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Antonio Enríquez Gómez para niños

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Datos para niños
Antonio Enríquez Gómez
Michel lasne-antonio henríquez gómez-Academias morales de las musas.jpg
Retrato de Antonio Enríquez Gómez, grabado de Michel Lasne. Ilustración de Academias morales de las musas, estampada en Burdeos por Pedro de la Court en 1642. Firma en la repisa, a la izquierda, "ML [enlazadas] fe."
Información personal
Nacimiento hacia 1601-1602
Cuenca
Fallecimiento 19 de marzo de 1663
Sevilla
Nacionalidad español
Información profesional
Ocupación mercader, dramaturgo, poeta, novelista y escritor de obras políticas
Seudónimo Don Fernando de Zárate y Castronovo

Antonio Enríquez Gómez, también conocido como Fernando de Zárate y Castronovo, fue un importante escritor español del Siglo de Oro. Nació en Cuenca alrededor de 1601 o 1602 y falleció en Sevilla el 19 de marzo de 1663. Fue un talentoso dramaturgo (escritor de obras de teatro), narrador y poeta.

Debido a problemas con la Inquisición española y a su tiempo en Francia, muchos expertos lo consideran parte del grupo de escritores sefardíes (judíos de la comunidad que vivía en España).

Biografía

La familia de Antonio Enríquez Gómez era considerada de origen judeoconverso en su época. Su madre, Isabel Gómez, era de Alcantud. Su padre, Diego Enríquez Villanueva, de Quintanar de la Orden, venía de una familia que mantenía algunas costumbres de su antigua fe.

Desde 1588, la Inquisición investigó a varios miembros de su familia. Su abuelo paterno fue ejecutado en Cuenca en 1592, y su abuela estuvo en prisión. Su propio padre fue castigado en 1624.

Primeros años y negocios

Antonio Enríquez Gómez, al igual que su padre, se dedicó al comercio, exportando lanas y telas de Castilla a Francia. Recibió una educación en negocios.

Siendo joven, vivió en Sevilla con su tío paterno, Antonio Enríquez de Mora. En 1619, su tío huyó a Burdeos al ser descubierto por la Inquisición. Enríquez Gómez se convirtió en su representante en Madrid como "mercader de cosas de Francia".

En 1618, se casó con Isabel Alonso Basurto, de la región de Burgos, y tuvieron tres hijos: Catalina, Diego y Leonor.

Vida en Madrid y primeras obras

En Madrid, Antonio Enríquez Gómez se relacionó con el famoso escritor Lope de Vega, a quien admiraba mucho. También mencionó a otros grandes autores de su tiempo, como Pedro Calderón de la Barca y Luis Vélez de Guevara.

A partir de 1632, comenzó a escribir obras de teatro para los corrales de comedias (teatros al aire libre). Algunas de sus obras fueron muy populares, como El cardenal de Albornoz y las dos partes de Fernán Méndez Pinto, que trataban sobre un famoso explorador portugués.

En 1635, contribuyó con un poema a un libro en honor a Lope de Vega, que había fallecido.

Viaje a Francia

En 1636, Antonio Enríquez Gómez se fue a Francia. Esto pudo deberse a que la Inquisición lo consideraba sospechoso. También se cree que pudo haber criticado a un importante político de la época en su obra El Siglo pitagórico.

Trabajaba en negocios con redes de comerciantes de origen portugués en Europa. Temiendo ser investigado, se refugió en Burdeos en casa de su tío. En Francia, publicó varias de sus obras.

Más tarde, en 1642, se estableció en Ruan con su primo Francisco Luis Enríquez de Mora. Juntos manejaron negocios de comercio entre Francia y España, que estaban en guerra. Usaron a un mercader en Madrid como intermediario, quien se había casado con la hija mayor de Enríquez Gómez, Catalina. Así, expandieron sus negocios con América y con socios en otras ciudades europeas y en Brasil.

