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Draža Mihajlović para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Драгољуб "Дража" Михаиловић
Dragoljub "Draža" Mihajlović
Draza Mihailovic,1943.jpg
Información personal
Nombre de nacimiento Драгољуб Михаиловић
Nacimiento 27 de abril de 1893
Ivanjica, Bandera de Serbia Serbia
Fallecimiento 17 de julio de 1946
Belgrado, Flag of Yugoslavia (1946-1992).svg Yugoslavia
Causa de muerte Ejecución por fusilamiento
Sepultura St. Sava's Serbian Orthodox Seminary
Educación
Educado en Escuela Especial Militar de Saint-Cyr
Información profesional
Ocupación Oficial militar
Años activo 1910-1946
Cargos ocupados Ministro de Guerra
Lealtad Bandera de Serbia Reino de Serbia
Bandera del Reino de Yugoslavia Reino de Yugoslavia
Chetniks Flag.svg Chetniks
Rama militar Real Ejército Yugoslavo y Yugoslav Army in the Homeland
Mandos Comandante de los Chetniks
Rango militar General del Ejército
Conflictos

Dragoljub "Draža" Mihailović (nacido en Ivanjica, Serbia, el 27 de abril de 1893 y fallecido en Belgrado el 17 de julio de 1946) fue un general yugoslavo. Se le conoce por haber sido un líder de la resistencia que apoyaba la monarquía y se oponía a los grupos comunistas durante la Segunda Guerra Mundial, cuando su país estaba ocupado por las fuerzas del Eje.

Dragoljub "Draža" Mihailović: Un Líder en Tiempos de Guerra

Los Primeros Años de un Militar

Archivo:DragoljubMihailovic8e09281v
Un joven Mihailović, con una medalla de condecoración serbia.

Draža Mihailović nació en Ivanjica, en el Reino de Serbia. Sus padres fallecieron cuando él era pequeño, y fue criado por su tío, quien era un coronel.

Después de estudiar en la Academia Militar Serbia entre 1910 y 1912, participó en las Guerras de los Balcanes. En 1912, siendo aún cadete, dirigió un grupo de soldados de infantería. Al terminar la guerra, se convirtió en segundo teniente, destacándose como el mejor de su promoción.

Durante la Primera Guerra Mundial, Mihailović continuó luchando en el Ejército serbio como teniente. En 1915, tuvo que retirarse a Albania con la mayoría de las fuerzas serbias. Luego, siguió combatiendo en el frente de Salónica, lo que le valió varias medallas, incluyendo la Orden del Águila Blanca.

En 1920, ascendió a capitán y asistió a escuelas para oficiales. En 1922, pasó a formar parte del Estado Mayor (el grupo de oficiales que planifica las operaciones militares). En 1930, ya como teniente coronel, se unió al Estado Mayor de la Guardia Real.

En 1934, fue enviado como agregado militar (un oficial que representa a su país en otro) a Sofía, la capital de Bulgaria. En 1935, regresó al Estado Mayor del Ministerio de Defensa y fue ascendido a coronel. Al año siguiente, sirvió como agregado militar en Praga.

Cuando volvió a Yugoslavia en 1937, se opuso a las ideas del ministro de Defensa de ese momento, el general Milan Nedić. Mihailović era visto por sus superiores como un pensador con ideas diferentes. Se le conocía por criticar los planes de defensa de Yugoslavia y tenía una relación difícil con Nedić. Un informe donde acusaba a algunos políticos de usar el dinero del ejército para otros fines lo llevó a una corta pena de prisión. Entre 1937 y 1939, ocupó cargos menores en el Estado Mayor yugoslavo.

Aunque era un gran nacionalista, Mihailović propuso dividir las fuerzas armadas yugoslavas según las nacionalidades (eslovenos, croatas y serbios). Él creía que la forma en que estaban organizadas las unidades en ese momento podía permitir que grupos internos ayudaran al enemigo. Esta sugerencia le costó 30 días de prisión por deslealtad, y su carrera se detuvo. Uno de los que lo acusaron fue el ministro de Guerra Milan Nedić, quien más tarde colaboró con los alemanes.

