Tomás de Iriarte (militar) para niños
Datos para niños Tomás de Iriarte |
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Información personal | ||
Nacimiento | 1794 Buenos Aires (Intendencia de Buenos Aires, Virreinato del Río de la Plata, Imperio español) |
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Fallecimiento | 1876 Buenos Aires (República Argentina) |
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Nacionalidad | Argentina | |
Información profesional | ||
Área | Artillería | |
Lealtad | Ejército Argentino | |
Rama militar | Ejército Argentino | |
Rango militar | General | |
Conflictos |
Ver lista
Guerra de la Independencia Española
Guerra de la Independencia Argentina Guerra del Brasil Guerra Grande Guerras civiles argentinas |
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Partido político | • Partido Federal • Partido Unitario |
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Tomás de Iriarte (Buenos Aires, Virreinato del Río de la Plata, 1794-Buenos Aires, Argentina, 1876) fue un militar y cronista rioplatense que, luego de una carrera en el Ejército realista en América, se unió al independentista. También luchó en la guerra del Brasil y en las guerras civiles argentinas, enfrentando a Juan Manuel de Rosas.
Carrera militar
Nació en Buenos Aires en marzo de 1794, hijo del coronel Félix Iriarte, jefe del Regimiento Fijo de Infantería de Buenos Aires. Fue enviado por sus padres a España a los diez años. En el trayecto fue tomado prisionero por los ingleses y estuvo varios meses en Londres (en el mismo viaje en que también fue capturado Carlos María de Alvear). Estudió en el Real Colegio de Artillería de Segovia, participando en la Guerra de la Independencia Española entre 1809 y 1814.
Se embarcó como teniente coronel hacia América en 1816 a las órdenes del general La Serna, que poco después sería nombrado jefe del ejército realista del Alto Perú; fue el jefe de su división de artillería. Después del fracaso de una de las varias invasiones realistas a Salta, fingiendo un reconocimiento se pasó al ejército de gauchos de Güemes. Sirvió en el Ejército del Norte a las órdenes de Manuel Belgrano, quien lo nombró director de la escuela de artillería, y escribió su Instrucción para el Manejo de la Artillería. Al momento de ponerse a las órdenes del General Belgrano, le obsequió un galón de oro que éste usaba como adorno de su bicornio.
Participó en varios de los hechos de la Anarquía del Año XX en Buenos Aires, en las filas de Alvear. Desterrado en Montevideo, dónde ayudó como pudo a la liberación de la provincia oriental y fue parte de la delegación montevideana en el Tratado entre Santa Fe y el Cabildo de Montevideo, regresó años más tarde a Buenos Aires, desde donde fue enviado como secretario del embajador Carlos María de Alvear a los Estados Unidos.
Volvió al Río de la Plata y fue ascendido al grado de coronel y comandante de la artillería en la campaña contra el Brasil. Tuvo una actuación destacada en la batalla de Ituzaingó.
Durante la guerra civil
Vuelto a Buenos Aires, se negó a acatar la autoridad del dictador Juan Lavalle, que había fusilado al gobernador Dorrego. Por esa razón fue desterrado al Uruguay hasta la llegada al gobierno de Juan Manuel de Rosas, al que apoyó junto con todo el grupo dorreguista, y fue ascendido a general. Pero tras el fracaso en defender el gobierno de Juan Ramón Balcarce, volvió a exiliarse en Montevideo en 1833. Allí comenzó a escribir sus monumentales Memorias.
De Montevideo se trasladó a Entre Ríos, a las órdenes de Lavalle, e hizo la campaña de este por las provincias de Corrientes, Buenos Aires y Santa Fe. Comandó la captura de la ciudad de Santa Fe, derrotando al general Eugenio Garzón, quien se rindió a cambio de la garantía de que se le respetaría la vida. Lavalle estuvo a punto de fusilar a Garzón, pero en el último momento cambió de idea.
Después de la derrota de Quebracho Herrado, se retiró con Lavalle hacia el norte, pero al poco tiempo se separó de su ejército, disconforme con la falta de disciplina. Pasó a Chile y regresó a Montevideo. Su principal actividad allí fue escribir varios tomos más de sus Memorias, aunque durante el sitio de Oribe dirigió la construcción de nuevas defensas para la ciudad.
La gran autobiografía
Regresó a Buenos Aires en 1849, con permiso de Rosas, y se encerró en su casa a terminar los 8 tomos con 10 000 páginas de sus Memorias. Resultó un libro muy útil para los historiadores, a condición de que se tenga en cuenta su estado de ánimo, que lo incitaba a criticar a todos los personajes con los que se cruzó. En particular fue muy duro con la conducción de Carlos María de Alvear en la Guerra del Brasil.
Después de Caseros, escribió también "Colonización y arreglo de fronteras", una refutación de las memorias del general José María Paz llamadas "Ataque y defensa", y la "Biografía del general José Miguel Carrera", la primera en que alguien se animaba a defender a este exgobernante chileno, de terrible trayectoria en la Argentina.
Murió en mayo de 1876 en Buenos Aires.