Expediciones españolas a Tahití para niños
Entre 1772 y 1775, el virrey del Perú, Manuel Amat y Juniet, envió varias expediciones a la isla de Tahití. Su objetivo era que esta isla formara parte del Virreinato del Perú y evitar que otras naciones europeas la controlaran. Se estableció una misión de frailes franciscanos en la isla, pero fue evacuada unos años después. Tahití fue llamada "Isla de Amat" en honor al virrey, un nombre que aún se puede ver en algunos mapas antiguos.
El propósito principal de estas expediciones era impedir que Francia o el Reino Unido tomaran posesión de islas que España consideraba suyas. Si estas potencias se establecían en el Pacífico, podrían representar una amenaza para el Virreinato del Perú y otros territorios españoles. Estas misiones se mantuvieron en secreto, al igual que otras expediciones españolas anteriores al Pacífico central y sur, que salieron desde Perú en los siglos XVI y XVII.
Contenido
¿Por qué España se interesó en Tahití?
Primeros viajes europeos al Pacífico
Las islas Marquesas, que están al norte de Tahití en lo que hoy es la Polinesia Francesa, fueron vistas por primera vez en 1595. Los navegantes españoles Álvaro de Mendaña y Pedro Fernández de Quirós las avistaron. Ellos realizaron tres viajes desde Perú buscando una tierra desconocida en el sur, llamada Terra Australis Incognita, en 1567, 1595 y 1605.
Más tarde, entre 1764 y 1766, el comodoro británico John Byron descubrió algunas islas cercanas a Tahití. La propia isla de Tahití fue descubierta por el capitán inglés Samuel Wallis el 17 de junio de 1767, mientras navegaba en su barco Dolphin.
A principios de 1767, el francés Louis Antoine de Bougainville llegó a Tahití con sus barcos La Boudeuse y L’Etoile. Él tomó posesión de la isla en nombre del rey de Francia. En abril de 1769, el teniente inglés James Cook también llegó a Tahití en su barco Endeavour y se quedó allí por tres meses.
La preocupación del virrey Amat
En abril de 1770, un barco llamado Saint Jean Baptiste llegó al Callao (Perú) desde el Cabo de Buena Esperanza. Su capitán, Guilleaume Labé, informó al virrey Manuel Amat y Juniet sobre los movimientos de ingleses y franceses en el océano Pacífico.
En 1770, el virrey envió a Felipe González de Ahedo con los barcos San Lorenzo y Santa Rosalía. Su misión era verificar si había ingleses en la isla de Pascua. Llegaron allí el 15 de noviembre de 1770 y tomaron posesión de la isla en nombre del rey de España, Carlos III. González de Ahedo la llamó Isla de San Carlos y regresó al Callao el 29 de marzo de 1771.
El rey de España decidió enviar colonos y misioneros a la isla de Pascua. Sin embargo, el virrey Amat se enteró de que James Cook había estado en Tahití en 1769. Por ello, decidió posponer la colonización de Pascua. Primero, envió una expedición a Tahití para adelantarse a una posible colonización británica allí.
El virrey Amat quería saber qué estaban haciendo los extranjeros y cómo vivían los habitantes de Tahití. También quería que los nativos conocieran la religión cristiana y se convirtieran en súbditos del rey. Por eso, organizó expediciones a Tahití desde el puerto del Callao, que era el punto de partida habitual para las expediciones españolas al Pacífico. Entre las instrucciones, se les pedía tratar bien a los nativos y recopilar mucha información científica sobre sus costumbres, la geografía, la flora y la fauna de las islas, y sus posibilidades agrícolas. Más tarde, se hicieron retratos y dibujos de lo que encontraron, que hoy se guardan en el Museo Naval (Madrid).
Las expediciones españolas a Tahití
Primera expedición (1772-1773)
La primera expedición partió del Callao el 26 de septiembre de 1772. Estaba al mando de Domingo de Boenechea, un marino de Guipúzcoa, España, y navegaba en la fragata El Águila. Llegaron a Tahití el 12 de noviembre y la llamaron Isla de Amat. Se establecieron en la costa norte de la península de Taiarapu, cerca del pueblo de Tautira, al que llamaron Santísima Cruz.