Mihailović también era un buen músico y tocaba la mandolina.

El Comienzo de la Segunda Guerra Mundial

La Resistencia y los Desafíos

Cuando Alemania invadió Yugoslavia en abril de 1941, Mihailović fue nombrado lugarteniente del jefe del Estado Mayor del 2.º Ejército, un puesto de poca importancia para su rango. El 13 de abril, se le dio el mando de una unidad más pequeña. Después de algunos enfrentamientos y de evitar a las tropas alemanas, se retiró hacia el este de Bosnia. Parte de su unidad decidió ir a Serbia. Mihailović tenía entonces unos ochenta hombres.

Su grupo fue casi destruido por los alemanes en Užice el 6 de mayo. Esto, junto con algunas deserciones, dejó a Mihailović con solo 7 oficiales y 27 soldados cuando llegó a su nuevo refugio en las montañas de Ravna Gora a mediados de mayo. Allí se reunió con otros oficiales que se negaron a rendirse. El pequeño grupo intentó conseguir apoyo y reclutas, con cierto éxito.

El 19 de junio de 1941, un enviado de Mihailović logró contactar al gobierno yugoslavo en el exilio para informarles sobre la organización que estaba formando para oponerse al Eje. A principios de septiembre, estableció contacto por radio con los británicos. Para el otoño de 1941, las fuerzas de Mihailović comenzaron a recibir ayuda de los británicos.

A principios del otoño, las tropas de Mihailović habían crecido a unos tres o cuatro mil hombres. Mihailović intentó unir a otras bandas armadas que controlaban el campo serbio, algunas dirigidas por oficiales de mayor rango o que colaboraban con los ocupantes. Solo logró un control parcial de todos los grupos armados.

Mihailović y su movimiento de resistencia, conocido como los Chetniks, eligieron una estrategia de no atacar directamente a las tropas de ocupación. Creían que esto evitaría represalias severas contra la población civil y protegería su organización. Esta postura fue apoyada en 1941 por los gobiernos británico y yugoslavo en el exilio. Su objetivo era fortalecer su grupo y usarlo para obtener información para los Aliados, o para atacar a las tropas del Eje cuando se retiraran.

Relaciones con Otros Grupos

Después del ataque alemán a la Unión Soviética en junio de 1941, la resistencia del Partido Comunista de Yugoslavia complicó los planes de Mihailović. La inactividad frente a la resistencia activa de los comunistas puso en peligro su control, lo que lo obligó a actuar.

En agosto, creó una junta civil de asesoría para su movimiento, formada principalmente por nacionalistas serbios.

Después de una breve cooperación y desacuerdos entre Tito (líder de los partisanos comunistas) y Mihailović, una reunión el 27 de octubre de 1941 marcó la ruptura entre sus grupos. Mihailović rechazó las propuestas de Tito de resistencia frontal y exigió que los partisanos se subordinaran a su mando, lo cual Tito negó. Al día siguiente, Mihailović decidió atacar el centro de mando de los partisanos en Užice, que tenía una fábrica de armas. El ataque fracasó y marcó el inicio de los enfrentamientos entre las tropas de Tito y Mihailović. Con pocas armas, Mihailović buscó ayuda de los alemanes a través del general Milan Nedić para luchar contra los partisanos.

Anteriormente, Tito y Mihailović se habían reunido el 19 de septiembre de 1941 y habían intercambiado cartas, pero sin lograr un acuerdo firme de coordinación.

El 11 de noviembre de 1941, Mihailović, en una situación difícil por sus luchas con los partisanos, se reunió con representantes alemanes. Estos le exigieron la rendición inmediata, pero no llegaron a un acuerdo. Mihailović no informó de esta reunión al gobierno yugoslavo ni a los británicos.

El 20 de noviembre de 1941, hubo un intento de acuerdo entre las partes, en medio de la ofensiva alemana contra la resistencia, que no tuvo éxito. Las fuerzas de Mihailović se retiraron a las montañas, donde fueron perseguidas por los alemanes hasta diciembre.

