Tu quoque para niños
El término Tu quoque es una expresión en latín que significa ‘tú también’. Se usa para describir un tipo de argumento donde alguien rechaza una idea o crítica diciendo que la persona que la presenta también ha hecho algo similar. Es como decir: "¡Tú no puedes decir eso, porque tú también lo haces!".
Imagina que alguien te dice que no debes comer muchos dulces, pero tú sabes que esa persona también come muchos dulces. Si le respondes: "¡Pero tú también comes muchos dulces!", estás usando un argumento Tu quoque. Aunque la persona coma dulces, su consejo sobre no comerlos en exceso podría ser válido. Este tipo de respuesta busca desviar la atención del tema principal y hacer que la otra persona pierda credibilidad.
Este argumento es una falacia, lo que significa que es un razonamiento que parece lógico pero no lo es. Se le considera una variante de la falacia ad hominem, que es un ataque personal. En lugar de discutir la idea, se ataca a la persona que la dice, señalando una contradicción en su comportamiento.
Un ejemplo de esta falacia podría ser: "Una persona dice que es importante cuidar el medio ambiente y reciclar. Sin embargo, a veces se le olvida separar la basura en su casa." Si alguien responde: "¡No puedes decirnos que reciclemos si tú mismo no lo haces siempre!", está usando el argumento Tu quoque. La validez de la idea de reciclar no depende de si la persona que lo dice lo hace perfectamente o no.
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¿De dónde viene la expresión "Tu quoque"?
La frase Tu quoque se hizo famosa por una historia relacionada con Julio César, un importante líder de la antigua Roma. Se dice que cuando fue atacado por un grupo de personas, vio entre ellos a Marco Junio Bruto, a quien consideraba como un hijo. Al verlo, exclamó "¡Tú también, hijo mío!". Esta frase se usa hoy para hablar de la ingratitud o la traición de alguien en quien confiabas.
¿Cómo funciona el argumento "Tu quoque"?
La estructura de este argumento es sencilla:
- Una persona A hace una crítica sobre algo (llamémoslo P).
- Se señala que la persona A también hace o es culpable de P.
- Por lo tanto, se concluye que la crítica de A sobre P no es válida y se rechaza.
Esto es una falacia porque el hecho de que la persona que critica también haga lo mismo no significa que su crítica sea incorrecta. La verdad de una idea no depende de quién la diga.
Un ejemplo antiguo de este tipo de argumento lo encontramos en los escritos de Plutarco, un escritor griego. Él cuenta que alguien criticaba a un orador diciendo: "Ahí está ese dándonos consejos sobre cómo vivir en armonía, cuando ni siquiera ha logrado que las personas de su propia casa se pongan de acuerdo en su vida diaria." Aquí, se intenta descalificar el consejo del orador basándose en su vida personal, no en la validez de sus palabras.
¿Cuándo se usa el "Tu quoque" en la vida diaria?
El argumento Tu quoque es muy común en las conversaciones diarias, a menudo sin que las personas se den cuenta de que lo están usando. Es fácil de reconocer porque suena como un "¡y tú también!" o "¡y tú más!" cuando alguien responde a una crítica.
Por ejemplo, si un médico le aconseja a un paciente que coma más frutas y verduras para estar sano, y el paciente le responde: "¡Pero usted también come comida rápida a veces!", eso sería un Tu quoque. El consejo del médico se basa en conocimientos científicos sobre la salud, no en su comportamiento personal. Por lo tanto, el consejo sigue siendo válido, sin importar lo que el médico coma.
Sin embargo, hay situaciones donde señalar una contradicción puede ser relevante. Si alguien basa su autoridad en ser un ejemplo perfecto de algo, y luego se demuestra que no lo es, entonces su credibilidad podría verse afectada. Pero en la mayoría de los casos, especialmente cuando se trata de hechos o ideas, el Tu quoque es una forma de desviar la conversación y evitar discutir el punto principal.
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Véase también
En inglés: Tu quoque Facts for Kids
- Consecuencia
- Hipocresía
- Falacia
- Prejuicio cognitivo
- Lista de prejuicios cognitivos