Regreso a España y últimos años

Antonio Enríquez Gómez sentía una gran nostalgia por España y quería recuperar su fama literaria, aunque esto le costaría la vida. A finales de 1649, él y su primo decidieron quedarse con el dinero de sus socios. Abandonaron a sus familias en Ruan y regresaron a España con nombres falsos.

Antonio se escondió primero en Granada y en 1651 se estableció en Sevilla. Allí vivió como un noble llamado Don Fernando de Zárate y Castronovo. Escribió y estrenó obras de teatro bajo este nombre falso. Durante doce años, logró evitar a la Inquisición, que lo "quemó en efigie" (simbólicamente) dos veces, en 1651 y 1660.

Finalmente, el 21 de septiembre de 1661, la Inquisición lo encontró y lo arrestó. Después de confesar su verdadera identidad, Enríquez Gómez falleció en la cárcel poco antes de que terminara su juicio. A pesar de su muerte, fue "reconciliado" en un acto público de fe en Sevilla en 1665. Sus declaraciones llevaron a la prisión de su primo en Lima.

Algunos estudiosos, como Michael McGaha, sugieren que Antonio Enríquez Gómez pudo haber tenido una tercera identidad falsa, la del dramaturgo Francisco de Villegas.

Versión biográfica anterior

La información actual sobre la vida de Enríquez Gómez se basa en documentos de archivo descubiertos por el experto francés I. S. Révah. Estos documentos desmienten muchas ideas antiguas sobre él. Antes se creía que se llamaba Enrique Enríquez de Paz, que era portugués, capitán del ejército francés y que murió en Ámsterdam. Esta confusión se debió a que la Inquisición lo confundió con otro capitán. También se pensaba que los títulos franceses que usaba eran militares, pero en realidad se compraban.

Creencias religiosas

I. S. Révah creía que Enríquez Gómez practicaba su antigua fe en secreto, basándose en opiniones de judíos de Ámsterdam, en sus escritos secretos y en documentos de la Inquisición.

La Inquisición lo investigó tres veces. Según los testimonios, Enríquez Gómez era seguidor de su antigua fe desde su tiempo en Madrid, pero solo en su corazón, sin practicar rituales católicos. En casa de su tío en Burdeos, sí se seguían las costumbres de su antigua fe. Durante sus últimos tres años en Ruan, apenas participó en el culto católico, celebraba festividades en su casa y escribió obras secretas defendiendo su fe.

Después de regresar a España, volvió a practicar su fe solo "en su corazón". Sin embargo, otros expertos, como Michael McGaha, dudan de la fiabilidad de estas denuncias de la Inquisición. Algunos aceptan que Enríquez Gómez siguió su antigua fe en secreto por un tiempo, pero creen que fue para poder unirse a redes comerciales.

Obra

Archivo:Michel lasne-Academias morales de las musas
Portada de Academias morales de las musas, Burdeos, 1642.

Antonio Enríquez Gómez fue un autodidacta (aprendió por sí mismo) en literatura. Era tan bueno escribiendo versos que lo consideraban un "poeta por naturaleza".

Poesía

Parte de sus poemas, que hablaban de amor, moral y temas bíblicos, se publicaron en Academias morales de las Musas (Burdeos, 1642). Este libro también incluía cuatro obras de teatro. En muchos de sus poemas, se nota su sentimiento de exilio y la nostalgia por su hogar.

Comedias (Obras de teatro)

Entre 1632 y 1636, Enríquez Gómez escribió obras de teatro para Madrid y se hizo bastante famoso. Como dramaturgo, se le considera parte de la escuela de Pedro Calderón de la Barca. Dijo haber escrito veintiuna comedias, la mayoría sobre temas históricos con historias de aventuras. En las dos partes de Fernán Méndez Pinto, narra las aventuras de este explorador portugués en China.