Ante el acoso alemán, Mihailović disolvió la mayoría de sus unidades y detuvo las transmisiones de radio para evitar ser localizado. Estuvo a punto de ser capturado el 6 de diciembre de 1941. Durante los siguientes tres meses, acompañado solo por cuatro personas, se movió cerca del monte Rudnik antes de ir a Montenegro.

En diciembre, el mando yugoslavo en El Cairo publicó un comunicado sobre la campaña alemana en Serbia, atribuyendo la resistencia a Mihailović. El gobierno en el exilio ya había iniciado una campaña de propaganda a favor de Mihailović, exagerando sus acciones.

Después de informar al gobierno en el exilio sobre la "desaparición" de los partisanos y su éxito en unir la resistencia, el gobierno lo ascendió a general de brigada el 7 de diciembre de 1941, justo cuando él estaba dispersando sus fuerzas para evitar el ataque alemán.

Este nombramiento permitió a Mihailović organizar guerrillas monárquicas conocidas como Chetniks. Estos grupos atacaban a alemanes e italianos en las zonas montañosas de Serbia y Bosnia. Mihailović y sus seguidores eran principalmente leales a la monarquía y al nacionalismo serbio. Por ello, su movimiento no atraía a muchos croatas, musulmanes bosnios, o a quienes apoyaban ideas socialistas o republicanas. Sin embargo, hubo algunos chetniks eslovenos.

Más tarde, los Chetniks se movieron hacia el este de Bosnia, donde lucharon contra las tropas de la Ustaše, grupos que colaboraban con los nazis en el Estado Independiente de Croacia. Se les atribuyeron acciones violentas contra civiles croatas. Al mismo tiempo, los chetniks comenzaron a ser superados por un nuevo movimiento de resistencia, los Partisanos, liderados por Josip Broz "Tito". Los partisanos incluían combatientes de diferentes orígenes y no eran leales a la monarquía del rey Pedro II.

El Año 1942: Un Rol Importante

Archivo:Draža confers with his men
Mihailović, en el centro, conversando con algunos de sus hombres, en fecha indeterminada.

El 11 de enero de 1942, Mihailović fue nombrado ministro de Guerra, como parte del gobierno en el exilio. Luego, el 10 de junio de 1942, fue nombrado jefe del Estado Mayor.

En febrero, decidió ir a Montenegro, donde el movimiento chetnik era fuerte y tenía el apoyo de las autoridades italianas de ocupación. En mayo, cuando los británicos reanudaron el envío de suministros por aire, Mihailović ya estaba en camino a esa región. En marzo, mientras iba a Montenegro, retomó el contacto por radio con los británicos.

Draža Mihailović apareció en la portada de la revista Time el 25 de mayo de 1942.

Llegó a Montenegro el 1 de junio, justo al final de la Tercera Ofensiva Antipartisana, donde las tropas italianas y chetniks habían expulsado a los partisanos de Tito de la región.

Durante todo 1942, Mihailović prohibió negociar con los alemanes. Sin embargo, como no controlaba realmente a muchos de sus comandantes, no pudo evitar que estas negociaciones ocurrieran, como en el este de Bosnia en el verano de 1942. Después de ir a Montenegro en la primavera, Mihailović se centró en combatir a sus enemigos internos, dejando en segundo plano la lucha contra alemanes e italianos. Él consideraba a estos últimos menos peligrosos que los partisanos o los grupos que colaboraban con los ocupantes. Su objetivo era controlar el territorio cuando las fuerzas del Eje se retiraran, habiendo eliminado para entonces a sus adversarios.

Desde septiembre de 1942, comenzó a atacar a las fuerzas del gobierno de Nedić. El 9 de septiembre, llamó públicamente a la desobediencia al gobierno de Belgrado. Los enfrentamientos que siguieron causaron muchas bajas entre los seguidores de Mihailović, quienes fueron perseguidos por los alemanes que ayudaron a Nedić. Los combates entre tropas alemanas y chetniks en el otoño de 1942 se debieron principalmente al intento de los alemanes de defender al gobierno serbio que colaboraba con ellos, el cual estaba siendo atacado por Mihailović.

