Combate de Huancayo para niños
Datos para niños Combate de Huancayo oBatalla de Azapampa |
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Parte de Independencia del Perú | ||||
Fecha | 29 de diciembre de 1820 | |||
Lugar | Huancayo | |||
Resultado | Victoria realista | |||
Combatientes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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El Combate de Huancayo o Batalla de Azapampa fue un enfrentamiento militar importante que ocurrió el 29 de diciembre de 1820. Tuvo lugar durante la Independencia del Perú, un periodo en el que los peruanos luchaban por separarse del dominio español. En esta batalla, se enfrentaron las fuerzas leales a España (llamadas realistas) contra grupos de guerrilleros indígenas, conocidos como montoneros, que apoyaban la causa de la independencia. La victoria fue para los realistas.
Contenido
¿Qué pasó antes del Combate de Huancayo?
La situación en 1820
A finales de 1820, el general patriota Juan Antonio Álvarez de Arenales estaba avanzando por la región de Jauja. Muchos indígenas se unieron a sus fuerzas. Estaban descontentos por los impuestos injustos y la forma en que eran tratados por el gobierno colonial. También recordaban la dura represión que habían sufrido en otras zonas, como en Cuzco y Charcas, cuando intentaron levantarse. Se calcula que entre 15.000 y 20.000 personas se unieron a los grupos de montoneros que surgieron en las provincias de Huancavelica y Huamanga.
Los movimientos de las tropas
Arenales había dejado a dos de sus oficiales, el teniente coronel Francisco Bermúdez y el mayor José Félix Aldao, en Ica. Su misión era organizar a los montoneros en esa área. Sin embargo, se vieron amenazados por la cercanía del brigadier realista Mariano Ricafort. Por eso, tuvieron que abandonar Ica e intentar unirse al ejército de Arenales. Durante su camino, fueron hostigados por algunos grupos indígenas que antes habían apoyado a los patriotas. Sus fuerzas se redujeron a unos pocos soldados y personas que habían sido esclavizadas.
Al llegar a Huancayo, se enteraron de una victoria patriota en la Batalla de Pasco. Esto les dio ánimo para seguir luchando. En pocas semanas, lograron reunir a miles de indígenas. Empezaron a entrenarlos, pero aún les faltaba disciplina y armamento adecuado.
Mientras tanto, Ricafort los seguía con su división, compuesta por soldados de diferentes regiones. Él había logrado vencer a grupos indígenas en Huamanga y Cangallo. El 3 de diciembre, envió a uno de sus oficiales a Huanta, pensando que allí se habían refugiado sus enemigos. Este oficial logró sorprender a un grupo de independentistas, capturando a la mayoría. Ricafort llegó poco después y fue recibido con entusiasmo por la población de Huanta. La ciudad fue recompensada con el título de "fiel e invencible" y sus habitantes contribuyeron con recursos para el ejército realista. Los patriotas, por su parte, habían huido a Acobamba.
¿Quiénes lucharon y cuántos eran?
Las fuerzas realistas
Según los patriotas, la división de Ricafort tenía unos 2.000 soldados. Muchos de ellos eran personas reclutadas a la fuerza y no estaban bien armadas, incluyendo a muchos estudiantes. La mayoría de estos últimos desertaron poco después. Otros historiadores, como Barros Arana y Leguía y Martínez, están de acuerdo con este número. Sin embargo, Mitre lo reduce a 1.300 hombres, y Torrente lo eleva a 3.000. Aldao decía que solo una cuarta parte de la fuerza eran soldados experimentados, mientras que Ricafort afirmaba que eran tres cuartas partes.
Las fuerzas independentistas
Los independentistas contaban con unos 5.000 combatientes, según Barros Arana y Mitre. Torrente, en cambio, menciona entre 8.000 y 10.000. García Camba habla de 300 soldados de infantería, 100 jinetes y 10.000 indígenas. La mayoría de estos últimos estaban armados con lanzas, macanas u hondas, y solo unos pocos tenían fusiles y escopetas. También contaban con ochocientos milicianos y personas afrodescendientes, además de tres cañones. El grupo principal de esta fuerza era un pequeño destacamento de fusileros y un escuadrón de caballería, organizados por Aldao. Estos venían de una unidad llamada batallón Victoria, que tuvo un papel importante en la batalla.
¿Cómo fue el Combate de Huancayo?
En la madrugada del 29 de diciembre, Ricafort avanzó hacia Huancayo después de haber afectado el pueblo de Acostambo. Quería sorprender a los independentistas, pero Aldao había colocado vigías. A las 6:00 de la mañana, Aldao tenía a sus hombres listos para resistir en el pueblo de Huayucachi, al sur de Huancayo. Sin embargo, sus oficiales le dijeron que la tropa no quería luchar en un terreno abierto, donde la caballería enemiga los atacaría fácilmente. Por eso, a las 6:30, ordenó la retirada hacia Huancayo.
