Castillo de Palafolls para niños
Datos para niños Castillo de Palafolls |
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Bien de Interés Cultural 8 de noviembre de 1988 RI-51-0005579 |
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Vista general del castillo
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Ubicación | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Provincia | ![]() |
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Localidad | Palafolls | |
Ubicación | Cerro | |
Coordenadas | 41°40′43″N 2°44′08″E / 41.67872167, 2.73562778 | |
Características | ||
Tipo | Castillo | |
Construcción | Siglos X - XVI | |
Estilo | Arquitectura románica | |
Materiales | Granito | |
Estado | En ruinas | |
Entrada | Sí | |
El Castillo de Palafolls es una antigua fortaleza militar que se encuentra en lo alto de un cerro, cerca de la costa, en el municipio de Palafolls, España. Este castillo está en la cima de una montaña alargada y no muy alta, que corre casi paralela al río Tordera. Aunque hoy está en ruinas, fue muy importante en el pasado.
Su ubicación era clave porque permitía controlar el río Tordera y la llanura fértil que lo rodea. También vigilaba el camino principal que iba de Gerona a Barcelona por la costa. Por eso, se convirtió en el centro de la importante Baronía de Palafolls, una zona que incluía los actuales municipios de Malgrat de Mar, Palafolls, Santa Susana y parte de Blanes.
El nombre "Palafolls" viene de la palabra antigua Palatiolo. Se cree que este lugar ya estaba fortificado mucho antes de que se construyera el castillo actual. Las aguas del río Tordera eran muy útiles para regar los campos y para mover los molinos de harina, papel y tela que existían en la zona. La Baronía de Palafolls tenía su propia notaría, alcalde y juez. También era un lugar importante para el comercio marítimo en el siglo XV, usando la playa de Vilanova como puerto.
Contenido
Historia del Castillo de Palafolls
Orígenes y Primeras Menciones
El Castillo de Palafolls se menciona por primera vez en el año 968, cuando se fundó el monasterio de San Pablo en la actual San Pol de Mar. En el año 1002, aparece en un documento de los condes de Barcelona, Ramón Borrell y Ermesenda de Carcasona. Este documento lo entregaba al vizconde de Gerona, Sunifredo. Esto sugiere que el castillo era una fortaleza estratégica muy antigua, que controlaba la parte baja del río Tordera y el acceso a la costa del Maresme y a Barcelona.
La Familia Palafolls y su Influencia
En el año 1035, el castillo pertenecía a Humberto de Sesagudes. Su hija, Guisla, se casó con Bernardo Gausfredo, quien recibió el control del Castillo de Palafolls y del castillo de Montpalau. Sus descendientes adoptaron el apellido Palafolls. Esta familia mantuvo el castillo y sus tierras, aunque el control principal pasó a los vizcondes de Gerona y luego a los de Cabrera.
En el siglo XII, se mencionan a Berengario y Bernardo de Palafolls. Más tarde, en 1229, Guillem de Palafolls acompañó a Guillem de Montcada en la conquista de la isla de Mallorca junto al rey Jaime I el Conquistador. Fue en el siglo XIII cuando el castillo comenzó a crecer, añadiendo un segundo recinto de gran tamaño.
El Castillo bajo los Cabrera
Cuando la familia Palafolls ya estaba bien establecida, el control superior o la justicia criminal de la zona pasó a los poderosos vizcondes de Cabrera. Los señores de Palafolls debían mostrarles lealtad. En 1358, los dominios de los Cabrera incluían la parroquia de Sant Genís de Palafolls, parte de Sant Pere de Pineda (donde se formó Santa Susana), y algunas casas de la parroquia de Tordera. Esto significa que abarcaba los actuales municipios de Palafolls, Santa Susana y parte de Blanes. En esa época, era una zona poco poblada y con muchos bosques.