A diferencia de su postura con los alemanes, las unidades de Mihailović colaboraron estrechamente con las autoridades militares italianas en Montenegro. Esto culminó en una ofensiva contra los partisanos a principios de 1942. Los acuerdos entre comandantes chetniks y autoridades italianas también se extendieron a otras regiones bajo ocupación italiana. Mihailović se opuso oficialmente a estos acuerdos, pero mantuvo a los que los hicieron al frente de sus unidades. Mihailović aceptaba los suministros italianos, pero se oponía a los acuerdos explícitos porque dañaban su posición con los Aliados. Su control sobre los diferentes jefes chetniks, aunque mejoró en la segunda mitad de 1942, no fue completo, y la colaboración con los italianos continuó.

A finales de 1942, Mihailović y sus chetniks se dieron cuenta de que su principal enemigo eran los partisanos de Tito, que tenían una fuerte influencia comunista y no compartían la causa del nacionalismo serbio. Temiendo el creciente poder de los partisanos, Mihailović detuvo su lucha contra las fuerzas alemanas y ofreció su apoyo a los jefes militares alemanes e italianos para eliminar al movimiento partisano.

Comenzaron a circular rumores de que los Chetniks cometían actos violentos, no atacaban a alemanes ni italianos, y estaban llevando a cabo acciones contra ciertos grupos étnicos en Yugoslavia. Finalmente, informes de agentes británicos confirmaron que los Chetniks habían tomado como enemigo principal a los partisanos de Tito y no a las tropas del Eje. Esto llevó a los "Tres Grandes" (Churchill, Stalin y Roosevelt) a suspender toda la ayuda a los Chetniks a mediados de 1943. Más tarde, en la Conferencia de Teherán, se acordó apoyar solo a los grupos de Tito.

Aunque Hitler había ordenado a sus jefes militares en los Balcanes que desconfiaran de los chetniks, esta orden fue ignorada por los jefes de las guarniciones locales. Ellos estaban motivados por la urgencia de combatir a los partisanos con todos los voluntarios que pudieran encontrar. La rendición italiana en septiembre de 1943 y la pérdida de apoyo de Gran Bretaña hicieron que Mihailović intentara cambiar su programa. Intentó atraer a combatientes no serbios y ayudó en el escape de aviadores estadounidenses y británicos que caían en territorio bajo su control. Aunque tuvo éxito en esta última iniciativa, no le sirvió para recuperar el apoyo de los Aliados, ya que seguía priorizando la lucha contra los comunistas de Tito en lugar de combatir a los alemanes. A medida que las derrotas militares alemanas se sucedían, la posición de los chetniks se hacía más difícil. La evacuación alemana de los Balcanes en octubre de 1944 hizo que Mihailović y sus seguidores se movieran hacia las zonas bajo control alemán.

El Año 1943: Cambios y Dificultades

A finales de febrero de 1943, ante la inminente derrota de sus tropas frente a los partisanos durante la batalla del Neretva, Mihailović confesó al enviado británico Bailey que los principales enemigos de los chetniks no eran los alemanes e italianos, sino los partisanos, croatas y musulmanes. Mihailović afirmó que, dada la actitud británica, la alianza táctica con los italianos les convenía más.

Archivo:DMihailovic poternica
Cartel alemán poniendo precio a la cabeza de Mihailović. Los alemanes ofrecieron la misma recompensa por la captura de Mihailović y de Tito, pero la prensa occidental solo publicó la segunda.

Sus tropas, bajo el mando directo de Dobroslav Jevđević y Momčilo Đujić, habían cometido graves actos violentos contra la población croata y musulmana en Herzegovina durante su participación junto al Eje en la Cuarta Ofensiva Antipartisana en Herzegovina, como venganza por acciones violentas de otros grupos.

A principios de año, los informes de los oficiales de enlace británicos se volvieron muy críticos con Mihailović. Indicaban su falta de actividad contra las fuerzas de ocupación, a diferencia de lo que ocurría en las zonas controladas por los partisanos. En marzo, el Foreign Office (Ministerio de Asuntos Exteriores británico) estaba convencido de su colaboración con los italianos y decidió establecer contacto directo con los partisanos.

