Westmorland (navío) para niños
Datos para niños Westmorland |
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Francis Basset, I.er barón de Dunstanville, por Pompeo Batoni (1778), una de las pinturas capturadas del navío (Museo del Prado, Madrid).
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Banderas | ||
Historial | ||
Tipo | Fragata | |
Operador | Reino de Gran Bretaña | |
Destino | Capturada por corsarios franceses (1778); luego, recapturada | |
Características generales | ||
Armamento | 26 cañones | |
La Westmorland o Westmoreland fue una fragata corsaria británica de 26 cañones, que operó en el mar Mediterráneo contra el transporte marítimo francés en represalia por el apoyo prestado por Francia a los revolucionarios durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.
Historial de servicio
El incidente más notable de su trayectoria se produjo poco después de partir de Livorno (Italia) hacia Gran Bretaña, al mando del capitán Michael Wallace, en diciembre de 1778, llevando una gruesa suma de dinero en pago por el bacalao de Terranova (Livorno era un centro de comercio de este producto), comida y 57 cajas de objetos artísticos recogidos por viajeros del Grand Tour como el Duque de Gloucester, Sir John Henderson y el Duque de Norfolk. Fue perseguida por cuatro buques franceses, dos de guerra, la Caton (64 cañones) y el Destin (74), y dos buques más pequeños. Wallace intentó huir de ellos pero, estando desarmado, pronto se plegó al hecho de que no le quedaba más opción que permitir a los franceses abordar su barco. España (aliada entonces con Francia, si bien no estaba todavía en guerra —formalmente, al menos— con Gran Bretaña) le permitió que siguiera hasta Málaga.
En Málaga, su contenido artístico fue transferido por el gobierno francés a dos empresas de comercio con enlaces en Irlanda, a pesar de las protestas de Wallace de que el barco estaba lleno de «bienes extremadamente preciosos» (los franceses se habían adueñado ya del dinero en efectivo de la Westmorland), y el rey español fue informado por su primer ministro, el Conde de Floridablanca, de la llegada de las piezas artísticas.
Tras la entrada de España en la guerra, el rey Carlos III compró en secreto las piezas artísticas a un sindicato de comerciantes de Madrid por 360 000 reales de plata (mucho menos de los 600 000 doblones de oro que se pedían en un principio, pero aun así una suma considerable) y lo llevó en carretas a la capital (sin embargo, los retratos de Basset y Lord Lewisham fueron adquiridos por el primer ministro español).
Aunque el cónsul británico en Cádiz había informado inicialmente al Almirantazgo británico de que la Westmorland y su carga habían sido incautadas como legítimo botín de guerra, se sucedieron las demandas de los embajadores británicos para la repatriación de las piezas artísticas y de la tripulación de la Westmorland (a cambio de prisioneros franceses y españoles capturados por la Royal Navy); la correspondencia al respecto, de primer nivel ministerial, siguió durante diez años.
Todo ello permanece aún en el Museo del Prado, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y otras colecciones españolas, con muy pocas excepciones: un paquete de reliquias católicas destinado al Duque de Norfolk, que fue devuelto sin abrir al Vaticano y el Perseo y Andrómeda, de Mengs, adquirido por Sir Watkin Williams Wynn, que acabó en la colección de Catalina la Grande, en el Museo del Hermitage. Mientras tanto, en 1784 se pagaron en Londres las 100 000 libras por las que se habían asegurado en Livorno las piezas. El navío fue rebautizado y reasignado a la flota española, pero finalmente fue vuelto a capturar en el Caribe por los británicos.
Véase también
En inglés: Westmorland (ship) Facts for Kids