Entre 1651 y 1660, volvió a escribir teatro. Las treinta comedias que firmó con su nombre falso, Don Fernando de Zárate, a veces eran adaptaciones de obras de otros autores. Muchas de estas obras trataban sobre leyendas de santos. Su obra Loa sacramental de los siete planetas se estrenó en Sevilla en 1659.

Novela y épica

La obra más conocida de Enríquez Gómez es El siglo pitagórico y vida de don Gregorio Guadaña (Ruan, 1644). Está dividida en capítulos en verso y prosa que cuentan diferentes vidas de un alma que pasa de un cuerpo a otro. Una de estas historias es una novela picaresca llamada La vida de don Gregorio Guadaña, llena de humor y crítica social.

Otras dos obras narrativas suyas son La culpa del primer peregrino (Ruan, 1644), escrita en verso, y La torre de Babilonia (Ruan, 1647), que mezcla prosa y poesía. Ambas cuentan las desventuras de un hombre en una sociedad humana corrupta, que representa la vida en Madrid.

Sansón Nazareno (Ruan, 1656) es un poema épico culto sobre las hazañas del héroe bíblico Sansón. Incluye un importante prólogo autobiográfico donde el autor lista sus obras.

Escritos políticos

En sus tratados Luis dado de Dios (París, 1645) y Política angélica (Ruan, 1647), Enríquez Gómez explica ideas políticas francesas que apoyaban el poder absoluto de los reyes. Defendía el derecho divino de los reyes y su superioridad sobre el clero. También apoyaba la idea de que los reyes podían hacer alianzas con protestantes y tolerar la presencia de personas con otras creencias en el reino. Incluso apoyó el derecho de algunos nobles portugueses a rebelarse contra Felipe IV.

En una segunda parte de Política angélica, publicada en secreto, Enríquez Gómez criticó las acciones de la Inquisición española y la vigilancia sobre los conversos. Esta obra fue prohibida y casi todas las copias fueron destruidas.

Obras secretas

Durante su exilio en Francia, Enríquez Gómez escribió varias obras para ser leídas en secreto. Entre ellas estaba el poema épico Israel sobre Tubal, que hablaba del futuro dominio del mesías. También se conservan algunos Sonetos sobre los antiguos Patriarcas del Viejo Testamento, la sátira Inquisición de Lucifer y visita de todos los diablos, y un largo Romance que celebra el martirio de un estudiante quemado por la Inquisición en 1644. Esta última obra es la única en la que Enríquez Gómez expresa claramente sus creencias.

Ideas

Aunque sus creencias religiosas son un tema complejo, es claro que Antonio Enríquez Gómez tenía ideas muy originales para su tiempo. A menudo expresaba la idea de que el alma humana alcanza la inmortalidad a través de la virtud y el conocimiento, no solo por seguir dogmas religiosos.

Con gran valentía para su época, Enríquez Gómez criticaba las acciones de la Inquisición y rechazaba cualquier violencia hecha "en nombre de la religión". Creía que el Estado debía controlar el culto público, pero no tenía derecho a forzar a las personas a elegir su camino de salvación; solo la enseñanza era válida para guiar las creencias personales.

Su estricta ética social y política se ve en muchas de sus obras. Enríquez Gómez mostraba su indignación contra los ministros que abusaban de su poder, los terratenientes que explotaban a los campesinos, los que denunciaban a inocentes, los conquistadores que saqueaban pueblos pacíficos y los piratas.

En sus obras de teatro, también hablaba abiertamente del odio entre cristianos y musulmanes o de las conquistas españolas. Una obra muy original es Las misas de San Vicente Ferrer (1661), que se alejaba de las comedias religiosas para mostrar los celos, de forma similar a Otelo de William Shakespeare. El protagonista, Muley, un moro, se enamora de una europea y vive muchas dificultades.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Antonio Enríquez Gómez Facts for Kids

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Antonio Enríquez Gómez para Niños. Enciclopedia Kiddle.