Tras la derrota en Herzegovina a manos de los partisanos, el acoso alemán en Montenegro lo hizo decidir regresar a Serbia. A principios de la Quinta Ofensiva Anti-Partisana, organizada por los alemanes para intentar destruir tanto a partisanos como a chetniks, Mihailović logró escapar y no ser capturado el 13 de mayo de 1943. Hasta su paso a Bosnia en septiembre de 1944, Mihailović permaneció al sur de Valjevo, moviéndose constantemente. La misión de enlace británica fue reforzada entonces, con el objetivo de obligar a Mihailović a llevar a cabo una resistencia más activa contra el Eje, pero fue en vano. Mihailović, a su vez, insistía en que los Aliados aumentaran los suministros y usaba la posibilidad de represalias alemanas contra la población para negarse a realizar grandes operaciones.

Mihailović, aunque mantenía una postura principalmente pasiva, comunicaba lo contrario a los británicos. Sin embargo, las autoridades alemanas lo consideraban tan peligroso como los partisanos. Por ello, el 21 de julio de 1943, pusieron precio a su cabeza, junto con la de Tito. En la prensa Aliada, sin embargo, solo se publicó la persecución de Tito. Diez días antes, Mihailović había ordenado a sus unidades expulsar a los partisanos de las zonas cercanas al Adriático, esperando un pronto desembarco británico-estadounidense en Dalmacia tras los desembarcos Aliados en Sicilia.

Ante la rendición de Italia en septiembre y el empeoramiento de la situación para los alemanes, estos decidieron intentar llegar a acuerdos limitados con los chetniks, que estaban amenazados por el creciente poder de los partisanos. En el otoño y el invierno de 1943, se firmaron varios acuerdos entre subordinados de Mihailović y autoridades alemanas, de los cuales Mihailović quedó excluido. Mihailović conocía los acuerdos y los toleró en silencio, considerándolos un mal menor para asegurarse suministros y poder combatir a los partisanos sin temer ataques de los alemanes.

A finales de 1943, con los británicos decididos a apoyar a los partisanos, se le pidió a Mihailović que realizara ciertas operaciones de sabotaje para confirmar su incapacidad para llevarlas a cabo. No se realizaron, a pesar de que Mihailović dio órdenes para ello. Su propuesta para tratar con los partisanos fue rechazada por los británicos, que para entonces desconfiaban completamente de él.

El Año 1944: El Final de la Guerra se Acerca

En la primavera de 1944, ante el debilitamiento de su movimiento, Mihailović ordenó no combatir a los alemanes, quienes a su vez no atacaban a las unidades chetniks. En cambio, se concentró en la lucha contra los partisanos. Aunque seguían siendo enemigos, alemanes y chetniks pospusieron su enfrentamiento hasta haber logrado primero la derrota de Tito y sus fuerzas.

A finales de mayo, los británicos evacuaron a sus últimos oficiales de enlace con los chetniks. Mihailović, al despedirse, expresó su convicción de seguir siendo parte del bando Aliado y se aseguró del éxito del traslado.

El 29 de agosto de 1944, el primer ministro Ivan Šubašić, convencido de que Mihailović ya no era útil para la causa yugoslava, abolió el Alto Mando en Yugoslavia. Así, Mihailović quedó oficialmente sin cargo militar y pasó al retiro. Tito fue nombrado oficialmente dirigente de la resistencia yugoslava.

Al mismo tiempo, Mihailović dio la orden de movilización general para el 1 de septiembre de 1944, con el objetivo de estar listo para la llegada de las tropas soviéticas a territorio yugoslavo. Ese mes hubo enfrentamientos entre sus unidades y las fuerzas alemanas y búlgaras. Sin embargo, también se encontraron con la reanudación de la ofensiva partisana para entrar en Serbia, lo que afectó su retaguardia.

En el otoño, Mihailović participó, junto con el jefe de la misión de enlace estadounidense, en dos reuniones con representantes alemanes. Mientras los alemanes intentaban crear desacuerdos entre los estadounidenses y los soviéticos, los estadounidenses deseaban la rendición incondicional de las fuerzas alemanas en la región. El Gobierno de Berlín prohibió la continuación de los contactos. El 1 de noviembre de 1944, se le ofreció ser evacuado junto con la misión de enlace estadounidense, pero él se negó.

