Amebiasis para niños
Datos para niños Amebiasis |
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Trofozoítos de Entamoeba histolytica con eritrocitos digeridos en preparación de heces
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Especialidad | infectología | |
Síntomas | Diarrea con sangre , dolor abdominal | |
Complicaciones | Colitis severa, perforación colónica, anemia | |
Sinónimos | ||
Amibiasis | ||
La amebiasis o amibiasis es una enfermedad causada por unos seres vivos muy pequeños llamados amebas. Estas amebas son un tipo de protozoos, que son organismos unicelulares (de una sola célula). Las amebas más comunes que causan esta enfermedad son Entamoeba histolytica, Entamoeba dispar y Entamoeba moshkovskii.
Estos pequeños organismos suelen vivir en el intestino grueso de las personas. A veces, pueden dañar el revestimiento del intestino, causando úlceras, y en casos más serios, pueden viajar a otros órganos del cuerpo. La infección generalmente ocurre cuando una persona ingiere alimentos o líquidos que están contaminados con las formas resistentes de estas amebas, llamadas quistes. Si las amebas invaden el intestino, pueden causar una enfermedad con diarrea severa, a veces con sangre.
Contenido
¿Qué es la amebiasis y cómo se transmite?
La amebiasis es una enfermedad causada por amebas, que son parásitos muy pequeños. Estos parásitos son más comunes en lugares con climas cálidos o tropicales. Se alojan principalmente en el intestino grueso.
La forma más común de contagiarse es al comer o beber algo que esté contaminado con los quistes de la ameba. Los quistes son como una capa protectora que ayuda a la ameba a sobrevivir fuera del cuerpo. Una vez que los quistes entran al cuerpo, se abren en el intestino delgado y liberan las amebas activas. Estas amebas se mueven al intestino grueso, donde pueden causar problemas.
¿Cómo se descubrió la amebiasis?
La historia de la amebiasis comenzó hace mucho tiempo. En 1850, se sospechó que un parásito podía causar la enfermedad cuando se encontró un protozoo en las heces de un niño con diarrea.
La primera descripción detallada de la amebiasis fue hecha en 1875 por el médico ruso Fedor Lösch. Él estudió a un granjero con diarrea crónica y encontró muchas amebas en sus heces. Sin embargo, en ese momento, Lösch no creyó que estas amebas fueran la causa de la enfermedad.
Más tarde, otros científicos como Robert Koch y Esteban Kartulis, en 1886, encontraron amebas en las úlceras intestinales de personas enfermas y en el hígado de quienes habían fallecido por abscesos hepáticos.
Finalmente, en 1887, Jaroslav Hlava, y luego William Osler, William Thomas Councilman y Henri A. Lafleur, demostraron con pruebas que la ameba era la verdadera causa de este tipo de diarrea. Ellos incluso crearon los términos "disentería amebiana" y "absceso hepático amebiano".
¿Qué tan común es la amebiasis?
La amebiasis es una de las enfermedades parasitarias más importantes en el mundo. Se calcula que entre el 10% y el 20% de la población mundial podría estar infectada. De este grupo, alrededor del 10% presenta síntomas de la enfermedad.
Cada año, se estima que entre 40,000 y 100,000 personas mueren a causa de la amebiasis. La enfermedad es más común en lugares donde las condiciones de higiene y saneamiento no son muy buenas.
Anualmente, cerca de 500 millones de personas en el mundo se infectan con este parásito. De ellas, un 10% muestra síntomas. La mayoría de los síntomas son intestinales, pero en algunos casos, las amebas pueden afectar otros órganos.
La amebiasis es más frecuente en regiones de América Central, América del Sur, Asia y África. En países como México, Brasil, Nicaragua y Ecuador, se han encontrado porcentajes de infección con E. histolytica y E. dispar. Por ejemplo, en Bangladés, un estudio mostró que el 39% de los niños se infectaron con E. histolytica en un año.
En América Latina, México tiene una alta tasa de infección, seguida por Colombia y Chile. Las personas con ciertas condiciones de salud, como diabetes, o aquellas que toman ciertos medicamentos, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar una forma grave de la enfermedad.
