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Batalla del Pepino (1868) para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Batalla del Pepino
Parte de Grito de Lares
Bandera de Lares y España.png
Banderas modificadas de la República de Lares
y de España (versión vigente en 1868)

Fecha 24 de septiembre de 1868
Lugar Pueblo de El Pepino (actualmente San Sebastián), Puerto Rico
Resultado Victoria decisiva del Imperio español
Consecuencias El gobierno colonial español retiene control del pueblo de El Pepino. Las fuerzas revolucionarias retroceden a Lares.
Beligerantes
República de Lares
República de Cuba en Armas
Bandera de España Imperio español
Comandantes
Manuel Rojas
Eusebio Ibarra
Francisco José Méndez
Francisco Santana
Manuel Cebollero
Rodolfo Echevarría
Ignacio Balbino Ostolaza
San Antonio
Alcalde Luis Chiesa
Corregidor García Pérez
Fuerzas en combate
Total: ~300-400
- 250-365 infantes
- 35-50 jinetes
Total: desconocido
- milicias de El Pepino
- vecinos de El Pepino
- 25 tropas regulares
Bajas
4 muertos
6 heridos
7 prisioneros
desconocido

La Batalla de El Pepino fue un enfrentamiento militar importante en la historia de Puerto Rico. Ocurrió el 24 de septiembre de 1868 en el pueblo de El Pepino, que hoy conocemos como San Sebastián. Fue la única vez que las fuerzas de la República de Lares se enfrentaron directamente al gobierno colonial español durante el Grito de Lares.

En esta batalla, los revolucionarios intentaron tomar el pueblo de El Pepino. Sin embargo, fueron detenidos por las milicias locales y algunos habitantes del pueblo. Este evento fue un gran obstáculo para los revolucionarios. Después de esta batalla, no volvieron a enfrentarse a las tropas españolas en el campo de batalla.

¿Qué llevó a la Batalla de El Pepino?

La situación de los revolucionarios

Un evento inesperado cambió los planes de los revolucionarios. El 21 de septiembre, Manuel María González, uno de los líderes, fue arrestado en Camuy. Las autoridades españolas encontraron documentos importantes en su casa. Esto obligó a los revolucionarios a adelantar su levantamiento del 29 al 23 de septiembre. También cambiaron el lugar de inicio de Camuy a Lares.

Este cambio de lugar fue muy importante. Otro miembro de la junta revolucionaria de Camuy, José Antonio Hernández, decidió no seguir con el plan. Escondió pólvora y dinamita en su finca. Estas fueron encontradas por las autoridades españolas el mismo día de la batalla. La pérdida de estas provisiones fue significativa, ya que los revolucionarios tenían pocas armas y municiones.

El profesor Francisco Moscoso, experto en el Grito de Lares, cree que Camuy era un lugar estratégico. Estaba entre dos importantes centros militares, Aguadilla y Arecibo. Esto permitiría a los revolucionarios enfrentar a las fuerzas enemigas por separado. La prisa por el arresto de González influyó mucho en las decisiones de los líderes revolucionarios.

Una vez que se estableció la República en Lares el 23 de septiembre, se nombró a Francisco Ramírez como presidente. Manuel Rojas fue nombrado Jefe General. Ellos decidieron atacar El Pepino. Esto se debió a que Manuel Cebollero y Eusebio Ibarra, que eran parte de las milicias de El Pepino, prometieron que podrían conseguir el apoyo de las milicias locales. Los líderes revolucionarios necesitaban más armas y municiones, por lo que querían tomar el cuartel de El Pepino con la menor resistencia posible.

La situación de las fuerzas españolas

El gobierno español en San Juan ya esperaba un levantamiento en la isla. Las guerras de independencia en América (1810-1833) habían dejado a España solo con Puerto Rico y Cuba. Otros intentos de rebelión en Puerto Rico, como la conspiración de San Germán en 1809, mostraron que había deseos de independencia.

Estos eventos llevaron al gobierno español a crear un plan de emergencia. Se llamó "El Plan Ofensivo Conveniente para Combatir la Insurrección", o Plan Gámir. Este plan decía cómo enfrentar una rebelión. Si las tropas militares se rebelaban, usarían las milicias de la capital. Si los habitantes locales se levantaban, el gobernador pediría la lealtad de las tropas españolas. Si la rebelión ocurría en el oeste de la isla, enviarían tropas a los puertos cercanos para evitar que los rebeldes escaparan por mar.

La desconfianza en la lealtad de las tropas se debía a la inestabilidad en España y a los retrasos en el pago de los salarios de los soldados. El 7 de junio de 1867, un grupo de soldados se había rebelado en San Juan. La mayoría de los centros militares estaban en la costa. Por eso, los militares pensaban que los municipios del interior oeste eran los más propensos a rebelarse.