Al llegar a Huancayo, Aldao y Bermúdez encontraron a los habitantes muy dispuestos a defender su libertad y sus hogares. Animados por el deseo de los locales de resistir, Aldao y Bermúdez decidieron no hacer caso a las advertencias de Arenales y planearon una batalla en campo abierto. Sin embargo, las tropas de Aldao eran principalmente montoneros, sin mucha organización, disciplina ni armas. A pesar de esto, su valor y entusiasmo les hicieron creer que podían enfrentarse a un enemigo con batallones y escuadrones experimentados.
Los indígenas gritaban para darse ánimo, mientras Aldao pronunciaba un discurso. Acusaba a los realistas de ser mercenarios y decía que ellos, en cambio, luchaban por sus valores. Se atrincheraron en un paso estrecho y en algunos edificios a la entrada del camino que seguían los realistas hacia el pueblo.
A las 3:00 de la tarde, la división de Ricafort atacó. Se dividió en dos columnas de infantería, apoyadas por 300 jinetes en los costados y protegidas por su artillería. Cada columna tenía una compañía de tiradores al frente. Avanzaron hasta estar a distancia de los cañones. En ese momento, comenzaron la carga. Los patriotas intentaron usar dos pequeños cañones, pero su falta de experiencia les impidió manejarlos bien. En respuesta, Aldao envió una compañía de tiradores y 50 jinetes al centro, y la lucha comenzó.
Los realistas, con el apoyo de su artillería, rápidamente superaron a los exploradores enemigos y las defensas improvisadas. Llegaron a la línea de los independentistas, donde Ricafort tuvo que hacer retroceder a sus tiradores para unirse a las columnas principales. Fue entonces cuando la mayor parte de la infantería realista avanzó disparando sin parar. Los escuadrones de Granaderos de la Guardia, liderados por el teniente coronel Ferraz, rodearon a los defensores por un lado, obligándolos a retroceder.
Al parecer, los oficiales de los montoneros huyeron al primer ataque, y sus hombres se dispersaron rápidamente. En ese momento, casi toda la compañía del Victoria se unió al bando realista, a pesar de los esfuerzos de sus oficiales por controlarlos. Aldao tuvo que ordenar la retirada, pero esta se convirtió en una huida desordenada. Huancayo fue rodeado y sus bienes fueron tomados por los vencedores durante tres días, con consecuencias difíciles para los habitantes y sus propiedades.
¿Qué pasó después del Combate?
Las fuerzas independentistas sufrieron alrededor de quinientos muertos, la mayoría indígenas. Hubo un número aún mayor de heridos y prisioneros, y el resto se dispersó. Toda la artillería, la mayor parte de las armas y municiones, muchos caballos y el equipo de guerra fueron capturados. Los realistas no tuvieron ninguna muerte en el enfrentamiento, solo 21 heridos y 27 caballos muertos o heridos. Los indígenas que desertaban del lado realista eran castigados severamente. La provincia de Huamanga permaneció bajo control realista hasta la derrota final en la Batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824. Esto aseguró el comercio de coca para los habitantes de Huanta, pero afectó a los ganaderos de Morochucos, ya que tuvieron que alimentar a los ejércitos realistas con su ganado.
Aldao, junto con sus oficiales y 160 soldados, huyó para buscar a Arenales, quien estaba en Huamanga. Sin embargo, su retaguardia fue perseguida por 350 jinetes que Ricafort envió. Aldao, con los restos de su escuadrón, tuvo un desacuerdo con Bermúdez y se retiró a Jauja. Allí, organizó una guerrilla con la ayuda del gobernador, Francisco de Paula Otero, pero sin el apoyo de Arenales, quien se había retirado a la costa. Ricafort no lo persiguió y prefirió ir hacia Lima, siempre bajo el constante hostigamiento de los indígenas en su retaguardia. Por su parte, Bermúdez regresó al cuartel general y fue asignado a un puesto importante.
Aldao logró reunir a 260 seguidores y regresó a Tarma. Recorrió el valle de Jauja animando a una nueva rebelión. Recuperó Huancayo, y cuando llegó a Izcuchaca, ya lo seguían más de 5.000 guerrilleros indígenas. La propaganda de los sacerdotes patriotas en los pueblos fue muy útil para esto. Los indígenas, enojados por la violencia que sufrían, atacaban sin piedad a cualquier realista que caía en sus manos. En sus cartas, Aldao siempre condenó este comportamiento, pero algunos testimonios de la época sugieren que lo toleraba o incluso lo animaba. Aldao dio a esta fuerza una organización militar básica y la usó para ocupar los pasos estrechos y los puentes del río Grande. Intentó establecer una línea defensiva contra una pequeña fuerza enviada en su contra, comandada por el coronel José Carratalá, quien seguía el mismo camino de Ricafort y era igual de estricto en la represión. Con la ayuda de Otero, Aldao logró convencer a los indígenas de continuar la lucha de guerrillas.
¿Por qué Huancayo es "Ciudad Incontrastable"?
Gracias al esfuerzo de sus ciudadanos en esta batalla, el 19 de marzo de 1822, durante el gobierno del presidente Torre Tagle, se le dio a Huancayo el título de "Ciudad Incontrastable". Esto significa que es una ciudad que no puede ser vencida o dominada. Es importante saber que actualmente Azapampa pertenece al distrito de Chilca.