¿Cómo afecta la ameba al cuerpo?
La ameba E. Histolytica a menudo vive en el intestino sin causar problemas, y el 90% de las personas infectadas no tienen síntomas. Sin embargo, algunos factores pueden hacer que la infección se vuelva sintomática.
La ameba tiene la capacidad de dañar los tejidos del cuerpo. Lo hace al adherirse a las células y liberar sustancias que las destruyen. Algunas de estas sustancias incluyen:
- Una proteína especial que ayuda a la ameba a unirse a las células del cuerpo.
- Unas moléculas llamadas amebaporos que pueden crear agujeros en las células.
- Unas enzimas llamadas cisteín-proteasas que descomponen las proteínas de las células.
¿Cuáles son los síntomas de la amebiasis?
De cada 10 personas que tienen el parásito, solo una desarrollará síntomas. Estos síntomas pueden ser leves o muy graves. La enfermedad tiene dos etapas principales:
- Fase aguda: Es la etapa más seria y puede durar desde semanas hasta meses. La persona siente fuertes dolores en el abdomen y tiene heces con sangre.
- Fase crónica: Esta etapa puede durar años. Si no se trata, puede ser muy peligrosa. En esta fase, la persona tiene diarreas leves que se alternan con estreñimiento.
Si la enfermedad empeora, pueden surgir complicaciones. Por ejemplo, el intestino puede perforarse. También pueden formarse abscesos (acumulaciones de pus) en el hígado, los pulmones y, en casos raros, incluso en el cerebro.
¿Cómo se diagnostica la amebiasis?

Para saber si alguien tiene amebiasis, los médicos suelen buscar los quistes del parásito en las heces. Como los quistes no se expulsan todo el tiempo, a veces se necesitan varias muestras de heces para detectarlos. En los casos con síntomas, se pueden ver las amebas activas en las heces frescas.
También existen pruebas de sangre que buscan anticuerpos (defensas del cuerpo) contra la ameba. Estas pruebas son útiles, especialmente en casos de abscesos en el hígado.
Los métodos más modernos incluyen pruebas que detectan proteínas o el ADN de la ameba en las heces. Sin embargo, estas pruebas suelen ser más costosas y no están disponibles en todas partes.
Microscopía para detectar amebas
La microscopía es el método más usado en el mundo para diagnosticar la amebiasis. Con un microscopio, los expertos pueden ver los quistes y las amebas. Es importante distinguir entre la E. histolytica, que causa la enfermedad, y otras amebas que no son dañinas, como la Entamoeba coli.
Los quistes de E. histolytica tienen un máximo de cuatro núcleos, mientras que los de Entamoeba coli pueden tener hasta ocho. Además, la E. histolytica tiene una parte central en su núcleo, que es diferente en la Entamoeba coli.
Otras especies, como Entamoeba dispar y E. moshkovskii, son muy parecidas a E. histolytica bajo el microscopio. Por eso, a veces se confunden. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que si solo se diagnostica la infección por microscopio y la persona no tiene síntomas, no se debe tratar a menos que haya una razón fuerte para sospechar que es E. histolytica.
¿Cómo se trata la amebiasis?
El tratamiento de la amebiasis depende de si la persona tiene síntomas y de dónde se encuentre la infección.
Si la infección está solo en el intestino y no hay síntomas, se usan medicamentos que actúan en el intestino, como el furoato de diloxanida, el iodoquinol o la paramomicina.
Si la infección es moderada o grave, o si las amebas han llegado a otros órganos (fuera del intestino), se usa un medicamento llamado metronidazol (o tinidazol), junto con otro medicamento que actúe en el intestino. Para los abscesos en el hígado, el metronidazol es el tratamiento principal.
¿Cómo se puede prevenir la amebiasis?
Para evitar la amebiasis, es muy importante seguir estas medidas preventivas:
- Evitar el contacto con aguas sucias.
- Asegurarse de que el agua que se consume esté tratada con cloro y filtrada correctamente.
- Mantener una buena higiene personal y alimentaria. Esto incluye lavarse las manos muy bien con agua y jabón antes de comer, cocinar o después de ir al baño.
Véase también
En inglés: Amoebiasis Facts for Kids