El Año 1945 y el Final de la Lucha

En marzo de 1945, Mihailović comunicó una oferta alemana de rendición a los mandos Aliados en Caserta, sin resultado alguno. A finales de marzo, decidió regresar a Serbia desde Bosnia. Tres columnas chetniks se dirigieron al Drina cerca de Foča a principios de mayo, pero unos 6000 hombres fueron casi destruidos en una batalla de dos días con los partisanos el 10 de mayo de 1945. Mihailović estaba entre los 300 o 400 que lograron escapar.

Disolvió sus fuerzas restantes y pasó a la clandestinidad. Primero permaneció cerca de Foča. Sin radio, quedó sin comunicación con el exterior y con sus seguidores en el país.

Captura y Juicio

Fue capturado por partisanos al este de Višegrad el 13 de marzo de 1946. Se escondía en un refugio que fue revelado por uno de sus subordinados.

Mihailović fue juzgado en junio, siendo condenado a muerte en Belgrado. El juicio fue público, con la presencia de muchos periodistas extranjeros. Durante las sesiones, se demostró, mediante declaraciones de testigos y documentos encontrados en el Cuartel General chetnik, la colaboración activa con las tropas de ocupación alemanas e italianas, así como con el gobierno de Milan Nedić. El propio acusado reconoció la autenticidad de los documentos presentados. Esta colaboración, denunciada por los partisanos y confirmada por los oficiales de enlace británicos, era conocida por el alto mando aliado durante la guerra.

Fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento el 17 de julio de 1946. Solo su esposa lo visitó en prisión, ya que sus hijos lo habían denunciado y se habían unido a los partisanos durante la guerra. Sus restos fueron enterrados en una tumba sin marcar.

Debido a la ejecución de Mihailović, el entonces presidente de Francia, Charles de Gaulle, suspendió una visita a Yugoslavia, calificando la ejecución de "asesinato".

Su Legado

El 29 de marzo de 1948, el presidente estadounidense Harry Truman le concedió póstumamente la Legión de Mérito de su país. Esta condecoración fue por recomendación del general Dwight Eisenhower debido al rescate de aviadores estadounidenses. La condecoración se otorgó en secreto para no ofender al nuevo gobierno de Yugoslavia. No fue hasta el 9 de mayo de 2005 que la medalla fue entregada a los familiares de Mihailović.

El jugador de baloncesto serbio Milan Gurović tiene un tatuaje de Draža Mihailović en el hombro, lo que le ha causado algunos problemas en Croacia.

¿Quién fue Draža Mihailović?

Archivo:Spomen bista Dragoljub Mihailovic2
Busto de Mihailović en la ciudad de Niš.

Mihailović es una figura muy debatida en la historia yugoslava de la Segunda Guerra Mundial. Fue leal al rey y al pueblo serbio, pero al final de la guerra, el rey lo había relevado de su cargo y el pueblo lo había abandonado. Su habilidad para organizar una guerra de guerrillas no era tan buena como la de su adversario Tito. Su control sobre el movimiento chetnik fue limitado. Su postura de resistencia a los ocupantes era principalmente pasiva, a diferencia de la de los partisanos.

Después del levantamiento partisano, el objetivo original de Mihailović de oponerse al Eje pasó a un segundo plano. Se concentró en combatir al movimiento de Tito, llegando incluso a colaborar con italianos y alemanes. Mihailović esperaba la intervención de los Aliados para librarse del enemigo externo y se centró en intentar eliminar al enemigo interno. La postura Aliada cambió después de los primeros meses: ellos querían una resistencia activa contra el Eje que atrajera el mayor número posible de tropas enemigas, sin importar las ideas políticas de la resistencia. La confirmación de la pasividad de Mihailović y la actividad de los partisanos llevó a los británicos a apoyar a Tito y a abandonar a Mihailović. La falta de un desembarco de los Aliados occidentales en Yugoslavia selló la derrota de Mihailović.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Draža Mihailović Facts for Kids

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Draža Mihajlović para Niños. Enciclopedia Kiddle.