Los españoles buscaron establecer relaciones amistosas con los habitantes y recopilaron datos sobre ellos, la flora y la fauna. Incluso se encontraron con Tu y Vehiatua, los jefes más importantes de la isla. Después de confirmar que los ingleses no se habían asentado en Tahití ni en la cercana isla de Moorea, los españoles partieron el 20 de diciembre. Su plan era ir a la isla de Pascua, como había ordenado el rey.
Llevaron consigo a cuatro tahitianos. Sin embargo, tuvieron que desviarse a Valparaíso (Chile) para reparar el barco, llegando el 21 de febrero de 1773. Allí, uno de los tahitianos falleció. El 31 de mayo, regresaron al Callao, donde otro tahitiano murió a causa de la viruela. Los dos sobrevivientes, Pautu y Teituanui, fueron bautizados en la catedral de Lima con los nombres de Tomás y Manuel Amat.
Segunda expedición (1774-1775)
El virrey Amat y Juniet decidió enviar una nueva expedición a Tahití. Su intención era anexar la isla y fundar una misión franciscana. Había informes de que, aunque no se encontraron asentamientos extranjeros en las Islas Tuamotu ni en las islas de la Sociedad, sí había pruebas de presencia europea en Tahití. Entre la primera y la segunda expedición, James Cook había visitado Tahití en agosto de 1773 y abril de 1774.
El 20 de septiembre de 1774, partieron del Callao El Águila, nuevamente al mando de Domingo de Boenechea, y el pailebote Júpiter, al mando de José Andía y Varela. Una tormenta los separó el 5 de octubre. El Júpiter llegó a Tahití el 8 de noviembre, una semana antes que El Águila. Antes de llegar, recorrieron unas quince islas de los archipiélagos de Tuamotu, Sotavento y Australes.
Viajaban con ellos los sacerdotes franciscanos Jerónimo Clota y Narciso González. Los jefes locales Tu y Vehiatua aceptaron que se instalara una misión católica en Tautira. El 1 de enero de 1775, se celebró la primera misa. El 5 de enero, se firmaron las Capitulaciones de Oxatutira (o Tautira). En este acuerdo, los dos jefes de la isla reconocieron la autoridad del rey de España y permitieron que los dos sacerdotes y dos acompañantes se quedaran en la isla a cambio de la protección española.
Boenechea falleció en Tahití el 26 de enero, después de tomar posesión formal de la isla y de que se reconociera la autoridad española en otras islas cercanas. Los barcos regresaron al Callao el 27 de enero, al mando de Tomás Gayangos, llevando a otros cuatro nativos. Llegaron en abril de 1775, dejando a los cuatro misioneros en la isla. Sin embargo, los franciscanos no tuvieron éxito en su misión debido a desacuerdos entre los nativos.
De los cuatro polinesios que viajaron a Lima en 1775, dos murieron de viruela pocos meses después de llegar a la capital peruana. Puhoro, originario de la isla de Makatea y conocido como José, regresó a Tahití en la tercera expedición, mientras que su compañero se quedó en Lima.
Tercera expedición (1775)
El virrey Amat y Juniet, sabiendo que Cook preparaba un nuevo viaje, envió a El Águila a Tahití. Esta vez, la expedición estaba al mando de Juan Cayetano de Lángara. Partieron del Callao el 27 de septiembre de 1775 y llegaron a Tautira el 3 de noviembre.
El 12 de noviembre de 1775, la misión fue abandonada. Los sacerdotes regresaron al Callao, poniendo fin a los intentos españoles de establecerse en Tahití.
Aun así, hubo algunos intentos de retomar el proyecto español-peruano en Tahití por parte del nuevo virrey, Teodoro de Croix. Pero debido a que la Corona española no tenía interés económico en la isla y a algunos problemas con la iglesia católica después de la Expulsión de los jesuitas de la Monarquía Hispánica de 1767 (lo que desanimó el interés misionero), el proyecto fue finalmente cancelado. Un siglo después, en 1880, Francia anexaría la "Isla del virrey Amat".