministro Avellaneda lo nombraron para ser arzobispo de Buenos Aires. Pero Esquiú no aceptó. Pensaba que un arzobispo no podía ser visto como opositor del presidente. Sarmiento se sintió ofendido, pero Avellaneda lo admiraba y calmó las protestas del presidente.

Para evitar que el gobierno insistiera, Esquiú se fue más lejos. Vivió en Perú y luego en Guayaquil.

En 1876, viajó a Roma y Jerusalén. Este viaje lo convenció aún más de que debía dedicar su vida a la Iglesia y alejarse de la política. Tuvo el honor de predicar a miles de personas frente al Santo Sepulcro, en la noche del Viernes Santo de 1877.

En Tierra Santa, se encontró con el líder de la orden franciscana. Este le pidió que reorganizara la orden en Argentina. Por eso, Esquiú regresó a Catamarca a fines de 1878, después de 16 años de ausencia. Poco después de llegar, participó en la asamblea que reformaría la Constitución Nacional. Preparó un largo documento, pero nunca fue tomado en cuenta.

Obispo de Córdoba

A fines de 1878, el presidente Avellaneda lo propuso para ser obispo de Córdoba. Esquiú renunció al cargo, pero pocos días después, el papa León XIII le ordenó que aceptara. Su respuesta fue: "Si lo quiere el Papa, Dios lo quiere."

Viajó a Buenos Aires por primera vez en su vida para ser ordenado obispo en 1880. El presidente Roca lo invitó a predicar en el Tedeum que celebraba la federalización de Buenos Aires. En su discurso, Esquiú criticó a la ciudad por haber causado problemas en el pasado. Para sorpresa de Roca y Avellaneda, no les dio las gracias por sus gestiones.

Fue nombrado obispo de Córdoba el 12 de diciembre de 1880. Comenzó su trabajo en la diócesis el 16 de enero del año siguiente. Llevó una vida sencilla y se esforzó por organizar la administración de la Iglesia. También se dedicó a visitar casi todas las ciudades y pueblos de su diócesis.

Fuera de la administración de la Iglesia, defendió las tradiciones de la Iglesia. Se opuso a algunas leyes nuevas, como el matrimonio civil, el Registro Civil y la idea de que los cementerios y la educación no fueran religiosos. También tuvo diferencias con la Universidad, porque no le permitían elegir a los profesores de Teología.

Fallecimiento y legado

Archivo:Sepulcro de Fray Mamerto Esquiú
Sepulcro de Fray Mamerto Esquiú en la Catedral de Córdoba.

Fray Mamerto Esquiú falleció el 10 de enero de 1883 en la posta de El Suncho, Catamarca. Estaba regresando de La Rioja a su sede de obispo en Córdoba.

Había estado en La Rioja y su salud no era muy buena. Sin embargo, estaba contento. En cada lugar donde se detenía, repartía rosarios, estampas y medallas. También confirmaba y daba consejos. En La Rioja, había realizado muchas actividades como obispo y había dado sacramentos a muchas personas. El 8 de enero de 1883, comenzó su viaje de regreso a Córdoba en una galera, acompañado de su secretario.

Al día siguiente, su salud empeoró. Tenía mucha sed, se sentía mal del estómago y le dolía la cabeza. Decía que tenía sueño pero no podía dormir. A pesar de esto, confirmó a muchas personas en los lugares donde la galera se detenía. En Medanitos, hicieron una parada y no pudo comer. Un viajero le dio un remedio que le calmó la sed. Por la noche, le hicieron una cama improvisada en el campo. El martes 10, amaneció mejor. Desayunó y siguió el viaje. Pero el malestar regresó y Esquiú volvió a sentir mucha sed.

Llegaron a la Posta de Pozo del Suncho. El obispo bendijo a los habitantes desde su asiento, pero no pudo bajar. Ya casi no hablaba ni podía moverse. Sufrió dos desmayos y varias personas tuvieron que llevarlo a una cama, donde se desvaneció. Le hicieron curaciones, pero no hubo resultados. A las tres de la tarde, falleció.

Su cuerpo fue llevado en la misma galera hasta Recreo. Antes de llegar, el pueblo lo esperaba con faroles y antorchas para acompañar el cortejo fúnebre.

Fue recibido en la estación Avellaneda, a unos 100 km de Córdoba, por el clero de esa provincia. Le habían preparado un ataúd lujoso, pero el cuerpo de Esquiú no cabía. Su cuerpo se había hinchado y comenzaba a descomponerse. Tuvo que ser sepultado en una capilla cercana. Al día siguiente, por orden de las autoridades, su cuerpo fue llevado a la Ciudad de Córdoba, después de una revisión para asegurarse de que no había sido envenenado.

Mientras sus restos descansan en la catedral de Córdoba, su corazón fue guardado en el convento franciscano de Catamarca. Este corazón fue robado dos veces. La primera vez, el 30 de octubre de 1990, fue encontrado una semana después en el techo del convento. La justicia aún no sabe quién lo robó esa vez. El segundo robo fue el 22 de enero de 2008, y el corazón sigue sin aparecer.

Beatificación de Mamerto Esquiú

Archivo:Estatuilla de Mamerto Esquiú
Estatuilla del Beato Mamerto Esquiú, en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.

Fue declarado Siervo de Dios en 2005 y Venerable en 2006. El 24 de abril de 2020, un grupo de teólogos de la Santa Sede confirmó un milagro atribuido a la intercesión de fray Mamerto Esquiú.

El sábado 4 de septiembre de 2021, el papa Francisco lo declaró oficialmente beato. La ceremonia se realizó en Piedra Blanca, el pueblo donde nació en 1826. En la ceremonia estuvo Emma, una niña cuya curación de una enfermedad ósea fue considerada el milagro decisivo para esta beatificación.

Recorrido turístico por la vida de Fray Mamerto Esquiú

En 2019, la Secretaría de Turismo de Catamarca presentó un recorrido turístico sobre Fray Mamerto Esquiú. Este circuito lleva a los visitantes por los lugares importantes en la vida del fraile. Comienza en su pueblo natal, San José de Piedra Blanca. También incluye su celda en el Convento Franciscano y la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, donde una capilla guarda sus reliquias.

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Mamerto Esquiú para Niños. Enciclopedia Kiddle.