En 1245, Berenguer de Palafolls y Constanza concedieron un permiso para fundar una nueva población llamada Vilanova de Palafolls, que hoy conocemos como Malgrat de Mar. Esta nueva población recibió más privilegios de los Cabrera en 1382 y 1423. Se independizó de la parroquia de Sant Genís de Palafolls en 1559. El centro administrativo de esta baronía era el lugar de Les Ferreries, también conocido como Palafolls. En un censo entre 1365 y 1370, el castillo tenía 202 hogares registrados.
Cambios de Propietarios y Decadencia
Alrededor de 1370, durante el reinado de Pedro III de Aragón, hubo un conflicto entre la nobleza catalana. El rey apoyó a la pequeña nobleza, y uno de sus líderes fue Guillem de Palafolls. Este conflicto lo convirtió en consejero militar del rey. En 1381, Guillem vendió el Castillo de Palafolls al rey a cambio del castillo de Ariza en Aragón. Así, la familia Palafolls se mudó a Aragón y con el tiempo se les conoció como Palafox, llegando a ser marqueses de Ariza.
Al año siguiente, en 1382, el rey vendió el castillo al vizconde Bernardo IV de Cabrera. De esta manera, la fortaleza pasó a ser parte de la poderosa familia Cabrera. Bernardo IV fue un noble importante que sirvió al rey Martín el Joven y combatió en Chipre.
Durante la guerra contra Juan II de Aragón (1462-1472), las poblaciones del Maresme apoyaron a Barcelona. Los seguidores de la Diputación del General tomaron los castillos de Montpalau y Palafolls a Bernat Joan de Cabrera, quien apoyaba al rey. En 1477, el castillo volvió a ser propiedad de los Cabrera.
En la segunda guerra de los Remensas (un conflicto entre campesinos y señores), después de un ataque de los campesinos en 1485, se ordenó que el Castillo de Palafolls fuera bien protegido. En el siglo XVI, se hicieron algunas mejoras para defender la costa de los piratas. Sin embargo, con el tiempo, el castillo dejó de usarse y durante los siglos siglo XVII y siglo XVIII cayó en un estado de ruina. En 1572, pasó a la familia Montcada y luego, en 1722, a los Medinacelli. En 1880, el castillo pasó a ser propiedad del Estado español.
Arquitectura del Castillo
Los restos que vemos hoy del Castillo de Palafolls datan desde finales del siglo X hasta el siglo XIV, cuando alcanzó su tamaño actual. La forma del castillo es alargada y bastante compleja, dividida en una parte principal y una exterior. Su ubicación en la montaña, con sus desniveles, hizo que la construcción fuera irregular. Las partes más fuertes y grandes se encuentran en la cima, en el extremo sur de la montaña. El recinto exterior se extiende hacia el norte, cubriendo toda la longitud del terreno.
A pesar de su forma irregular, el castillo tiene una planta que se parece a un rectángulo. Los edificios donde vivían las personas se concentran en la mitad sur, que es la parte más alta.
La torre del homenaje está en el lado más empinado, el oriental. Alrededor de esta torre se organizaba la zona residencial. El lado occidental también tiene una pendiente muy pronunciada. Los lados más estrechos del rectángulo eran los más vulnerables, por lo que se fortificaron de manera especial.
La parte principal del castillo tiene una forma poligonal y está en el extremo sureste. De esta zona, destaca un gran salón del que solo quedan los arcos. También hay una cisterna (un depósito de agua) cubierta con una bóveda de cañón, donde aún se pueden ver las marcas de la construcción. La capilla, que ha sido restaurada, conservaba a principios del siglo XX restos de pinturas románicas en el ábside (la parte semicircular del altar).
En la parte inferior del castillo, al norte, se han encontrado los restos más antiguos. Hay una serie de espacios dispuestos en ángulo alrededor de un área abierta. Esta parte inferior, de estilo gótico, forma una gran plaza de armas. Es un espacio rectangular que aún conserva gran parte de sus muros y los restos de una torre cuadrada en su interior.