El arresto de Manuel María González el 21 de septiembre en Camuy confirmó las sospechas del gobierno español. Como resultado, todas las fuerzas militares fueron puestas en alerta. Se empezaron a mover tropas hacia el oeste de Puerto Rico.

El 22 de septiembre, un informante avisó a Luis Chiesa, el alcalde de El Pepino, sobre el plan de Manuel Cebollero y Eusebio Ibarra de reclutar a las milicias. El alcalde avisó al centro militar de Aguadilla. Puso al Coronel Pedro Miguel San Antonio, un oficial español retirado, a cargo de las milicias. El Coronel San Antonio preparó las defensas del pueblo. Reunió pólvora y dinamita, puso a civiles en vigilancia y mantuvo a los milicianos en sus cuarteles. Al recibir la noticia, el comandante de Aguadilla envió al Corregidor Jacinto García Pérez con 25 soldados a El Pepino para investigar. Este grupo llegó al pueblo poco después de que comenzara la batalla.

¿Cómo se prepararon los ejércitos?

Las fuerzas de la República de Lares

¿Qué querían lograr los revolucionarios?

  • Conseguir el apoyo de las milicias de El Pepino.
  • Obtener las armas y municiones del cuartel de las milicias.
  • Arrestar a los comerciantes españoles importantes, al alcalde y a otros líderes del pueblo.
  • Declarar la libertad del pueblo de El Pepino y establecer un nuevo gobierno revolucionario.

¿Quiénes eran los líderes y cómo estaban organizados?

  • General Manuel Rojas: Vestía un chaquetón oscuro, camisa de lana, pantalón y botas. Llevaba un reloj, un sombrero con una insignia de colores negro, blanco, rojo y amarillo. También un revólver y un sable.
  • Tenientes:
    • Eusebio Ibarra
    • Francisco José Méndez
    • Francisco Santana
    • Manuel Cebollero
    • Rodolfo Echevarría
    • Ignacio Balbino Ostolaza

Los oficiales revolucionarios se distinguían por usar una banda tricolor en el brazo y una cinta tricolor alrededor del sombrero. Los colores eran azul, blanco y rojo, que representaban las repúblicas y la libertad.

¿De qué se componía la tropa revolucionaria?

  • 35-50 jinetes: Armados con revólveres o fusiles, sables y machetes. Eran principalmente dueños de fincas, comerciantes, profesionales y artesanos.
  • 250-365 infantes (soldados a pie): Armados con machetes. Eran en su mayoría trabajadores, personas liberadas y agricultores.

Las fuerzas pro-España

¿Qué querían lograr las milicias y vecinos de El Pepino?

  • Defender el pueblo mientras esperaban la llegada de más tropas militares.
  • Asegurarse de que las municiones y armas no cayeran en manos de los rebeldes.

¿Quiénes eran los líderes de las fuerzas pro-España?

  • Alcalde Luis Chiesa y Coronel San Antonio: Estaban al mando de las milicias y los vecinos armados de El Pepino.
  • Corregidor García Pérez: Estaba al mando de un grupo de 25 soldados españoles.

¿De qué se componían las fuerzas pro-España?

  • Vecinos y milicias de El Pepino: Armados con fusiles, revólveres, dinamita, sables y machetes.
  • 25 "tropas regulares": Soldados a pie con fusiles y equipo militar.

¿Cómo se desarrolló la batalla?

El inicio del ataque

Las fuerzas revolucionarias salieron de Lares hacia El Pepino entre las 4:00 y 6:00 de la mañana.

Archivo:Batalla del Pepino (1868) - Despliegue de Tropas (3v)
En color rojo: fuerzas revolucionarias. En color azul: los vecinos y milicias de El Pepino

Al acercarse al pueblo, el General Rojas dividió a su ejército en tres grupos:

  • La caballería, liderada por Ibarra y Cebollero, se colocó en el camino hacia Camuy.
  • Aproximadamente 60 soldados a pie, bajo el mando de Méndez, se ubicaron en el Alto de Arvelo.
  • El resto de las tropas, bajo el mando personal de Rojas, se posicionaron al sureste del pueblo, entre el río Culebrinas y la plaza central.

Las fuerzas pro-España estaban divididas en dos grupos:

  • El regimiento de milicias estaba dentro del cuartel, donde se guardaban las armas y municiones.
  • Los vecinos armados estaban en los techos de las casas y tiendas del pueblo.

El primer enfrentamiento

Archivo:Batalla del Pepino (1868)- Primer ataque (3v)
En color rojo: fuerzas revolucionarias. En color azul: los vecinos y milicias de El Pepino

Alrededor de las 8:30 de la mañana, la caballería de Ibarra y Cebollero entró a la plaza del pueblo. Luego, el General Rojas y 60 hombres entraron por la Calle Comercio. Rápidamente, comenzó un intercambio de disparos y gritos entre los defensores y los revolucionarios.

