Bruno Solano Torres para niños
Datos para niños Bruno Solano Torres |
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![]() Retrato de Bruno Solano Torres, por Elías García Martínez, 1899.
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Bruno Gregorio Solano Torres | |
Nacimiento | 6 de octubre de 1840 Calatorao (España) |
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Fallecimiento | 19 de febrero de 1899 Santander (España) |
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Sepultura | Cementerio de Torrero (Zaragoza) | |
Nacionalidad | Española | |
Religión | Católica | |
Familia | ||
Padres | Eusebio Solano Corrales y Melchora Torres Urquía | |
Educación | ||
Educación | Universidad de Zaragoza | |
Información profesional | ||
Ocupación | Catedrático de Química General | |
Conocido por | Análisis del agua potable durante la epidemia de cólera de 1885. Estudios sobre las plagas de los cultivos vitivinícolas. | |
Empleador | Universidad de Zaragoza | |
Alumnos | Santiago Ramón y Cajal | |
Movimiento | Regeneracionismo aragonés | |
Obras notables | La química del espacio. Discurso apertura curso académico 1887-1888 universidad de Zaragoza | |
Miembro de | Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Zaragoza, Universidad de Zaragoza, Ateneo de Zaragoza, Granja Agrícola de Zaragoza, Estación Vitícola y Enológica de Zaragoza, Real Sociedad Española de Historia Natural | |
Firma | ||
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Bruno Solano Torres (nacido en Calatorao, el 6 de octubre de 1840, y fallecido en Santander, el 19 de febrero de 1899) fue un importante químico español. Fue el primer profesor principal de Química General y decano de la Facultad de Ciencias de Zaragoza. También fue el primer director de la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza.
Se le considera el fundador de la Escuela de Química de Zaragoza. Sus investigaciones en bioquímica y Química agrícola fueron muy importantes. Gracias a sus conocimientos sobre la asimetría del carbono, la Química orgánica avanzó mucho. Sus estudios ayudaron a mejorar los cultivos de uva y a combatir las enfermedades que los afectaban. Además, sus análisis del agua de Zaragoza fueron clave durante la epidemia de cólera de 1885. Bruno Solano también impulsó la "extensión universitaria", buscando que el conocimiento científico llegara a todas las personas.
Contenido
Bruno Solano Torres: Un Científico Destacado
Bruno Solano Torres fue un químico español que hizo grandes aportaciones a la ciencia y la educación en el siglo XIX. Su trabajo ayudó a mejorar la salud pública y la agricultura, y también a que más personas tuvieran acceso al conocimiento.
Sus Primeros Años y Estudios
Desde muy joven, Bruno Solano se mudó a Zaragoza para estudiar en el instituto Provincial, entre 1853 y 1859. Allí demostró ser un estudiante brillante, ganando premios y el reconocimiento de sus profesores. Empezó a estudiar Derecho en Zaragoza y Madrid, pero luego decidió seguir su pasión por las ciencias, terminando el bachillerato de Ciencias en Valencia en 1865.
Después de graduarse, Bruno Solano trabajó como profesor en diferentes escuelas e institutos en El Escorial, Sevilla y Málaga. Aprendió inglés y alemán, lo que le permitió comunicarse y colaborar con científicos de otros países.
Su Carrera como Profesor y Químico
En 1868, cuando se crearon los estudios de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza, Bruno Solano fue encargado de enseñar Química general. Más tarde, también dio clases de Geometría analítica. En diciembre de 1868, fue nombrado profesor de Aritmética y Geometría en la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza.
Se doctoró en 1879 y obtuvo una cátedra (un puesto de profesor principal) en septiembre de 1881. Cuando la Facultad de Ciencias se restableció en 1882, Solano se encargó de las clases de Química orgánica hasta 1897. Fue decano de la Facultad de Ciencias desde 1887 hasta su fallecimiento. También dirigió la Universidad de Zaragoza por un tiempo, entre 1897 y 1898.
Su deseo de investigar lo llevó a colaborar con científicos de otros países. Viajó a Dinamarca para visitar el laboratorio de Carlsberg en Copenhague. Allí conoció los avances científicos sobre la fermentación, un proceso químico importante.
Entre sus alumnos más destacados se encuentran Santiago Ramón y Cajal, quien más tarde ganaría el Premio Nobel de Medicina.
¿Cómo Ayudó en la Epidemia de Cólera de 1885?
Bruno Solano tuvo un papel muy importante durante la epidemia de cólera en 1885. Cuando se sospechó que el agua de la ciudad de Zaragoza podría estar contaminada, él ofreció el laboratorio de la Universidad para analizar el agua de forma gratuita. La gente estaba muy preocupada por la falta de agua limpia.
Solano trabajó rápidamente y confirmó que el agua era segura. Para tranquilizar a todos, dijo una frase que se hizo famosa: "el sueño de mi vida, mi vida misma, es mi madre; para tranquilidad de todos, yo no tengo inconveniente en dar de beber a mi madre las aguas consideradas sospechosas." Con estas palabras, demostró su confianza en sus análisis y en la seguridad del agua.
