Cuadrilátero (dictadura de Primo de Rivera) para niños
El Cuadrilátero fue el nombre de un grupo secreto formado por cuatro generales del Ejército español a principios de 1923. Estos generales colaboraron en el golpe de Estado de Primo de Rivera, un evento que puso fin al gobierno constitucional del rey Alfonso XIII y dio inicio a la Dictadura de Primo de Rivera en España. Los cuatro generales que formaban parte de este grupo eran: José Cavalcanti de Alburquerque, Federico Berenguer Fusté, Leopoldo Saro Marín y Antonio Dabán Vallejo.

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¿Qué fue el Cuadrilátero?
A principios de 1923, muchos militares estaban descontentos con el gobierno liberal de Manuel García Prieto. Esto se debía a las investigaciones sobre las responsabilidades de los militares por un conflicto ocurrido en 1921, conocido como el desastre de Annual. También les molestaba la política del gobierno en el Protectorado español de Marruecos, que consideraban poco firme.
¿Cómo se formó el Cuadrilátero?
En este ambiente de descontento, el general José Cavalcanti de Alburquerque comenzó a reunirse en su casa de Madrid con otros tres generales. Uno de ellos era Federico Berenguer, hermano del general Dámaso Berenguer, quien estaba siendo investigado por su papel en el desastre de Annual. Los otros dos eran Leopoldo Saro Marín y Antonio Dabán Vallejo.
Estas reuniones, que empezaron como tertulias, pronto se convirtieron en un grupo secreto con un objetivo claro. Este grupo fue conocido como el Cuadrilátero.
¿Cuál era el objetivo del Cuadrilátero?
El objetivo principal del Cuadrilátero era cambiar la política del gobierno en Marruecos. Querían que se formara un nuevo gobierno, ya fuera civil o militar, que contara con el apoyo del rey. Este nuevo gobierno debería nombrar a un general "enérgico" para dirigir el Protectorado.
Sin embargo, no encontraron mucho apoyo entre otros militares. Aunque muchos estaban en desacuerdo con el gobierno, no querían participar en una conspiración para derrocarlo.
La búsqueda de un líder para el movimiento
Los generales del Cuadrilátero se dieron cuenta de que necesitaban a un general de gran prestigio para liderar su movimiento. Pensaron que si un general respetado lo encabezaba, el rey lo nombraría presidente del gobierno.
El general más veterano y de mayor rango era Valeriano Weyler, de 85 años. Pero los conspiradores no se atrevieron a hablar con él por su edad y su independencia.
¿Por qué el general Aguilera no fue el líder?
El siguiente en el escalafón militar era el general Francisco Aguilera y Egea. El Cuadrilátero se puso en contacto con él, a pesar de que Aguilera había apoyado las investigaciones sobre las responsabilidades militares en el desastre de Annual.
Pero Aguilera fue descartado después de un incidente el 30 de junio en el Senado. El ministro José Sánchez Guerra lo criticó duramente por acusarlo de retrasar la entrega de documentos sobre Dámaso Berenguer. Este incidente hizo que Aguilera perdiera credibilidad. Los militares que confiaban en él para influir en los políticos no aceptaron que fuera tratado así. Aguilera, presionado, negó públicamente cualquier plan de intervención militar en la política. Así, el Cuadrilátero se quedó sin candidato.
El general Primo de Rivera, el nuevo líder
Pronto, el Cuadrilátero encontró un nuevo candidato: el capitán general de Cataluña Miguel Primo de Rivera. En esas fechas, Primo de Rivera estaba en Madrid, llamado por el gobierno para alejarlo de Cataluña, donde estaba llevando una política diferente a la del gobierno. Los generales del Cuadrilátero se reunieron con él.
Sin embargo, los planes de los conspiradores tuvieron un contratiempo a principios de julio. El general Cavalcanti fue procesado por su actuación en Marruecos. Además, Manuel Portela Valladares fue nombrado nuevo gobernador civil de Barcelona, y él restableció la autoridad civil en la ciudad.
Los preparativos del golpe de Estado
Entre el 4 y el 9 de septiembre de 1923, Primo de Rivera viajó a Madrid y se reunió de nuevo con los generales del Cuadrilátero. Ellos lo reconocieron como el líder de la conspiración.
Al regresar a Cataluña, Primo de Rivera consiguió el apoyo de los generales que tenían mando allí. Fuera de Cataluña, solo el general Sanjurjo en Zaragoza y los generales del Cuadrilátero en Madrid se comprometieron directamente con el golpe. Aunque muchos otros generales estaban de acuerdo con la idea de un gobierno militar, no se involucraron activamente.
El 12 de septiembre, los preparativos se aceleraron. En Barcelona, Primo de Rivera se reunió con los generales y jefes militares que apoyaban el golpe. En Zaragoza, los planes se ultimaron con el apoyo del general Sanjurjo. En Madrid, los generales del Cuadrilátero consiguieron el apoyo del gobernador militar, el general Juan O'Donnell, duque de Tetuán. El capitán general de Madrid, Diego Muñoz Cobos, no apoyó al gobierno.
El triunfo del golpe y el papel del Cuadrilátero
En la medianoche del 12 al 13 de septiembre, el general Primo de Rivera inició el golpe de Estado. Este tuvo éxito en Cataluña, Zaragoza y Huesca.
El gobierno de García Prieto intentó reaccionar. Ordenó al capitán general de Madrid, Muñoz Cobos, que arrestara a los cuatro generales del Cuadrilátero. Pero Muñoz Cobos se negó, a menos que la orden fuera firmada por el rey. En la práctica, Muñoz Cobos actuó como si apoyara la conspiración. Dijo que no quería luchar contra los sublevados para no dividir al ejército.
El golpe de Primo de Rivera finalmente triunfó porque el rey Alfonso XIII decidió nombrar al general sublevado como Jefe del Gobierno. Los generales del Cuadrilátero no formaron parte del Directorio militar que tomó el poder. Sin embargo, los cuatro aparecieron en la foto que se tomaron los miembros del Directorio con el rey Alfonso XIII y Primo de Rivera el 15 o 16 de septiembre de 1923.