Según los relatos del Corregidor García Pérez, algunas mujeres del pueblo gritaron: "¡Los Revolucionarios! ¡Los Asesinos!". Mientras tanto, los rebeldes cantaban: "¡...mueran los españoles; muera la Reina; Viva Puerto Rico libre!".

La caballería revolucionaria intentó entrar al cuartel de las milicias, pero fue rechazada por los disparos de los defensores. Los ex-milicianos Manuel Cebollero y Eusebio Ibarra les gritaban a las milicias: "Milicianos, ¿qué hacéis? ¿qué hacéis?". Pero sus gritos no sirvieron de nada. Los líderes de las milicias, que ya sabían del plan, mantuvieron la lealtad de los defensores del cuartel.

Después de media hora de combate, a las 9:00 de la mañana, la caballería y los soldados a pie se retiraron para unirse al resto de las fuerzas y preparar un nuevo ataque.

El segundo ataque

Archivo:Batalla del Pepino (1868) - Segundo Ataque (3v)
En color rojo: fuerzas revolucionarias. En color azul: los vecinos y milicias de El Pepino

Las fuerzas revolucionarias, ahora unidas bajo el mando del General Rojas, comenzaron su segundo ataque desde el sur de la plaza. Fueron recibidos con fuertes disparos de fusiles por parte de los milicianos y vecinos. El intercambio de fuego causó bajas en ambos lados. Cuatro revolucionarios murieron (Venancio Román, Casto Santiago, Leopoldo Plumey, Manuel de León) y uno (Manuel Rosado "El Leñero") fue herido de muerte.

Justo cuando a los defensores del pueblo se les acababan las municiones, llegaron los 25 soldados españoles al mando del Corregidor García Pérez de Aguadilla. El capitán rebelde Pablo Rivera avisó a los demás revolucionarios sobre la llegada de una columna enemiga de "tropa veterana". En ese momento de confusión, se escuchó el grito de alarma entre los revolucionarios: "¡Atrás, que viene tropa, los veteranos llegan, estamos vendidos!".

Las fuerzas revolucionarias retrocedieron. Pero a diferencia del primer ataque, esta vez fueron perseguidas por las tropas españolas y las milicias de El Pepino. Los rebeldes fueron empujados hasta el otro lado del puente que cruza el río Culebrinas.

La retirada final

Archivo:Batalla del Pepino (1868) - Retirada (3v)
En color rojo: fuerzas revolucionarias. En color azul: los vecinos y milicias de El Pepino. En color verde: la tropa de 25 soldados regulares españoles.

Al otro lado del puente del río Culebrinas, el General Rojas habló con sus tenientes sobre la posibilidad de atacar de nuevo el pueblo. Pero varios de sus subordinados se opusieron. Les preocupaba que si el Corregidor de Aguadilla ya había llegado, las tropas de Moca y Aguadilla probablemente estarían en camino. Se preguntaban cómo podrían resistir un enfrentamiento con las tropas españolas, ya que no habían podido tomar el arsenal de El Pepino.

Finalmente, las tropas revolucionarias decidieron retirarse a la hacienda del General Rojas, en el municipio de Mayagüez. Allí convocarían una reunión con el resto de los líderes revolucionarios. No todos los rebeldes estuvieron de acuerdo, como lo demuestra el comentario de Pedro Anglero: "¡Yo no vine aquí a juyil!".

Las fuerzas españolas no persiguieron al ejército revolucionario en su retirada final. Los líderes españoles prefirieron mantener el control del pueblo, alertar a los centros militares cercanos y esperar la llegada de refuerzos. El Plan Gámir se estaba poniendo en marcha.

¿Qué pasó después de la batalla?

La retirada del ejército revolucionario en El Pepino marcó el principio del fin del Grito de Lares. La falta de comunicación entre los líderes revolucionarios hizo que muchos de los prisioneros españoles capturados al inicio del Grito fueran liberados sin razón conocida.

En la reunión en la hacienda del General Rojas, los líderes revolucionarios que quedaban decidieron ordenar la retirada total de las fuerzas en Lares. Los revolucionarios optaron por esconderse en pequeños grupos por el interior de la isla. Esperaban que otros pueblos puertorriqueños se levantaran y que llegaran las armas prometidas por Betances en su barco El Telégrafo. Pero ninguna de estas expectativas se cumplió.

El Telégrafo, con cientos de fusiles, había sido incautado por las autoridades danesas en Saint Thomas semanas antes. La ejecución del Plan Gámir por parte de las fuerzas españolas llevó rápidamente a la concentración de su poder militar en el oeste de Puerto Rico. El arresto de más de ochocientos sospechosos, el control de las carreteras y el estado de alerta hicieron imposible cualquier otro levantamiento en la isla. En las semanas siguientes, la mayoría de los revolucionarios fueron arrestados. Algunos murieron, como Matías Brugman y Baldomero Bauring. Otros regresaron discretamente a su vida civil.

Al final, Puerto Rico siguió siendo una provincia de España.

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