La Química al Servicio de la Agricultura
Bruno Solano también aplicó sus conocimientos de química para ayudar a la industria y la agricultura de la región. Ofreció soluciones científicas para combatir plagas como el mildiu, que afectaba mucho a los cultivos de uvas en la provincia de Zaragoza.
Dio muchas conferencias a agricultores para compartir sus conocimientos. Por ejemplo, en el Congreso de Agricultores en 1885 y en reuniones para encontrar las mejores formas de combatir el mildiu en 1886. También publicó artículos en la prensa local para que sus investigaciones llegaran a todo el mundo.
Uno de sus sueños era crear una escuela de enología (el estudio de la elaboración del vino) en la Granja Modelo de Zaragoza. Quería que todas las personas interesadas, sin importar su dinero, pudieran aprender a mejorar sus cultivos de uva.
Un Impulsor de la Educación y la Ciencia
La vida de Bruno Solano fue un ejemplo de dedicación a la enseñanza y al servicio de la sociedad. Muchas veces ofreció sus conocimientos sin cobrar, solo para fortalecer los estudios de ciencias en la Universidad de Zaragoza.
La Facultad de Ciencias de Zaragoza
Bruno Solano trabajó con gran dedicación para que la Facultad de Ciencias se estableciera de forma definitiva el 1 de septiembre de 1893. Fue decano de esta facultad hasta su muerte.
Un paso muy importante para la ciencia en Zaragoza fue la construcción de un nuevo edificio para las facultades de Ciencias y Medicina, y para la Escuela de Artes y Oficios. El edificio se inauguró el 18 de octubre de 1893 con una gran ceremonia. Bruno Solano dio el discurso de inauguración, contando los desafíos que se superaron para lograr que las ciencias tuvieran su propio espacio en la Universidad.
Se dice que él y Hilarión Gimeno Fernández-Vizarra fueron quienes diseñaron la decoración del edificio, usando símbolos de la ciencia y el arte.
La Escuela de Artes y Oficios
Otra de sus grandes pasiones fue la creación de la Escuela de Artes y Oficios. Fue su primer director y se dedicó mucho a esta institución. En los registros de la época se ve su compromiso con la educación de los trabajadores, y su deseo de que la escuela fuera un modelo en España.
Su Personalidad y Legado
Bruno Solano no solo tenía un gran conocimiento científico, sino que también sabía mucho de latín, historia, filosofía y literatura.
Le gustaba reunirse con otros intelectuales en el Café Suizo de Zaragoza. Uno de ellos era Santiago Ramón y Cajal, quien en su libro Infancia y Juventud expresó la gran admiración que sentía por su profesor. Ramón y Cajal recordaba con cariño esas reuniones después de la muerte de Solano.
Físicamente, era un hombre alto, con cabello y barba negros, largos y rizados. Vestía de forma elegante, con levita negra y sombrero de copa. Su apariencia era imponente y solemne. Juan Moneva y Puyol lo describió en su libro Memorias como "Sentimental siempre, romántico perfecto".
Era un hombre modesto, muy trabajador y considerado uno de los hombres más valiosos de Aragón. Después de su fallecimiento, se escribieron muchas publicaciones que lo recordaban como un hombre de gran sabiduría científica y una excelente calidad humana. También se le recordaba por su sentido del humor, a pesar de ser una persona seria.
Reconocimientos y Homenajes
Bruno Solano Torres falleció el 19 de febrero de 1899 en Santander.
Muchos amigos y alumnos le dedicaron muestras de cariño. Aunque al principio fue enterrado en Santander, sus restos fueron trasladados el 1 de noviembre de 1914 al Cementerio de Torrero en Zaragoza, junto a su madre.
El 12 de mayo de 1918, se colocó una lápida en su honor. Por sus méritos, obtuvo un lugar de entierro gratuito. Una nueva lápida fue colocada el 6 de octubre de 2020, como un homenaje de los graduados de Ciencias Químicas de la Universidad de Zaragoza de la promoción 1964-1969.
Entre las distinciones y cargos que tuvo, destacan:
- Profesor de la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza (1868-1877).
- Doctor en Ciencias Físico-Químicas (1879).
- Profesor de la Estación Vitícola y Enológica de la Diputación Provincial de Zaragoza (1880).
- Catedrático de Química General de la Universidad de Zaragoza (desde 1881).
- Vicepresidente del Ateneo de Zaragoza (1884).
- Director del laboratorio de la Granja Modelo de Zaragoza (1886).
- Decano de la Facultad de Ciencias de Zaragoza (1887-1899).
- Director de la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza (1894-1899).
- Presidente de la Sección de Zaragoza de la Sociedad Española de Historia Natural (1899).
- Obtuvo patentes de invención para productos y procesos relacionados con el vino.
- Una calle en Zaragoza lleva su nombre: Calle Bruno Solano (desde 1934).
- Un paseo en su pueblo natal, Calatorao, se llama Paseo Bruno Solano Torres.
- Un parque en Zaragoza, entre las calles Manuel Lasala y Río Huerva, también lleva su nombre.